Oído Cocina

TURISMO Y DAR MAL DE COMER

 

Miguel del Río | 04.09.2016


 

Cantabria y muchos de sus protagonistas se esfuerzan de continuo en que esta bellísima región aparezca dentro del panorama nacional e internacional como un destino turístico excepcional. Por eso cuando leemos en no pocos medios de comunicación nacionales que el peor restaurante de España, según votos en Internet de sus clientes, está radicado en esta autonomía, recuerdo un consejo que solía darme mi abuela para que pusiera empeño en todo aquello que me propusiera: “compra en casa, vende en casa, y harás casa”. En alguna otra ocasión ya me he referido a que el turismo es cosa de todos, y que la tremenda riqueza que produce al país requiere no sólo hacerlo bien sino ser muy vigilante y contundente con todo aquello que se hace mal.

Cuando una región vende la gastronomía como uno de sus mejores activos, el buen hacer y la calidad se presupone para formar parte de la guía de restaurantes y locales de alterne. Por si no bastara, las Administraciones tanto municipales como de ámbito regional deben de estar siempre atentas a este tipo de denuncias que hacen mucho daño a un colectivo hostelero que no se lo merece.

En todo lo referido al turismo ya no podemos perder de vista un elemento primordial que lo mismo sirve para ensalzarte que para denostarte. Me refiero a Internet y en concreto de las webs especializadas en turismo que publican a diario las opiniones de lo clientes sobre los servicios que les prestan hoteles, restaurantes y por supuesto los profesionales que trabajan dentro de ellos. Hay que citar también las Redes Sociales y la total facilidad que proporcionan a la hora de publicar una factura abultada, una foto de un plato mal cocinado y peor presentado, y una recomendación de a donde se puede ir (porque lo merece) y a donde no. El turismo es también esencial para Cantabria y lo que tenemos por delante como es el Año Jubilar Lebaniego. Un mal local no puede echar por tierra el buen servicio que ofrecen miles de establecimientos. Como quiera que el mal ya está hecho, los primeros interesados en no permitir noticias que hacen tanto daño es el gremio hostelero, que cuenta con una reputación forjada a lo largo de años y años de buen trabajo. Porque como también decía mi abuela “cobra buena fama y échate a dormir, y mira no te duermas para que no la pierdas”.

 

Miguel del Río