Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

 

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Nº 833

13 de may. 2021

 

1. Argentina: una familia de testigos de Jehová difunde su mensaje en conchas pintadas.

2. El líder de La Luz del Mundo cumple 52 años encarcelado en EE.UU.

3. Argentina: investigan a una terapeuta de regresión a vidas pasadas por un suicidio.

4. El Maestro Amor, beneficiado con salidas de la cárcel para trabajar en Argentina.

5. Mindfulness y meditación, una moda en las empresas que no ayuda a los trabajadores.

6. El relato de toma de ayahuasca de un periodista que oculta su lado oscuro.

7. Una nueva investigación de la Universidad de La Laguna sobre la práctica de Sahaja Yoga.

8. Perú: una exposición muestra obras de arte basadas en las visiones de la ayahuasca.

9. Una artista mexicana cuestiona el contenido “patriarcal” del tarot.

10. España: la popularidad de los rituales afroamericanos y sus diferencias con el satanismo.

 

 

1. Argentina: una familia de testigos de Jehová difunde su mensaje en conchas pintadas.

FUENTE: Noticias Net

 

 

Una familia interviene Viedma (Río Negro, Argentina) con conchas pintadas, para llevar un mensaje de amor a la vida y al prójimo. Las piezas tienen en una de sus caras un dibujo con un versículo bíblico y en la parte interior un número de teléfono y una dirección web. Lo leemos en Noticias Net. El número de teléfono que tienen las conchas marinas pertenece a Natalia, quien junto a su marido Sandro y su hijo Diego se pusieron manos a la obra para llevar a la comunidad un mensaje de amor a la vida y al prójimo. Ellos son testigos de Jehová y como ya no pueden recorrer la ciudad casa por casa, buscaron la forma de hacerlo en contexto de pandemia.

Natalia contó a Noticias Net que ellos son “testigos de Jehová y como tales, buscamos cumplir con el mandato de Jesús, de llevar buenas noticias a las personas”. “Somos tres, mi esposo Sandro que tiene 51 años, mi hijo Diego con 15 años, y yo con 46 años. Fue una iniciativa familiar como testigo de Jehová y siguiendo las enseñanzas de Jesús, que dijo en Hechos 20:35 que hay más felicidad en dar que en recibir”, reveló.

“En estos tiempos de pandemia tuvimos que modificar la forma de mostrar el amor a la vida y al prójimo, ya no lo hacemos de casa en casa, lo hacemos por medios seguros como llamadas telefónicas y cartas”, continuó. Luego, explicó que la idea surgió “de poder ayudar a las familias con pasajes bíblicos que nos han ayudado a nosotros mismos y poder guiar a las familias a este sitio (jw.org) donde encontramos información bíblica”.

“Pensamos en utilizar caracoles que trajimos del puerto de San Antonio como una forma de animar, consolar, fortalecer a las familias, debido a lo que está pasando a nivel mundial, dibujamos los caracoles y les ponemos pasaje de la biblia, como por ejemplo Apocalipsis 21:4; llevando así esperanza”, agregó. “Pusimos manos a la obra, buscamos horario que no anden muchas personas, para cuidarnos, y los dejamos en distintos lugares como el hospital, zona céntrica, plaza, parada de micro. El amor a Jehová y al prójimo nos motiva a seguir ayudando; aún más en estos tiempos, mediante esta iniciativa”, siguió. Finalmente, sostuvo que puso su número de celular “para brindar confianza a la comunidad y también pusimos un sitio que me ha ayudado a encontrar respuestas a muchas preguntas, y sobrellevar difíciles situaciones personales.

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2. El líder de La Luz del Mundo cumple 52 años encarcelado en EE.UU.

FUENTE: Milenio

 

 

El líder de la iglesia de La Luz del Mundo, Naasón Joaquín García, cumplió 52 años el pasado 7 de mayo, mientras permanece detenido en Estados Unidos acusado de 19 cargos, entre los que están abuso sexual de menores, violación, pornografía infantil y tráfico de personas. “Manifestamos nuestra alegría por el aniversario del Apóstol de Jesucristo, Naasón Joaquín García. Los integrantes de La Luz del Mundo nos unimos en oración pidiendo a Dios que le bendiga con salud y bienestar. ¡Dios le bendiga y prospere! ¡Feliz cumpleaños!”, escribió la organización en su cuenta oficial de Twitter, tal como recoge Adyr Corral en el medio mexicano Milenio.

Quien también le envió felicitaciones a Naasón, vía redes sociales, fue Silem García, vocero de La Luz del Mundo, donde agradeció “a Dios por su vida y rogamos por su salud y pronto regreso”. No es la primera ocasión que Naasón pasa su cumpleaños tras las rejas. Tras ser detenido en junio de 2019, su cumpleaños 51 lo celebró mientras se encontraba detenido en Los Ángeles, a la espera de continuar con las primeras audiencias del caso.

En abril pasado, una corte de California determinó que el próximo 27 de septiembre dará inicio al juicio contra Joaquín García, que ha acusado inequidad en el sistema financiero estadunidense, después de que se le fijara una fianza de 90 millones de dólares. Su defensa también ha señalado que no se les ha permitido acceder a todas las evidencias que existen en contra de su cliente, entre las que estarían alrededor de 37.000 mensajes incriminatorios que forman parte de la acusación.

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3. Argentina: investigan a una terapeuta de regresión a vidas pasadas por un suicidio.

FUENTE: La Voz del Interior

 

 

Una investigación judicial, una resolución administrativa del Colegio de Psicopedagogos de Córdoba (Argentina) y una advertencia sobre terapias alternativas se desprendieron después de la muerte de una mujer de 36 años y cuya familia pide explicaciones. Lo cuenta Virginia Digón en La Voz del Interior. El primer paso que hizo la familia de E.C., tras su suicidio, fue presentar ante el Colegio de Psicopedagogos de Córdoba, una serie de apuntes sobre un taller que tomaba la mujer sobre terapia de regresión de vidas pasadas. Además, se acercó un libro de un médico argentino referente en esta práctica. La denuncia se radicó allí porque quien brindaba en Córdoba el taller tenía el título de psicopedagoga.

El Tribunal de Disciplina del Colegio de Psicopedagogos inició un sumario en el que se analizó la denuncia y concluyó que la profesional se anunciaba como psicopedagoga en un “ejercicio irregular de la profesión por carecer de matriculación activa”. Además, se la encontró responsable por “informar y dar curso de Formación de Terapias de Regresión ostentando título de psicopedagoga clínica” y de “brindar atención y servicios profesionales a E.C. habiéndole comunicado su condición de psicopedagoga”.

Ante una consulta de La Voz, desde la entidad indicaron que están “muy preocupados por el incremento del uso de las terapias alternativas que no tienen nada que ver con las incumbencias de la psicopedagogía, ya que estas terapias alternativas (constelaciones familiares, flores de Bach, regresión a vidas pasadas, entre otras) no forman parte de la tarea psicopedagógica y no pueden ser implementadas por un profesional psicopedagogo/a en el marco de su tarea”, se indicó en un comunicado.

Por su parte, la profesional le dijo a este medio que “en ningún momento hizo ostentación del título”, y agregó que, cuando presentó su curriculum dejó asentado que se había recibido de psicopedagoga. Añadió que desde hace 20 años no ejerce la profesión y que por eso no se encontraba matriculada en tal colegio. En lo central de la denuncia, dijo que “el curso no tenía nada que ver con lo que le pasó a E.C.”.

En la Justicia se investiga la muerte de E. C. como de “etiología dudosa”. El fiscal del Distrito 3 turno 3, Fernando López Villagra, pidió una pericia psicológica para analizar si hubo o no incitación al suicidio. “Sabemos que la muerte fue por suicidio. No hay ningún elemento externo que permita pensar en la participación de terceros. Lo que investigamos es si hubo incitación. Es una causa que tiene 200 fojas. Tenemos materiales de un curso, dos celulares de ella, frascos con pastillas, dibujos en sus paredes y las declaraciones de sus familiares”, explicó el fiscal.

El funcionario le ofreció a la familia constituirse en querellante para poder iniciar la pericia psicológica con perito de parte, si lo quisieran así. “Por el momento no hay una relación directa entre la muerte y el material hallado. Deberemos esperar el resultado de la terapia psicológica y de todos los elementos. Sabemos que E.C. estaba enojada con algunos allegados, que tenía problemas económicos y estaba vendiendo sus pertenencias”, aclaró López Villagra. La causa no tiene ningún imputado.

Paula, hermana de E.C., indicó que se asustaron cuando tiempo después de la muerte de su hermana se dieron con los apuntes: “Hablan de experimentar la muerte para liberar el alma. Ella justo muere cuando estaba tomando el tercer capítulo de esa práctica donde habla de experimentar distintos tipos de muerte”, indicó. “Nosotros no queremos acusar a nadie, pero sí advertir que este tipo de prácticas no tienen sustento científico y por eso lo llevamos al Colegio de Psicopedagogos. Ahora esperaremos qué dice la investigación judicial”, agregó Paula.

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4. El Maestro Amor, beneficiado con salidas de la cárcel para trabajar en Argentina.

FUENTE: Varios medios

 

 

Ricardo Javier Ocampo, quien cobró fama hace años como el Maestro Amor, fue beneficiado con salidas transitorias por buena conducta para cumplir tareas laborales en una imprenta de la provincia Catamarca (Argentina), según informa El Esquiú. En el año 2014, el tribunal catamarqueño lo encontró culpable de seis hechos de abuso sexual y corrupción de menores, condenando a Ocampo a 14 años de prisión efectiva en el Penal de Miraflores, cumpliendo totalidad de la condena el 24 de julio de 2028.

La titular del Juzgado de Ejecución Penal N°1, la Dra. Elizabeth Cabanilla, dijo que, habiendo cumplido con los requisitos temporales (la mitad de la condena), a Ocampo se lo incorporó al régimen de salidas transitorias “bajo el último nivel de confianza”, que es “bajo palabra de honor”. “Habiendo cumplido con todos los requisitos establecidos en la ley fue incorporado a la semilibertad, que es un régimen que le permite salir como toda persona que trabaja por ocho horas para trabajar en una imprenta con libros de autoayuda, que también son repartidos en el penal con problemas de adicciones”, destacó Cabanilla.

“Él (Ocampo) cuenta con conducta y concepto ejemplar y ha logrado el grado máximo que exige la ley. Nunca tuvo ningún tipo de sanción y supo observar los reglamentos el orden, la disciplina y convivencia. Siempre estuvo muy comprometido con el tratamiento que le ha sido diseñado por el gabinete técnico criminológico del servicio penitenciario”, repasó.

Ricardo Javier Ocampo, mejor conocido como “Maestro Amor”, ya se encuentra prestando servicios en un establecimiento ubicado en Capayán, después de haber sido beneficiado con salidas laborales, tal como leemos en Diario Norte. Si bien comenzó a acceder a las salidas para trabajar a mediados de abril, la noticia trascendió a finales del mes. El beneficio le fue concedido por “buena conducta” en ámbitos del Servicio Penitenciario. La jueza Cabanillas confirmó esta información a Radio Valle Viejo: que el interno obtuvo el permiso por su “excelente” cumplimiento en las normas establecidas en el Penal.

Es necesario recordar que el “Maestro Amor” fue juzgado por seis hechos de abuso sexual cometidos en perjuicio de dos jóvenes de la comunidad “Meditazen”, que él lideraba. La Cámara Penal N°2 lo condenó a una condena de cumplimiento efectivo de 14 años, ya que en el debate se acreditó que los abusos contra los niños, ocurridos entre 2002 y 2007, existieron realmente.

Su influencia, sus delitos y su condena

Ocampo estaría prestando servicios en una imprenta de libros de autoayuda de la localidad de Capayán, ubicada en el departamento del mismo nombre, que es precisamente el área donde mayor influencia ganó el gurú. A través de sus fieles, en esa zona de la provincia Ocampo consiguió quedarse con extensas franjas de tierras, construir su centro religioso y un barrio propio. Para ganar las voluntades locales donó alimentos y ambulancias, e intentó infiltrarse en el sistema educativo catamarqueño, con su propia escuela, Emociones Sanitas, y colocando seguidores suyos como docentes en colegios de la región, tal como informa Sergio Carreras en La Voz del Interior.

Bajo su denominación de Maestro Amor, Ocampo ganó miles de seguidores en Argentina y en países limítrofes, a los que convencía de que era capaz de realizar apariciones y milagros, bajo un mensaje de resonancias budistas y con vestimentas y ceremonias que imitaban a las del gurú indio Sai Baba. Las denuncias que llevaron a Ocampo a la cárcel fueron publicadas por La Voz, y señalaron la relajada vida sexual que el gurú entablaba con los niños y adolescentes varones, hijos de sus seguidoras, que en muchos casos entregaban a sus progenitores convencidas de que habían sido elegidos por Dios.

Una de las madres de los niños que terminaron denunciando judicialmente a Ocampo dijo a este medio que para ella el gurú era un dios, y que habría sido capaz de pegarle un tiro en la cabeza a su hijo, si Ocampo se lo pedía. Uno de los chicos abusados, contó que Ocampo comenzó a violarlo a los 14 años, y que estaba obligado a vivir con él en Catamarca porque su madre, oriunda de Capilla del Monte, había vendido su casa y abandonado todo para seguir al gurú.

Ocampo llegó a tener también muchos seguidores en Córdoba, en ámbitos universitarios de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba, y también entre conocidos empresarios cordobeses, que le construyeron un templo en Río Cuarto y lo ayudaron económicamente para erigir sus instalaciones en Catamarca. La condena contra el gurú dejó una marca en la historia judicial argentina, porque se aplicó un agravante que prevé el artículo 119 del Código Penal, cuando el abuso sexual es cometido por alguien que está en condición de “maestro” del abusado. El fiscal Gustavo Bergesio pidió, durante el juicio realizado a fines de 2014 en la ciudad de Catamarca, que Ocampo fuera condenado a 18 años de cárcel, pero finalmente recibió una pena de 14 años y medio.

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5. Mindfulness y meditación, una moda en las empresas que no ayuda a los trabajadores.

FUENTE: El País

 

 

Cuando llegó la pandemia, Carlos estaba haciendo las prácticas curriculares en una empresa de cruceros a la que se aplicó un ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) de reducción de jornada al 50 %. El día que el director general de España comunicó la noticia por videoconferencia a todos los trabajadores, hizo saber que «para llevarlo mejor» y afrontar la situación «desde otra perspectiva porque la gente lo estaba pasando muy mal», la empresa iba a ofrecer formaciones «enriquecedoras» para su nuevo horizonte laboral, según cuenta Noelia Ramírez en el suplemento S Moda del diario español El País.

Las buenas intenciones de aquel anuncio se quedaron en dos sesiones de dos horas con una ex directora de Recursos Humanos de Carrefour reconvertida en coach donde explicaba «las partes del cerebro límbico más relacionadas con las emociones» y apelaba a la esencia del libro Inteligencia emocional, el superventas de Daniel Goleman que cumple ahora 25 años. «Nos recalcó que si pensábamos en positivo esto podía determinar los resultados que obtuviésemos».

Mientras la empresa de Carlos urgía a sus trabajadores a autopsicoanalizarse para averiguar cómo poder rendir mejor mientras el mundo se paraba por una alarma sanitaria global, ni la carga de trabajo ni las condiciones laborales de los trabajadores, y mucho menos el sueldo, «mejoraron en nada» por pensar en positivo. «Ahora pago más del 50 % de luz de lo que pagaba, nadie me ha subido el sueldo y solo nos ofrecen o merchandising corporativo o reuniones de Zoom bajo el lema ‘It’s good to talk’».

