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¿Podemos decir que Jesús era médico?
Jesús curó a muchos enfermos, y los Padres de la Iglesia lo llamaron Christus medicus. Thomas de Gabory, dominico en Canadá, médico en Montreal (Canadá), autor de Tu étais malade et je t'ai visité. Médecine, guérison et salut, explica lo que significan estas curaciones en la época de pandemia que atravesamos.
19 jul 2021, 14:38 | La Croix
Seguimos en medio de una pandemia, y los médicos y cuidadores están en primera línea. Hablamos mucho de la enfermedad, de los cuidados, de la curación... Jesús, en los Evangelios, curó cuerpos y almas. ¿Podemos hablar de él como médico?
El mismo Jesús dice que no ha venido por los justos, sino por los pecadores, como un médico que atiende a los enfermos más que a los sanos (Marcos 2,17). Tras él, los Padres de la Iglesia hablaron de Christus medicus, Cristo médico. Por eso creo que podemos hablar de él como un buen médico, porque es nuestro salvador. Al darnos la vida eterna, da sentido tanto a nuestra vida terrenal como a nuestra muerte.
Pero el médico no trae la salvación, sino la curación.
En los Evangelios, Jesús se dedica a curar a los enfermos. Pero lo hace para mostrar su omnipotencia y manifestar la salvación, que no es visible para nosotros. La curación es el medio que utiliza para dar cuenta de su divinidad y su poder como salvador.
Así que hay un vínculo particular entre la curación y la salvación en el sentido cristiano...
En estos tiempos de pandemia, se nos recuerdan constantemente los gestos de barrera en el ámbito sanitario. Pero en un discurso de fe, de esperanza y, por tanto, de salvación, la atención sanitaria no es suficiente. Por supuesto, todos esperamos que los pacientes de COVID se curen. Yo mismo soy un médico que cura a los enfermos. Pero la curación no es el objetivo final de nuestras vidas, porque no todos podemos ser curados. Jesús, por cierto, no curó a todos, aunque vino a salvar a todos.
¿Qué ha aportado su trabajo como médico a su fe, especialmente en tiempos de pandemia?
La medicina también consiste en cuidar, lo cual es quizá más importante que curar a las personas. En esta época de pandemia, hay muchas personas mayores y aisladas de las que tienen que ocuparse los médicos, los cuidadores y las familias. La pandemia toca nuestra fe hasta la médula.
Sophie de Villeneuve