En voz baja

 

Las monjas del Monasterio de Santa Ana se despiden de Brihuega tras más de 400 años en el pueblo

 

 

04/08/21


 

 

 

 

 

Las monjas cistercienses del Monasterio de Santa Ana se marchan de Brihuega tras más de cuatro siglos viviendo allí. Lo que no consiguió la ocupación francesa o la Guerra Civil lo ha conseguido el coronavirus, que ha obligado a reagruparse en un convento de Madrid a las cuatro religiosas que quedaban. Este año, dos de las seis monjas murieron a causa del Covid, y lo que ha obligado al resto a mudarse.

“Cuando llegué al monasterio éramos 26 monjas. Vivíamos en un ambiente de armonía y paz, siempre ligadas con los colegios y los niños del pueblo, a su educación”. Pero cada vez son menos los religiosos que se animan a la vida contemplativa por lo que el número de monjas ha ido disminuyendo con los años. La madre abadesa afronta este hecho con alegría y afirma que si esto ha ocurrido así es porque es la “voluntad de Dios”.

Ahora, el convento está a la venta y las monjas esperan que se use el edificio para fines sociales.