Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

 

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Nº 844

22 de jun. 2021

 

1. Psicóloga mexicana advierte sobre “buscar soluciones rápidas con el menor esfuerzo”.

2. Carles Tamayo: producción de vídeos de YouTube para desentrañar el interior de las sectas.

3. La actriz Glenn Close habla sobre su infancia y adolescencia en una secta.

4. España: terminó la polémica acampada de la Familia Arco Iris.

5. México: continúan las reacciones a la denuncia pública contra el gurú Ricardo Ponce.

6. Una exposición en Madrid repasa algunas plantas con propiedades “espirituales”.

7. Un documental cuenta los abusos protagonizados por el gurú de Bikram yoga.

8. Perú: detienen a una banda criminal que realizaba el ritual de los Tres Espíritus.

9. España: juicio por prostituir a una nigeriana amenazándola con vudú.

10. Reino Unido: juzgan a un joven que asesinó a dos hermanas tras pactar con el diablo.

 

 

1. Psicóloga mexicana advierte sobre “buscar soluciones rápidas con el menor esfuerzo”.

FUENTE: Presencia Sureste

 

 

El pasado 8 de junio, la psicóloga mexicana Perla Guzmán Ruiz compartió con el auditorio de Presencia Sureste, a través del programa #EnCorto, con el periodista Roberto Morales Ayala, una cápsula informativa sobre la manipulación a la que nos podemos ver sometidos por personas con una clara tendencia psicopática, según relata el redactor Álex Cazarín. Aseguró que el problema de sectas, desde religiones extremistas hasta conferencias motivacionales, es un problema que debe mantener alerta a los ciudadanos para evitar caer en tretas con tal de “pagar por soluciones”.

“Esto no es una novedad, hay psicópatas en nuestra sociedad y ni siquiera somos conscientes para poderlos identificar, más no todos dejan estas huellas taladrantes en las personas que son sobrevivientes, todos podemos ser vulnerables, nadie está exento de este tipo de grupos, de sectas u organizaciones”, explicó.

“Todos en su mayoría vamos a presentar ciertas heridas y carencias, estamos inmersos en esta situación, estas personas van a aprovecharse de este tipo de carencias y heridas, como el rechazo, el abandono, lo que genera que este tipo de personas observan que tenemos este sufrimiento y dolor lo usan, además de que hay gente que busca soluciones rápidas con el menor esfuerzo”.

“Con la pandemia somos más vulnerables a enfocarnos en este tipo de personas o conferencistas que no todos son psicólogos o tienen formación, pero por la misma patología son personas muy inteligentes que se identifican por vender la idea de solucionar los problemas con el menor esfuerzo y en el menor tiempo con tal de que alivies tu dolor, pero todo por alguna ganancia, nada es gratis. En esto consiste un psicópata, donde quieren ser líderes”.

“La mayoría son líderes natos, porque tienen este trato amable, son personas muy carismáticas, son personas muy sociables, diplomáticas que saben observar, gestos o movimientos que puedan delatar tú necesidad”, indicó. Sobre el tema, la psicóloga señaló que este tipo de personas hasta en Twitter e Instagram se pueden encontrar mientras venden ideas de soluciones fáciles con tal de estafar a las personas que necesitan ayuda real y no soluciones falsas.

“Prevenir es identificar si se tiene un dolor, no perder el tiempo, esa es la realidad, se debe asistir con especialistas con psicoterapeutas, es importante observar este tipo de psicópatas integrados en la sociedad, es importante identificar cuánto de lo que me están comentado es lo que yo quiero, saber cuándo lo quiero yo y cuándo me están manipulando o sometiendo. Estas personas no tienen límites, puede incluso obligar a quien necesita una solución para sus problemas porque no tienen empatía. Los psicópatas solo perciben envidia, enojo y deseo sexual”, señaló.

La doctora fue enfática en proponer que las personas que perciben que cuentan con algún problema que no pueden solucionar, acudan con especialistas y no con personas que ofrecen el cielo y las estrellas a cambio de dinero o bien, que prometen todo a cambio de “favores” de aquellos que necesitan atención de especialistas.

Además, recomendó empezar con la observación, aprender a mirar hacia uno mismo, conocer lo que se siente y los deseos, para ser congruentes consigo mismo. Dijo que el proceso de la psicoterapia es un proceso bastante complicado, pero con el apoyo profesional adecuado se puede llegar a una solución que no lleve a quien sufre a términos que jamás pensó en derivar.

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2. Carles Tamayo: producción de vídeos de YouTube para desentrañar el interior de las sectas.

FUENTE: El País

 

 

Aunque ya no hiciese nada más en ese terreno (y, créanlo, no tiene la menor intención de quedarse quieto), Carles Tamayo pasaría a la historia del periodismo de investigación de este país como el hombre que consiguió infiltrarse en El Palmar de Troya. Natural de El Masnou, provincia de Barcelona (España), de 27 años, Tamayo fue palmariano (de pega) por unos días, acólito eventual de la secta que tanto protagonismo tuvo en la crónica negra de la España de los ochenta, cuando la lideraba Clemente Rodríguez, el célebre papa Clemente. Lo cuenta Miquel Echarri en El País.

Tamayo se desplazó a la localidad sevillana, antes perteneciente al municipio de Utrera, y pasó varios días inmerso en un proceso de iniciación a su nueva fe (la Iglesia Cristiana Palmariana de los Carmelitas de la Santa Faz) supervisado por un veterano acólito, un tal Joaquín, que se convirtió en su sombra y con el que llegó a desarrollar, según reconoce, “una relación de extraña empatía”. Allí descubrió por qué la palmariana es una secta con todas las letras y no una simple religión minoritaria o un culto extravagante. Comprobó en sus propias carnes, según nos cuenta, “el alto grado de manipulación y de lavado de cerebro” inherente a cualquier entramado sectario.

Tamayo estuvo brillante en su papel de joven voluble, desorientado, más que dispuesto a renunciar a todo para asomarse a “la vida nueva” que los palmarianos prometen. Luego contó la experiencia a los más de 325.000 seguidores de su canal de YouTube. En cuanto la serie de reportajes dedicada a El Palmar empezó a tener repercusión, fue excomulgado, injuriado y sometido a un delirante acoso en las redes por parte de los seguidores de este culto fundamentalista y herético.

“Gajes del oficio”, concede Tamayo, un francotirador de la comunicación que se ha propuesto hacer periodismo digital “con rigor, ironía, respeto y humor” y al que las circunstancias de la vida han convertido en experto en sectas. Aunque no solo religiosas, según matiza, “sino también comerciales y educativas”. Cualquier culto fraudulento, en fin, que te prometa lo que no puede darte (certezas, respuestas, consuelo) y a cambio te aísle de tu entorno, te arrebate la autonomía como individuo y te vacíe los bolsillos. El documentalista independiente ha identificado ya a unas cuantas. Se dedica a exponerlas en su propio canal, en el que ejerce de hombre orquesta al frenético ritmo de un reportaje por semana, pandemia mediante, sin más apoyo que el de Óscar Larraga, que ha hecho de cámara en alguna de sus piezas, incluidas las de El Palmar.