Raquel trabaja en Irlanda en una de esas empresas que, antes de la pandemia, ofrecían clases de meditación y yoga gratuitas para empleados, de esas a las que «nadie nunca podía ir en realidad» por el horario en el que se ofrecían y porque el nivel de trabajo que asumían normalmente les impedía escaparse en leggings a estirar y despejarse. También tenía cenas gratis si cumplía con el KPI, un indicador clave del rendimiento del empleado.

Con la llegada del coronavirus, Raquel, que trabaja en el departamento de Atención al Cliente para el mercado español y de Latinoamérica, pasó a trabajar desde casa y perdió todos aquellos benefits que tenía en la vida de oficina. «No se ha ingresado ni una libra extra. Las charlas que ofrecen nos pueden venir bien porque trabajamos en una ciudad muy depresiva y ya ni tenemos aquella vidilla de vernos unos a otros en el trabajo, ¿pero mejorar las condiciones? Eso nunca se ha planteado».

Jordi no bajó el ritmo laboral en pandemia y en su correo recibe habitualmente invitaciones a charlas motivacionales que bajo el título ‘La sorprendente conexión entre el cerebro, la mente y el bienestar’ prometen «desplegar el potencial humano en momentos de desafío, incertidumbre y cambio». Empleado en una de esas consultoras que han sido criticadas por quemar a sus empleados por sus jornadas maratonianas de más de 80 semanales bajo la dictadura de la eficiencia, en la empresa de Jordi, además de esas charlas motivacionales para vislumbrar las crisis como oportunidades de mayor rendimiento, los trabajadores tienen a su disposición un servicio de apoyo psicológico, un programa de mindfulness de varios niveles o clases de yoga online. Como Raquel, y como suele pasar en la mayoría de casos, Jordi nunca los ha utilizado. Como a Raquel o a Carlos, a Jordi tampoco le han mejorado sus condiciones laborales básicas.

Vive para trabajar, pero meditando

Dime cuántas actividades gratuitas de bienestar personal y mental pone a tu disposición tu empresa y te diré el nivel de estrés perpetuo con el que te suelen asfixiar. La pandemia y el teletrabajo han logrado borrar de nuestro imaginario a aquella estampa de oficina enrollada repleta de chucherías distractoras que importamos de Silicon Valley, pero en contrapartida ha instaurado una neocultura de bienestar emocional corporativo que, como explica Thom James Carter en Los programas de mindfulness corporativo son abominables, se ha convertido en «una nueva cortina de humo para que, una vez más, las empresas del tardocapitalismo hagan lo que hacen mejor: poner sus beneficios por encima de las personas».

De aquellas oficinas diáfanas tipo loft, las de las neveras llenas de refrescos y cervezas, las de sitios de trabajo sin determinar, las de máquinas de café rebosantes a todas horas que animaban subliminalmente a trabajar sin parar –para qué vas a ir a casa si en la oficina te ponen hasta sofás para echar una cabezadita o descansar– hemos pasado a una nueva cultura empresarial en la que las compañías se congratulan de ofrecer respuestas a la epidemia de ansiedad y estrés laboral aplicando supuestos métodos revolucionarios de bienestar emocional.

“Sentarte durante una presentación de mindfulness y meditación, cuando tu bandeja de correo electrónico está a rebosar y ya hay una cantidad indecente de trabajo por hacer, puede sentirse hasta insultante», apunta Carter sobre este boom corporativo cuya estrategia es la de encajar y acomodar el bienestar emocional en la lógica empresarial. «Esa apropiación de lenguaje que mezcla superación personal y autorrealización, esa fórmula que justifica la apropiación del mindfulness y la meditación en la lógica capitalista es el nuevo truco corporativo: conseguir más dinero siempre fue la intención principal», sentencia en su ensayo.

En España, el mindfulness corporativo en las grandes compañías es una realidad. Según informa el Observatorio de Recursos Humanos (ORH), el 64 % de las 102 compañías certificadas como Top Employers España ya cuenta con iniciativas en la materia como talleres de formación en mindfulness, espacios de silencio para la meditación o la práctica de la alimentación consciente.

En el abanico de actividades destacan las pausas para «aliviar el estrés durante el horario laboral» (implantadas ya por el 62% de las compañías Top Employers España), las clases de yoga (55 %) o los programas de desarrollo personal y autoconciencia (52 %). Esos programas supuestamente introspectivos responden a talleres con títulos como «Presencia, dirección y comunicación: el líder sano» –un taller que, por ejemplo, recibieron 120 managers de Allianz Seguros en 2018–, charlas que en realidad son narrativas que convierten en fórmulas mercantilizables los recursos asociados al bienestar emocional.

¿Por qué las empresas se acogen con tanto entusiasmo al mindfulness corporativo? ¿Qué les mueve realmente? «La pandemia nos ha enseñado que no sólo tiene valor mantenerse sano, sino que cuidar el bienestar de los empleados es productivo y rentable», aseguraba la consultora Mercer en un informe reciente: el bienestar emocional de los empleados es la nueva nevera llena de fruta de la oficina prepandémica. El mindfulness y la meditación se han convertido en los activos más provechosos con los que mercadear para conseguir un mayor rendimiento de sus trabajadores.

«Desde que implantamos estos programas ha mejorado nuestra productividad», decían desde el BBVA defendiendo su estrategia a Cinco Días. El pensamiento corporativo abraza estos recursos ‘saludables’ para el empleado por una única motivación: conseguir que sus resultados mejoren y así se optimicen los de la propia empresa. Los estudios lo prueban, tal y como recoge la investigación de Carter, se han publicado 813 investigaciones entre 1965 y 2005 que hablan sobre el uso terapéutico de la meditación (más de la mitad se hicieron después de 1994) sobre el cuerpo humano.

Un nuevo paradigma que ha explotado en las grandes empresas de todo el planeta, sumándose a la mística de la cultura de la hipereficiencia laboral de Silicon Valley, esa que ha hecho del hackeo del cuerpo humano (el biohacking apuesta por convertir a nuestro organismo en una supermáquina optimizada) y del espiritualismo corporativo un matrimonio muy bien avenido para conseguir el triunfo empresarial.

Análizate: el problema está en ti y no en el sistema

Hace un cuarto de siglo se publicó Inteligencia emocional, el tomo seminal de esta cultura que urge a la autorrealización personal a toda costa y que redactó el psicólogo por Harvard y redactor científico de The New York Times Daniel Goleman. En su investigación, que nutre buena parte de los discursos de mindfulness de todas las grandes empresas y sus seminarios sobre la felicidad, se sugería que el cociente intelectual puede importar menos que lo que se entiende como el carácter. Que para poder progresar socialmente, lo interesante era analizar nuestras emociones en todo momento. Que el autocontrol sobre nuestra propia conciencia nos podía llevar al éxito.

Veinticinco años después, la revisión de la biblia de las emociones no parece haber envejecido bien. «La inteligencia emocional es una doctrina de autoayuda profundamente en deuda con la ideología moralizante del neoliberalismo», escribía la académica Merve Emre recientemente en “Las políticas represivas de la inteligencia emocional” en New Yorker. Emre criticaba en el texto cómo este baremo se ha convertido en el perfil competencial que muchas empresas utilizan y cómo aquella teoría ha supuesto reducirlo todo a aptitudes puramente individuales que no tienen en cuenta otros factores externos.

«La inteligencia emocional no es una cualidad, ni siquiera un atributo, sino un régimen de moderación. Es una colección de prácticas —evaluación, retroalimentación, coaching, meditación— para monitorearse a sí mismo y a los demás, de una manera que une la promesa de la autorrealización total con los peligros de la privación social absoluta. A pesar de todas sus justas proclamas sobre lo que aflige al mundo moderno, sus objetivos son francamente conservadores», sentencia.

Junto a esa inteligencia emocional, el mindfulness y la meditación se han convertido en los bastiones de la nueva cultura de la felicidad y el bienestar empresarial. Una entelequia que también se ha heredado de la cultura auspiciada por los gurús tecnólogicos. A mediados de los setenta, Steve Jobs lo empezó a implantar en los cuarteles de Apple tras el viaje y la epifanía que vivió en un viaje a la India, del que volvió con la cabeza rapada y convertido en budista.

Jobs decidió instaurar pausas de trabajo de 30 minutos para que él y otros empleados pudiesen meditar y propuso incluir habitaciones de meditación dentro de la compañía. En Google también se ha optó por una fórmula similar, con el histórico método de mindfulness de Cheng-Men Tan, el ingeniero y empleado número 107 de la compañía, conocido ya como el «oráculo» o el «brujo» de Google. El ingeniero es el responsable de haber instaurado una estrategia de mindfulness –el programa Search Inside Yourself de sesiones semanales o intensiva de dos días donde los empleados se sientan en un cojín a meditar para manejar mejor el estrés– que ahora se ha exportado a un instituto propio, el Search Inside Yourself Leadership Institute, un gigante que ya opera sobre 50 países y sobre decenas de miles de trabajadores.

«Cuando el mindfulness y la meditación se encajan en la lógica tardocapitalista no son las estructuras sobre las que se asientan las que tienen un problema: el problema se centra en ti”, escribe Carter a propósito de Search inside yourself (busca en tu interior), un lema que se ha convertido en una etiqueta paradigmática que viene a resumir la esencia de toda esta nueva cultura laboral: si estás quemado, tú eres el responsable de repensar qué haces mal con tu vida, buscar en ti mismo, y nunca analizar qué falla más allá de lo que tú puedes aportar.

Curiosamente, en estos programas de bienestar nunca se cuestionan esas «jornadas de 87 horas semanales, la falta de personal, los plazos de entrega inalcanzables, una rotación de plantilla exagerada o la ausencia de apoyo para hacer frente al teletrabajo» –las quejas que han hecho públicas esta misma semana unos auditores de segundo año de EY en su sede de Barcelona–. En esos talleres la respuesta para mejorar solo la encontrarás en ti mismo, nunca en el sistema que perpetua esa sobrecarga y jornadas extenuantes. Pagar un salario acorde a lo trabajado, tener un horario razonable o cumplir con las vacaciones estipuladas podrían solucionar ese manejo del estrés y ansiedad por el trabajo, pero para qué planteárselo si a los empleados se les inocula la creencia de que son solo ellos, equivocándose por no reprimir sus emociones adecuadamente y sin saber controlar el momento presente, los únicos que lo están haciendo mal.

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6. El relato de toma de ayahuasca de un periodista que oculta su lado oscuro.

FUENTE: Esquire

 

 

¿Qué es la Ayahuasca? Así fue nuestra experiencia con esta droga natural, explica Álvaro Luengo en la revista Squire del mes de mayo. Ha pasado de estar escondida en la profundidad de la selva a estar presente en ceremonias que se celebran a pocos kilómetros de tu casa. Hemos estado en una para intentar conocer los secretos de la liana de los espíritus, una planta que es una droga ilegal para algunos... y una potentísima medicina espiritual para otros.

Meto en la mochila una manta y una almohada, me han dicho que es todo lo que voy a necesitar. Salgo de Madrid por una carretera que va hacia el norte, hace un rato que ha anochecido y un cuarto de hora después, frente a una verja verde, la robótica voz del navegador me indica que he llegado a mi destino, que no es otro que mi primera ceremonia de consumo de ayahuasca. Y creo que no va a ser la última. Pero no adelantemos acontecimientos.

La ayahuasca es una medicina tradicional utilizada por los chamanes del Amazonas desde tiempos ancestrales, y hace relativamente pocos años que salió de la selva para ponerse de moda en EEUU y Europa, especialmente en España. Se elabora a través de la decocción de una liana que crece en la selva (la ayahuasca, de la que el brebaje toma su nombre), junto a las hojas de otra planta, la chacruna. El resultado es una poción con un fuerte poder alucinógeno y, para muchos de sus defensores, sanador.

Al entrar en el cuerpo, la sustancia produce entre otros efectos alteraciones en la percepción y la cognición que permiten abrir determinadas puertas que nuestro cerebro tenía cerradas, en la mayoría de los casos como mecanismo de autodefensa. A lo largo de nuestras vidas, vamos acumulando traumas y experiencias conflictivas, muchas de las cuales nuestra parte consciente esconde debajo de la alfombra como si nunca hubiesen existido, de forma que no tengamos que vivir con ese dolor. Lo que ocurre es que siguen ahí, condicionando sin saberlo muchos aspectos de nuestra existencia, de nuestra relación con los demás y con nosotros mismos.

La ayahuasca lo que hace es levantar esa alfombra, sacudirla y mostrarte, generalmente a través de visiones nítidas, aquello que de alguna manera te está bloqueando. Un ejemplo muy simple: imagina que cuando tenías tres años tuviste una fuerte caída aprendiendo a montar en bicicleta y que aquello supuso una experiencia traumática para un chaval de esa edad, así que quedó escondida en alguna parte de tu inconsciente. Si no existe, no sufres.

La ayahuasca podría mostrarte con nitidez aquel recuerdo y ahora tu mente adulta es capaz de ponerlo en su sitio, de procesar que realmente no fue para tanto y de entender por qué a día de hoy no eres capaz de subirte a una moto. Lo que sucede es que muchas veces el recuerdo que aflora no es tan nimio, e igual que te muestra el episodio de la bicicleta, la planta puede hacerte ver que tu vida de pareja no funciona porque estás proyectando en ella la relación que tienes con tu madre o que tus problemas sexuales son fruto de un abuso que sufriste en la infancia.

Y es que no es esta una droga recreativa, porque el viaje en muchas ocasiones no resulta placentero en sí mismo, sino más bien lo contrario. Pero quienes la han utilizado afirman que es una herramienta poderosísima para reconectar contigo mismo, para desintoxicarte de muchas cosas que te impiden ser feliz y para conocer otro plano de tu existencia al que no habías tenido acceso antes. Por eso, las ceremonias de toma de ayahuasca están proliferando en los últimos años en nuestro país de manera clandestina (son ilegales o, más bien, alegales), mientras asociaciones como la Plantaforma para la Defensa de la Ayahuasca pelean por que se permita el uso de una sustancia que, defienden, puede ayudar a mucha gente.

Y gracias a ellos es por lo que yo estoy esta noche frente a esta verja. Me bajo del coche, atravieso un pequeño jardín, llamo a la puerta y me abre Nak. Él es el facilitador (le parece pretencioso llamarse chamán, pero a todas luces lo es) que dirigirá la ceremonia de hoy. Se trata de un ex publicista de unos 40 años. Conoció la cultura de esta planta durante un viaje a Perú que le cambió la vida. Allí aprendió de viejos maestros el poder curativo de la naturaleza y se propuso compartirlo con el mundo occidental, como va a hacer hoy con las siete personas que van a participar (yo, en principio, sólo voy de espectador) y que ya están de charla en un pequeño saloncito.

Me uno a la conversación y me cuentan que todos ellos ya han tenido relación con la ayahuasca, excepto una mujer cordobesa de unos cuarenta y tantos años para la que va ser la primera vez. “No estoy nerviosa”, me dice. “He preferido enfrentarme a esto sin ninguna expectativa, a ver qué pasa”. También hay un chef argentino, una chica que debe rondar los treinta, una mujer jubilada, un profesor de meditación y una coach que trabaja en recursos humanos, que se sienta a mi lado y se enciende un pitillo.

Aprovecho para preguntarle por sus razones para estar aquí hoy: “Mira, yo tengo una hermana pequeña con la que solo me saco diez meses. Cuando nació, por una serie de circunstancias, mi madre no podía hacerse cargo de las dos y yo me fui a vivir con mi tía. Mi discurso durante muchísimos años fue que yo había sido una niña muy afortunada por haber tenido dos madres, pero gracias a la ayahuasca lo que descubrí fue que en realidad tenía escondido un sentimiento de abandono muy profundo que había marcado mi vida y mis relaciones con los demás sin yo saberlo. La planta me permitió darme cuenta y poner en orden muchas cosas. A ver qué sale hoy”.

Nak nos invita a pasar a la sala contigua, donde se va a celebrar el ritual, mientras él va a cambiarse de ropa. Es un espacio agradable, amplio, diáfano y limpio, todo muy blanco. Hay una alfombra grande en el centro con ocho colchones repartidos a su alrededor. Sobre cada uno de ellos descansa un rollo de papel higiénico y un cubo de plástico azul. También hay en la habitación algunos instrumentos musicales y un trozo de liana de ayahuasca. Espero a que todos hayan escogido su lugar y me coloco en el colchón que queda libre, junto al chef argentino, que espera en posición de loto a que empiece el lío.

El chamán regresa con un pantalón que parece de lino y un forro polar blanco, se coloca en medio de la sala y explica de manera muy concreta lo que va a suceder a partir de ahora. Ofrecerá el brebaje una primera vez y, pasadas una o dos horas, ofrecerá una segunda toma. La planta, de la que habla con sumo respeto, será la encargada de limpiar el cuerpo, incluso físicamente a través de una sudoración excesiva, lagrimeo, ganas de ir al baño o vómitos que pueden ser intensos. De ahí el cubo.

Afirma también que en muchas ocasiones quien vomite verá con claridad qué es lo que está expulsando, el trauma o el bloqueo que se está quitando de encima. Y que el alivio será inmediato. Advierte además de que nadie se asuste si su viaje se descontrola. No suele suceder, aunque él estará pendiente y tiene herramientas para volver a centrar a quien lo pueda estar pasando demasiado mal. Aunque en realidad esa es la clave del proceso: puede que para sentirte mejor que nunca primero sea necesario pasar un rato incómodo enfrentándote a tus miedos. Hay que dejarse llevar para que la medicina trabaje, y eso puede no resultar ni fácil ni cómodo.

Lo primero que se bebe en la ceremonia no es ayahuasca, sino un chupito de otra bebida que tiene como base la planta Peganum harmala. Esta actúa como inhibidora de una enzima de nuestro cuerpo que bloquea la dimetiltriptamina (DMT), la sustancia responsable de las alucinaciones, conocida como la ‘molécula de Dios’. El chamán va llamando a cada participante, que se acerca y bebe un vasito. Llega mi turno y, aunque yo no he ido allí más que de observador, también me acerco: “¿Esto tiene algún efecto físico?”, pregunto. “No, es solo para que la DMT haga efecto. Como mucho podrás notarte más relajado”. Para dentro entonces. Bueno no está, pero se soporta.

La bebida tarda unos diez minutos en hacer efecto y Nak aprovecha para apagar la luz y encender unas velas: ahora es cuando da comienzo la parte más chocante para una mentalidad puramente occidental como la mía. Con la botella de ayahuasca en la mano, se enciende un cigarro hecho con planta de tabaco e insufla el humo con sonoros soplidos hacia la boca de la botella. Se levanta mientras pronuncia una serie de rezos mirando a los cuatro puntos cardinales, en los que habla de la protección del colibrí dorado, de los espíritus de la madre naturaleza, del jaguar, del fuego, del agua y de un montón de conceptos más, muy cortocircuitantes para un cuarentón de ciudad como yo, que jamás antes se había interesado en ningún tipo de ‘tratamiento’ sin un médico con su bata blanca de por medio. Pasan los diez minutos y es el momento de ofrecer la ayahuasca. Todos beben, menos yo. En media hora, comenzarán los efectos.

Vomitando traumas

Mientras eso sucede, hablemos de Nak, que es el presidente de la Plantaforma. La asociación nació hace diez años, entre otras cosas para luchar contra las malas prácticas relacionadas con la toma de ayahuasca, muchas de ellas derivadas de un interés meramente lucrativo que crece como la espuma tanto en Sudamérica como en nuestro país. Además, pelean por que se cambie el marco legal: “La ayahuasca en España está catalogada en el listado de sustancias prohibidas al mismo nivel que la heroína o la cocaína. Y no queremos que se nos tache de drogadictos ni de narcotraficantes. Lo que queremos es que esto se pueda introducir en la sociedad porque puede resultar muy beneficioso para procesos de depresión, de ansiedad, o para curar ciertas adicciones...”.

Y esa pelea no la abandera ni una secta ni un grupo de hippies. Dentro de la Plantaforma hay jueces, médicos, fiscales, científicos, psiquiatras y terapeutas de todas las disciplinas que han incorporado la ayahuasca a sus vidas y que piensan que bien empleada puede ser muy beneficiosa para la sociedad. Porque, al margen de su capacidad para resolver bloqueos concretos, afirman que al elevar el grado de consciencia se pueden descubrir y explotar otras herramientas que el ser humano tiene aletargadas, como pueden ser nuestra capacidad de sentir, de perdonar o de empatizar. Capacidades que nos harían mejores como grupo.

Pero volvamos a la ceremonia, que la planta empieza a hacer efecto. Tras la toma, cada uno de los participantes descansa en su colchón y se dedica a su trabajo de introspección. Todos se acurrucan en sus mantas mientras Nak empieza a cantar ícaros, composiciones sagradas con un ritmo muy repetitivo que aluden constantemente a la ayahuasca y a otras plantas amazónicas, pero también a animales, espíritus y al poder curativo del ritual. Simplemente con escuchar, al rato me sorprendo a mí mismo consiguiendo un grado de relajación que hacía años que no sentía, incluso me planteo si lo había llegado a sentir alguna vez.

Me saca de mi ensimismamiento la primera vomitona; la chica joven, a tres colchones del mío, se está vaciando en el cubo con una ráfaga de potentes arcadas. Creo escuchar algún sollozo leve bajo otra de las mantas cuando la mujer jubilada estrena también su recipiente. Parece que el efecto del brebaje les llega a casi todos a la vez, pero curiosamente la situación, lejos de ser dantesca, sucede con completa normalidad dentro del contexto, y mientras el chamán sigue cantando yo sigo disfrutando de una placidez que tenía casi olvidada.

Ha pasado poco más una hora cuando la mujer cordobesa, la debutante, sale de la sala con un paquete de tabaco en la mano. Aprovecho y la sigo. No quiero molestarla en su proceso, pero la veo tan consciente y tan normal que me siento a su lado y le pregunto cómo se siente. “Está siendo muy bonito”, me dice, “algo diferente a como pensaba, nada traumático. Es como si me estuviera reencontrando conmigo misma. Me he visto sonriendo y ha sido precioso. Ya casi no me recodaba así”. Volvemos a la sala donde ahora no se escuchan ícaros. Nak está preparando la bebida para ofrecerla por segunda vez.

Todos van a por su segunda toma y casi sin darme cuenta esta vez me puede la curiosidad y yo también me acerco: “¿Puedo solo probarla?”. El chamán me sirve en un vaso pequeño de plástico, del tamaño de una taza de café, menos cantidad que al resto. Me lo tomo en mi colchón y después salgo de la sala para fumarme un cigarro y quitarme el mal sabor de boca. No está rica. Al poco rato, la chica joven viene a hacer lo propio y me comenta: “Ahora es importante que te dejes llevar”.

Vuelta al colchón, apoyo la almohada en la pared y me relajo junto al resto. Llego a un punto en el que es como si yo no me hubiera dormido, pero mi cuerpo sí. Una sensación muy agradable. Un pequeño cosquilleo me empieza a subir desde los pies y cuando llega a la cabeza cierro los ojos. No sucede nada extraño durante un rato hasta que un fogonazo de neón amarillo lo ilumina todo y abro los ojos casi por acto reflejo. Los vuelvo a cerrar y se repite, con lo que empiezo a inquietarme. Me quedo un rato observando al resto, que están trabajado en lo suyo mientras el chamán canta y toca una especie de didyeridú.

