EL EVANGELIO DEL DOMINGO

 

 

por Gervasio Portilla García

22.11.2020


 

XXXIV Domingo del Tiempo Ordinario (A)
Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, solemnidad

 

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO (25, 31-46)

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

― «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.

Entonces dirá el rey a los de su derecha:

Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme.ˮ

Entonces los justos le contestarán:

Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?ˮ

Y el rey les dirá:

En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis.ˮ

Entonces dirá a los de su izquierda:

Apartaos de mi, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis.ˮ

Entonces también éstos contestarán:

Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?ˮ Y él replicará: En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de éstos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo.ˮ

Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna».

 

Palabra del Señor

 


 

COMENTARIO:

 

En este Domingo, Solemnidad de Cristo Rey, el Evangelio nos presenta la escena del Juicio Final, que es una llamada al seguimiento confiado al Señor.

Jesús, no quiso satisfacer la curiosidad con una página estremecedora. La insistencia de Jesús no recae sobre el futuro sino sobre el presente.

En realidad el Señor nos exhorta a seguir el camino del bien, el camino de la caridad y de la justicia; en definitiva de la acción coherente con sus preceptos y mandatos.

Solamente el amor a los hermanos a través de las buenas obras, nos da liberación salvadora. El rostro divino es el rostro del que sufre, un rostro encarnado en el semejante y en toda una acción que busque poner en práctica lo que decimos creer.

 

Hasta el próximo Domingo si Dios quiere. Paz y bien.