Servicio diario - 09 de julio de 2019


 

Arzobispo mayor de Kiev-Halyč: El Papa “quiso asumir” el dolor del pueblo ucraniano
Rosa Die Alcolea

Perú: Obispos traen vientos nuevos para Iglesia en Lima
Esther Nuñez Balbín

Cuba: El cardenal Jaime Ortega Alamino se encuentra “estable” y participa en la Eucaristía
Larissa I. López

La Iglesia beatificará a Mons. Fulton J. Sheen
Larissa I. López

Entrevista al obispo sirio Raimond Girgis: “Sé lo que significa la guerra, el miedo a morir, lo experimenté todo en persona”
Deborah Castellano Lubov

Mozambique: El presidente Nyusi agradece a San Egidio su compromiso por la paz
Larissa I. López

Colombia: Los obispos presentan las conclusiones de su CVIII Asamblea Plenaria
Redacción

Francis Thonippara, nombrado miembro del Pontificio Comité de Ciencias Históricas
Larissa I. López

Padre Antonio Rivero: “¡Seamos buenos samaritanos!”
Antonio Rivero

Beato Pacífico, 10 de julio
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

09/07/2019-17:24
Rosa Die Alcolea

Arzobispo mayor de Kiev-Halyč: El Papa “quiso asumir” el dolor del pueblo ucraniano

(ZENIT – 9 julio 2019).- Su Beatitud Svjatoslav Shevchuk, arzobispo mayor de Kiev-Halyč de los ucranianos, destacó después de su encuentro con el Papa Francisco la situación humanitaria y resaltó el interés especial del Santo Padre por los niños víctimas del conflicto, informó ayer el portal de información Vatican News.

El jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana ofreció sus impresiones en rueda de prensa el lunes 8 de julio de 2019, tras la reunión que mantuvo los días 5 y 6 de julio con los metropolitanos y miembros del Sínodo Permanente, así como con los jefes de los dicasterios competentes de la Curia Romana, iniciativa con la que Francisco quiso “expresar su cercanía a esta Iglesia oriental-católica sui iuris”.

 

Escucha y reflexión

El prelado señaló que el Papa “quiso asumir” en este encuentro “el dolor” del pueblo ucraniano, un momento “de escucha y reflexión” y, al mismo tiempo, una ocasión “de gracia” por la exhortación de Francisco a la Iglesia greco-católica ucraniana y a las demás Iglesias católicas orientales para que “se desarrollen y florezcan”.

Asimismo, se ha puesto en marcha una “nueva metodología de comunión” entre el Sucesor de Pedro y las Iglesias orientales, “con la esperanza de que se convierta en “práctica constante”, informó ayer el arzobispo Shevchuk en el Palacio Pío de Roma.

 

Invitación a Ucrania para el Papa

Durante el primer día de dicha reunión, el Pontífice fue invitado a visitar el país, porque su visita podría ser una “posibilidad muy elocuente y simbólica”, para poner fin al conflicto en Donbass –indicó el prelado ucraniano–, a lo que el Papa respondió que pensaría en ello.

Mons. Svjatoslav Shevchuk comunicó a los periodistas que el Santo Padre estuvo “siempre presente” en el tratamiento del aspecto humanitario y advirtió de la “catástrofe ecológica” que habrá en el territorio ucraniano porque casi cuatro millones de personas ya no tendrán acceso al agua potable, señala Vatican News.

 

Atención a los más jóvenes

También recordó que llamó especialmente la atención de Francisco los miles de niños expuestos al conflicto, víctimas de mutilaciones debidas a la excesiva contaminación por “material explosivo”, y expuso que se acordó una asistencia especial a los más jóvenes, además de la iniciativa “el Papa por Ucrania”, dirigida sin distinción a todas las poblaciones que sufren para lograr asistencia de vivienda, calefacción, alimentación, medicina y atención psicológica.

En esta línea, la Iglesia “abre ahora el desafío de la rehabilitación” a los que han perdido una extremidad a causa de las bombas de la guerra, y que hoy tal vez están obligados a “ir al extranjero” para atenderse: el objetivo es activar un centro, “un mañana en Ucrania, con la colaboración de la Santa Sede”.

Desde hace cinco años Ucrania sufre las consecuencias de una guerra en las regiones orientales del país y de una crisis humanitaria que ha causado oficialmente “trece mil muertos y treinta mil heridos”, pero “para tener las cifras reales habría que duplicarlas”, aseguró el arzobispo ucraniano. Y señaló que en las últimas dos semanas los atentados y los bombardeos se han dirigido en particular contra “médicos y convoyes sanitarios”.

 

 

 

09/07/2019-11:03
Esther Nuñez Balbín

Perú: Obispos traen vientos nuevos para Iglesia en Lima

(ZENIT – 9 julio 2019).- Caminaron con el pueblo y ahora estarán al frente de él. Francisco los eligió como pastores de la Iglesia en Lima. Este nuevo paso que dio la Iglesia de Lima la convierte en una ciudad que escucha.

Nuevos aires se respiran en la ciudad de los reyes. No solo las cuerdas de las guitarras retumbaron en la Basílica Catedral, sino también los corazones de la feligresía en la ceremonia de ordenación episcopal de los obispos auxiliares de Lima monseñor Ricardo Rodríguez Álvarez y monseñor Guillermo Elías Millares el último sábado 6 de julio.

“Ustedes son mis dos alas para volar” expresó el Arzobispo de Lima durante su homilía. Monseñor Carlos Castillo Mattasoglio distinguió a la ciudad de los reyes como una sociedad resquebrajada “sobreviviente en medio de tantos problemas” reflexionó en su homilía de la misa que presidió y que fue concelebrada por los jesuitas Cardenal Pedro Barreto Jimeno,

 

Siempre cerca de la gente

En medio de palmas que acompañaban los cantos, nuevas tonadas en una catedral que parece renovarse, el también primado del Perú se refirió a la importancia que se le debe dar a la “buena noticia”, aquella que lleva esperanza aun en un mundo donde las formas sociales del mal como; la corrupción, la destrucción de la familia, y el maltrato a las personas se multiplican. “Tener a padre Guillermo y a Ricardo como nuevos obispos fortalece el espíritu”. “Ellos son del pueblo”. “Amigos del camino de tantos años del sacerdocio”. Con más de 20 años de servicio sacerdotal, ambos supieron ganarse el cariño de su gente.

Mientras Guillermo Elías encontraba su camino de servicio como párroco de la parroquia “El Señor de la Paz” y Vicario Episcopal de la Comisión de Matrimonio y Familia de la Diócesis de Carabayllo en 2010, el padre Ricardo Rodríguez reconocía en los jóvenes la fuerza que la Iglesia necesitaba para evangelizar. Con estudios en sociología y pastoral juvenil en Colombia, utilizó los medios de comunicación católicos para fortalecer los vínculos con los jóvenes peruanos.

Acompañaron, acogieron, animaron, alentaron; en suma supieron estar cerca del pueblo. Es por eso que el Santo Padre puso sus ojos en estos sacerdotes quienes siempre fueron buenos párrocos. Ahora como obispos reafirman su servicio siempre al lado del pueblo.

 

“Siempre párrocos”

Durante su homilía monseñor Mattasoglio sostuvo sentirse muy agradecido con los obispos. Y es que cuando fue por primera vez párroco, “ellos le enseñaron cómo hacerlo”. Gracias a esas asesorías no solamente fue un vicario adscrito, sino también un párroco, recordó.

Ambos realizaron sus estudios en el seminario Santo Toribio de Mogrovejo, incluso fueron ordenados por el Cardenal Juan Landázuri Ricketts, quien también hizo lo propio con el Arzobispo de Lima. A través de él comenzaron su camino sacerdotal.

La Iglesia en Lima espera contar con un departamento de escucha; para dejarnos escuchar unos con otros, religiosos, sacerdotes, laicos, etc. Enseñar y aprender a escucharnos para organizados resolver los graves problemas que soporta nuestra Iglesia.

 

 

 

09/07/2019-15:32
Larissa I. López

Cuba: El cardenal Jaime Ortega Alamino se encuentra “estable” y participa en la Eucaristía

(ZENIT – 9 julio 2019).- El cardenal Jaime Ortega y Alamino sigue “estable” y “ha participado” en la Santa Misa de ayer.

Así ha informado Mons. Juan de la C. García, arzobispo de La Habana, en una nota publicada hoy, 9 de julio de 2019, por la Revista de la Archidiócesis de La Habana, Palabra Nueva, a través de su cuenta de Facebook.

El cardenal Jaime Ortega Alamino, quien durante muchos años fue arzobispo de La Habana, tiene 82 años y se encuentra en estado de salud grave debido a un cáncer.

El escrito, dirigido “a todos los amigos del cardenal Jaime L. Ortega Alamino”, especifica que este ha recibido la Comunión, “como ha sido habitual en todos los días de su enfermedad” y agradece las oraciones de todos aquellos que rezan por él.

Previamente, el pasado 5 de julio, el arzobispo de La Habana había comunicado de igual manera que el estado del cardenal era “estable en el orden clínico y su patología de base no ha sufrido modificación alguna”. Asimismo, recordó que su pronóstico es reservado y que el Arzobispado de La Habana es la única institución autorizada para hablar sobre su estado de salud.

El pasado mes de junio, según informó Palabra Nueva, el cardenal Jaime Ortega recibió la Distinción “Mons. Carlos Manuel de Céspedes” por parte de la Comisión de Cultura de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.

Durante el acto, Gustavo Andújar, ex presidente de SIGNIS Mundial, pronunció unas palabras de elogio para el purpurado, que “a fuerza de entregarse sin reservas a su servicio como pastor, ha dejado una huella luminosa e inspiradora, como pocas, en nuestra historia como Iglesia y como país”.

En él se destacó también el interés del cardenal por fomentar el arte “como alimento del espíritu y camino hacia Dios” y el cuidado por los detalles que demostró a la hora de promover las remodelaciones y restauraciones realizadas en los templos y las obras artísticas de la Archidiócesis de La Habana, así como “su minuciosa atención a la liturgia”.

Igualmente, en el discurso se mencionó “su labor constante, no bien recibida siempre por todos, en pro de la imprescindible reconciliación entre cubanos” y cómo este pastor de la Iglesia de Cuba supo soportar con paciencia el rechazo de algunos porque asumió que ello forma parte de “dar la vida por las ovejas”.

 

 

 

09/07/2019-11:19
Larissa I. López

La Iglesia beatificará a Mons. Fulton J. Sheen

(ZENIT – 9 julio 2019).- El pasado 5 de junio, el Papa Francisco aprobó el decreto relativo al milagro atribuido al Venerable Siervo de Dios Fulton J. Sheen, arzobispo titular de Newport y conocido telepredicador en su país de origen, Estados Unidos.

Este milagro prepara el camino para la canonización de Mons. Sheen, ya que le permite ser declarado beato. No se ha fijado aún la fecha para la beatificación, pero se celebrará en la Diócesis de Peoria, Illinois, en Estados Unidos.

 

El milagro

En 2010, en Illinois, James nació sin mostrar signos de vida. Sus familiares y amigos comenzaron a ofrecer inmediatamente oraciones rogando a Mons. Fulton Sheen que intercediera por el recién nacido. El bebé fue trasladado al Centro Médico OSF en Peoria, cerca de la catedral de Santa María de la Inmaculada Concepción, donde el Fulton Sheen fue ordenado en 1919 y donde se encuentra sepultado.

A pesar de recibir la atención médica pertinente, el bebé continuó sin mostrar signos de vida durante 61 minutos. Justo antes de que el médico declarara la muerte del pequeño, de repente y sin ninguna explicación médica, el corazón de James comenzó a latir y el bebé empezó a respirar con normalidad. Tras unas semanas en el hospital, James volvió a casa y hoy en día es un niño sano.

Antes de ser reconocido oficialmente por el Papa Francisco, este milagro atribuido al prelado estadounidense fue aprobado unánimemente por médicos, teólogos y cardenales de la Congregación de las Causas de los Santos.

 

Monseñor Fulton Sheen

Fulton John Sheen nació el 8 de mayo de 1895 en El Paso, Illinois, fue criado y educado en la fe Católica Romana. En 1919 fue ordenado sacerdote de la Diócesis de Peoria.

Pronto se convirtió en un teólogo de renombre y fue ganador el Premio Internacional Cardenal Mercier de Filosofía en 1923. Antes de ser nombrado obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Nueva York en 1951, ejerció como profesor de teología y filosofía y como párroco.

