REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

 

CULMINACIÓN DE UNA GRAVE CRISIS INSTITUCIONAL

 

 

Gervasio Portilla | 05.08.2020


 

 

La salida del Rey Emérito don Juan Carlos del territorio nacional, es la culminación de la mayor crisis institucional que vive España desde la contienda civil.

La salida de Don Juan Carlos, haya sido pactada o por voluntad propia, es un gran error, un error, que será aprovechado por los que quieren destruir la unidad nacional y la convivencia en nuestro país.

Si el Rey Emérito, ha realizado ilegalidades o irregularidades, deberá ser juzgado y conocido, pero tiene total derecho a la presunción de inocencia.

Es verdad que la vida privada de Don Juan Carlos, no ha sido ejemplar, sin embargo, sus servicios a España, son incontestables, su labor como Rey, ha tenido infinitamente más luces que sombras.

Si en España, se tuvieran que ir todos los que supuestamente han cobrado comisiones, nos quedábamos solos, capitulo este que sería muy interesante.

La doble moral de las sociedad española es gigantesca, debido a la colonización de la voluntad por una gran parte de los medios de comunicación.

No hace fatal ser un perspicaz analista, para realizarse la siguiente pregunta: ¿Por que se saca ahora un asunto de hace años?.

No será que hay que tapar, como sea, la grave crisis económica y social y los desaguisados de un gobierno incapaz de realizar una gestión adecuada.

La labor de los medios de comunicación en este país, debiera de ser fundamental para situar los asuntos fundamentales en la agenda diaria y no seguir hablando de temas laterales para “entretener” al personal.

La oposición debe de reunirse y tomar decisiones claras, no puede pasarse el verano haciendo cálculos electorales y ofreciendo pactos a alguien que no los va a cumplir.

La deriva de España es muy grave y alguien debe de denunciarlo continuamente, democráticamente, pero sin descanso, antes que la mentira nos “entierre” a todos.

España se acerca a la hora de la verdad.

Mientras Sánchez, preparando sus vacaciones en La Mareta en Lanzarote, me faltan palabras para comentar lo que ocurre en este país.

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista