Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

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Nº 520

9 de sep. 2017

 

1. ¿Hay alguna orden de Templarios reconocida por la Iglesia?

2. El Príncipe Gurdjieff vive en Lima con niños e intenta captar a otra menor española.

3. Massimo Introvigne se queja de la “intolerancia” contra las sectas en varios países.

4. Argentina: un fiscal reclama a los testigos de Jehová información sobre abusos sexuales.

5. Cienciología intenta su registro como religión en México por cuarta vez.

6. Edelweiss, la secta que estremeció a España por sus abusos a menores.

7. Exorcista mexicano: “el culto a la Santa Muerte es culto al demonio”.

8. Venezuela: la falta de medicinas favorece a brujos y curanderos.

9. Perú: la autoridad limeña interviene un centro esotérico y halla corazones humanos.

10. Las pseudoterapias multiplican el riesgo de muerte en pacientes con cáncer.

 

 

1. ¿Hay alguna orden de Templarios reconocida por la Iglesia?

FUENTE: Aleteia

 

 

Hay multitud de grupos y asociaciones que dicen ser herederos de los Templarios. Algunos de ellos pretenden –y a veces lo consiguen– celebrar alguna Misa o tener en una iglesia sus ceremonias de investidura, entre otros actos. ¿Qué hay bajo las capas blancas con cruces patadas rojas? El portal Aleteia ha publicado un artículo escrito por Luis Santamaría, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), en el que explica que las supuestas órdenes contemporáneas del Temple están entre la parafernalia y la masonería. Lo reproducimos a continuación.

Un mapa de lo más variado

En primer lugar, nos encontramos con grupos que tienen toda la apariencia de ser órdenes nobiliarias. En España, por ejemplo, se encuentra la Orden Soberana y Militar del Temple de Jerusalén (OSMTJ), fundada en los años 80. Tiene todo un organigrama con maestres y priores, celebra actos de investidura y juramento… y hasta forma parte de la denominada Alianza Federativa Internacional Templaria. Según los expertos, se trata de una “orden ilegítima” que, por supuesto, no tiene nada que ver con la Orden del Temple original, disuelta en el siglo XIV.

Otro ejemplo semejante es el de la Soberana Orden Monástico Militar de los Caballeros Templarios Gran Priorato de Sicilia Federico II de Sicilia, cuyos miembros son conocidos como “Templarios Federicianos”. Lo mismo que en el caso anterior, han constituido una plataforma más allá de su país de origen (Italia), creando la Asamblea Internacional Templaria.

La lista completa sería interminable. Coinciden todos estos grupos en la organización de actos con la indumentaria propia de los caballeros templarios (o damas templarias, en los casos en los que se ha integrado a la mujer), en la reclamación que hacen de ser los verdaderos sucesores del Temple originario… y hasta en su insistencia, a veces, en ser reconocidos por el Vaticano, dirigiéndose a los Papas para solicitar su restauración (al final de este artículo veremos cuál es la respuesta permanente de la Santa Sede).

Otros grupos autodenominados templarios son más modestos en sus pretensiones y en su ámbito de acción. Fundados por personas aficionadas a lo medieval y a lo misterioso, en muchas ocasiones sirven para mezclar lo estético, las ínfulas de nobleza y una cierta actividad más allá de sus ceremonias, ya sea social (beneficencia), ya sea cultural. A veces incluso pueden tener motivaciones religiosas (católicas). Suelen ser grupos que no presentan mayores riesgos que la fantasía o, si la cosa deriva así, una espiritualidad sincretista de tipo New Age.

Y conectando precisamente con esto último nos topamos con un tercer tipo de grupos templarios que, con más o menos ambigüedad en su presentación pública, no son otra cosa que grupos esotéricos, rosacruces y hasta directamente masónicos. La masonería ha querido hacerse, en gran medida, sucesora natural de la Orden del Temple, que habría custodiado y transmitido el saber oculto procedente del Templo de Salomón. Así que el relato caballeresco se convierte en una tradición legitimadora muy querida para “los hijos de la viuda” (hermanos masones).

Un ejemplo de esta ambigüedad que busca la confusión es el de la “Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén. Estricta Observancia Templaria”, que utiliza de forma ilegítima el nombre de una orden de caballería reconocida por la Santa Sede (como veremos más adelante) y lo mezcla con el elemento templario.

Con motivo del centenario de la muerte del último maestre del Temple, en el año 2014 representantes de este movimiento intentaron organizar Misas en algunas diócesis de España. Cuando las diócesis investigaron, descubrieron que se trataba de una orden iniciática, cuyo líder actual se refería a sus miembros como “los francmasones de la Estricta Observancia” y afirmaba sin tapujos que es “una Orden masónica y caballeresca a la vez”.

Y como este grupo, otros muchos se aferran a la terminología o simbología templaria para constituir movimientos esotéricos que se apartan totalmente de lo que fue la Orden del Temple y, sin lugar a dudas, de lo que es el cristianismo. El neotemplarismo, alentado por la masonería y diversas corrientes del ocultismo moderno y contemporáneo, no tiene nada que ver con los templarios medievales.

También hay que recordar que una de las sectas más conocidas a finales del siglo XX fue la Orden del Templo Solar, centro de la actualidad en la década de los 90 porque protagonizó dos episodios de suicidios colectivos, en Francia y en Suiza, además de otros sucesos.

No hay continuidad histórica

Tal como recoge en un artículo Miguel Pastorino, Massimo Introvigne afirma que “a comienzos del siglo XV –como muy tarde– los Templarios habían desaparecido por completo”, y “la idea de que los Templarios, oficialmente suprimidos, habrían proseguido clandestinamente su actividad hasta el siglo XVIII, se difunde sobre todo entre la masonería francesa y alemana”. Y así, concluye Pastorino, queda claro que “no hay conexión histórica alguna entre los Caballeros Templarios y el esoterismo moderno”.

Es sabido que en 1312 el papa Clemente V suprimió la Orden del Temple, en un episodio histórico controvertido que concluyó, finalmente, con la ejecución en la hoguera del último maestre de la Orden, Jacques de Molay, en 1314. En este momento terminó la historia de los templarios.

Además, en la bula Vox in excelso (1312), el pontífice no sólo disolvió la organización de los monjes soldados, sino que dejó claro lo siguiente: “prohibimos enteramente Nos que nadie, en lo sucesivo, entre en la Orden o reciba o use su hábito o presuma de comportarse como un templario. Si alguien actuare en este sentido, incurre automáticamente en excomunión”.

El vacío que dejaron los templarios lo llenaron otras órdenes similares, que ejercieron algunas de sus funciones o que ocuparon sus lugares para seguir ejerciendo una labor defensiva, caritativa y eclesial. En las tierras hispanas, por ejemplo, en la Corona de Castilla cobraron protagonismo las órdenes –ya existentes anteriormente– de Calatrava, Santiago y Alcántara, y la Corona de Aragón creó la de Montesa tras la supresión del Temple.

Lo que ha dicho la Iglesia

En 2012 la Secretaría de Estado del Vaticano publicó un breve documento puntualizando algunas cosas sobre las “órdenes ecuestres” o de caballería en relación con la Iglesia Católica. Y no era la primera vez que tenía que hacer un comunicado sobre este tema, lo que nos da una idea de los problemas que se generan en torno a lo “caballeresco” y, concretamente, con muchos grupos que aseguran representar al Temple con un sentido eclesial.

En este documento se dice claramente que además de las órdenes propias, “la Santa Sede reconoce y tutela solamente a la Soberana Orden Militar de Malta […] y a la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, y no tiene intención de hacer innovaciones en este sentido”. Es decir, que fuera de las órdenes erigidas por la propia autoridad papal, sólo hay dos reconocidas oficialmente por la Iglesia a nivel universal: la Orden de Malta y la del Santo Sepulcro.

También es importante esa aclaración de que “no tiene intención de hacer innovaciones”, ya que algunos grupos aseguran estar en proceso de reconocimiento, en diálogo con la Santa Sede… pues nada de nada. Una cosa es conseguir la foto, vestidos con capa y espada, con un cardenal o con un obispo, y otra cosa es que haya un aval eclesiástico serio.