Ocupó el cargo de obispo auxiliar hasta 1966, cuando fue nombrado obispo de Rochester y hasta 1969, que fue designado arzobispo de la Sede Titular de Newport, Gales.

Durante 20 años dirigió el programa de radio nocturno The Catholic Hour (La Hora Católica) antes de pasar a la televisión y presentar Life Is Worth Living (La vida vale la pena) durante seis años.

 

Ganador de dos premios Emmy

El último programa presentado por Mons. Fulton fue The Fulton Sheen Program (El programa de Fulton Sheen), de 1961 a 1968.

Su labor en la esfera televisiva le hizo ganar dos veces el Premio Emmy a la “Personalidad Más Sobresaliente de la Televisión”.

En 1979 el arzobispo Fulton J. Sheen tuvo un encuentro con el papa Juan Pablo II en la catedral de San Patricio de Nueva York. El pontífice le dijo: “Has escrito y hablado bien del Señor Jesús. Eres un hijo leal de la Iglesia”. Tras este último reconocimiento, Mons. Sheen falleció el 9 de diciembre de 1979.

A partir de 2009, sus programas han sido retransmitidos por los canales EWTN y Church Channel. Debido a su contribución a la predicación televisada, Mons. Fulton Sheen es considerado frecuentemente como uno de los primeros teleevangelistas.

 

 

 

09/07/2019-13:03
Deborah Castellano Lubov

Entrevista al obispo sirio Raimond Girgis: “Sé lo que significa la guerra, el miedo a morir, lo experimenté todo en persona”

(ZENIT – 9 julio 2019).- “Sé lo que significa la guerra, el susto, el miedo a morir, lo experimenté todo en persona”, dice el padre Raimond Girgis, franciscano, superior del Memorial de san Pablo en Damasco. “Mi iglesia fue cinco veces el blanco de ataques de mortero”, agrega.

Esta entrevista, concedida a la corresponsal de zenit en el Vaticano, Deborah Castellano Lubov, en Jordania, “es un testimonio dramático de cómo la comunidad católica siria ha pasado por ocho años de guerra civil, que todavía no ha terminado”. Los cristianos en Siria hoy en día son menos de la mitad con respecto a 2011. Sin embargo, en medio de la increíble devastación resultante del conflicto, “muchos musulmanes nos dicen: ‘ahora sabemos quiénes son ustedes los cristianos, qué es la caridad cristiana'”, continúa el padre Raimond.

El Memorial se levanta en el lugar donde, según la tradición, Saulo de Tarso, más tarde bautizado como Pablo, fariseo y ciudadano romano, golpeado, cayó de su caballo y se convirtió de perseguidor de las primeras comunidades cristianas de Palestina a Apóstol de la Resurrección de Cristo fuera de Tierra Santa, hasta Roma, donde fue decapitado.

Según el padre Raimond, hoy es posible visitar Siria desde el extranjero con tranquilidad, para conocer la realidad del país y de la Iglesia local en particular. “Necesitamos su apoyo material y moral”, exhorta.

La conferencia internacional “Los medios de comunicación y su papel en la defensa de la verdad”, que reflexionó sobre el diálogo entre las religiones y los pueblos de Oriente Medio, tuvo lugar en la capital jordana del 18 al 20 de junio de 2019. La reunión fue promovida por el Consejo de Patriarcas Católicos del Este, el Centro Católico de Estudios y Medios de Comunicación de Jordania, con la colaboración de la Plataforma para el Diálogo y la Cooperación entre Líderes Religiosos e Instituciones del Mundo Árabe” y la Oficina Jordana de Turismo.

Deborah Lubov, de zenit, estuvo en Amman para hablar en la conferencia sobre “Los medios de comunicación y la verdad: ¿cuál es la relación?”. A continuación, ofrecemos la entrevista exclusiva de zenit con el líder religioso sirio realizada en Amman:

***

 

zenit: Padre Raimond, ¿cuál es la situación de la Iglesia Católica en Siria hoy, después de tantos años de guerra?

Padre Raimond: Yo diría que hay aspectos positivos y negativos. Si queremos empezar con lo positivo, diré que la Iglesia siempre ha estado cerca del pueblo cristiano. Bueno, hoy también está mucho más cerca de los musulmanes.

 

zenit: ¿Cómo sucedió esto?

Padre Raimond: En estos años de guerra, la Iglesia ha sabido mostrar el rostro de la caridad. Ella ha testimoniado con gran fuerza el amor de Dios por los pobres, por todos los pobres, sin hacer distinciones entre cristianos y musulmanes. La Iglesia Católica ha visto en cada uno de ellos a un hombre que sufre los dolores de la guerra. Añadiré, sin embargo, que todas las Iglesias cristianas han dado testimonio de caridad, especialmente los Institutos de vida consagrada, tanto masculinos como femeninos, que siempre han permanecido cerca de la población que sufre.

 

zenit: ¿Esto no sucedió antes de la guerra?

Padre Raimond: Ya antes de la guerra, la Iglesia practicaba la caridad, pero era algo más “normal”, diría yo, más “ordinario”. Hoy hay servicios que los propios musulmanes solicitan por iniciativa propia, agradeciéndonos con una sonrisa. Fueron ellos, los musulmanes, los que a menudo nos decían “ahora sabemos lo que es la caridad cristiana; ahora sabemos quiénes sois los cristianos”. Se trata sin duda de un acontecimiento positivo, ya que hoy estamos más cerca de todo el pueblo sirio, sin distinciones, con especial atención a los niños.

 

zenit: ¿Y el aspecto negativo al que se refería?

Padre Raimond: El aspecto más negativo de la situación actual es sin duda la disminución, en términos de número, de la presencia cristiana en el país.

 

zenit: ¿Qué son estos números hoy en día?

