Pinceladas reflexivas

 

El complejo de minoría seleccionada

 

¿Seleccionada por quién?

 

 

23/03/2018 | por Francesc Martinez Porcell


 

 

complejo: Acepción núm. 6 del Diccionario electrónico en línea de la Real Academia Española de la Lengua 6. m. Psicol. Conjunto de ideas, emociones y tendencias generalmente reprimidas y asociadas a experiencias del sujeto, que perturban su comportamiento.

minoría: Acepción núm. 1 del Diccionario electrónico en línea de la Real Academia Española de la Lengua 1. f. Parte menor de las personas que componen una nación, ciudad o cuerpo.

 

El miércoles 21 de marzo, en día invernal hemisferio norte de estación primaveral 2018, leí cuatro cosas en Forum Libertas. Adjunto los links.

Primero el artículo editorial.

Segundo el escrito en un blog del periódico La Vanguardia al que habrá que suscribirse. (al blog)

En tercer lugar una aportación en blog muy reciente parte I

Y parte II

 

Los cuatro escritos inciden en lo mismo. En la actualidad el hecho de ser padre y ser madre requiere ir a contracorriente en lo indebidamente denominado políticamente correcto. Esto último carece de visión política y de correcto no tiene algo. Empleo en mi título el vocablo “seleccionada” y en mi subtítulo la pregunta “¿por quién?” El complejo humano de minoría merma las propias facultades. No por el hecho de ser minoría en algo. Sino por el hecho de auto creerse que esta realidad de minoría las merma.

Cuando en la vida se actúa a contracorriente – con ponderación, esmero y convicción en asuntos ordinarios – se obtienen resultados. En los asuntos de militancia cristiana pasa igual. Ser minoría en algo asusta a uno mismo. Pues en las propias actuaciones no se ven resultados inmediatos. Todavía menos en su influencia en el prójimo cercano. Provocan tedio y cansancio. Te ves hundido. Te contemplas poca cosa. Es entonces cuando surge la tentación humana de tirar la toalla, declinando librar los paulinos y nobles combates de la fe.

En estos personales momentos ver las propias cosas, desde la perspectiva de los santos, ayuda mucho a perseverar. Tenemos ejemplos históricos. Por hacer esto (atender a los santos), herido y abatido en convalecencia, un hombre reaccionó. ¡Quién lo diría que surgió una gran vocación de llamada a la santidad personal mediante la evangelización subsiguiente a su conversión!

El paso inicial es la reacción. No guarda relación con los bienes materiales que se poseen. Éste tenía muchos. Se llamaba Íñigo. Gracias a él fue posible la Compañía de Jesús. Gracias a él un seguidor suyo de linaje noble predicó el Evangelio en lugares remotos. Ignacio de Loyola y Francisco Javier son modelos de minoría seleccionada sin complejos. ¡Seleccionada por Dios! La eliminación de complejos en minoría también requiere gracia de Dios. Pero el paso humano de la conversión es personal. ¡A veces reparo en qué pensaría el misionero jesuita Javier, falleciendo solo y abandonado en una isla cercana a China!

¿He perdido yo mi tiempo vital? Creo que no. Ayer jueves acompañé a mi nieto primogénito al colegio. Llegando a él me dio las gracias por acompañarle. Cumplirá próximamente seis años. En su apreciación valora el hecho de que el abuelo cercano a su domicilio se ocupe de este menester de modo habitual. Todos -Vds. también- pueden referir cosas del acontecer diario. Las mías son corrientes. Tanto las mías como las de Vds. tienen trascendencia de eternidad en la gloria celestial. Todos influimos en el prójimo con nuestras acciones. Si este actuar viene precedido por la propia autoconciencia de hijo de Dios a su servicio, el más simple gesto influye poderosamente aun cuando no sea noticia televisiva. Creer que no pintamos nada (algo) es un error muy extendido. Dios se vale de nuestra poca cosa para obrar prodigios corrientes.

 

Empieza ya la Semana Santa. Es un tiempo idóneo para centrarse y concentrarse en los misterios evangélicos de nuestra identidad cristiana. ¡Feliz y Santa Pascua de Resurrección!