Por ello, la notificación continúa diciendo que “todas las otras Órdenes –sean de nueva institución o derivadas de las medievales– no son reconocidas por la Santa Sede, no pudiendo la misma hacerse garante de su legitimidad histórica y jurídica, de sus finalidades y de sus sistemas organizativos”.

Y termina con algunas indicaciones concretas: “para evitar equívocos desgraciadamente posibles, también a causa de la expedición ilícita de documentos y del uso indebido de lugares sagrados, y para impedir que se sucedan abusos que después resultan dañinos para muchas personas de buena fe, la Santa Sede confirma que no atribuye ningún valor a los diplomas de caballería y a las correspondientes insignias que sean expedidas por asociaciones no reconocidas, y no considera apropiado el uso de las iglesias y capillas para las llamadas ‘ceremonias de investidura’”.

Queda claro, entonces, que por parte de los pastores de la Iglesia, tanto obispos como sacerdotes, no deben cederse los templos ni entrar en el juego de la parafernalia templaria, por muy buenas intenciones u obras de caridad que traigan por delante estos grupos que, como hemos visto, son de lo más variopinto. De lo contrario, habrá una complicidad directa en la ceremonia de la confusión. Y a río revuelto…

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2. El Príncipe Gurdjieff vive en Lima con niños e intenta captar a otra menor española.

FUENTE: El Español

 

 

“El harén sexual de Gurdjieff: tiene 3 esposas y quiere 7 antes del Apocalipsis”. Así ha titulado El Español un reportaje de Brais Cedeira en el que cuenta que el líder de la secta de magia negra que captó a la española Patricia Aguilar convive con dos mujeres más. Tiene hijos con ellas. Está tratando de captar a una cuarta, otra joven española menor de edad. Así viven en Perú.

Tiene tres esposas, tres mujeres con las que comparte su vida. Dice que quiere siete. Y que las tendrá antes de que se asome el Apocalipsis por el cercano horizonte. De hecho, según fuentes cercanas a la investigación del caso de Patricia, está tratando de captar a otra joven española. Es Félix Steven Manrique, un ciudadano peruano erigido a sí mismo como una suerte de nigromante. Apodado a sí mismo con el exótico nombre de Príncipe Gurdjieff, él es el captor de Patricia Aguilar. La joven ilicitana, que según cumplió en diciembre los 18 cogió un avión destino a Perú, convive con otras dos chicas, también ‘esposas’ del líder de la secta de magia negra.

Familias afectadas en contacto

“Ella siempre tenía en su cuarto una estrella de cinco puntas. Una pegada a la pared y la otra en la puerta del cuarto. Yo le preguntaba y ella me decía que era por protección. En realidad, no sabía a qué se refería. Luego, él le ha inducido a que ella crea en el fin del mundo y todas esas cosas. Aparte de eso, ella siempre tenía bajo la almohada una espada de madera y un collar con unas bolas grandes de color marrón. Todo esto me parecía bastante raro. A veces se ponía a escuchar audios que yo en realidad no entendía sobre la protección y el fin del mundo y todas esas cosas, pues”.

Son palabras desesperadas, los sentimientos de quienes rebuscan en los días pasados tratando de desentrañar por qué los suyos, aquellos que más querían, se fueron a una secta. Con el tiempo, sus respectivas familias se han aliado entre ellas para poder resolver la situación, para encontrar amparo legal y para encontrar consuelo las unas en las otras. Prueba de esa colaboración que ya están desarrollando entre sí es este texto. Las palabras del párrafo anterior son parte de un mensaje de voz que una de las familiares le envía a Noelia, la prima de Patricia Aguilar.

Ella está investigando el caso hasta la saciedad para que la familia recupere a su hija perdida. Lo hace tras contactar con ella para compartir sus casos. Al conocerse, ahora comparten sus experiencias. En el texto superior, una nota de voz que una de las familias le manda a la prima de Patricia, se cuenta cómo era una de las jóvenes antes de irse a vivir con el líder sectario. Ya en la casa mostraba extraños comportamientos. Por ejemplo, las estrellas de cinco puntas en su habitación.

Se escuchan, se comprenden y se ayudan. Y ahora más todavía. Las familias de las otras dos chicas captadas por el sectario Príncipe Gurdjieff ya han denunciado los hechos. Así es el harén del líder de la secta que ha captado a Patricia Aguilar.

Convive con tres “esposas”

El líder de Gnosis ha logrado juntar a tres mujeres en una misma casa y que se lleven a sus hijos con ellas. Una de ellas es Paola, que tiene 42 años y un hijo de nueve en común con el príncipe Gurdjieff. La segunda se llama Mayita, es bastante más joven que Paola y es su esposa oficial. Con ella tiene tres hijos. Luego llegó Patricia, que no bien alcanzaba la mayoría de edad se marchó a la secta en Perú, a convivir con los delirios de su captor.

De ese modo, y desde que ella llegó, viven todos juntos en la misma casa. También con los pequeños. Se trata, según datos recabados por la familia de Patricia Aguilar, de una vivienda en el centro de Lima. “Él siempre hablaba de que tenía que conseguir siete esposas. Eso se lo decía a otra chica que se salió de la secta y con la que yo he contactado para seguir investigando” relata Noelia, la prima de Patricia. Ha hecho todo lo imaginable para tratar de rescatar a Patricia: se ha infiltrado en sectas como la de Patricia para aprender cómo funcionan, ha conocido a los padres de las otras chicas, ha dado con ex adeptos… Todo para que Patricia vuelva algún día a casa.

Mientras, Gurdjieff está encantado con su harén, con su pequeña familia de adeptas. Lo cierto es que, le gustaría que aumentase. De hecho, está trabajando en ello. Noelia lo ha comprobado por ella misma. Ha dado con otra chica española con la que el líder sectario que captó a su prima está contactando ahora. Noelia ha hablado con ella. Es una joven menor de edad. El príncipe Gurdjieff, realmente llamado Félix Steven Manrique, utiliza así su procedimiento habitual: establecer contacto desde muy pronto. “Así lo hizo también con Patricia”, cuenta Noelia. El líder sectario les dice que se vayan con él a vivir, que estarán en paz y armonía, ellos y los que estén por llegar para unirse a su harén hasta que se avecine el apocalipsis.

Les dijo que se aislaran de los suyos y así lo hicieron las tres chicas. Ahora viven juntos en esa comunidad sectaria, pero hubo un momento en las chicas no sabían que Steven pretendía tener más esposas. Fue un familiar de una de ellas, de Paola, quien lo supo antes que nadie. “Me dijeron que él tenía otra pareja. Entonces le digo a Paola: ¿tú sabes esto? Y ella me dio que sí, que lo sabía, y que inclusive la otra pareja también sabía que existía Paola. Las está manipulando muchísimo”.

Niños que no van a la escuela

Hace meses que las familias de Paola y Mayita no saben nada de ellas. “Tienen los teléfonos apagados. Cortaron la comunicación sin haber tenido problemas previos con su familia, los pequeños no están yendo al colegio, evitan que tengan contacto con otras personas”. A través de ellas, Noelia y la familia de Patricia Aguilar han sabido de las circunstancias en las que su pequeña se encuentra. Algo que preocupa enormemente a las familias es el estado de los niños que están viviendo con el líder sectario y sus tres mujeres. Apenas salen de casa. Sus abuelos, los padres de las otras dos chicas captadas, no les han vuelto a ver. Tampoco están yendo al colegio.

Eso lo comprobaron cuando las familias de las adeptas fueron a los institutos de los pequeños. “Les llamaron desde el colegio porque no podían localizar a los padres. Decían que los niños no iban a clase desde hacía meses”. Al hablar con los profesores se dieron cuenta de lo que pasaba. Sus maestros no sabían tampoco dónde estaban los pequeños. Pidieron una nota certificada de que aquello estaba siendo así. Esa nota, a la que ha tenido acceso en exclusiva El Español, dice así: “Se informa que la mencionada alumna no asiste a clases desde el mes de junio hasta la fecha y los familiares directos no informan sobre su destino. Se expide la presente constancia a petición de la interesada para los fines que crea conveniente”.

En esas circunstancias vive ahora Patricia Aguilar junto a su captor, las otras dos mujeres y sus hijos. Su familia en España, en contacto con las familias de las otras dos mujeres, no deja de recibir información sobre el estado en que se encuentra su pequeña, la que voló hace unos meses desde Madrid para aparentemente no volver jamás.

Cuentan desde Perú que la joven ilicitana no se encuentra en su mejor momento. “Patricia está muy delgada. La última vez que la vieron fue sobre el mes de junio”. Patricia, sin embargo, todavía no da el brazo a torcer. Uno de sus últimos mensajes en su cuenta de Twitter data del 19 de agosto. En él parecía realmente enojada. “Muchas gracias por el interés de la gente en mi vida personal, pero os podéis ir a la mierda o que os den por el c…”.

Ayahuasca al intentar salir de la secta

El Príncipe Gurdjieff predica en cuanto pueda la llegada del fin del mundo. Se erige a sí mismo como una suerte de salvador. “Va a acabar estar raza caduca”, proclama. “Todos los profetas, maestros e iniciados esperaron mi día y hablaron de mí, pues soy el Consolador anunciado por Jesús en los evangelios”. “El Reino de Dios está cerca, pero será precedido de un gran juicio, tercera y cuarta guerra mundial, caída de dos cuerpos celestes que cambiarán la geología planetaria...”. Éstos son algunos de los delirios del Príncipe Gurdjieff.

Pero el supuesto poder del captor de Patricia Aguilar no solo se basa en sus palabras. También en los rituales que realiza. Hemos localizado a una ex adepta de su círculo sectario, una mujer a la que lavó el cerebro pero que luego consiguió escapar. La joven relata lo posesivo que era, cómo se expresaba, lo que le dijo cuando ella decidió marcharse de su lado, seguir con su vida. Ella conoce mejor que nadie cómo lo está pasando Patricia Aguilar. “Cambié mi número de teléfono, me compré otro móvil, no se lo di a nadie de mi familia por temor a que XXXX lo obtuviera y se lo compartiera a él. Terminó sucediendo. Me salí del grupo”.

En su estancia durante años al lado de Steven Manrique, el líder sectario, esta joven ha asistido a todo tipo de rituales durante los últimos años. Entre ellos, el de la ayahuasca, bebida tradicional de los indígenas amazónicos elaborada a base de plantas y con la que se pueden experimentar alucinaciones. El príncipe Gurdjieff quería que permaneciese en el grupo. Ella misma nos lo cuenta con sus propias palabras.

“Él nos hacía consumir ayahuasca, y aquella vez en que yo quería dejar el grupo me volvieron a obligar. Yo terminé cediendo, porque ya estaba cansada de todo lo que ella tenía que hacer con tal de que yo consumiera ayahuasca. Decía que era mi oportunidad para ver las cosas en las que yo no creía, que ya finalmente iba a tener como visiones.

Terminé tomando la ayahuasca que es, de verdad, una experiencia terrible. Yo ya no la quería volver a repetir. Obviamente no vi nada. Él preguntaba y le decía a XXXX que ella me preguntara a mí de cuales eran mis mayores pecados, qué es lo que había hecho y finalmente terminé diciéndole que yo había conocido a otra persona, que quería iniciar algo con esta otra persona. Al final me pude ir”.

Amenazas e insultos

No es el único modo que el Príncipe Gurdjieff, Félix Steven Manrique, tiene de atormentar a sus víctimas. En un momento dado, una de las chicas que ahora vive con él se marcha de casa. Uno de los familiares le escribe correos electrónicos preocupada por ella y Steven responde así: “No me la molesten, voy a fumigar tanto insecto. Yo soy millones de veces más violento y efectivo, sea forma divina y humana”.

Eso fue en un intercambio de palabras, a través de correo electrónico, con los familiares a principios de año. Hubo más: “Nunca me has servido, debo aguantar tus conspiraciones molestas. No puedes nada contra mí, nadie lo puede, así que decirte de tus pensamientos que puedo captar”. Son los delirios de un hombre que se llama a sí mismo “el Maestro Profetizado en la Liturgia Gnóstica”.

Mientras, lo de Patricia continúa parado. La joven no quiere volver a España, tan solo en una ocasión le dijo a sus padres que iría de visita. Sus padres y el resto de familiares están desesperados, pero creen que hay una luz al final del túnel: al aliarse con las otras familias afectadas, están haciendo frente común contra las locuras y el delirio de un líder sectario como el príncipe Gurdjieff, un tipo que asegura ser el heredero de la corona de España.

Patricia sigue sin dar señales de vida. Las denuncias y los documentos aportados por la familia se van acumulando en los juzgados. Esperan que, en algún momento, recapacite, deje el harén, la casa y a sus compañeras. Que vuelva a su casa de la que salió, hace meses, sin avisar a nadie. La familia quiere hacer un llamamiento. “Si alguien tiene alguna información que se pongan en contacto con nosotros, o con la Policía Nacional en Elche o con la Fiscalía de trata de Personas en Perú”. Patricia sigue fuera. En diciembre acababa de cumplir 18 años.

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3. Massimo Introvigne se queja de la “intolerancia” contra las sectas en varios países.

FUENTE: Aleteia

 

 

Aleteia ha entrevistado recientemente al sociólogo Massimo Introvigne, fundador y director del Centro de Estudios sobre las Nuevas Religiones (CESNUR), quien ha sido representante para la lucha contra el racismo, la xenofobia y la discriminación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), con el encargo particular de dar seguimiento a la discriminación contra los cristianos y miembros de otras religiones. Recogemos a continuación algunas de las declaraciones recogidas por el director de Aleteia, Jesús Colina, relativas a la libertad religiosa y las sectas.

Preguntado por la situación de China, afirma que uno de sus principales problemas en este campo “está constituido por los así llamados ‘xie jiao’, se trata de grupos religiosos que forman parte de una lista negra, cuyos miembros corren el riesgo de la prisión o incluso de algo peor. Con frecuencia, en Occidente, ‘xie jiao’ se traduce con el término “sectas”, pero es un error. La expresión ‘xie jiao’ se remonta a la época Ming, es decir, mucho antes de las controversias sobre las ‘sectas’ en Occidente, y su significado oscila entre la teología (‘creencias heterodoxas’) y el orden público (‘movimientos religiosos criminales’)”.

Según continúa diciendo Introvigne, “China registra un centenar de ‘sectas’ según el término occidental evitado en general por los sociólogos; mientras que son pocos los grupos clasificados como ‘xie jiao’, que corren el riesgo de afrontar consecuencias mucho más graves. Ciertamente la mentalidad china es muy diferente a la europea. Dado que la represión puede ser drástica, habría que persuadir a China a atribuir la categoría de ‘xie jiao’ únicamente a crímenes graves realmente cometidos y no a simples creencias heterodoxas o ideas críticas contra el régimen. Las instituciones gubernamentales han emprendido un diálogo con expertos internacionales sobre el tema de los ‘xie jiao’, en el que me han invitado a participar. Pero el diálogo es muy difícil.

En cierto sentido, afirma el sociólogo italiano, “la situación es incluso peor en Rusia, como lo testimonia la reciente ‘liquidación’ de los testigos de Jehová. La disidente histórica Lyudmila Alexeieva ha definido ‘como un crimen, no como un error’ el intento de ‘liquidar’ a estos grupos, entre los que se encuentra la Iglesia de la Cienciología, y las leyes Yarovaya, que prohibían a religiones y movimientos hacer proselitismo más allá de los propios lugares de culto. La situación es peor, pues el sistema jurídico se inspira en un aberrante principio de ‘seguridad espiritual’, que implica la protección de los ciudadanos frente a ideas religiosas diferentes al cristianismo de la Iglesia ortodoxa”.

Además, agrega, “los rusos tratan de exportar sus teorías a nivel internacional con la ayuda de organizaciones ‘amigas’ y una propaganda fundada con frecuencia en ‘fake news’, sumamente sofisticada, con la que no cuentan los chinos. Estoy convencido de que Brownback [próximo embajador de los Estados Unidos para la libertad religiosa en el mundo, pendiente de nombramiento] no cometerá el error de dejarse limitar por la antipatía hacia grupos como los testigos de Jehová o Cienciología”.

“El verdadero problema no son los métodos de gestión de sus organizaciones y el proselitismo (si se dieran violaciones de la ley por parte de individuos concretos, Rusia podría perseguirlos), sino las sentencias que prohíben los libros y proscriben ideas, en virtud de una mentalidad que excluye la libertad religiosa, tal y como la definen las convenciones internacionales que Rusia ha firmado. Brownback debería basarse en la constatación de que en la misma Iglesia Ortodoxa y quizá en el entorno de Putin hay ‘halcones’ y ‘palomas’ en lo que se refiere a la represión de las minorías religiosas”, explica Introvigne.

Preguntado más adelante por si hay violaciones de la libertad religiosa en los Estados Unidos, una de las cuestiones que plantea “es que en los Estados Unidos también se dan discriminaciones contra grupos calificados como ‘sectas’, que en ocasiones parecen no tener derecho a ser tratados como los demás. Es verdad que los tribunales han bloqueado las maniobras de los así llamados movimientos contra las sectas. Pero permanece todavía una cultura de la intolerancia. Pongamos dos ejemplos: el primero es el programa televisivo de la actriz Leah Remini sobre Cienciología, que tiene una cierta audiencia, quizá porque quien habla es una bella mujer, pero que a mí me parece que se reduce, con frecuencia, a una serie de insultos sin argumentos”.

Otro caso que cita Massimo Introvigne “es el hecho de que TED, la enorme plataforma educativa, haya publicado un vídeo sobre los ‘cults’ (palabra cuya traducción exacta es ‘sectas’, no ‘cultos’), que repite estereotipos sobre la manipulación mental criticados por la inmensa mayoría de los expertos. Cuando el vídeo llegó a las 800.000 visualizaciones, decidí convertirme en promotor de una carta dirigida al TED, firmada por 27 expertos de diferentes continentes: honestamente, la firmaron los nombres más famosos en el estudio de los nuevos movimientos religiosos. Una carta gentil, pero el TED no se ha dignado en responder”.

Según el experto, “aquí nos encontramos ante intolerancia, que es un hecho cultural, y no ante discriminación, que es un hecho jurídico. Pero cuando trabajaba en la OSCE introduje en una conferencia internacional celebrada en Roma lo que hoy muchos llaman el ‘modelo de Roma’, según el cual, la intolerancia abre siempre el camino a la discriminación, y ésta, como nos enseña hoy Rusia, prepara la auténtica persecución”.

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4. Argentina: un fiscal reclama a los testigos de Jehová información sobre abusos sexuales.

FUENTE: Entre Ríos Ahora

 

 

La Asociación de los Testigos de Jehová deberá responder a la Justicia entrerriana por qué expulsó a dos de sus miembros que fueron denunciados por abusos en abril de este año por dos jóvenes de Santa Elena, ciudad del departamento La Paz (Entre Ríos, Argentina). Lo cuenta Gonzalo Núñez en Entre Ríos Ahora. La causa está en manos del fiscal de La Paz, Facundo Barbosa, quien imputó a Vito Luciano Panza (28 años) y a Matías Vargas (cerca de 40 años) por los supuestos delitos de abuso sexual simple agravado, en el caso del primero; y por abuso sexual gravemente ultrajante agravado, al segundo.

Vargas fue el primero que tuvo que presentarse ante el fiscal Barbosa. Lo hizo el 10 de mayo y se abstuvo de declarar. También eligió el silencio Panza, el 6 de junio. Los imputados están representados legalmente por el abogado Roberto Juan Ignacio Martínez Zabala. Ambos fueron apartados de la secta cuando el caso tomó estado público. Lo que se sabe es que Vargas era Siervo Ministerial, una autoridad dentro de la congregación, que colaboraba con los Ancianos –autoridades máximas de los testigos– y que cuando la denuncia salió a la luz fue despojado de ese privilegio.

Tanto Panza como Vargas fueron denunciados por Belén, de 21 años, y su prima Jennifer, de 18. A ambas ya se le practicaron las pericias psicológicas de rigor. Ahora, la abogada de la primera, Valeria Burkhard, solicitó medidas de prueba al fiscal Barbosa y ofreció cinco testigos para la causa penal que se tramita en los tribunales paceños.

Uno de los pedidos de mayor relevancia es que se remita un oficio a la Asociación de los Testigos de Jehová, para que informen por qué expulsaron a Panza y Vargas. El requerimiento busca conocer si las autoridades de la congregación los echaron por las denuncias en su contra o si recibieron otros testimonios de jóvenes presuntamente abusadas.

El pedido realizado por la abogada querellante fue presentado el pasado 28 de julio y el fiscal le hizo lugar para librar un oficio a la sede central de los testigos, en Capital Federal, calle Roseti 1084. “Solicitamos que la congregación informe por qué ellos resolvieron el tema de la expulsión, y en base a qué fundamentaron esa medida”, dijo la abogada santaelenense Valeria Burkhard en diálogo con Entre Ríos Ahora.

La letrada remarcó que la eventual respuesta de la Asociación de los Testigos de Jehová puede ser clave para la causa ya que de allí pueden surgir elementos que compliquen a los acusados. “Queremos que respondan si resolvieron la expulsión sólo por el testimonio de Belén o por otros casos. Sería la prueba clave si ellos pueden aportar que hubo otros casos, otros testimonios, o que lo pudieron comprobar. Es importante lo que puedan informar”, agregó Burkhard, que asumió la representación legal de Belén a mediados de junio.

La abogada, que también es jueza de Faltas en la ciudad del norte entrerriano, indicó que la congregación podría “ampararse en el secreto de confesión” pero dijo que “lo más lógico es que ellos prestaran colaboración a la investigación judicial”. En cuanto a los testigos ofrecidos, mencionó que todos son mayores de edad y que uno de ellos es María Elena Vega, directora del área de la Mujer del municipio de Santa Elena, quien acompaña desde el inicio del proceso judicial a las dos jóvenes denunciantes.

También refirió que hay personas pertenecientes a los testigos de Jehová que podrían aportar testimonios sobre los ataques de pánico que sufrió Belén, que habrían sido producto de los abusos que dijo haber sufrido entre los 8 y los 11 años. Belén fue la joven que el 25 de abril escrachó en la red social Facebook a los dos testigos de Jehová hoy investigados. A raíz de esa publicación Panza y Vargas, y la hermana del primero y esposa del segundo, interpusieron una contradenuncia por calumnias e injurias.

Representados legalmente por el abogado Roberto Juan Ignacio Martínez Zabala, exigieron a Belén que se retracte de lo que dijo y que elimine la publicación que se viralizó por la red. El 6 de junio pasado, en el marco de esa denuncia, la justicia sentó a Belén frente a los tres testigos de Jehová en una breve audiencia de conciliación que debió ser suspendida porque la joven no tenía abogado. El episodio generó polémica porque la denunciante estuvo sola frente a sus presuntos abusadores en el salón de audiencias del juzgado de Garantías y Transición de La Paz, a cargo de la jueza Silvina Cufré de Millán. En relación a esta demanda, la abogada Burkhard indicó que solicitará que “hasta tanto no se resuelva la causa penal este otro legajo quede suspendido”.

En mayo, Belén relató a Entre Ríos Ahora, en un video filmado de espaldas para preservar su identidad, que cuando tenía entre 8 y 11 años sufrió tocamientos por parte de dos testigos de Jehová. A raíz de ello comenzó a sufrir ataques de pánico en la escuela, en la calle, y hasta en el Salón del Reino, el templo de los testigos. Contó que denunció lo que había soportado ante el Consejo de Ancianos pero que estos no tomaron medidas inmediatas. A los 17 años decidió alejarse de la secta en la que fue criada.

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5. Cienciología intenta su registro como religión en México por cuarta vez.

FUENTE: Excelsior

 

 

La Iglesia fundada por Lafayette Ronald Hubbard ha intentado en, al menos, tres ocasiones su registro ante la Secretaría de Gobernación. Lo cuenta Enrique Aranda en un artículo de opinión publicado por el diario mexicano Excelsior. Lo reproducimos a continuación.

Consumado, en abril pasado, el más reciente de sus fracasos “políticos” cuando, forzado por la presión de vecinos, el panista alcalde de Huixquilucan Enrique Vargas del Villar debió cancelar la construcción de un monumental templo —“la catedral de la Cienciología a nivel latinoamericano”, a decir de sus dirigentes— en instalaciones de un antiguo centro comercial en Lomas de Las Palmas, en el Estado de México, la secta fundada a mediados del pasado siglo por Lafayette Ronald Hubbard volvió a la carga, en busca del reconocimiento como asociación religiosa…

Hace apenas unos días, a mediados de agosto, efectivamente, el Diario Oficial de la Federación formalizó el anuncio sobre el nuevo intento que la llamada Iglesia de Scientology. Cienciología de México inició ante Gobernación de Miguel Ángel Osorio Chong, ante la Dirección General de Asuntos Religiosos de Arturo Díaz de León, dependiente de la subsecretaría a cargo de Humberto Roque Villanueva en particular, con miras a alcanzar, ahora sí, el (anhelado) status que, de manera consistente, en tres ocasiones, al menos, —1998, 2011 y 2013— el gobierno mexicano le ha negado por décadas.

Ya en enero de 2013, cuando por primera ocasión nos ocupamos aquí de la referida “Iglesia” —Cienciología aquí, no…— destacábamos que si la naciente administración había expedido una resolución en contra de la pretensión de aquella de ser reconocida como Asociación Religiosa, ello no era más que una evidencia clara de oficio (sensibilidad) político del nuevo régimen y claro, del superior interés que tenía de mantener una buena relación con la Iglesia católica, con no pocos de cuyos jerarcas —a nivel Vaticano, incluso— el propio presidente Enrique Peña Nieto mantenía entonces relación.

Hoy, en el inicio del fin del actual sexenio, el gobierno vuelve a ser emplazado a avanzar en la búsqueda de alternativas para aprobar… o negar la referida solicitud, teniendo a la vista, y no sobra mencionarlo, un proceso electoral, el de 2018, al que propios y extraños, desde ya, califican como el más disputado y controversial de las últimas décadas y en el cual, por si algo hiciera falta, el priismo no es, ni con mucho según los más recientes sondeos, la opción favorita para la mayoría de los potenciales electores.

Difícil momento éste, entonces, para las autoridades encargadas de sopesar el expediente y tomar decisiones respecto de un “credo” sobre el que, huelga recordar, no son escasos los estudios de especialistas e investigadores de, prácticamente, todo el mundo que cuestionan no sólo su naturaleza sino, esencialmente, su manera de operar. Veremos.

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6. Edelweiss, la secta que estremeció a España por sus abusos a menores.

FUENTE: El País

 

 

El diario español El País ha dedicado una serie titulada “Verano en negro” a sucesos significativos que han ocupado sus páginas durante sus primeras dos décadas de vida. Sus reportajes han sido extraídos del libro Los sucesos de El País, publicado en 1996 como parte de la conmemoración de los 20 años del diario, lanzado el 4 de mayo de 1976.

Con el título “El alienígena que violaba niños en el monte”, han recuperado un reportaje firmado por Pablo Ordaz que reproducimos a continuación, donde cuenta cómo en los años 70 y 80 el líder del grupo de montaña Edelweiss captaba menores para su secta lavándoles el cerebro con fantasías sobrenaturales y una férrea jerarquía militar.

No debe de ser esto muy distinto a un sacrilegio. La madre despechada —su hijo se fue, huyó un día al extranjero que es cualquier otro barrio en Madrid— abre un viejo cajón de madera, tan noble como la que cruje a sus pies en esta habitación. De lejos, entre calles atestadas de coches en doble fila, se ve el parque del Retiro, menos amarillo hoy que la tarde de otoño en que su hijo le reveló, con los ojos bajos de vergüenza o tal vez de rabia, que desde hacía un año se acostaba con su monitor de acampada.

Desde entonces han pasado ya más de doce años, y el acto sacrílego de abrir el cajón delante de un extraño, de profanar la memoria del hijo huido, sólo se ve recompensado por hallar de nuevo su rastro: la fotografía del carnet escolar, un dibujo de acuarela premiado con un notable alto y un ejemplar de El Principito en francés y español. Hay además un sobre grande de color marrón, un montón de recortes de periódico y una sentencia.

Una flor de alta montaña

“El líder de Edelweiss, condenado a 168 años de prisión por 28 delitos de corrupción de menores”. El titular de El País del 23 de octubre de 1991 se sostenía sobre una fotografía de Eduardo González Arenas, más conocido por Eddie, un hombre de 44 años, serio, cabizbajo, con un traje azul y una camisa blanca de cuello duro. El juez acababa de mandarlo a prisión por una larga temporada, después de considerar probado que él, junto a sus lugartenientes Carlos de los Ríos, Ignacio de Miguel y otros siete hombres más, habían organizado un grupo de montaña con el fin de abusar sexualmente de niños de entre 11 y 14 años.

La organización se llamaba Edelweiss, que es el nombre de una flor que crece en alta montaña. Hasta allí, bajo el pretexto de fomentar el deporte y el contacto con la naturaleza, condujeron a los niños con el permiso de sus familias. Nadie sospechó que desde la primavera de 1983 hasta el mes de noviembre de 1984 esos niños fueron obligados a mantener relaciones homosexuales. Muchos llegaron a ser sodomizados. Todos guardaron el secreto. Sólo así podrían ser elegidos por Eddie para alcanzar el planeta Delhais y librarse del cataclismo nuclear que con toda seguridad destruiría la tierra en 1992.

El zorro le dijo al principito: «Si quieres un amigo, ¡domestícame!». Nadie ha vuelto a sacar el libro del cajón, pero de ese mundo —tan fantástico como las 43 puestas de sol en un solo día o la boa que se tragó a un elefante— se sirvieron Eddie y sus colaboradores para encandilar a los niños, captados en colegios y parroquias cercanas al parque del Retiro. Les contaban que también ellos podían ser dueños de un desierto con una sola flor, convertirse en un principito de verdad, tener poderes.

Eddie era en realidad el príncipe Alain, enviado por fuerzas extraterrestres para llevarles al Planeta de los Niños, un lugar más allá de las estrellas donde sólo podrían entrar los elegidos. Sólo ellos estaban llamados a conocer el verdadero sentido de la libertad, el amor y la justicia. Había además otro secreto. Lo reveló Eddie y todos le creyeron: «La mujer es una imperfección, un símbolo de maldad; ahí tenéis el ejemplo de Eva».

La evolución de un grupo sectario

Al principio fue una excursión. Sólo eso. Un fin de semana en el campo, observando las estrellas, jugando a juegos inocentes alrededor del fuego de campamento; regresando al colegio el lunes por la mañana con un montón de historias nuevas en la cabeza. Los monitores de Edelweiss eran jóvenes conocidos en el barrio, de buena familia, capaces de convencer al padre más severo. Incluso algunos se ofrecían para ayudar a los muchachos en las asignaturas más difíciles.

Las reuniones —para evitar cualquier suspicacia— se celebraban a la vista de todos. Edelweiss buscaba a veces la coartada de la Iglesia o la ecología. El primer local que utilizó la organización para agrupar a sus jóvenes montañeros pertenecía a la parroquia del Sagrado Corazón, en la plaza del Perú. Después se trasladó a un quiosco situado cerca del Palacio de Cristal del Retiro, al que todos se referían como La Cabaña. Desde principios de los años 70 hasta el día de noviembre de 1984 en que la policía desarticuló Edelweiss y detuvo a sus dirigentes, todos los grupos de montaña organizados por Eduardo González Arenas se apoyaron sobre tres de sus obsesiones: hombres, planetas y uniformes.

Camisa verde, pantalones de faena o bombachos, medias rojas, boina y pañoleta. Eddie guarda de su paso por la Legión dos con­denas disciplinarias, 16 meses de arresto y una afición desmedida por lo paramilitar. Los miembros de su organización debían lucir en el bolsillo izquierdo de la camisa el escudo de Boinas Verdes, el de España en el brazo izquierdo y el de Madrid en el derecho, donde también había lugar para una escarapela con el nombre de la divi­sión a la que pertenecían. En la boina, un botón rojo, y, en los hom­bros, los galones correspondientes a su rango. La pañoleta era roja y amarilla para la división 101 y azul y blanca para las demás.

Tam­bién existían dos escuelas especializadas, la de comandos (O.C.) y la de Policía Boinas Verdes (P.B.V). Bajo la dirección absoluta de Eddie, los integrantes del grupo se dividían en jabatos —los recién captados—, monitores —los instructores—, fieles, senadores y siervos según ascendieran en la estructura piramidal que siempre aplicó González Arenas a sus organizaciones. Ignacio de Miguel —hijo del sociólogo Amando de Miguel— y Carlos de los Ríos estuvieron siem­pre en la cima, los dos guardias de hierro que sostenían al jefe o le guardaban ausencia durante sus viajes a Delhais o, más frecuente­mente, a la cárcel.

Rituales, fidelidad, guardias de hierro

Eddie anunció su regreso un día de primavera de 1983. La jor­nada anterior, Carlos e Iñaki reunieron a los elegidos:

—Mañana llegará Eddie, al que también podéis llamar príncipe Alain. Ahora debe de estar en el planeta Delhais o en otros grupos Edelweiss en su misión salvadora. Vosotros sois los elegidos.

Los más guapos, los más inocentes quizá; los más atrevidos segu­ro. Los elegidos. Uno de ellos no pudo superar la vergüenza y huyó de casa años después, olvidándose en el cajón de su mesilla de noche la cartilla escolar, la acuarela y El principito. Su madre reconstruye la pesadilla con precisión de relojero, recreándose casi en sus errores, reconociendo al fin:

—Sí, mi hijo también fue guardia de hierro.

Luego se inclina sobre el cajón abierto y coge la sentencia. Busca la página ocho, detiene la mirada de forma automática en el cuarto párrafo, y lee. O, más bien, recita; corrigiendo incluso sobre la marcha el estilo embarullado del juez: «La graduación de guardia de hierro sólo se concedía a los elegidos en un ritual solemne donde eran marcados en el brazo izquierdo con un alambre candente. En el mismo acto prestaban juramento de fidelidad absoluta al grupo».

Se para, levanta la vista y aclara:

—Mi hijo tiene esa extraña cruz en el costado, bajo la axila, tapa­da por el brazo izquierdo. Yo no se la vi hasta meses después de des­cubrirse el escándalo. No es tan fácil ver desnudo a un hijo de 13 años.

Baja la voz y mira de reojo al cajón y al desconocido, como si se arrepintiese de haber resucitado el recuerdo. Pero sigue leyendo: «Después del juramento, era necesario superar la última fase: man­tener relaciones homosexuales. Para ello durante este tiempo de aprendizaje se les hacía ver las bondades de los contactos entre los componentes del sexo masculino, siempre que fueran con los ins­tructores, los demás niños o bien el líder, Eduardo González Arenas. Ello suponía —y ahora la madre vuelve a levantar la voz, como que­riendo descubrir la clave del engaño— poder alcanzar la perfección que les haría merecedores del viaje al otro planeta. Un lugar donde sólo eran posibles las relaciones con el mismo sexo».

Había guardias de hierro que intentaban resistirse a ese tipo de contactos. González Arenas tenía una solución muy eficaz para ese problema. Uno de los adolescentes que intentó mantenerse virgen contó después su experiencia:

—Me dijeron con toda naturalidad que no me preocupara. Y a continuación me pidieron que me acostase con Raquel o con Esther, las dos únicas chicas que a veces acompañaban a Eddie. Fue una ex­periencia horrible. La mujer se movía de tal forma que me hizo mu­cho daño. Me fui llorando. Eddie me consoló. Me aseguró que por detrás dolía menos. Unos días después, me acosté con él.

Amistades particulares

Los jóvenes guardias de hierro —aún no iniciados en el sexo— ob­tenían entonces otra prueba irrefutable de que Eddie decía la ver­dad, velaba por sus intereses, estaba dotado de una fuerza especial que lo hacía infalible. Así no le era difícil introducir sus métodos, in­fringir castigos muy severos a los jabatos descarriados y, sobre todo, elegir a sus Amistades Particulares (A.P.). Éste era, sin lugar a du­das, el privilegio máximo.

La sentencia que condenó a Eddie a 168 años de cárcel hace especial hincapié en las siglas A.P., una de las claves secretas que utilizaban los miembros de la organización: «Los procesados habían enseñado a los menores que, ante la presencia de extraños, hablaran con términos que no pudieran descifrar su ver­dadero significado; así, cuando hablaban de jugar al ajedrez, se re­ferían a mantener todo tipo de contactos homosexuales; si hablaban de su A. P, querían referirse a su Amistad Particular, una relación semejante a la conocida como noviazgo».

Una vez que Eddie designaba a una Amistad Particular, no había forma de escapar. El juez considera probado que los 10 acusados, uno de ellos como líder y jefe supremo, otros dos como segundo y tercer jefe, y siete más como instructores de Edelweiss, captaban a los menores para su ingreso en el grupo y, tras fomentar su imagi­nación con historias de los planetas Nazar y Delhais, acababan man­teniendo relaciones sexuales con todos los que asumían esas ideas.

Los detalles de la sentencia son escalofriantes: «Sodomizaban a los menores, todo ello precedido de abrazos o caricias lascivas, introdu­ciéndose normalmente en la cama de los niños por la noche. En to­dos los casos eran menores de 18 años. En alguna ocasión, los niños —sujetos pasivos de la relación sexual— aún no habían cumplido los 12 años. Es el caso de M.A.C.T., que alcanzó esa edad con pos­terioridad a la desarticulación de Edelweiss».

Operación policial y juicio

El juicio se celebró en el mes de septiembre de 1991, casi siete años después de la detención de los dirigentes de la red. Los menores de entonces ya habían cumplido la mayoría de edad. El ejercicio de la memoria se convirtió entonces en una trampa. Niños que habían es­tado en tratamiento psiquiátrico durante años para olvidar la pesadi­lla, se vieron obligados, de una forma brutal, a relatar cada trago de su experiencia.

La sala donde debía celebrarse la vista oral no se pa­recía a un confesionario o a un diván. Delante de ellos, además de sus verdugos, se encontraban los representantes del fiscal, cuatro acusa­ciones particulares y 10 defensas, además del público y los periodis­tas. Ninguno, sin embargo, rehusó la ocasión para contar su violento despertar a las relaciones sexuales: «Coitos anales con eyaculación, intentos de coitos anales, eyaculación entre las piernas, masturbacio­nes recíprocas, caricias en zonas erógenas, abrazos, besos...».

La policía —dirigida por el inspector José Antonio Ávila, cuyo pa­pel en la investigación fue crucial para desmadejar la trama— reunió pruebas de la gran influencia que el fundador de la organización ejercía sobre sus súbditos. Un informe policial incluido en el suma­rio advertía: «La fe de los chicos en González Arenas es ciega, y nin­guno de ellos hubiera dudado en realizar cualquier acto ordenado por él. Era como una cadena que más tarde hubiera sido muy difí­cil romper». La policía sospechó entonces que los planes de Eddie iban más allá del abuso sexual. Pepe Rodríguez, estudioso de las sec­tas, refleja ese temor: «Esto es la maniobra de un loco o un delin­cuente que estaba gestando la organización de una banda delictiva muy violenta».

No tuvieron tiempo. El inspector Ávila desarticuló la red sin de­jarles opción para la huida. González Arenas y tres de sus lugarte­nientes —Carlos de los Ríos, Rafael Dueño y Antonio Gutiérrez— fue­ron detenidos el día 4 de diciembre de 1984 cuando cenaban en un restaurante de la avenida Vizconde de Valbom, en Lisboa. El arres­to se produjo un día después de que el juzgado número 25 de instrucción de Madrid cursara una orden de busca y captura, difundi­da inmediatamente por la Interpol.

El único que consiguió burlar el cerco policial y huir a Brasil fue Ignacio de Miguel, apoyo constante de Eddie en la dirección del grupo. Sólo unos días más tarde, el 9 de diciembre de 1984, El País ofrecía un extenso reportaje sobre la de­sarticulación de Edelweiss titulado «Un extraterrestre muy singu­lar». Dos de las personas entrevistadas en la información se lamen­taban de que Eduardo González Arenas hubiese gozado de tanta impunidad para actuar. Sobre todo teniendo en cuenta que ya había sido detenido y condenado en 1976 por corrupción de menores.

“Era un psicótico”

Una de las declaraciones era de su padre; la otra, del primer de­nunciante del grupo Edelweiss. El padre de Eddie, Eduardo Gonzá­lez, ingeniero jubilado de una empresa eléctrica, declaró: «Hemos hecho todo por salvar a nuestro hijo. Pero las cosas no eran hace 20 años como ahora; entonces no se hablaba con tanta claridad de es­tos problemas, y nadie nos dijo la verdad sobre nuestro hijo». Eduardo González reconoció que, ya en la adolescencia, su hijo ha­bía necesitado tratamiento médico: «Desde que advertimos cosas raras en él, lo hemos llevado a médicos; nos decían que no estaba lo­co, que era un psicótico, que no se podía hacer nada por él. Lo han reconocido también médicos militares, y nunca se nos ha ofrecido una solución. Para nosotros es una historia de un tremendo dolor». El primer denunciante del grupo Edelweiss declaró: «Lo de ahora se pudo evitar». La mayoría de los padres afectados por las tropelías que Eddie cometió en 1976 en el popular barrio del Pilar de Madrid, entre los que se encontraban varios funcionarios de policía, prefirie­ron guardar silencio: «Muchos tuvieron miedo al escándalo».

No se hizo nada y el príncipe Alain volvió a aparecer en Madrid en la primavera de 1983. Iñaki de Miguel y Carlos de los Ríos pre­pararon de forma minuciosa su regreso. Dice la sentencia que tanto uno como otro se encargaron de captar e instruir a los menores en la ideología del grupo, atribuyéndole a Eddie conexiones sobrenatura­les. Aquella revelación alimentó aún más la intriga de los jóvenes montañeros, que sólo después de la desarticulación de Edelweiss se enteraron de la verdad.

Eddie, según recoge la sentencia y amplía el escritor Pepe Rodríguez en uno de sus numerosos estudios sobre las sectas, se encontró siempre mucho más cerca de la tierra que de las estrellas. Su ficha del antiguo Registro de Penados y Rebeldes lo cer­tifica: «Condenado, por un delito de estafa, a la pena de seis meses de arresto mayor el 14 de junio de 1971; condenado, por un delito de estafa, a la pena de seis meses de arresto mayor el 26 de noviembre de 1976; condenado, por un delito de escándalo público, a la pena de seis meses de arresto mayor y 50.000 pesetas de multa el 5 de abril de 1979; condenado, por un delito de corrupción de menores, a la pena de seis años de presidio menor y 30.000 pesetas de multa el 25 de septiembre de 1982». El príncipe Alain no llegó a Madrid en la primavera de 1983 procedente del planeta Delhais, sino del patio de una prisión.

Paseo de Navidad

Edelweiss nació un día de Navidad. Eddie paseaba solo por el pa­seo de la Castellana de Madrid. Eran las once de la noche y hacía frío. Lo contó en una especie de memorias apresuradas escritas a mano en la cárcel de Lisboa: «Nadie me invitó a compartir el calor familiar. La soledad, que nunca me ha abandonado desde muy ni­ño, me abraza en silencio, indulgente y profunda». Unos meses atrás se había separado de su mujer, Julia Báez Trujillo, nieta del dictador dominicano. La había conocido dos años antes, en 1968, y habían tenido un hijo, Iván, quien según Eddie fue «secuestrado por los pa­dres de Julia». De ahí su determinación, tomada al final del largo paseo de Navidad: «Si yo no tenía a mi hijo, todos los niños serían mis hijos. Si no tenía familia, ellos serían, para siempre, mi familia, mis amigos».

No tardó mucho en concebir. A finales de 1970, Eddie fundó en Madrid el embrión de todas sus organizaciones posteriores y lo bau­tizó Asociación Juvenil de Montaña Edelweiss. Se reunían en el local cedido por el párroco de Nuestra Señora del Sagrado Corazón. Un año después, cambió el nombre del grupo por el de Boinas Verdes de Edelweiss y extendió su actividad a cuatro colegios y tres parro­quias. Los Boinas Verdes  —la denominación Edelweiss quedó ya re­servada para unos cuantos elegidos— se distribuyeron por Cáceres, Alicante, Vigo, Canarias y Badajoz. Más de 500 adolescentes —de los que sólo seis o siete eran chicas— formaron parte de los Boinas Ver­des en un periodo de cinco años. Nada más que 50 alcanzaron el ex­traño privilegio de ingresar en Edelweiss. Algunos Boinas Verdes se percataron, en 1975, de que su fundador se quedaba con el dinero del grupo, lo denunciaron a la policía primero y lo expulsaron des­pués.

Eddie no se arredró. Su currículo fue creciendo a un ritmo verti­ginoso. Fundó inmediatamente un grupo parecido que denominó Rangers, dentro del cual también escogió a su guardia Edelweiss y creó otra sección llamada Camisas Pardas. El experto en sectas Pe­pe Rodríguez sostiene que este subgrupo estaba influido por una ideología «claramente nazi». Ya en 1976, Eddie es acusado de co­rrupción de menores y pasa dos meses en la cárcel.

A la salida, se traslada a Las Rozas, a las afueras de Madrid, reorganiza Edelweiss e instituye la Guardia de Hierro de Delhais. Desaparece un segundo antes de que lo vuelvan a denunciar y se traslada a Alicante, donde su tío era entonces gobernador civil. La cercanía de la autoridad competente apenas le afecta. En octubre de 1978, después de fundar la Legión Juvenil de Montaña, Eduardo González Arenas se confie­sa autor de 40 violaciones a jóvenes de su mismo sexo. Todos ellos pertenecían a su grupo de montaña.

Había un aviso en la pared. Tres años antes de la detención de Eddie, en la calle de Jesús Aprendiz de Madrid, aparecieron varias pintadas: «Edelweiss». Días después, junto al nombre del supuesto grupo de montaña, apareció otra palabra: «Maricas». La fachada declaraba la caza de brujas. Las prácticas descubiertas en Edelweiss fueron utilizadas por algunos sectores muy conservadores para arre­meter contra los homosexuales. No parecía tan importante el abuso a menores como que esos menores fueran niños, y no niñas.

Verdugos que también fueron víctimas

La sen­tencia —aunque quizá demasiado tarde— ayudaría a aclarar las cosas. Los 10 acusados fueron condenados como autores de 28 delitos de corrupción de menores. Eduardo González Arenas, a 168 años. Car­los de los Ríos e Ignacio de Miguel, a 65 años. Y el resto -Millán Arroyo Menéndez, Javier Bueno Huertas, Eduardo Gómez Balleste­ros, Antonio Gutiérrez Rodríguez, José Garrido Gil, Juan Iriarte Arrizabalaga y Javier Marcos Martínez- a 28 penas de seis meses de arresto mayor. El tribunal aplicó a los monitores la eximente de ena­jenación mental. Aunque la sentencia descartó que Edelweiss fuera una secta, sí admitía que había utilizado métodos parecidos y los acusados pudieron verse afectados por «indefensión intelectual y se­cuestro de la voluntad».

Los verdugos habían sido víctimas. Todos los acusados, incluidos Iñaki de Miguel y Carlos de los Ríos, fueron captados por Eddie cuando todavía eran menores de edad. Sería por eso que el flautista de Hamelin —así definió a Eddie Fernando Oliete, uno de los aboga­dos de la acusación— se quedó solo. Nadie —ni sus lugartenientes en Edelweiss ni por supuesto los niños que corrompió— quiso estar con Eddie el último día del juicio. Su segundo, Carlos de los Ríos, se si­tuó de repente al Iado de las víctimas, y contó al tribunal cómo Ed­die también lo había captado muy joven: «Me hizo un total y abso­luto lavado de cerebro. Desde que lo conocí a los 12 años hasta hace escasos días lo consideré un extraterrestre, un enviado de las estre­llas».