Padre Raimond: Antes de que estallara la guerra, había cerca de dos millones de cristianos en Siria, que hoy en día se han convertido en aproximadamente 900.000. La vida de las familias es ahora menos estable, llena de problemas: jóvenes que se van; ancianos que se quedan solos en su casa, sin nadie que los ayude... Desde el punto de vista de las familias, ahora hay muchos aspectos negativos. La guerra siempre causa negatividad, nunca positividad; la guerra tampoco da paz. La paz nunca es fruto de la guerra. Para nosotros, cristianos, estos nueve años han sido un tiempo de dolor, de sufrimiento, de persecución. Gracias a Dios, sin embargo, no han faltado bienhechores europeos, que se han quedado a nuestro lado: italianos, alemanes, franceses, que nos han proporcionado ayuda material para construir casas, escuelas, gracias a las donaciones de mucha gente buena que quiere la paz. Esto, aunque es una desgracia, es otro lado positivo. Hoy en día, los europeos están más cerca de los sirios.

 

zenit: ¿La emigración ha diezmado sus comunidades?

Padre Raimond: Yo digo que es una herida que de hecho no sabemos cómo curar.

 

zenit: ¿Cómo se puede frenar este fenómeno?

Padre Raimond: Lo que podemos hacer hoy, como Iglesia, es animar a que vuelvan a los que se han ido de Siria. Sin embargo, es obvio que la decisión debe ser tomada en las familias. No podemos sustituirlos, sino sólo animarlos a que se queden aquí para trabajar en la reconstrucción de Siria. Desafortunadamente, hay muchas circunstancias que llevan a la gente a ir al extranjero, comenzando con la actual crisis económica. De hecho, algunos nos han dicho “si me hubiera ido antes, en lugar de quedarme, habría sido mejor”. ¡Y duele oír a alguien decir esto!

 

zenit: ¿Y qué más se podría haber hecho?

Padre Raimond: Como Iglesia, ciertamente no podemos tomar el lugar del Estado: Repito, sólo podemos animar y quedarnos aquí, hacer entender la importancia de no abandonar Siria ahora y proporcionar la ayuda material que podamos proporcionar.

Nuestro carisma como franciscanos es precisamente estar al lado de la gente, asegurarles medios para vivir. Nos dirigimos al mundo entero para obtener ayuda que les dé la posibilidad de quedarse. Sin embargo, la decisión final es de ellos.

 

zenit: ¿Es esto también cierto para los jóvenes?

Padre Raimond: Tenemos muchos estudiantes universitarios que, una vez terminados sus estudios, deciden marcharse, y eso no es bueno. Por lo tanto, doy las gracias a mis superiores, las autoridades eclesiásticas de Siria, que se comprometen a hacer comprender a estos jóvenes el sentido de nuestra presencia cristiana, animándoles, apoyando un pequeño proyecto de trabajo personal...

 

zenit: Antes ha hablado de los niños...

Padre Raimond: Los niños son nuestro futuro, pero habiendo nacido y crecido en estos años de guerra, muchos han sentido miedo, han sufrido serios traumas psicológicos... Por lo tanto, hemos iniciado un proyecto de apoyo psicológico para ellos, del que durante tres años los niños musulmanes se han beneficiado más que los cristianos.

Además, en mi convento recibimos a los enfermos; damos atención gratuita a los enfermos de cáncer y diabetes. Hemos instituido una escuela de música, para enseñar a los niños a tocar un instrumento...

 

zenit: ¿Cómo es la vida de las parroquias católicas franciscanas en Siria?

Padre Raimond: Tenemos siete parroquias en Siria, todos católicos latinos en Siria, excepto los extranjeros, hay 8.000 familias. Tenemos un vicario apostólico franciscano, monseñor Abou Khazen de Alepo. En la parroquia Bab Touma de Damasco tenemos 400 jóvenes en el centro catequístico, 300 scouts, 23 miembros del coro, 50 jóvenes universitarios..... Os he dado el ejemplo de una sola parroquia, para que veáis lo mucho que la Iglesia trabaja con los jóvenes, ¡porque son el futuro!

 

zenit: ¿La guerra sigue causando miedo?

Padre Raimond: Si vienes a Damasco, encontrarás una ciudad segura y tranquila. Sin embargo, aún no se ha tomado la decisión de poner fin a la guerra.

 

zenit: ¿Cuáles son las perspectivas de futuro de la convivencia entre cristianos y musulmanes?

Padre Raimond: Nunca hemos tenido dificultades para vivir con los musulmanes ni, viceversa, ellos con nosotros. En las 14 provincias sirias cristianos y musulmanes viven juntos, en el mismo edificio, en la misma oficina, en la misma escuela... Para nosotros la convivencia ha sido siempre la normalidad de la vida, sin oposición. Se habló de una guerra civil entre cristianos y musulmanes, ¡pero esto no es cierto!
Te daré otro ejemplo. En Alepo, la mayoría de los habitantes –el 80%– son sunitas. Cuando la ciudad fue golpeada por la guerra, los sunitas se refugiaron en la zona de Latachia, otra provincia, frente al Mediterráneo, donde la mayoría de la población –el 70%– es, en cambio, alawita. Bien, ¿cómo es posible hablar de una guerra de religión si los sunitas se refugiaron de hecho con los alawitas?

 

zenit: En conclusión, ¿qué llamamiento le gustaría hacer a los que nos leen?

Padre Raimond: Que vengan a visitar Damasco, Alepo, Latachia, para conocer Siria y darnos valor. Como vicario del obispo, les aseguro que es posible viajar por Siria con toda tranquilidad. Encontrará familias musulmanas, cristianas, sunitas, alawitas, drusas que viven una al lado de la otra. Hoy en día, en todas las provincias sirias, excepto en Idlib –zona que sigue bajo el control de los terroristas–, las personas conviven tranquilamente, ya sean cristianos o musulmanes, y lo que piden para su vida es paz, estabilidad y trabajo.

 

 

 

09/07/2019-16:52
Larissa I. López

Mozambique: El presidente Nyusi agradece a San Egidio su compromiso por la paz

(ZENIT – 9 julio 2019).- El presidente de Mozambique agradece a la Comunidad de San Egidio su “compromiso por la paz” y la ayuda enviada “después de las inundaciones”, expone L’Osservatore Romano en italiano en su número del 10 de julio de 2019, mientras el país se prepara para la visita del Papa Francisco.

El Papa Francisco realizará un viaje apostólico de seis días a Mozambique, Madagascar y Mauricio del 4 al 10 de septiembre. El presidente se reunió con Francisco en el Vaticano el 14 de septiembre de 2018.

El presidente Filipe Nyusi visitó la Comunidad San Egidio en Roma el lunes 8 de julio de 2019 por la tarde: “Esta es la casa de la paz y de Mozambique”.