Tamayo estudió realización en la ESCAC, una de las mejores escuelas de producción audiovisual de España, en Tarrasa (Barcelona). Como tantos otros youtubers, creó su propio canal para poder practicar en él las técnicas que había aprendido y, de paso, contar su vida a una audiencia que en principio imaginaba muy minoritaria pero que no ha dejado de crecer desde entonces. La suya ha sido hasta la fecha una vida ajetreada, propia de una persona joven, dinámica y con un sentido innato de la aventura. Pasó varios meses viviendo en un barco anclado en el puerto, ejerció de realizador independiente en Londres, visitó los campos de refugiados saharauis en Argelia. Se buscó los garbanzos con entusiasmo y constancia, con un pie en la precariedad juvenil y otro en la bohemia tecnológica.

Por fin, en primavera de 2019, topó casualmente con un risible grupo de estafadores que se hacían pasar por miembros de la secta de los Illuminati y trataban de captar donaciones desde Nigeria. Tiró del hilo con instinto de periodista sobrevenido y encontró un filón en los cultos y tinglados sectarios, en estafas piramidales que arrebatan a gente crédula (o desesperada) su capital espiritual, su esperanza y su fe en la vida.

Hoy se gana la vida explotando su canal con estajanovista disciplina y actitud lúdica: “Soy un youtuber. Lo digo con naturalidad y sin complejos de ningún tipo”, nos cuenta; “no soy como el Rubius, porque no tengo ingresos que justifiquen un exilio fiscal en Andorra, pero me gano la vida a través de esta plataforma”. Sus padres seguían esta actividad suya con un cierto escepticismo, como si se tratase de un simple capricho, hasta que comprobaron que “empezaba a tener ingresos estables, lo suficiente como para considerarlo una profesión”. Desde entonces, lo que más recibe de su entorno familiar es un consejo que las circunstancias le invitan a ignorar una y otra vez: “No te metas en líos”.

A medio plazo, Tamayo se ve “haciendo reportajes algo más ambicioso, con una realización más pulcra”. Se siente inmerso en un proceso de aprendizaje que incluye “hacer las cosas cada vez mejor, hasta consolidar una marca personal”. A lo que no piensa renunciar es a su estilo de comunicación fresco y directo, con un sentido del humor a menudo irreverente que, en su opinión, “no tiene por qué ser incompatible con el rigor periodístico, porque de lo que se trata es de documentarse bien y contar historias reales que tengan verdadero interés”. Cuando acudió invitado a los estudios de Telecinco (le hicieron una breve entrevista en el programa “Viva la vida”), a Tamayo le resultaba fascinante la sofisticada opulencia del periodismo ‘oficial’: “Yo podría hacer cuatro o cinco reportajes con el dinero que ellos se gastaron en llevarme a Madrid para una intervención de apenas un par de minutos”.

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3. La actriz Glenn Close habla sobre su infancia y adolescencia en una secta.

FUENTE: Tiempo X

 

 

La actriz estadounidense Glenn Close confesó el pasado mes de mayo que está psicológicamente traumatizada después de ser criada en una secta, según explica Catalina Díaz en el medio chileno Tiempo X. Sucedió en el marco del programa especial sobre salud mental que conducen la periodista Oprah Winfrey y el príncipe Harry y que se emite por Apple TV. Hace un par de años, la protagonista de Atracción Fatal, hoy con 74 años, dio a conocer que desde los 7 a los 22 años su familia vivió en la secta denominada MRA (Moral Re-Armament) culto religioso fundado en la década de los años 30 por el Reverendo Frank Buchman, según detalla el medio especializado Page Six.

Según se ha indicado, este culto se regía por cuatro principios: la honestidad, la generosidad, la pureza y el amor. Sin embargo y como suele ocurrir en estos casos, con el paso del tiempo la secta comenzó a comportarse de manera más rígida y controladora, prohibiendo a sus miembros realizar cierto tipo de actividades, incluso diciéndoles la manera en que debían vivir.

Según contó recientemente Glenn Close al príncipe Harry, su familia se mudó a Suiza, donde vivieron en un hotel que funcionaba como cuartel general de MRA, que en palabras de la actriz “era básicamente una secta”, donde todo el mundo decía las mismas cosas y había muchas reglas y control para sus integrantes. Además, detalló que todo lo anterior afectó profundamente su salud mental y reconoce: “estábamos rotos”. Close reflexiona acerca de lo vivido, señalando que es increíble cómo algo que ocurrió siendo tan pequeña tiene el poder de ser tan destructivo, “creo que es un trauma infantil, por la devastación emocional y psicológica de la secta”.

Durante la entrevista, la laureada actriz norteamericana abordó las secuelas que arrastra después de ser criada en una secta y reconoce que lo vivido influyó en sus relaciones de adulta, donde no ha podido mantener relaciones a largo plazo, ejemplificando con sus tres fallidos matrimonios, tal como recoge La Nación. “No tuve éxito en mis relaciones ni en encontrar una pareja permanente, y eso se siente”, confesó Glenn Close durante la entrevista, y agregó que estar conectada a esas vivencias es parte de un “estado natural”, y cree que nunca podrá cambiar esos puntos de sensibilidad, pero al menos puede ser consciente de ellos “y evitar situaciones que me vuelvan vulnerable, especialmente en las relaciones”.

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4. España: terminó la polémica acampada de la Familia Arco Iris.

FUENTE: Varios medios

 

 

De la noche a la mañana la región de La Rioja (España) se convirtió en la comuna hippie más grande de España. Cerca de doscientas personas de diversas edades, incluidos niños, acamparon en el valle del Portilla con el único objetivo de celebrar un rito de comunión con la naturaleza. Dicho y hecho: terminado el ciclo lunar, el pasado 11 de junio los miembros de la Familia Arcoíris abandonaron su campamento improvisado, según relata NueveCuatroUno.

Entre sus normas, una muy clara: «prohibido prohibir». La experiencia de sus reuniones pasa por una convivencia comunitaria en un entono sencillo y en comunión con la naturaleza. Nada de líderes y toda actividad en pro del bien común. Leído así no suena peligroso ni perjudicial para nadie, pero claro, cuando ya le metes desnudos, sexo libre, poca higiene, viagras y fogatas sagradas, la cosa cambia. El asentamiento de la ‘Familia Arcoíris’ no ha respetado las medidas de seguridad sanitarias en un contexto de pandemia y, además, ha incurrido en otros incumplimientos de la normativa al acampar y encender fuegos en terreno forestal.

En un principio, el Gobierno de La Rioja, en boca de su consejera y portavoz Sara Alba, destacó que adoptarían «todas las medidas que haya que tomar, incluido el desalojo», pero con el paso de los días, la propia Alba lo descartaba al requerirse una denuncia previa de los titulares del terreno y un aval judicial, algo que no se produjo ni se ha producido.

Asimismo, el Ejecutivo confirmó que en todo momento «se está llevando a cabo una actuación coordinada con la Consejería de Sostenibilidad, la Delegación del Gobierno, los agentes forestales y la Guardia Civil. Precisamente estos últimos levantaron horas antes de la despedida 76 denuncias a los organizadores y participantes del movimiento internacional por «incumplimientos flagrantes» de la Ley (acampada libre en todos los montes de utilidad pública de La Rioja y la realización de fuego y alegación de datos falsos o inexactos en los procesos de identificación).

Un mes en el que La Rioja ha sido protagonista en todos los medios de comunicación por «acoger» a unos inquilinos temporales que representan la unión de los colores de la humanidad, las razas y las religiones en un círculo de Luz y Paz. Todos hermanos e hijos de la Madre Tierra que, según los vecinos de las 7 Villas, «han dejado el espacio tal y como se lo encontraron».

La crónica de un periodista “infiltrado”

Con el título “Mi noche con la Familia Arcoíris en La Rioja: siete horas de canciones y sexo libre sin miedo a la Covid”, El Español ha publicado el pasado 9 de junio, unos días antes de la finalización de la acampada, una crónica personal firmada por Luis Casal. La reproducimos a continuación.

En realidad es lunes, pero a nadie le importa. La luna dicta el calendario mucho más que el almanaque, y las ataduras de la sociedad están más que superadas. Estamos en el valle, en familia, y aquí no existen las obligaciones, las agendas ni las prisas. “Tan sólo vive, hermano”, susurra una voz en mi oído. “¡Ahó!”, le respondo en lakota, como me acaban de enseñar, dando a entender que sí, que tiene razón, que así sea. Y recibo un abrazo.

Llegamos a ser unos 180 en total, aunque ahora quedamos menos. Unos 100, pero no todos a la vez. Matu y Rumi han ido al pueblo a por suministros, Chris y los polacos andan por el monte buscando leña y Sven acampa en la entrada, recibiendo en grupo a los nuevos curiosos, gente que viene buscando aquello que cuentan los periódicos: una acampada hippie en La Rioja donde se mantiene sexo salvaje sin descanso. De momento, tendré que quedarme por la noche para averiguarlo.

Por lo pronto, mis nuevos hermanos y yo estamos tirados al sol, mirando al cielo. Compartimos tabaco, vivencias y canciones, y damos gracias a la Madre Tierra. Uno se enciende un porro, el otro dice que pasa, uno a lo lejos dice que ahó y se abre sitio. Viene acompañado. En menos de un minuto somos veinte personas, tres guitarras, un acordeón y varias percusiones. Al siguiente ya estamos en pie, cantando y bailando el Hare Krishna.

Me han introducido rápido en la Familia Arcoíris, un campamento hippie improvisado en el término municipal de Mansilla de la Sierra, en medio del valle de Portilla (La Rioja). En realidad, han encontrado el lugar perfecto para no ser molestados: un paraje natural inaccesible para los coches y a más de cuatro horas de caminata del pueblo. Yo llegué por la mañana, y ya soy parte de la familia. Al menos por un día.

A fin de ser sinceros, no sabía lo que me iba a encontrar. Mi única guía desde Mansilla hasta el campamento era un mapa hecho con rotuladores, así que aparqué a un lado de la carretera principal y me puse a andar el primer tramo: una pista forestal repleta de coches y furgonetas. Ninguno con matrícula española, para poder evitar las multas de la Guardia Civil. Hippies, pero no tontos.

Pasó lo que era evidente y me perdí. El mapa no era especialmente claro con respecto a qué senderos tomar, sobre todo al final, y en una bifurcación cogí el que no era y acabé en medio de la espesura. Tras más de una hora dando tumbos, decido volver sobre mis pasos y abandonar este sinsentido. Entonces me cruzo con dos caminantes: Josephine y Sven.

Desde el momento en que los veo sé que no son dos campistas cualesquiera. Lo confirmo cuando se acercan y, sin mediar palabra, me encuentro atrapado en un abrazo a tres bandas. “No te preocupes, hermano perdido, ahora todo está bien”, y me guían por el camino correcto. “Cuando dudes, sigue el arcoíris”, y me enseña un monolito coloreado en el sendero.

Ella, inglesa, peina canas y no deja de sonreír; le faltan la mitad de los dientes y camina con los brazos hacia arriba. “Para sentir la naturaleza”, me dirá después. Él, alemán, lleva el pelo enmarañado, los pantalones remendados y una varilla con la que hace malabares. Entre ambos suman más de 20 años yendo a todos los Rainbow que pueden, pero el que más les apetece es el que se celebrará el año que viene en Colorado, por el 50 aniversario del primero.

De ahí parte todo. Desde hace medio siglo, sus “hermanos mayores” decidieron aislarse entre montañas, sin agua corriente ni electricidad, para recrear su propia versión del paraíso con lo que la Tierra les ofreciera. Desde entonces, lo repiten cada año en una parte del mundo según el calendario lunar. Este verano ha tocado España, y aquí seguimos.

Así, caminamos juntos cerca de dos horas, entre risas y anécdotas de sus vidas nómadas. A medida que nos acercamos a nuestro destino, cada vez nos cruzamos con más gente: desde un grupo de jóvenes despistados que esperaban encontrarse un botellón al aire libre hasta una mujer que abandonaba la acampada después de tres semanas en el asentamiento. Al verme, me abraza sonriente. “Te quiero mucho”, me dice antes de despedirse. Parece que hemos llegado.

Hace falta sólo un vistazo para darse cuenta. Son los nietos de Woodstock de 1969, pero cambiando las coronas de flores por las rastas y el pacifismo idealista por el amor a la Pachamama. Siguen creyendo en el equilibrio, en no caer en las garras del dinero y en llevar una vida al margen de las urbes y el consumismo. La mayoría de los que repite Rainbow, de entre 30 y 60 años, lo consigue. Los jóvenes, más curiosos que implicados, no suelen volver.

“Prefiero no estar atada a un trabajo ni a un sitio donde vivir”, arranca Luna, una italiana de 32 años que empezó a identificarse con los valores del Rainbow a raíz de su madre, que esta vez no ha podido acompañarla. En este contexto, hasta me planteo si su nombre será real. “Me gusta viajar, y recorro el mundo aprendiendo y viviendo con lo que puedo. Me identifico con lo que hacemos aquí: arreglar el mundo con paz, amor y libertad”.

