Religión

 

El pecado en el judaísmo

 

"En el judaísmo, la transgresión es inevitable": Yeshaya Dalsace, rabino de la comunidad Dor Vador de París, explica la concepción judía del pecado.

 

 

 

17 feb 2022, 14:00 | Gilles Donada, La Croix


 

 

 

 

 

En el judaísmo hay varias palabras para designar el pecado. Se discute la naturaleza de cada falta, grave o leve, intencionada o no, y su alcance... Hay tal multiplicidad de leyes que la transgresión es inevitable. Concrétamente, la culpa es más a menudo ritual que moral, y probablemente equivocada. A menudo oímos: "Ah, señor rabino, no respeto bien el Shabat... No como kosher...". Vivimos en una paradoja: las nociones de culpa y de culpabilidad son omnipresentes, pero la forma de vivirlas es bondadosa. Por supuesto, hay corrientes pietistas que se obsesionan con cualquier desviación de la ley, pero son minoría.

Yom Kippur (Día de la Expiación) es la fiesta más importante y respetada. Está marcada por un ayuno de 25 horas y cinco servicios de profunda y conmovedora belleza, que incluyen la confesión ritual de nuestros pecados y postraciones. Estamos llamados a mirar hacia dentro y presentarnos humildemente ante Dios. La Misná (ley oral rabínica) nos enseña que las faltas del hombre hacia Dios pueden ser "expiadas" en este día. Sin embargo, Yom Kippur no tiene poder para rehabilitar las faltas del hombre hacia su prójimo, hasta que ambos se reconcilien (Misná, Yoma 8,9). Una vez di una conferencia sobre el perdón en un templo protestante. Al final, se me acercó un hombre con la Legión de Honor en la solapa. Me explica, muy preocupado, que es un veterano de la guerra de Indochina donde fue culpable de abusos que le persiguen. "¿Qué debo hacer?", me pregunta. Le digo que reconocer su culpa ya es un gran paso. Propongo ideas para reparar la ofensa: ayudar a los vecinos a través de una ONG, ir al pueblo a pedir perdón, por ejemplo. Él responde: "¡Pero me matarán si voy a verlos!".

En el judaísmo, el perdón de las faltas se consigue mediante pasos concretos; se intenta enmendar, cuando es posible. Esto puede llegar hasta pedir perdón en la tumba de la persona, si esta está muerta.