Se reunió, entre otros, con el fundador de la Comunidad, Andrea Riccardi, y el actual presidente, Marco Impagliazzo. Recordó cómo, gracias a esta comunidad católica nacida en Roma, se iniciaron en 1990 las negociaciones que condujeron a la firma en Roma, el 4 de octubre de 1992, del histórico acuerdo de paz que puso fin a 17 años de guerra civil, caracterizada por provocar centenares de miles de muertos y el desplazamiento de entre 3 y 4 millones de personas dentro de su propio país, así como de refugiados en los países vecinos.

La misma fuente mencionó también el viaje que el Papa Francisco hará el próximo mes de septiembre a Zimpeto, en las afueras de Maputo, donde la Comunidad de San Egidio gestiona el proyecto “Dream” (“Sueño”) para la lucha contra el SIDA, con un centro de salud.

El presidente Nyusi también invitó a los periodistas a informar sobre “todo lo que San Egidio significa para Mozambique”.

Asimismo, rememoró las intervenciones y los proyectos de solidaridad en favor de la población, sobre todo después del devastador paso de los ciclones Idai y Kenneth el pasado mes de marzo: “Mozambique no se ha rendido. Estamos decididos a reconstruir y mirar hacia el futuro”, dijo el presidente Nyusi, de nuevo según el mismo medio.

Por su parte, Sant’Egidio señaló que Nyusi declaró que “el pueblo mozambiqueño espera con ansiedad y alegría al Papa Francisco, peregrino de la paz y del Evangelio”.

Por último, el presidente mozambiqueño agradeció a la Comunidad su proximidad: “Quiero agradecer especialmente a los numerosos jóvenes mozambiqueños, voluntarios de Sant’Egidio, que se han puesto en marcha con un compromiso incansable para ayudar a las víctimas del ciclón. Es también gracias a la ayuda de Sant’Egidio que reconstruiremos Beira”.

 

Guerra civil de 1977 a 1992

“Independiente de Portugal desde 1975, Mozambique vivió una terrible guerra civil entre 1977 y 1992, que dejó casi un millón de muertos. La violencia obligó a cinco millones de personas a huir de sus hogares. Desde entonces, a pesar del acuerdo de paz firmado en 1992, el fantasma de la guerra no ha dejado de estar presente”, resume el sitio web de Ayuda a la Iglesia Necesitada- Francia. En 1990 la guerra convirtió a Mozambique en el país más pobre del mundo.

En el norte del país, en la frontera con Tanzania, la provincia de Cabo Delgado, que cuenta con una población de 2,3 millones de habitantes de los cuales el 58% son musulmanes, también se ha visto afectada por la violencia desde octubre de 2017.

 

 

 

09/07/2019-08:50
Redacción

Colombia: Los obispos presentan las conclusiones de su CVIII Asamblea Plenaria

(ZENIT – 9 julio 2019).- Tras celebrarse la CVIII Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), los obispos, en rueda de prensa, el pasado viernes 5 de julio de 2019, presentaron su aporte y visión ante las distintas realidades socio-económicas que impactan la dinámica de la nación.

Centrando su intervención en el tema que les congregó: “La economía al servicio de la dignidad humana y del bien común”, explicaron que este componente forma parte de los énfasis de trabajo del trienio 2017 – 2020 orientado a la evangelización de lo social.

“Para un cristiano es muy importante su compromiso político, el uso de los bienes y su relación con la creación. Por eso, en la asamblea pasada trabajamos el tema de la política; en esta, nos hemos detenido en una reflexión sobre la economía; y en febrero de 2020, después del Sínodo de la Amazonía, trabajaremos nuestra relación con la creación”, afirmó monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y presidente de la CEC.

Sobre la dinámica de trabajo que siguieron durante la asamblea, monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, obispo auxiliar de Medellín y secretario general de la CEC, explicó que “como acostumbramos en la vida de la Iglesia, nosotros trabajamos en tres líneas cada vez que nos enfrentamos a un tema, al discernimiento de una realidad:

El Ver: quiere mostrarnos lo que hay, la fenomenología de las situaciones, el panorama que se nos presenta. El juzgar: aquí no quiere decir emitir juicios sino el confrontar o el ver la iluminación que nos da la enseñanza de la Iglesia, la Palabra de Dios para ponerle una contraluz a esa realidad. El actuar: es proponernos caminos de práctica, de acción, de llevar a la realidad concreta el camino que hemos hecho”.

La centésimo octava Asamblea Plenaria del Episcopado dedicó especial atención al análisis de la realidad. “La mirada estuvo centrada, especialmente, en la diferencia que existe entre nosotros, lo que llamamos la brecha social o la distancia entre ricos y pobres (...). Analizamos la problemática del trabajo, todas las vertientes, los modelos económicos, es decir, todo lo que puede aportarnos a la visión de realidad”.

A continuación se exponen las principales realidades analizadas en la Asamblea Plenaria del episcopado colombiano.

 

Fenómeno migratorio

Monseñor Víctor Ochoa Cadavid, obispo de Cúcuta informó que la problemática de migración venezolana comenzó en 2015, agudizándose a partir de 2017. Al respecto dijo que Colombia entera debe responder con caridad y fraternidad a esta crisis que viven los venezolanos.

“Hoy, la Iglesia quiere ser caridad, una mano que acoge, alimenta, guía y acompaña a estas personas en sus dificultades y creo que esta es la intención de la mayoría de los colombianos (...) La Iglesia lo está haciendo, es necesario que otras instituciones se sumen a esta necesidad y apoyen este drama”.

Con la ola de migración de ciudadanos venezolanos a Colombia por causa de la crisis política, económica y social del vecino país, comenzó a ser cada vez más notorio el fenómeno de la apatridia: miles de niños que nacen sin una nacionalidad definida. Al respecto, el obispo de Cúcuta dijo que se deben respetar los derechos de estos menores.

“La Iglesia ha estado atenta a esta problemática. No olvidemos que muchos son colombianos retornados y se tienen que garantizar sus derechos. La institución multilateral internacional tiene normas que permiten dar una salida a estos niños. Si nacen en Colombia, ellos tendrían derecho a ser acogidos”.

El prelado informó que, a través de la Fundación Asilo Andresen, se han atendido a más de 211 niños, de entre los 2 y lo 7 años de edad, garantizándoles, en unión con otras instituciones, los principales derechos.

Se refirió, además, al plan de activación que se está desarrollando en las diferentes arquidiócesis, diócesis y vicariatos apostólicos del país, para apoyar a la población venezolana. Manifestó que las jurisdicciones de Pamplona, Arauca, Riohacha, Tibú, entre otras, están ofreciendo asistencia médica, alimentaria y camino de acompañamiento a los que transitan por estos territorios.

Otro tema que entró en la reflexión fue la xenofobia contra los inmigrantes, señalando que es importante la inserción de estas personas en el contexto social y “apoyarlos para que tengan trabajo digno, acompañarlos mientras esta crisis se mejora, es decir, una atención inmediata e integral (...)

Invitamos a los colombianos a acoger, acompañar, ayudar e insertar, a estos hermanos nuestros”.

 

La persona humana, corazón de la actividad económica

Al referirse a la dinámica económica del país, monseñor Óscar Urbina señaló que la Iglesia ve con preocupación que, en un país dotado de gran riqueza natural y potencial humano, existan tan altos niveles de inequidad.

“Los bienes no están proyectados hacia el bien de todos, sino al disfrute de quien los puede adquirir de una u otra forma. No estamos condenando a nadie, pero sí llamando a la conciencia de los empresarios, quienes son ante todo administradores que han recibido la posibilidad de hacer mucho bien. Además de lo que puedan recibir como beneficio propio, deben pensar más en las fuentes de trabajo que pueden ofrecer”, afirmó el prelado.

 

Reforma Agraria

Al respecto, monseñor Urbina, precisó que la Iglesia presenta cierto retraso en el trabajo sobre el tema de las tierras. “Sabemos que el conflicto desplazó a muchas personas que les tocó irse hacia territorios que eran de nadie y allí han trabajado; ahora corren el riesgo de ser expulsados porque no tienen los títulos de propiedad”. Ante esta situación, agregó, “es necesario que los gobiernos hagan un trabajo especial que favorezca a las comunidades”.

Finalmente, hizo un llamado especial a los candidatos a gobernación y alcaldía, para que incluyan en sus planes de gobierno este tema, que sin duda aportará al desarrollo integral de las personas.

 

Acuerdos de paz

“La Iglesia quiere la paz y está al servicio de ella”, insistió monseñor Ricardo Tobón, arzobispo de Medellín y vicepresidente de la CEC. “La paz no es fácil, porque implica llegar a una concordancia de voluntades por parte de todos. Mientras el egoísmo de la persona esté a flor de piel y cada uno quiera buscar sus propios beneficios, lograr sus  propios proyectos, todos estaremos contra todos y nos estaremos destruyendo”, enfatizó.

Refiriéndose al Bicentenario de la República, el arzobispo Tobón manifestó que esta es una oportunidad para repensar el país. “Hace 200 años hubo un proyecto: construir una patria nueva y mucha gente entregó no solo sus bienes y esfuerzos, sino que donó su vida, para que existiera lo que hoy llamamos Colombia”.

Y puntualizó: “En estos 200 años nos hemos dispersado, olvidando que sin un proyecto común no hay paz, desarrollo, ni futuro. Por eso, el llamado de la Iglesia es a una

cultura de paz, a una unión nacional, a un diálogo sincero, a un trabajo de todos, para que aprovechando los enormes recursos naturales y humanos que tenemos, construyamos una sociedad justa, equitativa, en la que la verdad y la solidaridad marque un futuro bueno para todos”.

 

Protección de menores

Durante la asamblea se abordó también el tema de la implementación de la Carta Apostólica en forma Motu proprio Vos estis lux mundi (Ustedes son la luz del mundo), que tiene que ver con la puesta en marcha de organismos diocesanos estables para la atención de denuncias sobre abuso a menores.

En este sentido, explicó monseñor Elkin Álvarez que “casi la totalidad de las jurisdicciones tiene organismos estables para recibir denuncias” y, además, “en varias diócesis se está avanzando en comisiones interdisciplinarias (psicólogos, canonistas, psiquiatras), para que no se trate solo de canalizar denuncias y activar la ruta, sino también se brinde un acompañamiento y manejo integral de estas situaciones.

 

 

 

09/07/2019-12:16
Larissa I. López

Francis Thonippara, nombrado miembro del Pontificio Comité de Ciencias Históricas

(ZENIT – 9 julio 2019).- El Santo Padre ha nombrado a Francis Thonippara, sacerdote carmelita de la Santa Virgen Inmaculada, como miembro del Pontificio Comité de Ciencias Históricas.

Así lo ha informado hoy, 9 de julio de 2019, la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

 

Pontificio Comité de Ciencias Históricas

Se trata de un organismo de la Santa Sede instituido por Pío XII en 1954 con la tarea primaria de representar a la Santa Sede como miembro del Comité Internacional de Ciencias Históricas.

Con el transcurso de los años y con la ampliación de las tareas de este comité, el espectro de su acción ha ido creciendo. Para desarrollar su labor, colabora estrechamente con la Biblioteca Apostólica Vaticana, el Archivo Secreto Vaticano y con las distintas academias culturales. Asimismo, sostiene y estimula el estudio de las lenguas clásicas, especialmente del latín y el griego.

 

 

 

09/07/2019-06:40
Antonio Rivero

Padre Antonio Rivero: “¡Seamos buenos samaritanos!”

 

DÉCIMO QUINTO DOMINGO TIEMPO COMÚN

Ciclo C

Textos: Deut 30, 10-14; Col 1, 15-20; Lc 10, 25-37

Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor en el Noviciado de la Legión de Cristo en Monterrey (México) y asistente del Centro Sacerdotal Logos en México y Centroamérica, para la formación de sacerdotes diocesanos.

Idea principal: La caridad misericordiosa es el distintivo propio del cristiano.

Síntesis del mensaje: Hoy nos sorprende este evangelio de Lucas sobre el buen samaritano, que recoge todos los rasgos de la caridad misericordiosa, predicados y vividos por Cristo durante su vida terrena, para que también nosotros le imitemos.

