Dar pena y dar miedo

 

04/06/2021 | por Grupo Areópago


 

 

 

 

 

En una  viñeta del ilustrador @malagonhumor se leía: “Los inmigrantes vivimos en una fina línea entre dar pena y dar miedo”. Esta viñeta se publicaba a raíz de la llegada masiva de inmigrantes desde Marruecos a Ceuta el pasado 19 de mayo. Y es que muchas han sido las impactantes imágenes que hemos visto de este terrible acontecimiento, de migrantes llegados de forma irregular a la costa ceutí; del Ejército y la Guardia Civil rescatando a niños en el mar de Ceuta y de voluntarios que esperaban a los migrantes para ayudarles y atenderles en lo que pudieran como pudimos comprobar en la foto viral  del abrazo de Luna, la voluntaria de Cruz Roja.

Y es que, al margen de cuales sean los motivos, bastante discutibles, por los que se ha producido esta crisis migratoria entre España y Marruecos, el drama humano está presente porque la vida de muchos hombres y mujeres incluso de niños está en juego; y es difícil gestionar la acogida de miles de personas, que llegan de repente a un territorio, sin nada.

Como dice el ilustrador los migrantes, da igual de donde procedan, pueden dar pena y dar miedo, porque para muchos ciudadanos su presencia hace que aparezcan en la sociedad prejuicios hacia ellos, con actitudes de desconfianza, inquietud e inseguridad, incluso xenófobas. Pero la mayoría de los extranjeros que vienen desesperados y sin recursos tienen familia en sus países y se juegan la vida buscando un futuro mejor que el que tienen, para ellos y para los suyos, pero en muchos casos, este futuro no es real, es un engaño, y todavía el drama se agudiza cuando se les trata mal como delincuentes.

Es necesario ponerse en la piel de aquel que sale de su país y abandona todo, por poco que tenga para buscar una vida en otro país, con otra cultura y con otras personas que no conoce. Y es que cuando las relaciones diplomáticas no funcionan, cuando las polémicas políticas migratorias de los países no se ponen en marcha o cuando la sociedad rechaza a los inmigrantes es más que necesaria la ayuda humanitaria de todas las organizaciones que velan por la dignidad de estas personas. La Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID) en su web www.aedic.es   indica que “la acción humanitaria tiene como objeto proteger y salvar vidas, prevenir y aliviar el sufrimiento humano”, por esto es también fundamental colaborar con organizaciones como Cáritas, Manos Unidas, Cruz Roja, ACNUR o tantas ONG’S que se preocupan en atender las necesidades básicas de todos los migrantes.

También es urgente y preciso que los ciudadanos conozcamos la labor y el trabajo que llevan a cabo con todas las personas vulnerables que necesitan ayuda; que no sólo aplaudamos su labor cuando veamos una foto de un voluntario en un momento concreto y en una circunstancia, sino que también nos impliquemos. La solidaridad es un gesto universal de todos los seres humanos, sin tener en cuenta el signo político, religioso o de vecindad. Todos podemos ser migrantes.

 

 

GRUPO AREÓPAGO