Al cerrar de nuevo, lo que veo es esa secuencia típica de ciencia ficción en la que, desde el punto de vista del piloto, una nave arranca a la velocidad de la luz y va dejando las estelas de las estrellas a su paso. Y entonces lo que antes era inquietud pasa a ser acojone porque, si me dejo llevar como me había dicho la chica, siento que aquello puede llevarme a cualquier lado. Y pienso que no estoy ahí para eso. Para mí esto exige cierta mentalización previa que yo no había trabajado. Me entra el miedo, vuelvo a abrir los ojos y permanezco más de una hora en ese estado de relajación antes de quedarme dormido.

La ayahuasca no es para todo el mundo

Me desperté antes de amanecer, y casi todo el grupo estaba en la sala contigua compartiendo la experiencia. Luego se uniría también el chamán. En general, dijo, había sido una sesión bastante tranquila, sin grandes dramas, por lo menos en lo aparente. Hubo quien esa noche se reconcilió con su exmarido y quien se vio dentro de un videojuego en 8K. Alguien tuvo claro que había vomitado un ladrillo que le oprimía y se guardó el significado para sí. Y hubo quien vio cómo en el techo florecían telarañas de colores fosforitos. Y también quien se volvió a casa en su coche, con su manta y con su almohada, haciéndose cientos de reflexiones.

¿Es posible que nuestra soberbia occidental nos esté cerrando los ojos a otras alternativas ancestrales que pueden resultar efectivas? No lo sé, pero sí creo que nos impide verlo con cierta objetividad el hecho de que la ayahuasca se tome en ceremonias donde el rito es tan importante y, por puro desconocimiento, tan chocante para muchos de nosotros. Si te la dieran en una pastilla en un hospital entonces las dudas serían menos. De hecho, ya se han llevado a cabo varias investigaciones, una de ellas en el hospital Sant Pau de Barcelona, y son muchos los personajes públicos, desde Oliver Stone hasta Sting, pasando por Lindsay Lohan, que han defendido su utilidad. Incluso Giovanna Valls, la hermana del que fuera primer ministro francés Manuel Valls, ha recogido en el libro Aferrada a la vida cómo la ayahuasca se convirtió en una herramienta fundamental para dejar la heroína.

Pero no es menos cierto que esta sustancia debe ser administrada con un profundo conocimiento y que no es apta para todo el mundo. Puede causar cuadros psicóticos graves (incluso irreversibles) a personas con antecedentes de problemas mentales, como esquizofrenia o bipolaridad, y es incompatible con la toma de medicamentos como los antidepresivos. Incluso hay quien ha muerto por culpa, según parece, de estas malas prácticas, ya que no se ha determinado que la ayahuasca presente niveles de toxicidad peligrosos para el cuerpo humano.

En cualquier caso, y basándome en mi mínima, fugaz y poco profunda experiencia, yo lo que vi fue a siete personas a las que esta sustancia les hizo, al menos aparentemente, mucho bien. Y también vi a otra, yo, a la que siendo agnóstico en estas lides se le entreabrió una puerta por la que no descarto entrar algún día. Porque, como me dijeron aquella noche, “se trata de vivir, no de intentar sobrevivir”. Y yo quiero eso. Aunque acojone.

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7. Una nueva investigación de la Universidad de La Laguna sobre la práctica de Sahaja Yoga.

FUENTE: Geriatric Area

 

 

Las personas que practican la meditación basada en el silencio mental poseen mayor cantidad materia gris, lo que puede contribuir al mantenimiento de las funciones cognitivas, tal y como revela una investigación sobre la influencia del silencio mental en el cerebro humano liderada por la Universidad de La Laguna y publicada en la revista Plos One. Lo leemos en el portal especializado Geriatric Area.

Tal y como señalan los investigadores, desde hace más de cuarenta mil años los seres humanos disponemos de un lenguaje que nos permite comunicarnos con precisión, y este lenguaje “se reproduce dentro de nuestro cerebro a modo de pensamientos de forma ininterrumpida. Cuando los pensamientos negativos se repiten en círculos viciosos, nuestra salud mental puede quedar afectada con temas tipo estrés, ansiedad o depresión”.

La documentación científica muestra que estar con la atención en el presente, en el aquí y ahora, es beneficioso para la psique y salud en general. “Desgraciadamente, los pensamientos generan realidades imaginadas que nos sacan del presente y parar los pensamientos de forma prolongada, especialmente cuando no hacemos una tarea que demanda mucha atención, no es sencillo”, señalan los investigadores de la Universidad de La Laguna.

El yoga incluye muchas técnicas diferentes, entre las que la meditación (dhayana en el yoga clásico) tiene un papel principal. El primer tratado de yoga, “Los Yoga Sutras de Patanjali”, menciona que “el yoga es la supresión de las modificaciones de la mente”. En el yoga antiguo se describía un estado superior de conciencia llamado Nirvichara Samadhi, que podría traducirse como «silencio mental» o «conciencia sin pensamientos». En este estado, la mente está en calma, con un sentimiento de gozo interior y con la atención centrada en el presente. La Meditación de Sahaja Yoga pone en práctica los objetivos del yoga clásico para lograr el estado de Nirvichara o silencio mental.

En este sentido, los investigadores liderados por el profesor Sergio Elías Hernández, de la Universidad de La Laguna, en colaboración con científicos de la Universidad Kings College de Londres, la Universidad Jaume I de Castellón y del Sermas de Madrid, llevan diez años explorando los beneficios del estado de silencio mental para el cerebro humano.

Este estudio, lleva por título “La Meditación de Sahaja Yoga se asocia a un mayor volumen de materia gris en todo el cerebro; comparación detallada área por área”, fue realizado en el escáner de resonancia magnética de la Universidad de La Laguna, donde los investigadores registraron la anatomía cerebral de 23 voluntarios meditadores, expertos en la meditación de Sahaja Yoga, y 23 voluntarios no meditadores. Ambos grupos estaban formados por voluntarios sanos y ambos colectivos eran muy similares o equivalentes en edad, nivel estudio, etnia, proporción de hombres y mujeres, etc.

Para entender mejor este estudio, los investigadores recuerdan que el tejido cerebral se clasifica, según su apariencia, en tres tipos: la materia gris, compuesta por los cuerpos e interconexiones neuronales (gris oscura en las imágenes de resonancia); la materia blanca, formada por fibras nerviosas o conexiones largas entre zonas distantes (gris claro en las imágenes de resonancia) y el líquido cefalorraquídeo o sustancia acuosa, que llena los huecos interiores y sirve de protección y transporte de sustancias químicas.

El estudio de la anatomía cerebral mostró que los meditadores poseían de media un 7 % más de materia gris en todo el cerebro. Este tipo de comparativa de la materia gris del cerebro se ha hecho en los últimos años entre otros grupos en deportistas, músicos, taxistas, budistas, meditadores de mindfulness, etc. En estos casos los análisis mostraron que el grupo estudiado tenía diferencias locales, mayor materia gris, en las áreas del cerebro asociadas a su práctica específica pero nunca la diferencia era en todo el cerebro como en el caso del silencio mental.

La diferencia de un 7 % de más materia gris es especialmente significativa si se tiene en cuenta que perdemos entre un 0,15 % y un 0,3 % de materia gris por año en todo el cerebro y que estas pequeñas diferencias de materia gris pueden marcar que mantengamos o no intactas nuestras funciones cognitivas. Cabe reseñar que enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, la demencia senil o el Parkinson también están asociadas a perdidas de materia gris.

Un avance de este estudio se publicó en la misma revista Plos One en 2016, pero la metodología disponible no permitió hacer un estudio detallado para ver cómo se distribuían las diferencias de materia gris en las diferentes zonas del cerebro. Dada la singularidad del caso, único estudio con diferencias de materia gris globales en todo el cerebro, los investigadores tuvieron que desarrollar un método estadístico específico para poder evaluar dichas diferencias, área por área. De entre todas las áreas del cerebro, la diferencia de materia gris era más acentuada, siempre mayor en meditadores, en el lóbulo temporal derecho, área asociada con las emociones y en ambos lóbulos frontales, áreas asociadas con funciones de autocontrol cognitivo y emocional.

