Boletín Diario de Zenit


 

 

Servicio diario - 16 de diciembre de 2020


 

AUDIENCIA GENERAL
Audiencia general: La oración que “ruega por todos sin excluir a nadie”
Gabriel Sales Triguero
Ciclo sobre la oración

PAPA FRANCISCO
Ecología: El Papa Francisco recibe un premio internacional
Larissa I. López
De la asociación Accademia Kronos

AUDIENCIA GENERAL
Audiencia general: Catequesis completa, “La oración de intercesión”
Gabriel Sales Triguero
“Quien no ama al hermano no reza seriamente”

PAPA FRANCISCO
Misión 4.7 y el Pacto Educativo Global: Videomensaje del Papa
Larissa I. López
Educación como acto de esperanza

IGLESIA LOCAL
Costa Rica: Obispos rechazan aprobación de protocolo de aborto “terapéutico”
Cristhian Alvarenga
Defensa de la vida

CIUDAD DEL VATICANO
Vaticano: Asamblea online del Consejo de Economía
Redacción zenit
Verificación de pensiones y presupuesto 2021

CIUDAD DEL VATICANO
Estatua de la Medalla Milagrosa: Parada en la parroquia del Vaticano
Anne Kurian-Montabone
Portada por guardias suizos

AUDIENCIA GENERAL
El Papa anima a la oración “por los que más sufren”
Gabriel Sales Triguero
Saludo a fieles de lengua española

CIUDAD DEL VATICANO
Vaticano: Concierto de Navidad y carrera solidarios
Marina Droujinina
Beneficio a Scholas Occurrentes y Fundación Don Bosco

ESPIRITUALIDAD
“Rosario por el mundo”: Más de 1 millón de personas rezan con Card. Aguiar y Eduardo Verástegui
Redacción zenit
Desde la basílica de Guadalupe

DICASTERIOS
Comisión para América Latina: El cardenal Aós, nombrado miembro
Larissa I. López
Por el Papa

AUDIENCIA GENERAL
El Papa exhorta a “acelerar el ritmo” hacia la “verdadera Navidad”
Gabriel Sales Triguero
Saludos a los fieles de lengua italiana

ANÁLISIS
Cardenal Felipe Arizmendi: “Hacia una ética social”
Felipe Arizmendi Esquivel
‘Guía ética’ del presidente de México

TESTIMONIOS
San Josep Manyanet i Vives, 17 de diciembre
Isabel Orellana Vilches
Profeta de la Sagrada Familia


 

 

 

Audiencia general: La oración que “ruega por todos sin excluir a nadie”

Ciclo sobre la oración

diciembre 16, 2020 09:50

Audiencia General

(zenit – 16 dic. 2020).- En la audiencia general de esta mañana, el Papa Francisco ha destacado que “la oración verdadera no nos evade de la realidad”, sino que “cualquiera puede encontrar en la persona orante un corazón compasivo que ruega por todos sin excluir a nadie”.

Hoy, 16 de diciembre de 2020, el Santo Padre ha presidido la audiencia general en la biblioteca del Palacio Apostólico vaticano, transmitida en directo, de nuevo sin fieles, como medida de prevención frente a la COVID-19, y ha proseguido con la serie de catequesis sobre la oración, bajo el argumento “La oración de intercesión”.

En sus palabras en español, el Papa se ha centrado en el orante que reza a Dios para la intercesión de todas las personas, que presenta al Señor “los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren”.

 

Pan partido para la vida del mundo

Francisco ha señalado que “todos necesitamos tiempos y espacios de silencio y soledad para la relación con Dios, para escuchar su voz”. En la oración, añade, Él “nos bendice y nos hace pan partido y repartido para la vida del mundo”.

En esta línea, apunta que la oración de intercesión “abre las puertas del corazón de quien reza por los demás”, una puerta “abierta para los que rezan sin saberlo, para los que no rezan pero esconden un grito sofocado en su interior, para los que se equivocaron y no encuentran el rumbo”. El orante es como “una antena de Dios, que está en sintonía con su misericordia y ve a Cristo en los rostros de las personas por las que reza”, indica.

 

Comunión fraternal

El Obispo de Roma explica que la oración hace experimentar “que todos somos hermanos, que pertenecemos a la misma humanidad frágil y pecadora”. El que reza, continúa, “lo hace por todos” y también “por sí mismo”.

Del mismo modo aclara que todos los miembros de la Iglesia tienen la “misión de practicar la oración de intercesión”, sobre todo los que gozan de un rol de responsabilidad, como son los “padres, educadores, sacerdotes, superiores de comunidad”.

Este tipo de oración, concluye, “nos ayuda a mirar a los otros con los ojos y el corazón de Dios, con su misma ternura y compasión”.

 

 

 

 

Ecología: El Papa Francisco recibe un premio internacional

De la asociación Accademia Kronos

diciembre 16, 2020 15:26

Papa Francisco

(zenit – 16 dic. 2020).- El 4º Premio Internacional de la Asociación para la Protección del Medio Ambiente Accademia Kronos fue otorgado este año al Papa Francisco – entre otros – según informó Vatican News el 15 de diciembre de 2020.

Este premio, de acuerdo al medio de comunicación vaticano, reconoce en el concepto de ecología integral expresado por el Papa, particularmente en la encíclica Laudato si’, “una nueva visión que puede convertirse en un faro”.

El Santo Padre ha sido premiado por “haber puesto en el centro de su acción pontificia el tema de la ecología integral y el patrimonio cultural compartido en una lógica de desarrollo sostenible y solidaridad universal, dirigiéndose a cada persona que habita nuestro Planeta”, se lee en la carta que anuncia el premio. Su trabajo subraya “el deber de hacer la parte de todos dentro de la Casa Común”.

Este premio internacional se titula “Io faccio la mia parte” (“Yo hago mi parte”), y consiste en una pequeña escultura hecha de material reciclado, que representa un colibrí de una fábula africana: se cuenta que, durante un incendio forestal, mientras todos los animales huían hacia el río, el colibrí voló en dirección opuesta llevando una gota de agua en su pico y diciendo “hago mi parte”.

El mensaje del Papa va más allá de la ecología por su intensidad y universalidad, explica el abogado Ottavio Maria Capparella, jefe de la Oficina Jurídica de la Asociación y delegado para las relaciones institucionales con el Vaticano. Y este mensaje es simple y accesible para todos, añade.

En una carta dirigida al Francisco el 16 de noviembre, el presidente de la Asociación Franco Floris, rindió homenaje al magisterio del Papa, que había “dirigido los llamamientos necesarios, no sólo a las instituciones y a los poderosos de la tierra, sino a todos los que viven en nuestro planeta, confiándoles el deber de hacer ‘su parte’, incluso a través de acciones cotidianas”.

 

 

 

 

Audiencia general: Catequesis completa, “La oración de intercesión”

“Quien no ama al hermano no reza seriamente”

diciembre 16, 2020 12:32

Audiencia General

(zenit – 16 dic. 2020).- En la audiencia general, el Papa Francisco ha abordado la oración de intercesión en la que Dios “nos toma, nos bendice y después nos parte y nos da para el hambre de todos”.

La audiencia general de hoy, 16 de diciembre de 2020, ha sido emitida desde la biblioteca del Palacio Apostólico vaticano, sin fieles, en prevención frente a la COVID-19. A lo largo de la misma, el Santo Padre ha continuado con el ciclo de catequesis sobre la oración, centrándose en el tema “La oración de intercesión” (Lectura: Ef. 6, 18-20).

 

Misión del cristiano

El Papa ha explicado que “quien reza no deja nunca el mundo a sus espaldas”, pues una oración que no abarca “las alegrías y los dolores, las esperanzas y las angustias de la humanidad” se convierte en una acción “decorativa”, “superficial, de teatro” e “intimista”.

Asimismo, indica que la necesidad de “retirarnos en un espacio” dedicado a “nuestra relación con Dios” no significa “evadirse de la realidad”, pues “todo cristiano está llamado a convertirse, en las manos de Dios, en pan partido y compartido. Es decir una oración concreta, que no sea una evasión”.

 

Puerta abierta

El Pontífice comenta que los hombres y las mujeres “de oración” buscan “escuchar mejor la voz de Dios”, y “en lo secreto de la propia habitación”, abren la “puerta de su corazón” para los que oran sin saber que lo hacen, los que no rezan pero “llevan dentro un grito sofocado” y para los que “se han equivocado y han perdido el camino”.

Del mismo modo, describe el corazón del orante como “compasivo, que reza sin excluir a nadie”, es la “voz de esa gente que sube a Jesús” con intercesiones. Ora por todos, carga “sobre sus hombros dolores y pecados”, es como “una antena de Dios en este mundo. En cada pobre que llama a la puerta, en cada persona que ha perdido el sentido de las cosas, quien reza ve el rostro de Cristo”.

 

Intercesión

Francisco destaca que la “verdadera oración” es la de rezar “en sintonía con la misericordia de Dios. Misericordia en relación con nuestros pecados, que es misericordioso con nosotros, pero también misericordia con todos aquellos que han pedido rezar por ellos, que [por los cuales] queremos rezar en sintonía con el corazón de Dios”. En el tiempo de la Iglesia, continúa, “la intercesión cristiana participa de la de Cristo”, es la significación de la “comunión de los santos” porque “Cristo delante del Padre es intercesor, reza por nosotros”.

Igualmente, prosigue, “quien no ama al hermano no reza seriamente”, sino que “finge rezar”, ya que la oración “solamente se da en espíritu de amor”, nunca de odio ni indiferencia.

 

Orar por la humanidad

Para el Obispo de Roma un orante “movido por el Espíritu Santo” reza por cada persona sin emitir juicios ni hacer selecciones, “reza por los pecadores” porque sabe que “no es demasiado diferente” de ellos. También ha recuperado la parábola del fariseo y el publicano para sentenciar que “todos somos hermanos en una comunidad de fragilidad, de sufrimientos y en el ser pecadores”.

El mundo “va adelante gracias a esta cadena de orantes que interceden y que son en su mayoría desconocidos… ¡pero no para Dios! Hay muchos cristianos desconocidos que, en tiempo de persecución, han sabido repetir las palabras de nuestro Señor: ‘Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen’ (Lc 23,34)” .

 

Oración de intercesión de la Iglesia

El Sucesor de Pedro recuerda que el buen pastor sigue “siendo padre también cuando sus hijos se alejan y lo abandonan”, permanece en el servicio también con quien se ensucia las manos, pues “no cierra el corazón delante de quien quizá lo ha hecho sufrir”.

La Iglesia también practica la oración de intercesión, resalta, sobre todo quien goza de responsabilidad como padres, educadores, ministros, superiores.., pues “se trata de mirar con los ojos y el corazón de Dios, con su misma invencible compasión y ternura. Rezar con ternura por los otros”.

Por último, el Papa Francisco expresa que “todos somos hojas del mismo árbol: cada desprendimiento nos recuerda la gran piedad que debemos nutrir, en la oración, los unos por los otros”.

A continuación, sigue la catequesis completa del Santo Padre.

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Catequesis 19. La oración de intercesión.

 

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Quien reza no deja nunca el mundo a sus espaldas. Si la oración no recoge las alegrías y los dolores, las esperanzas y las angustias de la humanidad, se convierte en una actividad “decorativa”, una actitud superficial, de teatro, una actitud intimista. Todos necesitamos interioridad: retirarnos en un espacio y en un tiempo dedicado a nuestra relación con Dios. Pero esto no quiere decir evadirse de la realidad. En la oración, Dios “nos toma, nos bendice, y después nos parte y nos da”, para el hambre de todos. Todo cristiano está llamado a convertirse, en las manos de Dios, en pan partido y compartido. Es decir una oración concreta, que no sea una evasión.

Así los hombres y las mujeres de oración buscan la soledad y el silencio, no para no ser molestados, sino para escuchar mejor la voz de Dios. A veces se retiran del mundo, en lo secreto de la propia habitación, como recomendaba Jesús (cfr. Mt 6,6), pero, allá donde estén, tienen siempre abierta la puerta de su corazón: una puerta abierta para los que rezan sin saber que rezan; para los que no rezan en absoluto pero llevan dentro un grito sofocado, una invocación escondida; para los que se han equivocado y han perdido el camino… Cualquiera puede llamar a la puerta de un orante y encontrar en él o en ella un corazón compasivo, que reza sin excluir a nadie. La oración es nuestro corazón y nuestra voz, y se hace corazón y voz de tanta gente que no sabe rezar o no reza, o no quiere rezar o no puede rezar: nosotros somos el corazón y la voz de esta gente que sube a Jesús, sube al Padre, como intercesores. En la soledad de quien reza —ya sea la soledad de mucho tiempo o la soledad de media hora— por rezar, se separa de todo y de todos para encontrar todo y a todos en Dios. Así el orante reza por el mundo entero, llevando sobre sus hombros dolores y pecados. Reza por todos y por cada uno: es como si fuera una “antena” de Dios en este mundo. En cada pobre que llama a la puerta, en cada persona que ha perdido el sentido de las cosas, quien reza ve el rostro de Cristo.

El Catecismo escribe: ‘Interceder, pedir en favor de otro es […] lo propio de un corazón conforme a la misericordia de Dios’ (n. 2635). Esto es muy bonito. Cuando rezamos estamos en sintonía con la misericordia de Dios. Misericordia en relación con nuestros pecados, que es misericordioso con nosotros, pero también misericordia con todos aquellos que han pedido rezar por ellos, que [por los cuales] queremos rezar en sintonía con el corazón de Dios. Esta es la verdadera oración. En sintonía con la misericordia de Dios, ese corazón misericordioso. ‘En el tiempo de la Iglesia, la intercesión cristiana participa de la de Cristo: es la expresión de la comunión de los santos’ (ibid.). ¿Qué quiere decir que se participa en la intercesión de Cristo, cuando yo intercedo por alguien o rezo por alguien? Porque Cristo delante del Padre es intercesor, reza por nosotros, y reza haciendo ver al Padre las llagas de sus manos; porque Jesús físicamente, con su cuerpo está delante del Padre. Jesús es nuestro intercesor, y rezar es un poco hacer como Jesús; interceder en Jesús al Padre, por los otros. Esto es muy bonito.

A la oración le importa el hombre. Simplemente el hombre. Quien no ama al hermano no reza seriamente. Se puede decir: en espíritu de odio no se puede rezar; en espíritu de indiferencia no se puede rezar. La oración solamente se da en espíritu de amor. Quien no ama finge rezar, o él cree que reza, pero no reza, porque falta precisamente el espíritu que es el amor. En la Iglesia, quien conoce la tristeza o la alegría del otro va más en profundidad de quien indaga los “sistemas máximos”. Por este motivo hay una experiencia del humano en cada oración, porque las personas, aunque puedan cometer errores, no deben ser nunca rechazadas o descartadas.

Cuando un creyente, movido por el Espíritu Santo, reza por los pecadores, no hace selecciones, no emite juicios de condena: reza por todos. Y reza también por sí mismo. En ese momento sabe que no es demasiado diferente de las personas por las que reza: se siente pecador, entre los pecadores, y reza por todos. La lección de la parábola del fariseo y del publicano es siempre viva y actual (cfr. Lc 18,9-14): nosotros no somos mejores que nadie, todos somos hermanos en una comunidad de fragilidad, de sufrimientos y en el ser pecadores. Por eso una oración que podemos dirigir a Dios es esta: “Señor, no es justo ante ti ningún viviente (cfr. Sal 143,2) —esto lo dice un salmo: ‘Señor, no es justo ante ti ningún viviente’, ninguno de nosotros: todos somos pecadores—, todos somos deudores que tienen una cuenta pendiente; no hay ninguno que sea impecable a tus ojos. ¡Señor ten piedad de nosotros!”. Y con este espíritu la oración es fecunda, porque vamos con humildad delante de Dios a rezar por todos. Sin embargo, el fariseo rezaba de forma soberbia: “Te doy gracias, Señor, porque yo no soy como esos pecadores; yo soy justo, hago siempre…”. Esta no es la oración: esto es mirarse al espejo, a la realidad propia, mirarse al espejo maquillado de la soberbia.

El mundo va adelante gracias a esta cadena de orantes que interceden, y que son en su mayoría desconocidos… ¡pero no para Dios! Hay muchos cristianos desconocidos que, en tiempo de persecución, han sabido repetir las palabras de nuestro Señor: ‘Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen’ (Lc 23,34).

El buen pastor permanece fiel también delante de la constatación del pecado de la propia gente: el buen pastor continúa siendo padre también cuando sus hijos se alejan y lo abandonan. Persevera en el servicio de pastor también en relación con quien lo lleva a ensuciarse las manos; no cierra el corazón delante de quien quizá lo ha hecho sufrir.

La Iglesia, en todos sus miembros, tiene la misión de practicar la oración de intercesión, intercede por los otros. En particular tiene el deber quien está en un rol de responsabilidad: padres, educadores, ministros ordenados, superiores de comunidad… Como Abraham y Moisés, a veces deben “defender” delante de Dios a las personas encomendadas a ellos. En realidad, se trata de mirar con los ojos y el corazón de Dios, con su misma invencible compasión y ternura. Rezar con ternura por los otros.

Hermanos y hermanas, todos somos hojas del mismo árbol: cada desprendimiento nos recuerda la gran piedad que debemos nutrir, en la oración, los unos por los otros. Recemos los unos por los otros: nos hará bien a nosotros y hará bien a todos. ¡Gracias!

 

© Librería Editora Vaticana

 

 

 

 

Misión 4.7 y el Pacto Educativo Global: Videomensaje del Papa

Educación como acto de esperanza

diciembre 16, 2020 14:38

Papa Francisco

(zenit – 16 dic. 2020).- El Papa Francisco ha enviado un videomensaje a los participantes de la reunión celebrada hoy, 16 de diciembre de 2020, en la Casina Pío IV del Vaticano, con motivo del lanzamiento de la Misión 4.7 y el Pacto Educativo Global, sobre el tema “La educación es un acto de esperanza”.

En sus palabras, el Santo Padre ha destacado que la educación “es siempre un acto de esperanza que, desde el presente, mira al futuro”, no existe “la educación estática”.

 

Esperanza en medio de la pandemia

Francisco remarca que este ha sido “un año extraordinario de sufrimiento por la pandemia de COVID-19; un año de aislamiento obligado y exclusión, de angustia y crisis espirituales y de no pocas muertes, y de una crisis educativa sin precedentes” y que “más de mil millones de niños han enfrentado interrupciones en su educación”.

Otros cientos de millones de ellos “se han quedado atrás en las oportunidades de desarrollo social y cognitivo. Y en muchos lugares, las crisis biológica, psíquica y económica han empeorado mucho por las crisis políticas y sociales aparejadas”.

El Pontífice insiste en que el encuentro de este día es “un acto de esperanza para que los impulsos de odio, divisiones e ignorancia puedan y sean superados a través de una nueva buena onda, digamos así, una nueva buena onda de oportunidades educativas basadas en la justicia social y en el amor mutuo, un nuevo pacto global para la educación lanzado ya en octubre con alguno de los presentes”.

 

Asegurar derecho a la educación

Después, el Sucesor de Pedro apuntó que las Naciones Unidas “ofrecen una oportunidad única para que los gobiernos y la sociedad civil del mundo se unan tanto en la esperanza como en la acción por una nueva educación”. Y remitió que hace setenta y cinco años que los fundadores de la UNESCO pidieron “asegurar a todos el pleno e igual acceso a la educación, la posibilidad de investigar libremente la verdad objetiva y el libre intercambio de ideas y conocimientos (…)”.

En este sentido, el Papa Francisco observa que, aunque el que el pacto educativo mundial se ha quebrado en el mundo actual, “los gobiernos se han comprometido nuevamente a poner en práctica estas ideas mediante la adopción de la Agenda 2030 y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, en sinergia con el pacto global sobre la educación”.

 

Civilización de amor, belleza y unidad

En el centro de estos Objetivos de Desarrollo Sostenible “está el reconocimiento de que la educación de calidad para todos es una base necesaria para proteger nuestro hogar común y fomentar la fraternidad humana”. Tal y como lo hace el el pacto global para la educación, el ODS 4 “compromete a todos los gobiernos a ‘garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, como asimismo promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida, y esto para todos’”.

Finalmente, Francisco expone que “el pacto global para la educación y la misión 4.7 trabajarán juntos por la civilización del amor, la belleza y la unidad” y pide: “No se olviden de los ancianos y de los abuelos portadores de los valores humanos más decisivos”.

A continuación, sigue el texto completo del Papa.

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Videomensaje del Santo Padre

La educación es un acto de esperanza

Señoras y señores:

La educación es siempre un acto de esperanza que, desde el presente, mira al futuro. No existe la educación estática. La reunión de hoy en la Casina Pío IV es un acto de esperanza y solidaridad generacional, de esperanza y solidaridad intergeneracional. Los jóvenes líderes y los educadores globales se están reuniendo desde todas partes del mundo para promover un nuevo tipo de educación, que permita superar la actual globalización de la indiferencia y la cultura del descarte. Dos grandes males de nuestra cultura, la indiferencia y el descarte.

Este ha sido un año extraordinario de sufrimiento por la pandemia de COVID-19; un año de aislamiento obligado y exclusión, de angustia y crisis espirituales y de no pocas muertes, y de una crisis educativa sin precedentes. Más de mil millones de niños han enfrentado interrupciones en su educación. Cientos de millones de niños se han quedado atrás en las oportunidades de desarrollo social y cognitivo. Y en muchos lugares, las crisis biológica, psíquica y económica han empeorado mucho por las crisis políticas y sociales aparejadas.

Ustedes se han reunido hoy en un acto de esperanza; un acto de esperanza para que los impulsos de odio, divisiones e ignorancia puedan y sean superados a través de una nueva buena onda, digamos así, una nueva buena onda de oportunidades educativas basadas en la justicia social y en el amor mutuo, un nuevo pacto global para la educación lanzado ya en octubre con alguno de los presentes. Ante todo, les agradezco por reunirse hoy para hacer crecer nuestras esperanzas y planes compartidos en una nueva educación que fomente la trascendencia de la persona humana, el desarrollo humano integral y sostenible, el dialogo intercultural y religioso, la salvaguardia del planeta, los encuentros por la paz y la apertura a Dios.

Las Naciones Unidas ofrecen una oportunidad única para que los gobiernos y la sociedad civil del mundo se unan tanto en la esperanza como en la acción por una nueva educación. Cito con gusto el mensaje de reconocimiento de san Pablo VI a las Naciones Unidas, dice así: “Vosotros habéis cumplido, señores, y estáis cumpliendo una gran obra: Enseñar a los hombres la paz. Las Naciones Unidas son la gran escuela donde se recibe esta educación”. La Constitución de la UNESCO, adoptada en 1945 al final de la tragedia de la Segunda Guerra Mundial, reconoció que “puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz”. Hace setenta y cinco años que los fundadores de la UNESCO pidieron “asegurar a todos el pleno e igual acceso a la educación, la posibilidad de investigar libremente la verdad objetiva y el libre intercambio de ideas y conocimientos… a fin de que los pueblos se comprendan mejor entre sí y adquieran un conocimiento más preciso y verdadero de sus respectivas vidas” (Preámbulo).

En nuestro tiempo, en el que el pacto educativo mundial se ha quebrado, veo con satisfacción que los gobiernos se han comprometido nuevamente a poner en práctica estas ideas mediante la adopción de la Agenda 2030 y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, en sinergia con el pacto global sobre la educación.

En el corazón de los Objetivos de Desarrollo Sostenible está el reconocimiento de que la educación de calidad para todos es una base necesaria para proteger nuestro hogar común y fomentar la fraternidad humana. Tal como el pacto global para la educación, así también fundamentalmente, el ODS 4 compromete a todos los gobiernos a “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, como asimismo promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida, y esto para todos”.

El pacto global para la educación y la misión 4.7 trabajarán juntos por la civilización del amor, la belleza y la unidad. Permítanme decirles que espero que ustedes sean los poetas de una nueva belleza humana, una nueva belleza fraterna y amigable, como de la salvaguardia de la tierra que pisamos. No se olviden de los ancianos y de los abuelos portadores de los valores humanos más decisivos. Gracias por lo que hacen y, por favor, no se olviden de rezar por mí. Gracias.

 

© Librería Editora Vaticana

 

 

 

 

 

 

Costa Rica: Obispos rechazan aprobación de protocolo de aborto “terapéutico”

Defensa de la vida

diciembre 16, 2020 08:16

Iglesia Local

(zenit – 16 dic. 2020).- Como un golpe a la sociedad costarricense califican los obispos del Costa Rica la aprobación, por parte del Ministerio de Salud, del Protocolo de Atención Clínica para el procedimiento médico vinculado con el artículo 121 del código penal: Interrupción Terapéutica del Embarazo (aborto), dada a conocer el pasado viernes 4 de diciembre y por el cual la Conferencia Episcopal de Costa Rica se ha pronunciado.

 

Obispos alzan la voz por los no nacidos

Los obispos del país centroamericano en su mensaje dejaron clara su postura y reafirman: “No nos cansaremos de predicar el don y el Evangelio de la vida y de alzar la voz por los no nacidos, inocentes e indefensos” a la vez que denuncian que en varias “oportunidades solicitamos a las autoridades de salud el borrador del protocolo para emitir nuestra opinión sobre su contenido”.

“Lamentablemente, nunca recibimos respuesta positiva a esta solicitud, ni tampoco para darlo a conocer públicamente antes de su aprobación”, denuncian en el mensaje publicado en los medios de la Conferencia Episcopal.

 

Gobierno pretende “estandarizar servicios de salud”

Según una nota de prensa del Ministerio de Salud, el protocolo “estandariza la actuación en la red de servicios de salud de los diferentes profesionales (medicina gineco-obstétrica, perinatología, enfermería obstétrica y grupos de apoyo, entre otros) involucrados en la valoración de las mujeres en las que se considere que su vida o su salud estén en peligro, y que soliciten la interrupción terapéutica de su embarazo, por ellas mismas o por el médico tratante, de acuerdo con lo establecido en la norma técnica”.

El protocolo señala que, si la Junta Médica rechazara el aborto, la mujer puede pedir una nueva valoración que se asignará a un equipo médico diferente.

El documento describe los procedimientos y los químicos avalados (Misoprostol, Dinoprostona y Oxitocina) para la realización del aborto, antes de las 12 semanas de gestación, después de las 12 semanas y hasta las 24, e incluso en embarazos mayores a las 24 semanas. Los bebés abortados son denominados en el protocolo como el “producto de la concepción”.

 

 La vida es sagrada e inviolable

“Una vez más, proclamamos y reiteramos que la vida es sagrada e inviolable”, subraya el comunicado del episcopado.

“Lamentamos que, en pleno mes de diciembre, cuando la ciudadanía celebra el fin de año, y en el contexto religioso del Adviento, de fiestas marianas significativas y a puertas de la celebración de la Navidad, se dé este golpe a la sociedad costarricense, defensora de los valores y de la vida desde siempre; y al sentimiento religioso y profundamente cristiano que ha caracterizado tradicionalmente a esta nación”, declararon los prelados.

Asimismo, creen que “este protocolo va más allá del artículo 121 del Código Penal, y que esta aprobación haría del aborto un derecho”. “Como manifestamos en varias oportunidades, esta ‘norma técnica’ deja en indefensión al niño no nacido, durante todo el embarazo”, exponen.

Al final de su declaración, los obispos hicieron “un llamado a las madres y padres de familia, al personal de salud, a nuestros fieles católicos y a todas las personas de buena voluntad para que, como ha sido durante la pandemia, defendamos de manera decidida y firme el don y el valor sagrado de la vida”.

 

 

 

 

Vaticano: Asamblea online del Consejo de Economía

Verificación de pensiones y presupuesto 2021

diciembre 16, 2020 15:42

Ciudad del Vaticano

(zenit – 16 dic. 2020).- Ayer, 15 de diciembre de 2020, por la tarde, tuvo lugar una asamblea online del Consejo de Economía del Vaticano.

Según informa la Oficina de Prensa de la Santa Sede en un comunicado “en el curso de la reunión se abordaron diversas cuestiones de interés para la Junta, entre ellas la situación del Fondo de Pensiones y los Estatutos del Comité de Inversiones, que se están redactando actualmente y sobre los que el IOR y la APSA han presentado sus respectivas contribuciones”.

Por último, continúa el texto, “se presentaron algunos datos preliminares sobre el presupuesto de la Santa Sede para 2021. La asamblea se cerró a las 19:15, actualizando la próxima reunión, programada para febrero de 2021”.

 

Participantes

De acuerdo a la nota, en este encuentro participaron el presidente del Consejo de Economía, el cardenal Reinhard Marx, el secretario, Mons. Brian Edwin Ferme, y los miembros del Consejo, los cardenales Wilfrid Fox Napier, arzobispo de Durban (Sudáfrica); Péter Erdő, arzobispo de Esztergom-Budapest; Odilo Pedro Scherer, arzobispo de São Paulo (Brasil); Gérald Cyprien Lacroix, arzobispo de Quebec (Canadá); Joseph William Tobin, arzobispo de Newark (Estados Unidos); Anders Arborelius, obispo de Estocolmo (Suecia); y Giuseppe Petrocchi, arzobispo de L’Aquila (Italia).

Junto a ellos, la prof. Charlotte Kreuter-Kirchhof, Eva Castillo Sanz, Leslie Jane Ferrar, la Marija Kolak, Alberto Minali, María Concepción Osákar Garaicoechea, y Ruth Maria Kelly, cada uno conectado desde su país de residencia.

Desde el Vaticano también se conectaron el padre Juan Antonio Guerrero Alves, prefecto de la Secretaría de Economía; Maximino Caballero Ledo, secretario de la Secretaría de Economía; monseñor Nunzio Galantino, presidente de la APSA; Gianfranco Mammì, director del IOR (Instituto para las Obras de Religión); Giovanni Boscia, director financiero del IOR; y Nino Savelli, presidente del Fondo de Pensiones.

 

 

 

 

Estatua de la Medalla Milagrosa: Parada en la parroquia del Vaticano

Portada por guardias suizos

diciembre 16, 2020 08:38

Ciudad del Vaticano
Espiritualidad

(zenit – 16 dic. 2020).- La estatua de la Medalla Milagrosa de la Rue du Bac (París), que el Papa Francisco bendijo el 11 de noviembre, se detuvo en la parroquia de Santa Ana en el Vaticano al comienzo de su peregrinación de un año por Italia.

Llevada por guardias suizos, la estatua fue recibida en Santa Ana el sábado 12 y el domingo 13 de diciembre, según informa L’Osservatore Romano. Durante las misas y los rosarios recitados ese fin de semana en la iglesia, las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl distribuyeron medallas en el año del 190 aniversario de las apariciones marianas a Santa Catalina Labouré (1806-1876).

Por iniciativa de la familia religiosa de San Vicente de Paúl, la estatua recorrerá todas las regiones de ltalia, como señal de consuelo en tiempos de coronavirus, desde el 1 de diciembre de 2020 hasta el 22 de noviembre de 2021.

La Virgen María se le apareció a una Hija de la Caridad, Catalina Labouré, en la noche del 18 al 19 de julio de 1830: “Hija mía”, le dijo, “los tiempos son muy malos; las desgracias caerán sobre Francia… el mundo entero se verá abrumado por desgracias de todo tipo. Pero venid al pie de este altar: allí se derramarán las gracias sobre todos los que las demanden… Llegará un momento en que el peligro será grande; parecerá como si todo estuviera perdido. Estaré contigo, ten confianza… Ten confianza, no te desanimes, estaré contigo”.

El 27 de noviembre de 1830, la Santísima Virgen se le apareció de nuevo a Catalina en la capilla de su convento. Llevaba en sus manos un pequeño globo dorado coronado por una cruz, que representa “el mundo entero, Francia y cada persona en particular”. De sus manos salían rayos, “símbolo de las gracias que derramo sobre aquellos que me las piden”, explica la Virgen María. Catalina vio entonces la invocación “Oh María concebida sin pecado, ruega por nosotros que recurrimos a ti” y oyó una voz que le pedía: “Haced acuñar una medalla sobre este modelo. Aquellos que lo lleven con confianza recibirán grandes gracias”.

A pesar de las restricciones sanitarias impuestas por la lucha contra la pandemia, se tratará de demostrar que María está cerca de las comunidades más necesitadas: lugares de sufrimiento, hospitales, casas de reposo, espacios donde se ayuda y apoya a los pobres. Comenzando por el sur, Campania, Calabria, Sicilia, Puglia.

 

 

 

 

El Papa anima a la oración “por los que más sufren”

Saludo a fieles de lengua española

diciembre 16, 2020 10:21

Audiencia General

(zenit – 16 dic. 2020).- El Papa Francisco ha animado a “dedicar más tiempo a la oración de intercesión” en “estos días tan especiales” y ha animado a rezar con mayor profundidad “pidiendo unos por otros, en particular por los que más sufren”.

El Santo Padre ha recordado que mañana, 17 de diciembre de 2020, “comenzamos los días mayores de Adviento y la liturgia se centra con mayor énfasis en la preparación de la Navidad”.

Estas peticiones han sido realizadas por el Papa en su habitual saludo a los peregrinos de lengua española, de España y Latinoamérica, a lo largo de la audiencia general de este miércoles de la tercera semana de Adviento.

 

La oración de intercesión

La catequesis de este miércoles ha sido transmitida desde la biblioteca del Palacio Apostólico, sin público, debido a la pandemia de COVID-19. Francisco ha proseguido con la serie dedicada a la oración, bajo el tema “La oración de intercesión”.

En ella, el Pontífice ha destacado que “la oración verdadera no nos evade de la realidad”, sino que “cualquiera puede encontrar en la persona orante un corazón compasivo que ruega por todos sin excluir a nadie”.

En sus palabras en español, el Obispo de Roma se ha centrado en el orante que reza a Dios para la intercesión de todas las personas, que presenta al Señor “los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren”.

Del mismo modo, ha señalado que “todos necesitamos tiempos y espacios de silencio y soledad para la relación con Dios, para escuchar su voz”. En la oración, añade, Él “nos bendice y nos hace pan partido y repartido para la vida del mundo”.

 

 

 

 

Vaticano: Concierto de Navidad y carrera solidarios

Beneficio a Scholas Occurrentes y Fundación Don Bosco

diciembre 16, 2020 10:46

Ciudad del Vaticano

(zenit – 16 dic. 2020).- La 29ª edición del tradicional concierto de Navidad del Vaticano, promovido por la Congregación para la Educación Católica, así como una carrera, con la participación de los corredores del Athletica Vaticana, se vivirá “como una experiencia inclusiva y solidaria”, señala L’Osservatore Romano en italiano del 15 de diciembre de 2020.

La novedad de este año es la “Carrera Navideña Virtual – Corre por la Caridad”, un evento dedicado al deporte y la solidaridad. Se desarrollará en un podio “virtual”, abierto a todos los que deseen participar, que tendrá lugar del 19 al 31 de diciembre. Para participar, sólo hay que descargar la aplicación Cvrace, disponible en la plataforma Enternow, ponerse zapatillas y empezar a correr.

 

Beneficios y acción social

Los beneficios de todo el proyecto serán donados a la Fundación Pontificia Scholas Occurrentes y a la Fundación Salesiana Misiones Don Bosco, que están poniendo en marcha iniciativas para apoyar a las personas afectadas por la crisis sanitaria y social de la pandemia.

En particular, la entidad pontificia está trabajando para “reparar” el daño psicológico causado a las personas por el confinamiento y el miedo. Con este fin, ha facilitado numerosos encuentros cibernéticos en los últimos meses con más de 2.000 estudiantes de 60 países.

Mientras, la de Don Bosco está abordando las emergencias de coronavirus con proyectos concretos en 55 países, incluyendo India, Bolivia, Brasil, Burundi, promoviendo programas para la distribución de alimentos y máscaras, asistencia educativa y refugio.

 

Concierto de Navidad

El concierto de Navidad tendrá lugar en el escenario del auditorio de via della Conciliazione y será transmitido por televisión el 24 de diciembre. Los artistas invitados incluyen a Ron y Renato Zero, Malika Ayane, Antonino, Arisa, el holandés Dotan, la rusa Aida Garifullina, la japonesa Hong-hu Ada y la escocesa Amy Macdonald.

También estarán presentes en el concierto los dos atletas Fiona May, dos veces campeona mundial y doble medallista olímpica de plata en salto de longitud, y el campeón mundial de fútbol Gianluca Zambrotta.

Para apoyar los proyectos, es posible llamar o enviar un mensaje de texto al teléfono de solidaridad 45530, activo hasta el 31 de diciembre.

 

 

 

 

“Rosario por el mundo”: Más de 1 millón de personas rezan con Card. Aguiar y Eduardo Verástegui

Desde la basílica de Guadalupe

diciembre 16, 2020 08:59

Espiritualidad

(zenit – 16 dic. 2020).- Más de 1 millón de personas se han conectado para rezar el histórico Rosario por el Mundo que el 12 de diciembre a las 2 pm hora de Ciudad de México compartieron el arzobispo primado de México, cardenal Carlos Aguiar Retes, y el activista de derechos humanos, Eduardo Verástegui, desde el interior de la basílica de Guadalupe.

Mientras la basílica de Guadalupe permanecía totalmente cerrada por disposición de las autoridades eclesiásticas para evitar aglomeraciones en prevención del COVID-19, monseñor Aguiar y Verástegui rezaron un Rosario desde el interior del templo a través de las redes sociales (Facebook, YouTube, Twitter).

Las métricas de tales redes indican que más de 1 millón de personas se han conectado ya, tanto en vivo el día 12 como en reproducciones efectivas posteriores, para rezar este Rosario. Y se registran más de 50 mil comentarios con peticiones a la Virgen y Madre de Guadalupe, provenientes de México y de varios países más.

 

9 meses de Rosarios diarios

Este rosario representa la coronación de 9 meses de Rosarios rezados a diario por Verástegui desde el 22 de marzo pasado, donde se ha creado una comunidad de oración a través de las redes sociales.

El lugar donde el actor y productor de cine reza cada día, junto a una reproducción de la tilma de Juan Diego en tamaño original, pasó a llamarse el “Rincón Guadalupano”. Muchos crearon su propio “rincón” en su casa, y la Virgen de Guadalupe pasó a liderar esta campaña de oración.

 

Peticiones al Señor

Las intenciones son múltiples: el fin de la pandemia, la salud de los enfermos, los que ya partieron, la fortaleza para sus familias, los afectados en lo social y laboral a causa de la crisis que devino con este virus, rezar por la fe y la esperanza de todos.

La pandemia generó una renovación espiritual y de valores en muchos a lo largo y ancho del orbe. Otras veces, las intenciones fueron puntuales: las víctimas de un terremoto o de un huracán e inundaciones; el Papa, los jóvenes, la defensa de la vida, la paz, el fin de la violencia en manifestaciones masivas en distintos países. Se sumaron familias enteras, internas e internos en cárceles de distintos lugares, conventos de religiosas y religiosos, jóvenes, niños, abuelos.

 

Una comunidad que crece

El día 13 de mayo, se convocó a “llenar un estadio completo con rosarios”: 50 mil rosarios rezados en vivo a través de las redes sociales. El resultado superó 4 estadios, 200 mil rosarios. En dos ocasiones se convocó a rezar 1 millón de rosarios en el día (Pentecostés y 25 de octubre).

Y la comunidad de oración creció y superó la propuesta. En conjunto, desde el 22 de marzo, ya suman más de 100 millones de rosarios.

 

Histórico 12 de diciembre

Este del 12 de diciembre “fue un rosario histórico: en vez de peregrinar todos hasta la Basílica como cada 12 de diciembre, fue Ella, nuestra Madre, la que peregrinó hasta nuestros hogares a través de este rezo”, dijo Verástegui.

Cada año, más de 11 millones de peregrinos acuden a la basílica guadalupana en esta fecha. Esta vez, peregrinaron de forma virtual a través del rosario. Y se oró por el fin de la pandemia, los enfermos de COVID, los que fallecieron por esta causa, el personal médico y científico, y la recuperación social y laboral de todos los afectados por la crisis global que desató el virus.

“Rezar es el mejor tiempo invertido, es tiempo ganado porque es tiempo con Dios”. “Rezar es comunicarnos con Él y pedirle que nos ayude a convertirnos en los hijos que Él quiere que seamos. Cada persona con su rosario en la mano es un águila mensajera del amor de Dios. ¿Estamos listos para emprender el vuelo? Que la Virgen María nos cobije siempre y nos proteja con su manto sagrado”.

 

 

 

 

Comisión para América Latina: El cardenal Aós, nombrado miembro

Por el Papa

diciembre 16, 2020 15:11

Dicasterios

(zenit – 16 dic. 2020).- El cardenal Celestino Aós, arzobispo de Santiago de Chile, ha sido nombrado miembro de la Comisión Pontificia para América Latina por el Papa Francisco.

La Pontificia Comisión para América Latina (PCAL) es un organismo de la Curia Romana creado en 1958 que tiene como función primordial la de “aconsejar y ayudar a las Iglesias particulares en América Latina” y “estudiar las cuestiones que se refieren a la vida y progreso de dichas Iglesias, especialmente estando a disposición, tanto de los dicasterios de la Curia interesados por razón de su competencia, como de las mismas Iglesias para resolver dichas cuestiones.” (Juan Pablo II, Constitución Apostólica Pastor Bonus, art. 83).

Tal y como informa la Oficina de Prensa hoy, 16 de diciembre de 2020, el Santo Padre ha incluido entre los miembros de los dicasterios de la Curia Romana a 8 cardenales, entre los que se encuentra el citado prelado español.

A continuación, se exponen todos los nombramientos en varios Dicasterios del Vaticano.

1) en la Congregación para las Iglesias Orientales y en el Dicasterio para la Comunicación el Eminentísimo Señor cardenal Marcello Semeraro, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

2) en la Congregación para los Obispos el Eminentísimo Señor cardenal Augusto Paolo Lojudice, arzobispo de Siena-Colle di Val d’Elsa-Montalcino (Italia).

3) en la Congregación para la Evangelización de los Pueblos el Eminentísimo Señor cardenal Antoine Kambanda, arzobispo de Kigali (Ruanda).

4) en la Congregación para el Clero a los Eminentísimos Señores cardenales: José F. Advincula, arzobispo de Capiz (Filipinas) y Cornelius Sim, del Título de San Judas Tadeo Apóstol, vicario apostólico de Brunei.

5) en la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica el Eminentísimo Señor cardenal Mauro Gambetti, Diácono del Santísimo Nombre de María en el Foro Trajano.

6) en el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, el Eminentísimo Señor cardenal Wilton Daniel Gregory, arzobispo de Washington (Estados Unidos).

7) en el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el Eminentísimo Señor cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo de los Obispos.

8) en la Comisión Pontificia para América Latina el Eminentísimo Señor cardenal Celestino Aós Braco, arzobispo de Santiago de Chile (Chile).

