REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

 

EL PREMIO NOBEL TIENE RAZÓN

 

 

Gervasio Portilla | 01.12.2021


 

 

 

El Premio Nobel Luc Montangnier, dijo hace nueve meses aproximadamente, que era un gravísimo error vacunar a toda la población contra el COVID-19, debido a que a más vacunación más variantes. El tiempo le da la razón, pero obviamente no se la dan, los que se han equivocado de forma muy grave y han llevado a la humanidad a un desastre sanitario, económico y social, posiblemente por el único interés de enriquecerse.

Si el funcionamiento de la vacuna fuera el esperado, nadie presionaría a nadie, por si sólo la verdad y el sentido común evitaría cualquier disidencia, sin embargo, no se ha dicho toda la verdad sobre las vacunas; bueno, algunos si lo han dicho desde el principio pero han sido difamados, desprestigiados, a pesar de tener trayectorias brillantes e incluso Premios Nobel.

La verdad acabará sabiéndose, y la verdad, es un problema para los que han querido presionar mentir difamar sin debatir y buscar la verdad, que es a la postre lo que interesa y no el tener o no razón.

La gravedad de la enfermedad afortunadamente cada vez es menor y cada vez se conocen mejores tratamientos, por lo que no es entendible la “ola” de pánico que crean una parte importante de los medios de comunicación, a los que habrá de pedir cuentas por su falta de pluralidad, por tapar cualquier disidencia asemejándose su conducta a la de una dictadura como la China, en la que no se puede disentir, a algunos, tengo la impresión, les va a faltar tiempo suficiente para pedir perdón por el daño hecho, con ello sería suficiente porque sería un acto de nobleza, pero como de lo que se trata de es tener y no de buscar la verdad, intentarán seguir como grandes comunicadores, todo una pena para esta sociedad tan desorientada.

Les transmito, lo que me ha dicho un científico de alto nivel, con experiencia y curriculum extraordinario y cientos de trabajos publicados: esto acabará cuando la sociedad reaccione por si sola, porque hay muchos que se llaman científicos que están viviendo su momento de gloria, sumidos en grandes intereses, mientras otros muy serios y sin conflictos de intereses son despreciados o callan por miedo a represalias, así me lo cuenta, les doy fe de ello, una persona con trayectoria real y no mediática. Se lo prometo.

 

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista