Servicio diario - 25 de noviembre de 2018


 

Ángelus: Jesús “nos pide que le dejemos ser nuestro rey”
Raquel Anillo

Ucrania: El Papa reza por la paz tan deseada
Anne Kurian

San Nicolás de Bari: “Promoviendo el camino de la unidad cristiana”
Anne Kurian

Cristo Rey del Universo: “Dios elige un trono incómodo”
Anne Kurian

Beato Santiago Alberione, 26 de noviembre
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

25/11/2018-12:52
Raquel Anillo

Ángelus: Jesús "nos pide que le dejemos ser nuestro rey"

(ZENIT — 25 nov. 2018).- "Jesús nos pide hoy que le dejemos ser nuestro rey", dijo el Papa Francisco en el Ángelus este 25 de noviembre de 2018. "Pero, recordó, no debemos olvidar que el reino de Jesús no es de este mundo. Puede dar un nuevo significado a nuestra vida ... solo si no seguimos la lógica del mundo y su "rey".

Desde una ventana del palacio apostólico que domina la Plaza de San Pedro, el Papa meditó sobre la solemnidad de Cristo Rey del Universo, celebrado este domingo, conclusión del año litúrgico: "La vida de la creación no avanza por casualidad, sino que avanza hacia una meta final: la manifestación definitiva de Cristo, Señor de la historia y de toda la creación".

"La historia enseña que los reinos fundados en el poder de las armas y en la prevaricación son frágiles y tarde o temprano se derrumban", dijo. Pero el Reino de Dios se basa en su amor y se enraíza en los corazones, el Reino de Dios se enraíza en los corazones concediendo a quien lo recibe paz, libertad y plenitud de vida.

Esta es nuestra traducción de la meditación del Papa.

AK

 

Palabras del Papa antes del Ángelus

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

La solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, que celebramos hoy, se establece al final del año litúrgico y nos recuerda que la vida de la creación no avanza por casualidad, sino que avanza hacia una meta final: la manifestación definitiva de Cristo, Señor de la historia y de toda la creación. La conclusión de la historia será su reino eterno.

El pasaje del Evangelio de hoy (cf. Jn 18: 33b-37) nos habla de este reino, relatando la humillante situación en que se encontró Jesús después de ser arrestado en Getsemaní: atado, insultado, acusado y llevado ante las autoridades de Jerusalén. Se le presenta al fiscal romano, como alguien que atenta contra el poder político, para convertirse en el rey de los judíos. Pilatos luego hace su pregunta y en un interrogatorio dramático le pregunta dos veces si es un rey (vs. 33b.37). Jesús primero responde que su reino "no es de este mundo" (v. 36). Luego dice: «Tú lo dices: yo soy rey» (v.37). Es evidente que en toda su vida Jesús no tiene ambiciones políticas.

Recordemos que después de la multiplicación de los panes, la gente, entusiasmada con el milagro, quiso proclamarlo rey, para derrocar el poder romano y restaurar el reino de Israel. Pero para Jesús, el reino es otra cosa, y ciertamente no se logra con la revuelta, la violencia y la fuerza de las armas. Por lo tanto, se había retirado solo en la montaña para orar (cf. Jn 6, 5-15).

Ahora, respondiendo a Pilato, señala que sus discípulos no lucharon para defenderlo. Él dice: "Si mi reino fuera de este mundo, mis sirvientes habrían luchado para que yo no fuera entregado a los judíos" (v.36). Jesús quiere dejar claro que por encima del poder político hay otro mucho mayor, que no se logra por medios humanos. Él vino a la tierra para ejercer este poder, que es el amor, dando testimonio de la verdad (v. 37). Esta es la verdad divina que, en última instancia, es el mensaje esencial del Evangelio: "Dios es amor" (1 Jn 4: 8) y quiere establecer en el mundo su reino de amor, justicia y paz. Este es el reino del cual Jesús es el rey, y que se extiende hasta el fin de los tiempos.

La historia enseña que los reinos fundados en el poder de las armas y en la prevaricación son frágiles y tarde o temprano se derrumban. Pero el reino de Dios se basa en su amor y se enraíza en los corazones, el Reino de Dios se enraíza en los corazones concediendo a quien lo recibe paz, libertad y plenitud de vida. Y nosotros queremos la paz, todos nosotros queremos la libertad y queremos la plenitud. ¿Cómo se hace esto?, deja que el amor de Dios, el reino de Dios, el amor de Jesús se enraíce en tu corazón y tendrás, paz, libertad y tendrás plenitud.

Jesús hoy nos pide que le dejemos ser nuestro rey. Un rey que con su palabra, su ejemplo y su vida inmolada en la cruz nos ha salvado de la muerte, señala el camino al hombre perdido, da nueva luz a nuestra existencia marcada por la duda, el miedo y las pruebas cotidianas. Pero no debemos olvidar que el reino de Jesús no es de este mundo. Podrá dar un nuevo significado a nuestra vida, a veces sometido a prueba incluso por nuestros errores y nuestros pecados, solo con la condición de que no sigamos la lógica del mundo y de sus "reyes".

Que la Virgen María nos ayude a recibir a Jesús como el rey de nuestra vida y a difundir su reino, dando testimonio de la verdad que es el amor.

 

 

25/11/2018-14:41
Anne Kurian

Ucrania: El Papa reza por la paz tan deseada

(ZENIT — 25 nov. 2018).- El Papa Francisco invitó a orar "por la paz tan deseada" en Ucrania, durante el Ángelus del 25 de noviembre de 2018 que presidió en la Plaza de San Pedro.

Después de la oración mariana, mencionó el aniversario del Holodomo, celebrado el día anterior, "la terrible hambruna provocada por el régimen soviético que causó millones de víctimas" en 1932-1933: "Que la inmensa herida del pasado sea un llamado a todos para que tales tragedias no vuelvan a suceder.

Esta es nuestra traducción de las palabras del Papa.

 

Palabras del Papa después del Ángelus.

Queridos hermanos y hermanas,

Ayer, Ucrania conmemoró el aniversario del Holodomor, una terrible hambruna causada por el régimen soviético que causó millones de víctimas. La imagen es dolorosa. Que la inmensa herida del pasado sea un llamado a todos para que tales tragedias no vuelvan a suceder. Oremos por ese querido país y por la paz tan deseada.

Les saludo a todos ustedes peregrinos que han venido de Italia y de diferentes países: a las familias, a los grupos parroquiales, a las asociaciones. En particular, saludo a los numerosos coros que asistieron a su Tercer Congreso Internacional celebrado en el Vaticano, y les agradezco su presencia y su precioso servicio a la liturgia y a la evangelización, muchas gracias!.

Saludo a los participantes en el Congreso sobre la fertilidad, promovido por la Universidad Católica del Sagrado Corazón en el 50 aniversario de la Encíclica Humanae vitae de San Pablo VI; así como también a los universitarios de derecho de la Universidad de Roma Tres y a los fieles de Pozzuoli, Bacoli y Bellizzi.

Saludo a los peregrinos de Palermo, y felicitaciones porque han tenido el valor de venir aquí con esta lluvia Les deseo a todos un buen domingo. Y por favor, no se olviden de orar por mí. Buen almuerzo y ¡hasta pronto!.

© Traducción de ZENIT, Raquel Anillo

 

 

25/11/2018-16:15
Anne Kurian

San Nicolás de Bari: "Promoviendo el camino de la unidad cristiana"

(ZENIT — 25 nov. 2018).- "La Basílica de San Nicolás (...) pudo mostrar su vocación específica de promover el camino de la unidad de los cristianos", escribe el Papa con motivo del 50 aniversario de la elevación de la Basílica de San Nicolás de Bari: Lugar donde se conservan las reliquias del santo como "Basílica Pontificia" (1968).

En una carta publicada este 24 de noviembre dirigida a Mons. Francesco Cacucci, arzobispo de Bari-Bitonto y delegado pontificio de la Basílica de San Nicolás, el Papa subraya que "la oración tiene un poder evangelizador extraordinario y es necesaria para lograr la plena comunión entre los cristianos".

En el marco de este aniversario, se ha organizado un Congreso sobre el tema:

La Basílica Pontificia de San Nicolás en las Constituciones Apostólicas de los Papas. Aspectos canónicos, pastorales y ecuménicos , con la participación del cardenal Giovanni Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, y del obispo Nunzio Galantino, presidente de la Administración de Patrimonio de la Sede Apostólica.

San Nicolás, obispo de Myre, es reconocido por los fieles de diferentes Iglesias y denominaciones cristianas como defensor de los más débiles y de los perseguidos, protector de las niñas, de los marineros y de los niños. La universalidad de su culto lo convierte en un verdadero "puente entre Oriente y Occidente". Nacido en Patare en Lycia, hacia el 270 de padres cristianos, dejó a un joven huérfano al frente de una rica herencia, Nicolás dedicó su fortuna a las buenas obras.

Cuando murió el obispo de Myre, los obispos de la provincia llamaron a Nicolás para sucederlo. Durante su episcopado, además de sus muchas obras pastorales, luchó contra los errores de Arrio, y fue uno de los 318 obispos que Condenó el arrianismo al primer concilio de Nicea. Su muerte llegó poco después, alrededor de 325. La tradición reporta que desde su tumba brota un aceite milagroso. Alrededor de 1087, cuando la ciudad de Myre estaba en poder de los turcos, los corsarios-mercaderes de Bari sacaron las reliquias y las llevaron a su ciudad donde se construyó una iglesia en honor al santo.

Aquí está nuestra traducción de esta carta.

***

 

Carta del Papa Francisco

Querido Hermano
Francesco CACUCCI
Arzobispo de Bari-Bitonto
Pontificio Delegado de la Basílica de San Nicolás

Han transcurrido cincuenta años desde que mi predecesor, San Pablo VI, elevó la Basílica de San Nicolás de Bari al rango de Basílica Pontificia, asignando el cargo de delegado pontificio al arzobispo pro tempore de Bari. Este importante aniversario es motivo de alegría para la arquidiócesis, para la ciudad y para la región de Pouilles, para la Orden de los Predicadores que guardan su templo sagrado, así como para toda la comunidad católica porque este lugar de fe, de oración, de encuentro y diálogo, ha favorecido el movimiento ecuménico.

En estos años, la Basílica de San Nicolás, tan singularmente vinculada a la Santa Sede, ha podido manifestar su vocación específica, que se ha finalizado para promover el camino de la unidad de los cristianos. Esto fue facilitado por la sincera devoción de los fieles de Oriente y Occidente al santo obispo de Myre. Mis pensamientos se dirigen a todos aquellos que han cooperado de alguna manera con la actividad litúrgica, pastoral, cultural y, sobre todo, ecuménica, cuyos frutos pude ver personalmente durante mi reciente visita con ocasión del encuentro de oración y de reflexión con los líderes de la iglesia presentes en el Oriente Medio.

Animo a todos los que trabajan, con diversas responsabilidades, en el manejo pastoral de esta histórica basílica a que continúen su servicio de colaboración con un renovado ardor apostólico, ayudando a los peregrinos y a quienes lo frecuentan a verlo con confianza y a redescubrir su importancia espiritual. Se trata de fomentar en los fieles el camino de una búsqueda diligente de Dios, alimentada por una intensa piedad y una nostalgia insatisfecha por la contemplación. La oración tiene una fuerza evangelizadora extraordinaria y es necesaria para lograr la plena comunión entre los cristianos.

Espero que este importante aniversario del 50 aniversario sea también una razón para un renovado interés en el estudio de los eventos históricos de la basílica pontificia, de la figura de San Nicolás, así como la teología ecuménica. Que la reflexión científica, acompañada de eventos culturales, pueda acompañar sostener la piedad, la liturgia y el culto del santo, haciendo una contribución válida a las relaciones ecuménicas entre las comunidades católicas y ortodoxas.

