REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

 

EL ESTADO DE DERECHO HA FUNCIONADO

 

 

Gervasio Portilla | 23.08.2021


 

 

 

 

Se habla mucho del deterioro del estado de derecho y de la fuerte tentación que tienen los partidos políticos, de inmiscuirse en el sistema judicial y acabar con su independencia.

No podemos decir que en España tengamos un estado de derecho que funcione perfectamente: pocos medios, lentitud en la instrucción de los sumarios, filtraciones que parecen interesadas y otros graves problemas estructurales.

Sin embargo, en el momento actual los ciudadanos debemos agradecer, la actitud independiente y valiente de los diferentes Tribunales Superiores de Justicia y del Tribunal Supremo, al frenar la deriva totalitaria e inexplicable de los diferentes gobiernos de las Comunidades Autónomas a la hora de querer aplicar normas que superan la Constitución y otras leyes de diferente procedencia, con encierros, toques de queda, pasaportes sanitarios y otro tipo de medidas.

Los jueces han defendido aplicando la ley a la parte más débil, como son los ciudadanos, evitando en realidad, la aplicación de normas más propias de regímenes dictatoriales.

Se ha aplicado la ley y el mundo ha seguido girando y los ciudadanos, han podido trabajar, ser libres e iguales en derechos y obligaciones y sentirse ciudadanos y no meramente un número, en los intentos de control globalísta y antidemocrático aprovechando una pandemia.

En realidad, lo que se está produciendo solapadamente, es una pugna por mantener en pie el propio sistema democrático, porque sin libertades no hay democracia, por mucha apariencia que se quiera dar.

Por lo tanto, como ciudadano español, me siento feliz porque los mecanismos constitucionales hayan funcionado, a pesar de todos los defectos, ello es bueno para todos, menos para los totalitarios y los globalistas que quieren convertirnos en seres insignificantes. La tarea de los próximos años será dura en defensa del estado de derecho, y es muy importante frenar todo intento totalitario.

 

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista