Oído Cocina

EL REGRESO DE LAS GRÚAS

 

Miguel del Río | 17.12.2017


 

 

Era noticia esperada dentro del retrato general de ciudades y pueblos el regreso de las grúas de la construcción, como mejor demostración de que la crisis va dejando paso nuevamente a la prosperidad. A fin de cuentas, nuestra forma de ser contempla la aspiración personal de llegar a comprar un piso o una casa, y mucho me temo que alentar el alquiler, como sucede en el resto de Europa, es un proyecto con poco futuro en España.

Quienes celebran como el que más las nuevas promociones de viviendas son los empresarios de la Asociación de Constructores y Promotores (ACP) de Cantabria. Han hecho de la paciencia su virtud, ya que la inversión del Estado y la propia autonomía en infraestructuras, la crisis y la postcrisis, han dañado mucho el negocio, pero especialmente a la región, que sigue padeciendo un visible atraso en sus comunicaciones con respecto a otras comunidades de la Cornisa Cantábrica. En su balance anual, los constructores cántabros han alcanzado ya el escalón tan deseado del optimismo moderado.

La cosa no está para tirar cohetes, pero el negocio se moverá más entre 2018 y 2019. En negativo, siguen arrastrando losas muy pesadas, como son la falta de suelo proveniente de la ausencia de planes de desarrollo urbanístico en los municipios. Hay otro hecho que les duele especialmente. Como consecuencia de los años de parón, muchos buenos profesionales de la construcción han emigrado a otras regiones, y resulta imperioso recuperar esta mano de obra tan valiosa para la construcción y promoción. No resulta un hecho ajeno a la situación económica general, si tenemos en cuenta lo que hacen también los jóvenes al acabar su formación. Recuperar la confianza total en la economía de Cantabria ha de venir principalmente de acabar con esta fuga de trabajadores altamente cualificados, porque aquí encuentran las necesarias salidas laborales. Parece fácil decirlo, pero, no quepa duda a nadie, este es el auténtico handicap de esta región. Bueno, hay otro, la falta de infraestructuras para la mejora general de todas sus comunicaciones.

 

Miguel del Río