En conclusión, los hallazgos del estudio muestran que el silencio mental, experimentado a través de la meditación de Sahaja Yoga, está asociado con un efecto protector en todo el cerebro, que ralentiza la pérdida de materia gris asociada a la edad. Las áreas donde esta diferencia era más notable, fueron aquellas que son cruciales para el control de la atención y las emociones. Dado que la materia gris disminuye con la edad y con muchas enfermedades psíquicas, esta diferencia en todo el cerebro sugiere un cerebro más joven y sano.

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8. Perú: una exposición muestra obras de arte basadas en las visiones de la ayahuasca.

FUENTE: El Comercio

 

 

Aunque nació en Ucayali (Perú), desde hace más de veinte años, Roldán Pinedo, Shoyan Shëca (su nombre shipibo) vive en Cantagallo, en Lima, con más de 250 familias de su comunidad. En los primeros meses de la pandemia, ellos estuvieron prácticamente aislados, sin dejar entrar ni salir a nadie. Eso los ayudó a protegerse de la enfermedad, pero también los afectó económicamente, pues les impidió vender su artesanías, pinturas y obras. Lo cuenta Jorge Paredes Laos en El Comercio.

Como cuenta Roldán Pinedo, sobrevivieron gracias a las donaciones y la asistencia de organizaciones de ayuda, así como con las ventas de sus trabajos a través de las tiendas virtuales del Ministerio de Cultura. “Hubo contagios y los que cayeron fueron asistidos no sólo con pastillas, sino también con la medicina tradicional”, cuenta el artista. Una práctica que él conoce muy bien; pues, cuando era niño, veía a su abuelo —el chamán Antonio Pinedo Muñoz— curar con el poder de las plantas amazónicas. Estas visiones, especialmente las producidas por la ayahuasca, se convirtieron, con el tiempo, en los motivos centrales de su producción artística.

La obra que él presenta para el proyecto De Voz a Voz Perú —y que puede ser vista en el Museo de Arte Contemporáneo de Barranco— fue realizada durante los primeros meses de cuarentena, y en ella narra un ritual de sanación dirigido por el canto de las sirenas, seres míticos que en el cuadro sirven de comunicación con el chamán. “Eso es lo que yo visiono —dice Pinedo—, las sirenas tienen energía y su canto nos guía para sanar a las personas. En la pintura, las serpientes son la medicina, pero también están ahí protegiendo al maestro curandero”.

Con su trabajo artístico, Pinedo no solo ha preservado los saberes de su cultura, sino también busca llamar la atención sobre los males que afectan la Amazonía, como la deforestación y la depredación de la fauna del bosque. El año pasado, presentó en el Centro Garcilaso una exposición titulada “Solo árboles”, conformada por 25 cuadros en gran formato, en los que pintó especies en peligro por la tala indiscriminada, como la caoba, la lupuna, el cedro, el caspi o la capirona: “Muchos de estos árboles ya casi no existen en la selva, pintarlos es mi forma de protestar… los árboles son el pulmón del mundo”, dice.

En esa misma perspectiva viene preparando una serie de obras, con las que rescatará la figura de los peces amazónicos. Pinturas que serán presentadas en una exposición colectiva que se inaugurará el próximo 6 de mayo próximo en la sala Luis Miró Quesada Garland, de Miraflores, bajo el título de “Kenebo: cartografía de la eco cosmología shipibo-konibo”.

“En el mundo amazónico y shipibo —afirma—, crecemos rodeados plantas y animales, rodeados de peces en las cochas, en las lagunas. Pero, ahora ya no hay peces, no existen paiches, los están exterminando. Ahora solo se les ve en los criaderos, en las piscigranjas, pero en el mundo natural ya no están. En mi trabajo, por eso, quiero mostrar a esos peces que ya no existen en la selva. Quiero hacer ver a la gente que tenemos una inmensa riqueza que está siendo desaparecida”.

Por eso, la obra de Roldán Pinedo, más allá de su deslumbrante cosmovisión, es también una forma de resistencia. De Voz a Voz Perú es un proyecto desarrollado por el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) y El Comercio, con el auspicio de Telefónica. Durante 21 semanas diversos artistas presentarán una obra de colección.

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9. Una artista mexicana cuestiona el contenido “patriarcal” del tarot.

FUENTE: Milenio

 

 

Decidida a subvertir el contenido patriarcal del tarot insertándole a cada carta, gráfica y frases que cuestionan el valor representado o lo reinterpretan, la artista visual Eugenia Martínez (1976, Monterrey, México), presenta su trabajo más reciente: “Las mujeres que nacieron del fuego. El antiguo Tarot de Marsella para despatriarcalizar la fortuna”, tal como informa Milenio.

Con la curaduría de Tamara Ibarra, dicha muestra se inauguró el pasado 27 de abril, dentro de la semana de ZonaMaco, en la Galería de Arte Mexicano, ubicada en la calle Gobernador Rafael Rebollar No. 43, colonia San Miguel Chapultepec. Respecto a su intervención, Martínez explica que “el arquetipo de la bruja fue tomado por el feminismo de la segunda ola para representar a la mujer autónoma que ya no pide permiso para ser. El tarot como una herramienta producto de la herejía queda fuera del patriarcado, por lo que me pareció interesante hacer ese ‘juego’, de cómo un tarot podría despatriarcalizar la fortuna al cuestionar y confrontar las frases con los símbolos”.

Martínez se basó en uno de los primeros ejemplares del Tarot de Marsella impreso en 1760 en Francia, y trabajó sobre las 78 cartas, cubriendo los personajes y los palos (arcanos menores) con textos alusivos a temas como: el viaje arquetípico en cuanto a cuestiones de género (la teoría de Jung sobre los arquetipos), amor romántico, dependencia económica de la mujer, trabajo doméstico gratuito, brecha salarial, sexualidad, aborto y anticoncepción y el desarrollo del pensamiento feminista desde la Ilustración hasta nuestros días. La artista visual utiliza una mesa de talla de madera quemada para hacer referencia al evento histórico de la cacería de brujas en Europa, que Silvia Federicci, en su libro El Caliban y la bruja, atribuye la domesticación de la mujer y la división del trabajo doméstico gratuito.

La mesa en talla de madera con 11 patas torneadas evoca las siluetas de las copas, espadas, oros y bastos del tarot. Cada pata tiene una figura en su terminación: dos son de manos humanas; dos, de pies humanos; dos son patas de águila; dos, patas buey; dos patas de león, y una es un tallo de hojas (Central). La mesa con las 11 extremidades evoca al imaginario popular de la Edad Media según el cual las brujas toman forma de animal, de manera que también simboliza la bruja y su conexión con la naturaleza.

La mesa está basada en el arcano XXI “El Mundo” que simboliza la realización total, la plenitud , santidad y heroísmo. En este arcano, sale una virgen en el centro rodeada de hojas, y en cada punto un ángel, águila, buey y león. En la tradición cristiana estos representarían los evangelistas, en el tarot también podrían simbolizar los arcanos menores. La intención de la artista es poner en evidencia, de una manera lúdica, los distintos temas relevantes en relación con la igualdad de género y los textos se relacionan con el significado original dentro del tarot y su relación con las estructuras patriarcales.

En el canto de la cubierta de la mesa está inscrito un fragmento del poema Origen de Rosario Castellanos: “Sobre el cadáver de una mujer estoy creciendo,/ En sus huesos se enroscan mis raíces/ y de su corazón desfigurado/ emerge un tallo vertical y duro”. El tarot, según explica, es una baraja de 78 naipes que contiene los arcanos mayores y menores. Los personajes representan el estado del mundo en su concepción occidental. La baraja del tarot se creó en Italia en el siglo XV como un juego, pero devino método de adivinación y llegó por el sur a Francia. Martínez ha presentado decenas de exposiciones individuales y colecticas en México y diversos países como Estados Unidos y España.