 

 

 

 

El Papa exhorta a “acelerar el ritmo” hacia la “verdadera Navidad”

Saludos a los fieles de lengua italiana

diciembre 16, 2020 11:09

Audiencia General

(zenit – 16 dic. 2020).- El Papa Francisco ha exhortado a “acelerar el ritmo” hacia la Navidad, “la verdadera Navidad” que es el nacimiento de Jesucristo.

Este mensaje ha sido transmitido por el Papa en su tradicional saludo a los fieles de lengua italiana, al final de la audiencia general celebrada hoy, 16 de diciembre de 2020, en la biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano.

El Santo Padre señala cómo este año “nos enfrentamos a restricciones y inconvenientes” durante la Navidad e invita a pensar en “la Navidad de la Virgen María y san José”, que no fue “todo color de rosas”, pues pasaron por muchas dificultades y preocupaciones. Sin embargo, prosigue, “la fe, la esperanza y el amor los guiaron y sostuvieron”.

“¡Que lo mismo nos pase a nosotros!”, y que “nos ayude esta dificultad a purificar un poco el modo de vivir la Navidad, de festejar, sobre todo con el consumismo, que sea más religioso, más auténtico, más verdadero”, explica.

Después, como es habitual, Francisco se ha dirigido a los ancianos, los jóvenes, los enfermos y los recién casados, a los que ha deseado acojan “la gracia de estos días” para que “se convierta en un consuelo” para los más mayores y enfermos, “fortaleza” para los más jóvenes y “confianza en la divina providencia” para los nuevos esposos.

 

 

 

 

Cardenal Felipe Arizmendi: “Hacia una ética social”

‘Guía ética’ del presidente de México

diciembre 16, 2020 07:58

Análisis

El cardenal Felipe Arizmendi Esquivel, obispo emérito de San Cristóbal de Las Casas, y responsable de la Doctrina de la Fe en la Conferencia del Episcopado Mexicano, ofrece su reflexión semanal, titulada “Hacia una ética social”.

 

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El presidente de nuestra patria ha presentado al país una Guía Etica, como un apoyo para seguir luchando por lo que él considera la necesaria transformación de México. En la presentación, se dice que, con este instrumento, se quiere combatir el “declive moral generalizado en el país, la descomposición y la decadencia, una caída en espiral de la civilización a la barbarie, la ley de la jungla, en la que los más fuertes imponen sus decisiones y sus intereses y oprimen al resto, y en la que todos luchan entre sí en una competencia despiadada que coloca al colectivo en el camino de la desintegración”. De entrada, se afirma que “el comportamiento apegado a normas éticas es indispensable para vivir en armonía con nuestra conciencia y para el bienestar y buen funcionamiento de la sociedad. En cambio, el abandono de tales normas conduce más temprano que tarde a las conductas antisociales, al desprecio a la ley, a la destrucción de la paz y a la desintegración de todos los niveles de la sociedad… Mientras más se extienda en la sociedad el sentido ético, mayores serán el bienestar y la armonía social, habrá una mejor convivencia y será menor la necesidad de perseguir delitos”. Por ello, la Guía intenta “impulsar una revolución de las conciencias, esto es, construir una nueva ética humanista que conduzca a la recuperación de los valores tradicionales mexicanos y universales y de nuestra grandeza nacional”. Se advierte que “la adopción de una nueva guía ética por parte de la sociedad debe ser fruto del acuerdo y no de la imposición, de la educación y no de la coerción”. En síntesis, se anhela “contribuir a la construcción de una convivencia nacional pacífica, cívica, con libertad, paz, justicia, dignidad y seguridad”.

Para lograr la transformación ética del país, se proponen estos 20 principios: “Evitemos imponer ‘nuestro mundo’ al mundo de los demás. No hay nada más valioso que la vida, la libertad y la seguridad de las personas. No se debe humillar a nadie. La paz y la libertad son inseparables. Nadie puede estar en paz sin libertad. El amor al prójimo es la esencia del humanismo. No hay mayor alegría que la felicidad de los demás. Quien no sabe de dónde viene difícilmente sabe a dónde va. El agradecimiento es la mayor virtud de una buena persona. El perdón libera a quien lo otorga y a quien lo recibe. No se debe enfrentar el mal con el mal. La buena ley debe moderar la opulencia y la indigencia; no puede haber trato igual entre desiguales. No mentir, no robar, no traicionar. Ser fraterno es hacer propios los problemas de los demás. Al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie. Todo, por la razón y el derecho; nada, por la fuerza. El poder sólo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás. No hay mayor satisfacción que tener trabajo y disfrutarlo. No es más rico el que tiene más sino el más generoso. Los compromisos se cumplen. La familia es la principal institución de seguridad social de México. Al cuidar el aire, el agua, la tierra, las plantas, los animales y las cosas, nos cuidamos todos”.

¿Quién puede estar en desacuerdo con esto?

Se ha criticado al presidente porque dicen que quiere imponer una moral inspirada en sus creencias, que con ello viola el laicismo constitucional, que no es una ética, sino sólo buenos consejos, que lo que más le compete al gobierno es procurar un Estado firme de derecho, el combate eficaz a la corrupción, a la violencia, a la inseguridad y al narcotráfico, la aplicación de la justicia a violadores e infractores de la ley.

Lo más importante, sin embargo, para transformar al país, es predicar con el ejemplo, pues si un dirigente a diario está ofendiendo y descalificando a sus adversarios, ¿cómo puede exhortar a evitar “imponer ‘nuestro mundo’ al mundo de los demás”? ¿Cómo puedo aconsejar “no humillar a nadie”, si es lo que hago todos los días? ¿Es coherente decir que “no hay nada más valioso que la vida”, si su propio grupo impulsa el aborto, que es la destrucción de un ser humano?  Es cierto que “no se debe enfrentar el mal con el mal”, y que “todo, por la razón y el derecho; nada, por la fuerza”; pero los delincuentes no entienden razones, ni leyes, ni buenos consejos; la autoridad debe inutilizar su maldad, para que no sigan dañando a la sociedad. Es verdad que “la familia es la principal institución de seguridad social”; pero, ¿cómo creerlo, si su equipo de gobierno critica y destruye la familia formada por un hombre y una mujer? Si no se predica con el ejemplo, todo puede quedar reducido a palabras huecas. El actuar diario de los dirigentes puede no estar a la altura de lo que esta Guía Etica propone y perder su eficacia.

Por otra parte, esta Guía no suple a la Biblia ni al Catecismo, aunque se inspire de alguna forma en ellos, pues toda la cultura occidental tradicional tiene su origen en el cristianismo. Y advirtamos que, sin la ayuda de Dios, sin la fuerza del Espíritu Santo, sin la gracia de los sacramentos, sin un encuentro personal con Jesucristo, sin el acompañamiento de una institución eclesial, todo quedará en una receta de buenas intenciones.

 

PENSAR

El Papa Francisco, en su encíclica Fratelli tutti, inspirándose en Jesucristo, en el amor íntimo entre las tres divinas personas, en el Evangelio, particularmente en la parábola del buen samaritano, pone como subtítulo de su encíclica la fraternidad y la amistad social. Lo han criticado porque pareciera hacer a un lado los sacramentos de la Iglesia, la oración, la Palabra de Dios, y que sólo promueve una fraternidad y amistad social. No es así; sus adversarios deberían leer completa la encíclica, pues es muy profunda y cien por ciento evangélica. El Papa se dirige a toda la humanidad, y por ello resalta aquello que nos puede unir, en orden a la justicia y la paz social, que son esenciales para que llegue el Reino de Dios.