A efectos de quien acaba de llegar, las primeras lecciones son sencillas. Nada más entrar al campamento, una tienda con toldo azul cobija a una decena de hippies. Todos me abrazan uno por uno, y el que parece el más avispado, un chico rubio que viene de Polonia, me da las claves de la convivencia: respeta a la naturaleza, aprende de los demás y participa en lo que puedas. Otras prohibiciones: el alcohol, la carne, el azúcar y las drogas duras. Ah, y nada de tecnología.

Cojo el móvil, lo meto en la mochila y la dejo en un tipi –vivienda que imita las tiendas de los indios norteamericanos–; llevo otro oculto en el zapato, que es con el que he sacado todas las fotos. Lo siento, hermanos. Me cambio de ropa y me lanzo a conocer a la familia: uno por uno, cada cual se presenta brevemente, me da la bienvenida y, claro, la acompaña de un abrazo. A ojo, cuento algo más de 100 personas, pero pronto descubro que muchos están en sus tiendas, de camino de hacer la compra o en medio del monte buscando leña.

Pristi y Mauro son de los primeros que me cruzo, desnudos frente a su lona. Entre ellos hablan en perfecto español, pero con el resto prefieren el inglés. Al preguntarles de dónde son, la respuesta no se hace esperar: “De las estrellas, ¿de dónde si no?”, responde ella, sonriente. Y vuelven a la tienda a hacer sus cosas. El proceso se repite con otras parejas, muchas de ellas extranjeras.

Como la suya, hay cerca de 30 toldos y lonas para los asistentes, además de varios tipis con hogueras dentro para los inconscientes que, como servidor, no han traído más que un saco que dormir y varias mudas. Acabaré durmiendo con otros nueve o diez hermanos y hermanas dentro de la tienda india, al calor del fuego, pero para eso aún faltan algunas horas. En realidad, sólo hay dos zonas comunes. La primera es una carpa cubierta que sirve a la vez de cocina, foro, sala de conciertos y almacén. Es, a todos los efectos, el punto de reunión de esta familia de ermitaños modernos. Allí conozco a la mayoría, en los preparativos de la cena.

La segunda y más importante es el círculo central, un surco de piedras con una gran hoguera que sirve tanto de punto de reunión comunal como de corazón físico y espiritual del grupo. Dentro: el fuego sagrado, una llama que se enciende el primer día y tiene que mantenerse hasta el último del ciclo lunar, un mes después. A su alrededor se reúne todo el grupo en las ocasiones importantes, desde las asambleas hasta las comidas, siempre vegetarianas.

Al círculo sólo se puede acceder descalzo, por respeto a la Madre Tierra. Una vez dentro, las reglas cambian: si hay que hablar en asamblea, se ceden los unos a los otros un bastón de la palabra y el resto calla; si están de celebración, se cogen de las manos, rezan a la Pachamama y empiezan la fiesta con mantras e instrumentos. En total, siete horas de música sin parar de bailar y cantar alrededor de las llamas. Se me pega una de las letras, la del “sombrerito mágico”, en referencia a un pequeño gorro que reparten por el grupo para recaudar dinero. “Dale una moneda si quieres, y si no, déjale un besito al sombrero”, comenta Far, una belga licenciada en ingeniería comercial. Esta noche se han recaudado 47 euros con 90 céntimos. La mayoría, unos 45 euros, irá para la comida del día; el resto, para materiales. “Y los besitos nos los quedamos”, sonríe.

Tanto la acampada libre como las hogueras están prohibidas en La Rioja, por lo que la Guardia Civil se ha planteado varias veces desalojar a la comuna. No obstante, si algo ha llamado la atención de la gente ha sido lo relativo a la falta de medidas antiCovid, los desnudos entre menores –tres, todos muy pequeños– y al sexo salvaje y sin freno que, según contaban los medios locales, se estaba produciendo en el campamento.

Efectivamente, parece que la pandemia no va con ellos, al menos mientras están en el campamento. Aun así, todos los que se han cruzado con el grupo, ya sea en el monte o en sus visitas a los pueblos para comprar comida, han destacado lo “respetuosos, amables y tranquilos” que son, en palabras de José Manuel Ballesteros, alcalde de Mansilla. Ese pudor, no obstante, desaparece en cuanto se pone un pie en el Rainbow.

Porque el punto es que sí: efectivamente, los hippies se desnudan al aire libre, principalmente para bañarse en el río, y mantienen relaciones sexuales entre ellos, a veces porque tienen parejas abiertas y libres, a veces porque surge el amor. Además, no llevan mascarilla ni respetan la distancia de seguridad por el Covid, abrazándose y besándose en cuanto tienen ocasión. Todo esto es cierto en el Valle del Portilla, sí, pero no es tan diferente de cualquier sábado noche en Madrid.

“Los medios empezaron a hablar de que aquí se montaban orgías y nada más lejos de la realidad. El problema es que la gente lee eso y se viene con una idea equivocada”, comenta Jota. “Precisamente ayer tuvimos movida con un señor mayor que vino ofreciéndole sexo a varias chiquillas. No puede ser”. Decidieron echarlo pacíficamente tras aprobarlo en asamblea. Desde entonces, se andan con ojo de no quedar mal delante de los periodistas.

Por suerte, a mí no me han tratado distinto. Me aceptaron desde el momento en que puse un pie en el campamento, vendiéndome a mí mismo como alguien que buscaba huir de la ciudad, hasta el último, en que me pidieron que participase en un taller de runas y en la reunión de la mañana siguiente. El tema era, precisamente, discutir entre todos cómo tratar a los medios de comunicación. Así que me fui con los primeros rayos de sol.

Porque, en realidad, estas banalidades dan bastante igual. Ellos están ahí, en palabras del mismo Jota, para honrar a la Tierra y hermanarse más todavía sin hacer daño a la naturaleza. Hacen fuego con ramas caídas, rezan a la Pachamama, cantan y recitan mantras durante horas, viven como una familia y, a fin de cuentas, disfrutan de su encuentro espiritual sin renunciar a su paraíso perdido. Una Arcadia hippie, sea lo que sea, el tiempo que deje la Luna. O la Guardia Civil.

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5. México: continúan las reacciones a la denuncia pública contra el gurú Ricardo Ponce.

FUENTE: Varios medios

 

 

Tras las acusaciones que posicionan a Ricardo Ponce como el fundador de una secta en donde se aprovechaba de sus miembros a través del manejo de sus emociones, su ex pareja sentimental, Valentina Camacho, confirmó lo dicho por las supuestas víctimas y contó parte de su historia, tal como informa Aire Digital. Fue a finales del mes de mayo cuando la youtuber Maire Wink compartió un video en donde contó, junto a otras mujeres, la traumática experiencia que vivió al acudir a un retiro del conferencista Ricardo Ponce Herrera. Al darse a conocer su denuncia pública, otras mujeres se atrevieron a alzar la voz con #RicardoPonceAbusador.

El testimonio de su anterior pareja

Ahora, su ex novia Valentina Camacho habló para un noticiero de Telemundo en donde dijo que las denuncias en contra del conferencista son ciertas porque ella fue testigo la incomodidad que se vivía en las sesiones, así se percató que todo era “sexual”. Además, dio a conocer cómo fue su relación con Ricardo Ponce. “Si bien, somos responsables porque al final nadie nos puso una pistola para estar con él, sí hay una total manipulación, porque él se aprovecha de tu dolor y, a través de eso, él empieza a envolverte hasta llegar al punto en el que lo único que quiere es acostarse contigo”, declaró.

Camacho recordó que conoció a Ricardo Ponce cuando se encontraba atravesando un momento complicado en su vida, se sentía emocionalmente inestable y quería encontrar respuestas a todos sus problemas, por lo que se acercó al conocido conferencista. Tiempo después, comenzaron una relación en donde ella nunca se percató si él le fue infiel.

“Lo que yo percibí es que no había nadie, más pero sí sentía que todo era muy sexual con él. Los momentos que sí estuve compartiendo con el grupo fue muy claro cuando él empezó a acercarse a otra chava que era casada”, comentó. En dicha ocasión, Valentina explicó que se desilusionó un poco del gurú mexicano al responder una pregunta que le hizo la mujer casada. De acuerdo con su relato, la mujer lo cuestionó sobre cómo seguir el apego si estas casado, a lo que Ponce respondió: “Te divorcias”.

Después de lo ocurrido, Valentina Camacho se levantó molesta con la intención de advertirles a las presentes sobre el tipo de persona que era su entonces novio. Sin embargo, no puedo decir nada hasta la entrevista, en donde reveló que el conferencista es una persona egocéntrica que sólo se preocupa por su apariencia física. “Yo tenía ganas de decirle a todas: 'es un falso, es un estafador'. Para empezar, tiene una neurosis, no lleva una vida dentro de lo que puedo llamar normal, está obsesionado con su cuerpo, todo el tiempo era verse al espejo, estar hablando de sus proteínas, iba dos veces al gimnasio”, declaró.

Valentina recordó que cuando se dio cuenta de que no estaba mejorando con las prácticas de Ponce se lo hizo saber esperando encontrar una solución. No obstante, el gurú se molestó y sólo le dijo que no mejoraba porque no hacía lo que él pedía. “Yo le decía: ‘es que siento que yo no estoy como mejorando contigo’, se molestaba y me decía que era súper necia y que ya no iba a estar perdiendo el tiempo conmigo, que si quería curarme ya sabía cómo tenía que hacerlo”, comentó. Al finalizar, la ex pareja de Ponce dijo que acepta su responsabilidad, pero también confirmó que hay un alto grado de manipulación hacia los participantes. “Me dio mucho gusto saber que por fin alguien había roto el silencio. Fue más temprano que tarde que todo esto se sabe. Ojalá que llegue a muchos lugares”, dijo.

La investigación, en marcha

El hotel Akalki, ubicado en el municipio de Bacalar (Quintana Roo), en donde Ricardo Ponce realizaba los retiros, fue registrado el pasado 2 de junio por elementos de la Policía de Investigación de la Fiscalía General de Quintana Roo (FGE), según informaba el mismo día Adriana Varillas en El Universal. El centro de hospedaje fue asegurado por las autoridades ministeriales para continuar con los actos de investigación.

Ponce es acusado de incurrir, probablemente, en el delito de Trata de personas en agravio de mujeres que, bajo la manipulación emocional, eran atraídas a cursos de “autosanación” y retiros espirituales por los cuales pagaban 50.000 pesos o más, para luego ser manipuladas, engañadas, seducidas, acosadas o abusadas sexualmente por el pretendido gurú, quien está sujeto a investigación ministerial. Algunos relatos señalan que durante los actos sexuales eran videograbadas sin su consentimiento, desconociendo el destino y uso posterior de ese material.

La diligencia se realizó al mediodía y concluyó a las 17 horas aproximadamente, precisó la FGE, en cumplimiento de una orden de cateo obsequiada por un juez de control, derivado de las denuncias interpuestas por distintas víctimas, quienes asistieron a los cursos de superación personal promovidos por Ponce, nacido en Cancún. En las redes sociales de Ponce figuran videos y fotos del hotel, al pie de la Laguna de los Siete Colores, en donde a las asistentes se les daba la bienvenida “al primer día” del resto de sus vidas.

En las pretendidas terapias el coach abordaba temas como la infidelidad, el cómo atraer a una pareja, las emociones, el amor, los apegos, generalmente ligados con tópicos sexuales, de acuerdo con los testimonios de quienes asistieron o de personal de su staff, a quienes acosó, coaccionó o abusó sexualmente. De estos mismos testimonios se desprende la existencia de un departamento de lujo ubicado en Cancún, en donde Ponce mantiene a varias mujeres, a quienes manipula emocionalmente, con fines sexuales.

Reacción de colectivos feministas

A partir del testimonio de Wink, se fueron sumando más casos y se dio a conocer que Ponce enfrenta diversas denuncias en Cancún, presentadas ante la FGE. El Conservatorio Feminista Cancún lanzó una campaña denominada #ExponeAlGuru, enfocada en obtener más testimonios que permitan proceder en contra de Ponce o de algún otro agresor que se escude en las terapias de sanación o en la espiritualidad para abusar sexualmente de sus víctimas.

“Estamos indignadísimas con el caso de Ricardo Ponce y como sucede en estas ocasiones, muchas otras morras se animan a contar su historia. En la Riviera Maya, con la fuerte presencia de a cosmovisión maya, hay muchos agresores que solo buscan ejercer poder y estafar a quienes buscan sanar. No lo permitamos”, expresó este colectivo feminista, al convocar a otras mujeres a compartir sus testimonios para advertir a otras víctimas.

En esa misma vía, la colectiva “Marea Verde Quintana Roo” llamó a las autoridades a proceder en contra de Ponce, pese a sus influencias y al dinero que posee y llamó a más víctimas a no dejarse engañar por “falsos profetas”. “No se dejen engañar por este farsante violador, estafador, narcisista con labia, gurú patético, iluminado del mal. Este tipo utiliza su fama y su disque intelectualidad embarrada con espiritualidad para convencer a las personas que vayan a sus retiros y webinar, donde según esto van a ‘sanar’”. “Utiliza la necesidad de la gente de sanar en épocas de pandemia, las vulnera de una manera que las envuelve hasta su cama y si no cumples con sus estereotipos solo te baja un chingo de lana, ya que sus cursos y retiros van de 50 a 100 mil pesos”, relataron.

Ponce se defiende

El coach de vida respondió a la polémica en las redes sociales, dejando claro que no se considera culpable de tales señalamientos, según recoge El Universal. “Aquí estoy en México y nunca me he ido, siempre estuve activo y ya lo verán en lo nuevo de este compartir. Empiezo diciendo que ningún ser humano debería de crucificar a otro ser humano, mucho menos en redes sociales y mucho menos sin ninguna prueba legal. Hay personas y medios de comunicación que pretenden crear controversia sin ningún fundamento legal, sin saber que detrás hay familias, niños, seres humanos, millones de valientes”, dijo Ponce al principio del video de más de tres minutos.

Tras la denuncia de la youtuber, otras personas también se sumaron, como Paola Campos, y se crearon varios movimientos en redes para recabar testimonios en contra de Ponce. Lo que él dice al respecto de Maire, sin mencionarla, es que su comportamiento responde a un problema personal, ya que no logró sanar en sus retiros. “Sé que mi mensaje genera muchas emociones, que toca fibras muy sensibles y hace todo eso simplemente para que puedas sanar tu vida, cuando no se genera esta sanación lo que se crea es una reacción violenta y eso es lo que pasó en este caso, no entraré en más detalles porque no pretendo crear más polémica y no más chismes, eso no va conmigo. Sé perfectamente que cada persona ve por sus intereses, eso ahora me queda muy claro, basándome en todo esto, lo cual veo como primordial, no voy a dar declaraciones sobre el tema legal, hasta que todo quede aclarado”.

“Esto es un renacimiento, señores, la autosanación va mucho más allá de esta persona que ves aquí enfrente, miles de personas la practican alrededor de todo el mundo, es simplemente la cualidad de todo ser humano para transformar su vida, pon atención al mensaje, el mensajero no tiene ninguna importancia; el mensajero tiene su ego, sus emociones densas, su pensamiento, su oscuridad, pero el mensaje va mucho más allá”, señaló.

Finalmente, Ponce agradeció a las personas que lo estuvieron apoyando durante los días que se mantuvo en silencio ante el estallido y dejó claro que nada en su organización va a cambiar. También pidió a los espectadores que tuvieran empatía por él, pues asegura que a cualquiera le podría pasar. “La autosanación nunca va a parar, el contenido va a seguir, todo sigue exactamente y ahora convoco a todos los valientes y a todas las personas que se identificaron con este caso hacia mí, hoy soy yo, mañana le puede pasar a tu hijo, a tu papá, a tu abuelo, a alguien cercano. Si no hay pruebas legales, no pueden crucificar a otro ser humano, es hora de levantar la voz, es hora de que nos escuchen pero sobre todo señores, siempre con todo el amor”.

Asegura tener más clientes ahora

Ponce agradeció el apoyo de quienes a pesar de las acusaciones lo siguen respaldado y a quienes se han estado inscribiendo a sus retiros de sanación. Según afirma, su comunidad de seis millones de personas creció en estos días, tal como leemos en El Universal. “Llegaron miles de nuevas personas también al escuchar todo esto y al sentir un poco de morbo y curiosidad se acercaron y escucharon un poco el contenido o se conectaron con esta información y pudieron llevar sus vidas a otra nueva dimensión... me da muchísimo gusto”, dijo Ponce.

Maire Wink, por su parte, aseguró que su denuncia ya está interpuesta a pesar de que el Fiscal General de Quintana Roo lo negó, pero dijo que sus abogados no le permiten hablar al respecto. El estado mexicano ubicado en la península de Yucatán es el que está a cargo del asunto pues los hechos ocurridos, según la declaración de Maire, se llevaron a cabo en un retiro ahí.

Ricardo también prefirió mantenerse al pie de la ley, pero aclaró que no es culpable y espera que pronto se haga justicia hacia él. “Todo tiene un proceso legal que se tiene que llevar y que eso es algo donde yo no me voy a meter porque todo se tiene que hacer muy bien. Cuando tú tienes la verdad, cuando tú tienes razón lo más sensato, lo más inteligente, siempre es guardar silencio y que todo se acomode y todo va a caer por su propio peso y todo va a ser contestado en su debida forma”, afirmó.

Mientras tanto, en los próximos días ofrecerá varios webinar (conferencia en línea) para hablar de temas como las relaciones amorosas, por lo que invitó a los espectadores a comprar su acceso con un costo alrededor de los cuatro mil pesos. “La verdad siempre sale a la luz y obviamente, van a darse cuenta en muchas personas, no van a saber dónde meter la cabeza, de la vergüenza”.

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6. Una exposición en Madrid repasa algunas plantas con propiedades “espirituales”.

FUENTE: La Razón

 

 

Están aquí mucho antes que nosotros. Hace 700 millones de años aparecen las primeras plantas en el planeta Tierra, las algas y otros organismos marinos que 250 millones de años después, dan el salto a la tierra firme. Pasaron otros 200 millones de años sin tener noticias de nosotros cuando aparecen las plantas de semillas y posteriormente los ecosistemas más complejos, las coníferas y las plantas de flores. Los primeros humanos hacen su aparición hace 300.000 años. Así comienza el artículo de Ulises Fuente en el diario español La Razón.

Todo iba más o menos bien hasta el siglo XIX, cuando el hombre rompió el equilibrio y quiso apoderarse y dominar al resto de seres vivos en lugar de coexistir con ellos. Aunque las plantas callen, casi todas pueden contar historias de su relación con el hombre, no siempre tóxica, sino a veces sanadora, pero casi siempre disfuncional. Ahora que la sensibilidad de la humanidad con el planeta y el veganismo están en auge, La Casa Encendida (Madrid, España) aborda en una exposición «Un encuentro vegetal», la vida secreta de las plantas.

A partir de los fondos de la Welcome Collection y comisariada por Bárbara Rodríguez, la exposición arranca con cuatro vegetales con una especial relación con el hombre. Una relación mágica, curativa, demoníaca y política en la que la deuda cae de nuestro lado. Así, estas cuatro especies de plantas se erigen en tótems que les devuelven el poder y el respeto que en ocasiones ha sido transgredido por el hombre, por cierto, siempre occidental.

Cuatro plantas

Ese es el caso de la Cinchona, la planta de la que se extrae la quinina, un extracto que resultó determinante para la expansión de los imperios porque era el tratamiento más eficaz contra la malaria. En 1860, los holandeses fueron los más rápidos en tomar el control de este árbol, que arrancaron de allí y plantaron en sus colonias en Asia, tanto en India como en la isla de Java. Protegidos contra la malaria, dominaron el extremo oriente mientras deforestaban enormes campos donde plantar quinina.

«Y la historia continúa –dice Bárbara Rodríguez–. Recordemos que Trump dijo que tomásemos quinina contra el Coronavirus. Pero el objetivo de la exposición era hablar de las grandes expediciones científicas que se hicieron aprovechando el conocimiento local para traerlo a Europa divorciado de los ecosistemas de origen, para su comercio a gran escala y separándonos a nosotros cada vez más de la naturaleza». Un divorcio en el que había víctimas: los monocultivos de esas plantas destruyeron los ecosistemas para la producción de medicamentos. Los indígenas que se opusieran, encontraban el plomo, los que no, trabajaban la tierra en esclavitud.

El caso de la Datura tiene otros componentes: a pesar de su gran belleza, es el arma más mortífera de la naturaleza. En manos de los chamanes adecuados, es uno de los alucinógenos más poderosos de la tierra y tiene propiedades psicoactivas. Sin embargo, esta especie, rica en escopolamina, es potencialmente tóxica. La también conocida como «burundanga» puede anular la voluntad (se ha utilizado en robos, secuestros y violaciones) y provocar incluso la muerte. Centenares de medicamentos incorporan una pequeña cantidad de este fármaco y como consecuencia de su sobreexplotación, muchas de sus especies silvestres se han extinguido.

Por eso, en la exposición, un holograma va cambiando: pasa de la imagen de la planta, al tótem chamánico, a la caja de pastillas que se compra en farmacias. De esta manera, estamos ante un vegetal que es, en sí mismo, veneno, remedio y puerta sensorial hacia el interior de la mente. Algo similar le sucede a la Ayahuasca, aunque sin el componente criminal. Sin embargo, de igual forma, sus efectos sanadores o medicinales, arrancados de su entorno cultural, han generado un doble perjuicio. De un lado, los «turistas espirituales» cruzan medio planeta para participar en rituales de conocimiento ante chamanes locales convertidos en atracción turística.

En segundo lugar, se ha producido la exportación masiva y el tráfico de la raíz sagrada de estos pueblos para satisfacer la demanda de occidentales con angustia existencial ávidos del DMT y alguna respuesta para su crisis particular. El resultado es que esta moda ha llevado a las poblaciones de la ayahuasca un aumento del precio de su planta ancestral del 300 por ciento. Ese componente, llamado la «molécula de Dios», permite a quienes la ingieren intensas alucinaciones y la sensación de incorporeidad, la «muerte del ego».

La visión y el interior

La visión como ritual merece un apartado en sí mismo en la exposición, como una forma de transferencia de información de la planta al ser humano: «La humanidad ha morado durante los siglos en la matriz vegetal que contiene información para expandir nuestra conciencia y volver a conectar con la memoria planetaria», escribe Patricia Domínguez, autora de las esculturas que narran la historia de las plantas, a las que describe como «tecnologías orgánicas».

«Y no nos olvidemos de que también había indígenas en Europa, aunque la palabra suene extraña. Sus propios habitantes, claro», señala la comisaria. «Era importante hablar de ese conocimiento ancestral que por diversos motivos ha desaparecido y que además estaba en manos de las mujeres. Las llamaban brujas, aunque a lo mejor no lo eran», dice para presentar la planta de la Mandrágora, de resonancias culturales y literarias. «Está rodeada de mitología que alcanza hasta ’'Harry Potter’', y era un sedante tan potente que la extraían de la tierra con cuerdas o con perros porque pensaban que se podían morir».

Finalmente, la exposición da un salto a otra fase más reflexiva, en la que brilla la escultura «A Great Seeweed Day», de Ingela Ihrman, que presenta algas de dimensión humana y que está inspirada en una de las primeras botánicas marinas, Margaret Gatty, que se dedicó a observar las plantas que estaban bajo la superficie, las que no interesaban a los científicos masculinos. «Y llegó a la conclusión de que la piel o el agua no es una barrera. Que hay una relación entre nuestra flora intestinal y la tierra que pisamos o el fondo del mar», explica Rodríguez, que confía en que los espectadores recobren la conciencia del hummus, de la tierra. «Al fin y al cabo, de ahí viene la palabra humano».

En tiempos de coronavirus y obsesión con los microbios, quizá convenga recordar que dentro y fuera de cada ser humano viven «unos cien trillones de microbios, entre bacterias, hongos y virus, alrededor del 80 por ciento en el intestino», como recuerda Ingela Ihrman, la artista que plantea con sus obras de algas marinas a enorme escala que los humanos apenas representamos el 0,01 por ciento de la biomasa de la Tierra y por tanto somos huéspedes en un país de vegetales, pero es que, además, la microvida intestinal que albergamos tiene una importancia clave en nuestro bienestar y en supervivencia.

«Utilizo el alga marina verde como eslabón entre la flora intestinal y la flora del mar; una vía resbaladiza de retorno al agua, de aproximación hacia aquellas formas de vida que, mediante cambios en pigmentos y colores, tienen el don de fijar la energía del sol a través de la fotosíntesis», explica la artista como introducción a sus obras. «Tu piel es más que piel. Es al mismo tiempo una enorme hoja que envuelve todo tu cuerpo, un sistema respiratorio y una sucesión de órganos sensoriales, fotosensibles y acústicamente acoplados», dice Michael Marder, profesor de investigación de la Fundación Vasca para la Ciencia.

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7. Un documental cuenta los abusos protagonizados por el gurú de Bikram yoga.

FUENTE: Nueva Mujer

 

 

Las “sectas sexuales” han cobrado mayor fuerza ante el surgimiento de gurús espirituales, coaches, terapeutas y hasta ‘sanadores’ en redes sociales, según leemos en el medio digital Nueva Mujer. El documental “Bikram: Yogui, gurú, depredador” llegó a Netflix para mostrar la realidad del hombre que hizo famosa la disciplina.

El Bikram yoga es una técnica que consiste en 26 posturas exigentes que se realizan en una sala a 40 grados de temperatura. Fue creada por el indio Bikram Choudhury, que nació en Calcuta en 1944 y en los años 70 se instaló en EE.UU. Bikram se convirtió en un multimillonario debido a la devoción de sus seguidores, quienes en algunos casos fueron manipulados y abusados sexualmente.

El documental publicado en 2019 muestra los testimonios de algunas de las víctimas del reconocido instructor, quien recibía estudiantes y hasta reconocidas figuras como Shirley MacLaine, Quincy Jones y Rachel Welch, mientras vestía un diminuto calzoncillo negro y un reloj Rolex. El indio se aprovechaba de la devoción que le tenían para manipular, violentar y agredir de manera sexual, mientras cosechaba un imperio con sus franquicias. En Estados Unidos logró abrir 650 sedes y se adjudicó una fortuna de 75 millones de dólares y 43 autos de lujo.

El gurú logró que lo endiosaran a través de ofrecer las claves de la felicidad, de la salud y la trascendencia, mientras vulneraba a quienes hacían sus rutinas y los obligaba a que cumplieran sus caprichos, bien sea cayendo en agotamiento y deshidratación en sus clases, o el abuso sexual y verbal. Eva Orner, directora australiana, fue la encargada de la biopic después de recibir la información de que se habían presentado seis cargos criminales contra Choudhury, de los cuales cuatro fueron resueltos, antes de llegar a juicio.

Bikram envolvía con sus historias de mentiras a sus clientes, les provocaba desmayos y lanzaba insultos en medio de la manipulación. Para quienes deseaban convertirse en profesores de Bikram debían pagarle 10.000 dólares para ser autorizados y recibir un curso de nueve semanas en lujosos hoteles. Era en estas clases donde ocurrían las agresiones sexuales denunciadas por algunas mujeres, según relata la producción de Netflix.

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8. Perú: detienen a una banda criminal que realizaba el ritual de los Tres Espíritus.

FUENTE: Panamericana

 

 

La Policía Nacional capturó el pasado 28 de mayo a presuntos integrantes de la banda delincuencial “Los Huaruras del Sur”, en el distrito de San Juan de Miraflores (Lima, Perú). El comandante general de la PNP, César Cervantes, informó de que 9 hombres y 3 mujeres se encontraban dentro de una vivienda ubicada en la cuadra 12 de la avenida César Canevaro, según leemos en Panamericana. Una de sus víctimas fue una anciana a la que le fracturaron el brazo para arrebatarle sus pertenencias.

“Luego de un trabajo de inteligencia y seguimiento de aproximadamente una semana de dirigido por el general Jorge Luis Angulo y el superior de la Depincri de esta jurisdicción hemos llegado a establecer que en esta vivienda, en alquiler desde hace seis meses, hemos intervenido a 12 ciudadanos extranjeros, de nacionalidad venezolana, que se ha establecido que pertenecen a una banda criminal que ha cometido tres delitos contra el patrimonio”, dijo.

Por otro lado, los agentes policiales se dieron con la sorpresa de que los ciudadanos venezolanos realizaban un ritual denominado Tres Espíritus, un tipo de santería venezolana. “Acá está comprobado los delitos contra el patrimonio que causaban en esta jurisdicción con estos cuatro vehículos y a su vez se halló que realizaban un ritual denominado Tres espíritus, una santería venezolana cada vez que iban a realizar un delito”, sostuvo.

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9. España: juicio por prostituir a una mujer nigeriana amenazándola con vudú.

FUENTE: Segre

 

 

La Fiscalía solicita una condena de 7 años y medio de prisión para un hombre de 41 años acusado de prostituir a una mujer amenazándola de muerte con un rito vudú. El acusado se encuentra actualmente en la prisión de Ponent (Lérida, España), ya que fue condenado en 2017 a una pena de siete años y medio por prostituir a mujeres. Lo cuenta L. García en el medio Segre. Según el escrito de acusación del Ministerio Público, los hechos tuvieron lugar en 2011, cuando el acusado convenció a la víctima, que vivía en Lagos (Nigeria), para que viajara a Europa con la falsa promesa de un trabajo de cuidadora. Sin embargo, al llegar a Holanda, le dijo a la mujer que tendría que prostituirse para saldar la deuda que había contraído por el viaje, de 60.000 euros.

La víctima fue obligada a prostituirse durante seis meses en Holanda, después dos años en Italia y durante más de un año en la capital del Segrià. En 2015, cuando el acusado fue detenido por los hechos por los que fue condenado en 2017, la víctima pudo regresar a su país. La Fiscalía califica los hechos de un delito de trata de seres humanos y el juicio se celebrará el próximo 16 de junio en la Audiencia de Lleida.

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10. Reino Unido: juzgan a un joven que asesinó a dos hermanas tras pactar con el diablo.

FUENTE: ElSalvador.com

 

 

Danyal Hussein, de 19 años, es procesado en los tribunales de Londres (Inglaterra) tras ser acusado de apuñalar a las hermanas Bilbaa Henry y Nicole Smallman, de 46 y 27 años respectivamente. El doble crimen está relacionado con un “pacto de sangre con el diablo”, que entre otros beneficios haría a Danyal ganar la lotería, según explica, basándose en informaciones de agencias, Enrique Carranza en ElSalvador.com.

De acuerdo con medios locales como The Sun, las hermanas fueron atacadas el 6 de junio de 2020 cuando celebraban el cumpleaños de Bilbaa en Fryent Country Park, en Wembley, al noroeste de Londres. Los cadáveres de ambas fueron encontrados al día siguiente. A Nicole las autoridades le encontraron al menos 28 heridas causadas con puñal; sobre Bilbaa no precisaron la cantidad de lesiones, pero sí la profundidad de las mismas: el homicida hundió el arma hasta el fondo.

Hussein fue arrestado un mes después en la casa de su madre en Eltham, al sur de Londres. El joven confesó que se trataba de un pacto en el que ofrecía hacer seis sacrificios cada seis meses, exigiendo ser recompensado con riqueza y poder. Además, durante los allanamientos, las autoridades encontraron en el dormitorio de Danyal cartas dirigidas, según el joven, al diablo, y firmadas con su propia sangre.

En los escritos Danyal detallaba “los acuerdos del pacto”, así como también los beneficios que recibiría y el pago por los mismos. El texto detallaba que si el joven ganaba el Mega Millions Super Jackpot, el diablo recibiría sacrificios. También se expresaba la condición de que “nunca sería sospechoso de ningún delito”. Además, Danyal había prometido construir un templo al “poderoso rey Lucifug Rofocale”, a cambio de “recompensas fructíferas” y su libertad.

En el momento de la detención Danyal tenía heridas en las manos. El joven aseguró a las autoridades que “le habían robado y se había defendido”, además de que se encontraba “confundido y asustado” por lo que estaba sucediendo en aquel momento. Durante el proceso judicial en su contra, el joven ha negado el doble asesinato, así como la posesión de un cuchillo con el que se habría herido y luego firmado las cartas, y también cometido los homicidios.

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La RIES es una red de expertos y estudiosos católicos sobre el fenómeno sectario y la nueva religiosidad, presentes en España y Latinoamérica, y abarcando las zonas lusoparlantes. Pretende ofrecer, también con este boletín informativo, un servicio a la Iglesia y a toda la sociedad. La RIES no se responsabiliza de las noticias procedentes de otras fuentes, que se citan en el momento debido. La RIES autoriza la reproducción de este material, citando su procedencia.