Con tales sentimientos, invocando la intercesión de la Virgen María y de San Nicolás, les doy de todo corazón la Bendición Apostólica, a todos y a toda la comunidad diocesana, al Cardenal Angelo Becciu, quien preside el evento conmemorativo, a los Padres Dominicanos, promotores y relatores del congreso y quienes participarán en las ceremonias de conmemoración.

Ciudad Del Vaticano, 24 de noviembre de 2018.

FRANCISCO

© Traducción de ZENIT, Raquel Anillo

 

 

25/11/2018-16:42
Anne Kurian

Cristo Rey del Universo: "Dios elige un trono incómodo"

(ZENIT — 25 nov. 2018).- "Mientras que los grandes de la Tierra se construyen" tronos "para su poder, Dios elige un trono incómodo, la cruz, de la cual reina dando vida. Este es el tweet del Papa Francisco, del 25 de noviembre de 2018, para la solemnidad de Jesucristo Rey del universo, conclusión del año litúrgico.

En una entrevista con Vatican News el cardenal Beniamino Stella, prefecto de la Congregación para el Clero, vuelve al significado de esta fiesta instituida por Pío XI en 1958, con su encíclica Cuas primas: "La fiesta de Cristo Rey nos recuerda que Jesús es el que gobierna nuestra existencia "y quien" gobierna la historia ". Es una "señal precisa, en el transcurso del año, que nos recuerda esta presencia" del Hijo de Dios "en la vida personal de cada uno de nosotros y de la Iglesia".

"Jesús reinó desde el madero de la cruz", agrega el prefecto, "aquí es donde descubrimos el significado y el rostro de nuestro rey". No se trata de "riquezas", "de poderes", " de privilegios", sino de reconocer la fuerza "del amor que se da, que se sacrifica".

"Mirando el rostro de Jesús, descubrimos el significado y la profundidad del amor", dice.

© Traducción de ZENIT, Raquel Anillo

 

 

25/11/2018-15:29
Isabel Orellana Vilches

Beato Santiago Alberione, 26 de noviembre

«Fundador de la Familia Paulina. Un religioso visionario, un profeta que apreció la riqueza de los mass media para difundir el Evangelio; fueron un instrumento de gran fecundidad apostólica en manos de este genial beato»

Este clarividente apóstol, que vio la riqueza de los medios de comunicación social para difundir el mensaje de Cristo, nació en la localidad italiana de San Lorenzo di Fossano el 4 de abril de 1884. Viendo retrospectivamente su vida se constata que quien tiene madera de apóstol, como él, escruta lo que le rodea con una mirada penetrante, siempre atenta a los signos que Dios extiende ante sí, los lleva a la oración y procede a actuar sin dilación alguna. Era el cuarto de los seis hijos de Michele y Teresa, un matrimonio de cristianos campesinos. Sus sueños infantiles apuntaban al sacerdocio. Y a esa edad en que los niños sueñan con alcanzar grandes gestas, y a veces señalan su futuro con las más sorprendentes profesiones, Santiago ya había elegido. Cuando su maestra Rosina Cardona le formuló en la escuela la conocida pregunta: «¿qué quieres ser de mayor?», sin vacilar respondió: ¡sacerdote! Un buen párroco, el padre Montersino, que regía la parroquia de Cherasco donde el beato se trasladó con su familia, le ayudó en su empeño.

En 1896 inició estudios en el seminario de Bra, y en 1900, año que marcó su acontecer, prosiguió la formación en el seminario de Alba; se desconoce por qué dejó Bra. Pero justamente cuando el reloj marcaba las primeras horas del año 1901 vivió una experiencia que le marcó para siempre. ¿Dónde encuentran los santos las respuestas que precisan? En la oración, naturalmente. Y esa madrugada mientras en tantos lugares del mundo se celebraba con grandes fastos la entrada del Año Nuevo, el joven seminarista se hallaba orando en la catedral, postrado ante el Santísimo. En su mente rebullían las inquietudes de quien busca la gloria de Dios. En concreto tenía presente la encíclica de León XIII Tametsi Futura Prospicientibus y, en un momento dado, el fulgor que emanaba la Sagrada Forma le instó a actuar. Debía formarse con toda urgencia para servir a la Iglesia y a la humanidad en una vía, aún desconocida para él, pero que iba a tener una extraordinaria repercusión a lo largo del siglo que acababa de nacer: los mass media, que serían en sus manos un instrumento de innegable fecundidad apostólica. En un primer peldaño para la gran misión que iba a desempeñar, la Providencia había puesto en su camino al canónigo padre Francisco Chiesa, una persona que influyó enormemente en su vida durante cerca de medio siglo, que le guió y acompañó.

En 1907 fue ordenado y comenzó su ministerio pastoral en Narzole (Cúneo), si bien ejerció también su labor en otras parroquias del entorno. Predicaba, impartía conferencias y catequesis, entre otras acciones. Como la fruta madura cae del árbol, a Santiago ya le llegaba la hora de poner en marcha la misión que Dios había determinado para él. Por esta época conoció a uno de sus estrechos colaboradores, José T. Giaccardo; se percató del importante papel que la mujer tiene en la evangelización, y no tuvo duda de que la vía que debía seguir para ejercer la labor apostólica se hallaba en los recursos que proporciona la comunicación.

Ejerció la docencia en el seminario de Alba; dirigió espiritualmente a sacerdotes y a jóvenes. Yen 1913 se le encomendó la dirección del semanario Gazzetta d'Alba. Entre tanto vio que la ingente labor apostólica que tenía en ciernes sería más efectiva en manos de personas consagradas. En 1914 fundó la Sociedad de San Pablo de la que fue superior general hasta 1969. En 1915, junto a Teresa Merlo, creó la Congregación de las Hijas de San Pablo. Y en 1921 al erigir la Pía Sociedad de San Pablo, comenzaron a emitir votos privados algunos de sus componentes. Ese mismo año cursó la solicitud para su aprobación como congregación diocesana. En 1923 enfermó gravemente y los médicos no aventuraron nada bueno. Pero se equivocaron, ya que se curó; él atribuyó a san Pablo su sorprendente recuperación.

La obra que puso en marcha, nutrida con trece revistas, a través de las cuales difundía el evangelio a todas las gentes, se extendía por distintos lugares. Aquello era ya imparable. De la fecundidad de este beato dan prueba las instituciones que componen la «Familia Paulina», un emporio apostólico creado entre 1914 y 1960. Santiago era un hombre de oración, con carisma entre los jóvenes, de una fe arrolladora. Ayunaba frecuentemente y durante varios días sin que hiciese mella en él este esfuerzo. Decía que había que «trabajar con las rodillas». Su mente abierta al infinito se resumía en el «pensar en grande» que aconsejaba a los suyos. De modo clarividente, decía: «Pensar y hacer; no solo soñar». En 1960 manifestó: «Debe ser uno el espíritu, aquel contenido en el corazón de San Pablo, ror Pauli, cor Christi; tienen las mismas devociones; y los varios objetivos convergen en un fin común y general: dar a Jesucristo al mundo en modo completo, como Él se ha definido: `Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida'».

Se ha glosado su proverbial fidelidad al papa. Así lo atestiguó hasta el fin, dejando en su testamento este elocuente sentimiento: «Siento, ante Dios y ante los hombres, la gravedad de la misión que el Señor me ha encomendado... Estamos fundados sobre la Iglesia y el Vicario de Jesucristo, y esta convicción inspira confianza, alegría, coraje». Junto a las preocupaciones propias de su misión fundadora, vivió con dolor la separación de algunos de sus colaboradores, que le precedieron en la muerte. Padecía una escoliosis que le ocasionó muchos sufrimientos y fue debilitándole hasta que falleció el 26 de noviembre de 1971 a los 87 años. Antes le había visitado Pablo VI que en 1969 había ensalzado sus virtudes y su magna obra, destacando la humildad, el silencio y laboriosidad de Santiago, su espíritu orante y capacidad para «escudriñar... las formas más geniales de llegar a las almas». Juan Pablo II lo beatificó el 27 de abril de 2003.