 

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, fijemos la atención en el sacerdote que pasa de largo. ¿Cuál era la función o ministerio del sacerdote -en hebreo kún– del Antiguo Testamento? Es el hombre que “está delante de Dios” (Dt 10,8). También el sacerdote sería el hombre que se inclina en adoración ante la divinidad. Otros todavía relacionan el término con una raíz atestiguada en siriaco, que expresa el concepto de prosperidad; el sacerdote es el hombre que, por medio de la bendición, procura la prosperidad para todos. En griego, kohen ha sido traducido por hiereús, término emparentado con hierós, sagrado: el sacerdote es el hombre de lo sagrado. Resumiendo sus funciones: hacer oráculos por medio de objetos sagrados llamados tummim y ‘urim (cf.1Sam 23,9; 30,7) enseñan los preceptos de Dios (cf. Ag 2,11s; Zac 7,3; Dt 31,9; Mal 2,7); a la función de la enseñanza va ligada también una cierta competencia jurídica (cf. Dt 21, 5); otra función, ofrecer los sacrificios (cf. Dt 33,10); pureza ritual, y por eso debían evitar todo contacto que les volviese impuros (basta leer el libro del Levítico), transmitir la bendición de Dios y la custodia del Santuario. Ahora entendemos cómo fue gravísima a los ojos de Dios la omisión de este sacerdote ante ese hombre tirado y apaleado en el camino y a punto de morir. Nada hizo por socorrerlo. Sus ojos cerrados por egoísmo. Su corazón petrificado por el legalismo. Sus manos esclerotizadas por el peso de tantos candelabros. ¿De qué servían sus rezos sin caridad misericordiosa? ¿De qué le servían sus abluciones y lavatorios sin caridad misericordiosa? ¿De qué le servían sus inciensos olorosos en el templo, si no supo ver la imagen de Dios herida en ese prójimo que agonizaba y que olía a injusticia, abuso? “De nada sirve”, nos dirá san Pablo en el famoso himno de la caridad (cf. 1Cor 13, 1- 13).

En segundo lugar, fijemos la atención en el levita que también pasa de largo. ¿Qué función realizaba el levita? En Israel las funciones cultuales fueron confiadas a los levitas, competencia especial para el culto (cf. Jue 17,7-13). También, actuaban como guardianes del templo y de las diversas ceremonias y ofrendas que tenían lugar en él. Los levitas oficiaban el servicio de la mañana, ofrecían la bendición al final del servicio - como portavoces directos de Yahvé- y pedían la influencia divina de su dios. Ellos eran criados dentro del templo, ayudando a otros sacerdotes, y se desempeñaban como guardianes del tabernáculo. Dado que se sacrificaban muchos animales como ofrendas en el templo, ellos realizan estos sacrificios. Se esperaba que los levitas sintieran celo por el Señor, hasta el punto de sacrificar cualquier derecho sobre una propiedad o posesión de tierras. Como representantes de Yahveh, o “Cohen” en hebreo, debían demostrar ciertas características piadosas como la bondad, la sabiduría y la justicia. Ahora se entiende la gravedad de la omisión del levita en este evangelio de hoy: vio al hermano tirado, herido, medio muerto, pero pasó de largo. ¿De qué sirve la piedad sin la caridad? ¿De qué sirve la sabiduría sin la caridad? ¿De qué sirve abrir y cerrar puertas de los templos y encender velas a los santos y ofrecer exvotos y hacer peregrinaciones a pie y flagelarse, e imponerse ayunos y abstinencias fuertes, sin la caridad? De nuevo nos responde san Pablo: “De nada sirve”.

Finalmente, fijemos la atención en el buen samaritano. ¿Qué y quién era un samaritano? Los samaritanos (habitantes de la ciudad y región de Samaria) no eran bien vistos por los judíos del sur, debido a ciertas diferencias raciales que provenían desde la época del primer cautiverio. Aunque eran hebreos, eran menospreciados y considerados como hebreos extranjeros, o hebreos de segunda clase, por los que eran de Judá (al sur). Y porque se mezclaron con los extranjeros que habían traído de Asiria y Babilonia, eran tenidos como mestizos y racialmente impuros. Además, adoptaron una religión que era una mezcla de judaísmo e idolatría (2 Re 17, 26-28). Más motivos de odio contra los samaritanos: los judíos, después de su regreso de Babilonia, comenzaron a reconstruir su templo, y mientras Nehemías estaba comprometido en la construcción de los muros de Jerusalén, los samaritanos vigorosamente intentaban detener la empresa (Nehemías 6, 1-14); y ellos mismos construyeron un templo para ellos mismos en el “Monte Gerizim”. Mas Samaria se convirtió en un lugar de refugio para todos los forajidos de Judea (Josué 20, 7; 21, 21). Y el colmo: los samaritanos recibieron solamente los cinco libros de Moisés y rechazaron los escritos de los profetas y todas las tradiciones judías. Ahora entendemos todo el odio, el desprecio de los judíos hacia esa raza. Y, sin embargo, el samaritano del evangelio, ¿cómo reaccionó ante el pobre judío maltrecho y medio muerto por la paliza propinada? Vio a ese hombre. Sintió compasión por él. Y sacó de su corazón gestos de la caridad misericordiosa: se acerca, baja del jumento, le derrama vino y aceite en las heridas, las venda, lo monta sobre la cabalgadura, lo lleva al mesón, paga por él. Caridad que no desemboque en detalles concretos no es caridad misericordiosa; será a lo más, filantropía.

Para reflexionar: San Agustín nos hace reflexionar sobre esta parábola. Quien está tirado y apaleado al borde del camino es la humanidad toda. Los tres grandes enemigos del hombre –mundo, demonio y nuestras pasiones- son los que nos dejan medio muertos. Cristo es el Buen Samaritano que bajó del cielo y se acercó a nosotros, poniéndonos el bálsamo de sus sacramentos, llevándonos al mesón de la Iglesia y pagando con su sangre el precio que exigían tantos cuidados. ¿En cuál personaje nos reflejamos: sacerdote, levita o samaritano?

Para rezar:

Señor, no quiero pasar de lejos
ante el hombre herido en el camino de la vida.
Quiero acercarme
y contagiarme de tu compasión
para expresar tu ternura,
para ofrecer el aceite que cura heridas,
el vino que recrea y enamora.

Tú, Jesús, buen samaritano,
acércate a mí,
como hiciste siempre.