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10. España: la popularidad de los rituales afroamericanos y sus diferencias con el satanismo.

FUENTE: El Correo de Andalucía

 

 

Los recientes hallazgos de animales muertos encontrados en la localidad sevillana de Cantillana han puesto en el centro de la noticia a los rituales negros. Escucho, con facilidad, como se habla de “misas negras” y se confunde este macabro hallazgo con lo que, realmente, es: rituales afrocaribeños. Reconozco que hace días que se de ello por mi buen amigo Fran Abad de Cantillana y que no deja de ser inquietante. Por ello hoy quiero que conozcamos un poco mejor el fenómeno de las misas negras y los rituales afrocaribeños. Así comienza un reciente artículo de José Manuel García Bautista en El Correo de Andalucía.

Santería y ritos afrocaribeños

Los rituales del culto Regla de Ocha-Ifá o Santería en Cuba y el sacrificio de animales en sus ceremonias son algo más común –por desgracia- de lo que pensamos. Animales decapitados, cuerpos en descomposición, vidas sacrificadas, áreas verdes o esquinas de calles cargadas de muerte. Se trata de un fenómeno que se da en personas que tienen estas creencias y de algunos individuos que buscan resguardar “sus pequeñas fortunas, sus carreras al éxito y sus intereses de egocéntricos ciegos”, así como al “espíritu de lucro, el mercadeo con las necesidades de los agobiados por la supervivencia y todos los demás móviles”.

En Sevilla viene dado por que en España hay una tolerancia religiosa dentro de un contexto en que se han abierto las puertas a otros ritos y practicantes siendo una muy amplia la que se dedica a la Santería. A partir de 1990 ha habido un crecimiento, un aumento del número de practicantes de ritos sincréticos de origen africano en España y lugares hay donde se encuentran este tipo de sacrificios que se identifican como dentro del “misterio” de la ciudad de Sevilla. No es algo nuevo y, por supuesto, condenable.

Misas negras

Uno de los fenómenos más inquietantes dentro de la rama más radical del sectarismo en el que somete la voluntad de los participantes en la llamada «Misa negra», una suerte de recreación del ritual católico pero en el que se rinde culto a Satanás y que, incluso, se podría considerar una burla a la ceremonia eclesiástica cristiana.

Una misa negra es un conjunto de presuntos rituales mágicos que se celebra en grupos de creencia satánica y de magia negra. Para unos es una derivación deformada del ritual cristiano, para otros es una especie de compendio oscuro en el que influyeron personajes tan conocidos en ese ámbito como Aleister Crowley, Eliphas Levi o Anton Szandor LaVey.

En España se producen al año un número bastante elevado de profanaciones en cementerios que buscan, sobre todo restos óseos con los que realizar este tipo de encuentros satánicos. En el recuerdo el asalto al sagrario de la Parroquia de los Santos Juan y Pablo, en San Fernando de Henares, donde operan varios grupos de corte satánico y estetista extremo y que preocupa a las autoridades religiosas y políticas. Roban huesos con la intención de realizar sus misas negras, sin detenerse en otro tipo de robo como los cepillos o las joyas de las imágenes; otro objeto sujeto a robo es el copón con las hostias consagradas, muy valoradas en rituales satánicos y esotéricos en las misas «negras».

Los grupos son pequeños, de entre ocho y diez miembros, con líderes extremos que pasan de simples «adoradores» a proponer rituales que conlleven sacrificios de animales e, incluso, seres humanos. Para el sacerdote José Antonio Fortea, «se trata de grupos cerrados, donde es complicado entrar, a no ser por invitación. El que entra ya ha tenido experiencias anteriores con el esoterismo, la ouija o la brujería».

En su opinión, la raíz del resurgir del satanismo en España hay que buscarla en «la fuerte secularización de la sociedad, que ha abandonado a Dios en un cajón». Paradójicamente, el exorcista comprueba cómo «estos grupos creen en la Iglesia y en el Cuerpo de Cristo, por eso atacan cementerios y templos y roban hostias consagradas. La Iglesia es, para ellos, el gran enemigo real».

Rituales afrocaribeños y misas negras en España

Manuel Guerra, sacerdote y uno de los mayores expertos en sectas del mundo, en España podría haber más de un centenar de sectas satánicas y casi 2.500 adeptos... Las zonas donde están más operativas es principalmente en Levante (Barcelona, Castellón y Valencia) pero también en Andalucía, Madrid, Galicia y Castilla y León; siendo Madrid la zona donde los satanistas se encuentran más concentrados.

Por citar algunos nombres nos encontramos con la Iglesia de Satanás, que hace misas negras y que se apoya en las obras de Antón Szandor La Vey, Biblia satánica o Rituales satánicos, como elementos inspiradores, luego la «inspiración» es libre... Otra secta satánica, peligrosa es Pirámide de Seth, de carácter luciferino y muy instaurado en el Corredor del Henares. Están más inclinados a la «misa roja», el vudú y los encantamientos. La forman estudiantes y especialistas en esta temática. La secta SNE (Satán Nogard Etreum), presume de profanar cementerios y hacer misas negras...

Sobre los rituales en estas «ceremonias» y los posibles sacrificios humanos perpetrados en ellas el sacerdote José Antonio Fortea indica que «habría que investigar cuántas personas, en especial niños pequeños de madres «sin papeles» o indigentes, desaparecen a lo largo del año, y a cuántas se encuentra. El problema es que, en estos casos, nadie denuncia la desaparición». Manuel Guerra apunta a que en 1988 una secta afincada en El Escorial pudo haber «practicado la victimación de seres humanos», en concreto de un niño.

La zona de Colmenar Viejo tiene marco para que una secta practica que sacrificios de animales -fundamentalmente gatos-, como ritos de iniciación. Los Discordianos hacen «terrorismo psíquico», y las Hermanas del Halo de Belcebú comenten zoofilia en sus «misas negras»... El mismo Manuel Guerra indica que hay pequeños grupos que «practican ritos erótico-sexuales» así como brujería, que están teniendo aceptación en la zona de Madrid y Valencia.

El objetivo final de una misa negra sería ridiculizar la muerte de Jesús en la Cruz, ya que así se reafirmaría la naturaleza animal del ser humano, de ahí los ritos sexuales, de carne y de sangre. Por ello la importancia de robar la Hostia Consagrada (el cuerpo de Jesús) que en las misas negras que la hostia es pisada o mezclada con drogas o siendo parte de actos sexuales. Algunas sectas satánicas, en sus misas negras, comenten violaciones y homicidios, siendo las fechas más señaladas para ello las del 30 de abril y Halloween. Así una mujer de desnudarían es usada de altar ya que sería el mejor receptor pasivo natural y, además, simbolizaría a la madre Tierra.

El color negro predomina, pues es el símbolo de los poderes de las tinieblas y del demonio, así como la sigla del Baphomet o el pentáculo tradicional de Satán; el final de una misa negra es la llegada del Diablo con forma humana y cabeza de chivo. Una práctica que podría ser tan inofensiva como mortal, depende de aquellos que lideran estas misas negras y a sus adeptos en un país, España, dado a estas prácticas oscuras. Ritos afrocaribeños y misas negras, dos fenómenos independientes pero con un peso específico en España y en Sevilla allá donde nos sorprendemos siempre que, amparados en ellos, se hace daño a una persona o a un indefenso animal.

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La RIES es una red de expertos y estudiosos católicos sobre el fenómeno sectario y la nueva religiosidad, presentes en España y Latinoamérica, y abarcando las zonas lusoparlantes. Pretende ofrecer, también con este boletín informativo, un servicio a la Iglesia y a toda la sociedad. La RIES no se responsabiliza de las noticias procedentes de otras fuentes, que se citan en el momento debido. La RIES autoriza la reproducción de este material, citando su procedencia.