Dice, entre muchas otras cosas: “Se constata un deterioro de la ética y un debilitamiento de los valores espirituales y del sentido de responsabilidad. Todo eso contribuye a que se difunda una sensación general de frustración, de soledad y de desesperación” (29).

“Vuelvo a destacar con dolor que ya hemos tenido mucho tiempo de degradación moral, burlándonos de la ética, de la bondad, de la fe, de la honestidad, y llegó la hora de advertir que esa alegre superficialidad nos ha servido de poco. Esa destrucción de todo fundamento de la vida social termina enfrentándonos unos con otros para preservar los propios intereses. Volvamos a promover el bien, para nosotros mismos y para toda la humanidad, y así caminaremos juntos hacia un crecimiento genuino e integral. Cada sociedad necesita asegurar que los valores se transmitan, porque si esto no sucede se difunde el egoísmo, la violencia, la corrupción en sus diversas formas, la indiferencia y, en definitiva, una vida cerrada a toda trascendencia y clausurada en intereses individuales” (113).

“Es posible llegar a algunas verdades elementales que deben y deberán ser siempre sostenidas. Aceptar que hay algunos valores permanentes, aunque no siempre sea fácil reconocerlos, otorga solidez y estabilidad a una ética social” (211).

 

ACTUAR

Sin dejar de valorar las cosas buenas que propone esta Guía Etica, completemos con nuestra fe cristiana lo que le falta, siempre a partir de un encuentro con el Señor Jesús.

 

 

 

 

San Josep Manyanet i Vives, 17 de diciembre

Profeta de la Sagrada Familia

diciembre 16, 2020 08:56

Testimonios

 

“San Josep Manyanet i Vives fue un profeta de la Sagrada Familia. Fue un incansable apóstol que extendió en España, puntos diversos de Europa y de América el amor que le profesó. Es impulsor del templo expiatorio de la Sagrada Familia de Barcelona, obra de Gaudí”

El “evangelio de la familia” tuvo en él a su más insigne difusor. Hoy continúa alumbrando con sus enseñanzas a una sociedad que necesita modelos preclaros para caminar, y especialmente a quienes se han comprometido con un proyecto de vida en común.

Es posible que haber nacido en el seno de una familia numerosa y creyente influyese en su acontecer marcándole con un amor singular a la Sagrada Familia. Nació el 7 de enero de 1833 en Tremp, Lleida, España.

Su madre, artífice de su amor a María, siguió la bellísima tradición de consagrarle a la Virgen bajo la advocación de Valldeflors, a la que se honraba en la localidad porque era su patrona. Sintiendo la llamada al sacerdocio recibió formación en Barbastro primeramente, y luego en seminarios de Lleida y Urgell costeándose él mismo los estudios con su trabajo.

Virtuoso hombre de oración, devoto de la Eucaristía, prudente y sensible, con encomiable espíritu de servicio, después de ser ordenado sacerdote el 9 de abril de 1859, san Josep Manyanet i Vives fue de impagable ayuda para el prelado de Urgell que lo tuvo a su lado durante doce años. Fue su secretario particular, mayordomo, vicesecretario de cámara, secretario de visita pastoral y también se ocupó de la biblioteca del seminario.

En esos años de ejercicio pastoral en la Seu d’Urgell acrecentó su convicción de que la familia es el pilar de la sociedad. Porque ciertamente los valores que se aprenden en ella en gran medida condicionan el resto de la vida; es clave en la educación y enseña el modo de afrontar las vicisitudes y contingencias que se van presentando.

“Los primeros y principales educadores de la tierna juventud deben ser los propios padres”. La paternidad tenía para él tal valor que no dudaba en calificarla “como un sacerdocio”. Y “el principal cuidado de los padres de familia es aprender y saber gobernar su casa en el servicio de Dios” […].

“La casa y la familia fundadas sin la bendición de Dios no pueden vivir en buena paz y armonía cristianas”. Si el devenir de un hogar está anclado en el modelo que ofrece la Sagrada Familia los frutos no se hacen esperar.

San Josep Manyanet i Vives fue consciente de que la sociedad precisaba este referente inequívoco. “La Sagrada Familia debe ser el modelo de todas las demás familias, si desean paz en la tierra y aspiran a la eterna felicidad”. Decía también que “el mundo es como una familia cuyo Padre es Dios”.

Tomó conciencia de la importancia de tutelar de forma exquisita la educación dirigida a niños y a jóvenes; sería un semillero de gracias vertidas en la sociedad a través de ellos. De modo que, con este objetivo evangelizador, puso en marcha en 1864 los Hijos de la Sagrada Familia de Jesús, María y José.

Y diez años más tarde fundó las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret. Al emprender su obra, pensaba, sobre todo, en ese colectivo infantil y juvenil que no tenía recursos económicos: “Los ricos tienen colegios para educar a sus hijos; hagamos colegios para educar e instruir a los hijos de los obreros”.

Estaba convencido de que “los padres prefieren más dejar al hijo sabio que rico de bienes temporales”.

En medio de conflictos políticos sufrió persecución y clausura de uno de sus centros, pero continuó su labor sin arredrarse. Durante cuatro décadas, marcadas por intensa actividad, se mantuvo al frente de sus hijos e hijas.

Bajo su amparo y tutela se multiplicaron escuelas, colegios, talleres y vías diversas de apostolado en distintos puntos de España, que luego se extendieron a parte de Europa y América. Viéndole trabajar con tanto ahínco, lleno de fe y esperanza, escribiendo textos dirigidos a difundir la devoción por la Sagrada Familia, era difícil adivinar que todo ello procedía de un hombre de frágil salud que, además, debía hacer frente a numerosos contratiempos que le salían al paso.

Pero así era. En su costado tenía lo que él solía denominar “las misericordias del Señor”, unas llagas abiertas que es fácil imaginar lo que debieron suponer de padecimientos durante los últimos 16 años de su vida.

Fue un ejemplo de fortaleza y fidelidad. Se distinguió también por su predicación. Mantuvo viva hasta el fin la urgencia por difundir lo que Juan Pablo II denominó “evangelio de la familia”, diseminado en numerosas obras dirigidas a sus hijos, a los escolares que se formaban en los centros regidos por ellos y a las familias.

Entre otras, fue autor de La Escuela de Nazaret, Casa de la Sagrada Familia (de carácter autobiográfico), Preciosa joya de familia y El espíritu de la Sagrada Familia. Impulsó la revista Sagrada Familia y la construcción del templo expiatorio dedicado a ella en Barcelona, obra monumental del genial arquitecto y siervo de Dios, Antoni Gaudí.

Viendo su quehacer en conjunto, se aprecia el afán de san Josep Manyanet i Vives por llevar a todos el amor a Jesús, María y José mostrándolos al mundo como ejemplo a imitar. Y el nombre de los tres fue el que brotó de sus labios cuando le llegó la suprema hora el 17 de diciembre de 1901.

Quienes le rodeaban le oyeron decir por última vez lo que tantas veces había expresado: “Jesús, José y María, recibid cuando yo muera el alma mía”, jaculatoria que incontables familias han enseñado a recitar a sus hijos desde niños para que la rezaran poco antes de conciliar el sueño. Juan Pablo II lo beatificó el 25 de noviembre de 1984 y él mismo lo canonizó el 16 de mayo de 2004.