Ven a mí para introducirme en la posada de tu corazón.
acércate a mí,
herido por las flechas de la vida,
por el dolor de tantos hermanos,
por los misiles de la guerra,
por la violencia de los poderosos.

Sí, acércate a mí,
buen samaritano;
llévame en tus hombros, pues soy oveja perdida;
carga con todas mis caídas,
ayúdame en todas mis tribulaciones,
hazte presente en todas mis horas bajas.

Ven, buen samaritano,
y hazme a mí tener tus mismos sentimientos,
para no dar nunca ningún rodeo
ante el hermano que sufre,
sino hacerme compañero de sus caminos,
amigo de tus soledades,
cercano a tus dolencias,
para ser, como Tú, “ilimitadamente bueno”
y pasar por el mundo “haciendo el bien”
y “curando las dolencias”. Amén.

 

Para cualquier duda, pregunta o sugerencia, aquí tienen el email del padre Antonio, arivero@legionaries.org

 

 

 

09/07/2019-07:00
Isabel Orellana Vilches

Beato Pacífico, 10 de julio

«Discípulo de san Francisco de Asís, conocido como “príncipe de los poetas”, implicado por el Poverello en la difusión de El cántico de las criaturas. Uno de los capítulos de las Florecillas está dedicado a él»

A Guillermo Divini le cambió la vida el día que escuchó predicar a san Francisco de Asís en las Marcas de Ancona, región italiana en la que habría nacido hacia 1158. Hasta ese momento de su conversión era bien conocido por su talento como trovador, especialmente desde que fuera galardonado y encumbrado por el emperador en el Capitolio, denominándole «príncipe de los poetas». Antes o después había alcanzado gran notoriedad como «rey de los versos», calificativo que también se le atribuye. La Providencia quiso que la nave en la que el santo de Asís pensaba llegar a Oriente, con la autorización de Inocencio III, hallase tales complicaciones en la travesía que se vio obligado a desembarcar en Ancona. Y allí, como hizo en tantos lugares, sus encendidas palabras que trasmitían la pasión que sentía por Cristo llegaron al corazón de incontables personas; iban quedando seducidas por el amor de Dios.

Entre 1214 y 1215, mientras él evangelizaba España y Portugal, los frutos del celo apostólico de los primeros frailes florecieron en Sanseverino, aldea de las Marcas, con el monasterio de Colpersito. Pues bien, frustrado el anhelo de Francisco de llegar a Oriente, aprovechando su estancia en esta región, se trasladó a ese convento. Era un momento fecundo para la Orden marcado por el ingreso de nuevos discípulos, algunos de los cuales llegaron a ostentar altas misiones de gobierno. De esa época fueron Tomás de Celano, Juan Parenti, Alberto de Pisa, fray Elías..., y el afamado Guillermo Divini.

Coincidió que el futuro fray Pacífico, que contaba alrededor de medio siglo de vida cuando conoció al Poverello, se hallaba de paso por Sanseverino. Seguramente fue a visitar a una religiosa perteneciente a su familia que moraba en el convento. Y como la fama precedía a Francisco, al saber Guillermo que aquél iba a predicar se dispuso a escucharle junto a un grupo de amigos, pero sin ninguna pretensión; solo por puro entretenimiento. Inicialmente acogió la vehemencia del santo de Asís con cierta frialdad, pero conforme desgranaba sus palabras, se sintió íntimamente aislado del resto del auditorio y sujeto directo y único de la lección. Todo parecía estar polarizado en él y un espíritu penitencial brotó de lo más hondo de su ser. Le había llegado la hora de su llamamiento personal, el momento de su conversión. El fundador de los franciscanos le había hecho ver la radicalidad del seguimiento de Cristo que acompaña al completo abandono de las cosas del mundo. Y movido por ese resorte interior, que emana de la gracia, se puso delante del santo y le rogó: «Hermano, sácame de entre los hombres y devuélveme al gran Emperador». A partir de entonces se integró en la floreciente comunidad. De manos de Francisco recibió el tosco sayal que él mismo le ciñó con la cuerda dándole el nombre de Pacífico. Cuál no sería la confianza del Poverello en este nuevo fraile, que en 1217 lo envió a Francia como superior de la comunidad que tenía encomendada la misión de fundar en París.

En 1221 fray Felipe Longo, que había sido el primer visitador de las damianitas (Damas Pobres), fue depuesto. Su sustituto, el cisterciense Ambrosio había muerto, y Pacífico fue elegido para reemplazarle. Fray Gregorio de Nápoles quedó al frente de la misión de Francia. Cuando Francisco atravesó por uno de los periodos más álgidos de su vida, creando la maravillosa obra El cántico de las criaturas, entusiasmado por esa vía que le permitía ensalzar la plasmación del amor de Dios en la naturaleza, pensó en Guillermo. No olvidaba su experiencia como músico y director de coro, y quiso implicarle en la difusión de esta magna composición que esperaba llevasen todos los frailes por el mundo, con estas palabras: «Somos juglares de Dios y la única paga que pedimos es que viváis en verdadera penitencia».

A fray Pacífico está dedicado el Capítulo XLVI de las Florecillas. En él se narra la gracia que recibió mientras se hallaba en oración de contemplar a través de un éxtasis cómo subía al cielo el alma de otro franciscano, fray Humilde, de la comunidad de Soffiano. En su momento también fray Pacífico fue trasladado a este lugar. Eso le permitió acudir a la tumba de su hermano fray Humilde, cuyos huesos veneró singularmente cuando hubo que extraerlos de la sepultura para conducirlos a un nuevo convento. Al ver la sorpresa que sus gestos causaron en el resto de la comunidad, según narran las Florecillas, explicó: «Hermanos carísimos, no debéis extrañamos de que haya hecho con los huesos de mi hermano lo que no he hecho con los otros. No me he dejado llevar, gracias a Dios, como vosotros pensáis, de amor carnal, sino que he obrado así porque, cuando mi hermano pasó de esta vida, hallándome en oración en lugar desierto y lejano de él, vi cómo su alma subía derechamente al cielo; por esto tengo la certeza de que sus huesos son santos y de que un día estarán en el paraíso. Si Dios me hubiera concedido la misma certeza sobre los otros hermanos, hubiera mostrado la misma reverencia a sus huesos». Se piensa que fray Pacífico debió morir hacia el año 1234.