De los Ríos intentó convencer al juez: «Si usted, con 12 o 13 años, se sitúa en un campamento, al lado de una hoguera, bajo una noche estrellada y le empiezan a hablar de planetas, estoy por asegurar que usted se lo habría creído». Julio Martínez Lázaro, el periodista de El País que cubrió el juicio, se acuerda todavía de la desfachatez con que Carlos de los Ríos encaró al tribunal. De los Ríos también se vol­vió hacia Eddie y le acusó: «No sólo me ha explotado, sino que me ha humillado, me ha aplastado la personalidad».

Bajo el influjo del líder, De los Ríos intentó llegar a Berlín para rescatar a una familia del otro lado del muro y, ya en prisión, escribió cartas sugiriendo que las historias de homosexualidad que los niños achacaban a Edel­weiss trataban de ocultar en realidad algunos casos de incesto con los padres. El guardia de hierro, que hasta entonces se había man­tenido fiel al príncipe Alain, se volvió contra él, lo destrozó con su declaración.

La estratagema funcionó. Aunque Carlos de los Ríos e Iñaki de Miguel fueron condenados a 65 años de prisión por 28 delitos de co­rrupción de menores, el Gobierno indultó el 25 de febrero de 1994 al hijo del sociólogo Amando de Miguel. La medida valoraba el arrepentimiento espontáneo de Iñaki, quien regresó de Brasil para presentarse voluntariamente ante la justicia. El sociólogo, muy afec­tado, había declarado: «El caso Edelweiss es el pago de una socie­dad que se cargó al Frente de Juventudes y a la Acción Católica y no supo sustituirlas por nada». Amando de Miguel había sufrido por doble motivo. No sólo se trataba de Iñaki, su hijo mayor. Otro de sus hijos, menor de edad, figuraba como víctima de Edelweiss. Lo ha­bía captado su propio hermano.

El príncipe Alain sigue en la tierra. Doce años después de ser de­tenido junto a una pensión de Lisboa, Eduardo González Arenas continúa en la prisión de Ibiza, donde se dedica a escribir libros. Ed­die sale de vez en cuando para ir a ver a Marina, su madre, la úni­ca persona que, a pesar del horror contenido en todas las sentencias, sigue convencida de que su hijo es inocente. Marina Arenas dice que todavía hay una verdad por desvelar. «Le prohíbo», advirtió desde su casa de Ibiza el pasado mes de febrero, «que escriba cualquier co­sa sobre mi hijo. Por su propio bien. Mi hijo tiene en su mano hacer mucho daño, él sabe cosas que no dijo en el juicio para no hacerle daño a mucha gente. La sentencia es ridícula. Por su propio bien, no escriba nada. Y si lo escribe, ¡váyase al cuerno!».

No hace tanto, Eddie escribió un relato entre rejas. Le puso un título: «Un cadáver mal calzado». Se presentó al concurso literario que organiza Instituciones Penitenciarias y obtuvo el segundo pre­mio. Pero no lo firmó. Utilizó un seudónimo extraño, inquietante; una especie de homenaje al pasado. Quién sabe si también al futu­ro. A pie de página, con letras mayúsculas, se puede leer: Hamelin.

[Para completar el artículo, que fue publicado en 1996 como se ha indicado, cabe señalar que Eduardo González Arenas fue asesinado el 1 de septiembre de 1998 en una terraza en la calle en la isla de Ibiza. Lo hizo Juan Martín García, que lo acusaba de abusos sexuales a menores allí, donde Eddie tenía un bar con su madre, al estar en libertad condicional].

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7. Exorcista mexicano: “el culto a la Santa Muerte es culto al demonio”.

FUENTE: Portaluz

 

 

En abril del año 1961 nació Isaac Osornio Martínez en Escanelilla, un pequeño poblado inserto entre verdes montañas de la Sierra Gorda (México), con poco más de 500 habitantes y una identidad cultural donde se funden la fe católica traída por los colonizadores y tradiciones de sus pueblos originarios –casi extintos– Chichimecas, Pames y Jonaces. Lo leemos en el medio digital Portaluz.

Allá lo buscó Dios hasta que Isaac respondió a la demanda de Cristo ordenándose sacerdote el 22 de septiembre de 1989. Con el paso del tiempo, la realidad espiritual de los fieles en la diócesis de Querétaro mostró a su obispo, Mons. Mario de Gasperín, que era necesario combatir apropiadamente al enemigo de Dios. Así, el año 2004 delegó en tres sacerdotes poder para ejercer el ministerio del exorcismo. Uno de ellos era padre Isaac, quien también fue designado coordinador Pastoral de Sanación y Liberación en la diócesis.

A comienzos de agosto de 2017 –según informa el diario Catholic News Herald– dio testimonio de su experiencia de Dios en la diócesis de Charlotte en Estados Unidos y compartió algunos consejos para enfrentar apropiadamente el inevitable combate con el demonio: “Confiésate, lee la Palabra de Dios, aliméntate de ella, ve a la Eucaristía, entra a algún grupo donde crezcas en la formación, vive en la caridad con los demás y reza el rosario que es un arma eficaz contra el maligno”, les exhortó.

Padre Isaac recordó también algunos pasajes de su libro Bendición y Liberación de Casas Infestadas, donde señala al menos 33 fenómenos que podrían ser signos de infestación del maligno en las casas. “Por citar algunos”, precisa, “se prende y apaga la luz sola sin cortes de electricidad, caen al piso objetos bien colocados, se escucha que suben o bajan escaleras, se escuchan llaves de agua abiertas, se ven sombras blancas o negras cruzar, juguetes sin pilas se mueven y hablan” y muchas otras cosas más que “de ordinario son ilógicas, no normales, en el interior de una habitación”. También en estos casos las personas deben acudir de inmediato a su párroco pidiendo orientación y ayuda. Si fuere necesario, pedir cita con el obispo de la diócesis, recordó el sacerdote.

Cuidar la salud espiritual

Lamentó padre Isaac que hoy muchas personas, con poco juicio de razón, sin respeto por su salud espiritual, se exponen al influjo satánico al visitar un brujo, curandero, hechicero, médium, psíquico, pidiendo lectura de la mano, del cigarro, del café o del tarot. “Pueden dañar a las personas porque se invoca al demonio para hacer estas cosas”, comentó el sacerdote.

Además –señaló enfático– existen personas que abiertamente practican algún culto satánico al demonio. “De los exorcismos más difíciles ha sido a personas que le daban culto a la así llamada Santa Muerte… El culto a la Santa Muerte es culto al demonio es un engaño del Maligno. La gente muchas veces queda poseída de una manera muy fuerte y la Santa Muerte –Satanás– te puede dar ciertos bienes pero se la va a cobrar; no hace nada de gratis y siempre es para alejar a las personas de Dios pensando que en otro lugar pueden encontrar lo que no encuentran en Él; y eso es un engaño, el demonio de por si es el padre de la mentira, es el engañador” reiteró ante los cientos de fieles que acudieron a escuchar su testimonio. "El demonio es una creatura, no es Dios. No le demos culto como si fuera Dios. El culto por excelencia es a Dios”, finalizó.

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8. Venezuela: la falta de medicinas favorece a brujos y curanderos.

FUENTE: La Prensa – Efe

 

 

Cambiaron la sala de espera de un hospital o una clínica por un consultorio esotérico. El olor a incienso penetra la nariz de cualquiera. Ya no hay revistas para leer mientras llega el turno; estatuillas de santos es lo único que acompaña a los enfermos. Lo cuenta Osman Rojas, redactor del diario venezolano La Prensa. “El brujo es bueno”, repiten quienes esperan intentando fortalecer su fe y borrar el miedo. “Yo vengo es por salud”, argumentan otros con algo de cautela. Las horas pasan y el consultorio no se vacía. Gente entra y sale con dinero en efectivo, tabaco, flores, collares, velones y frascos de vidrio.

Las consultas están al tope, son las 12 del mediodía y hay siete personas todavía esperando. Éste es el escenario común de los consultorios esotéricos que han incrementado sus consultas, al parecer, por la crisis. La falta de medicamentos en las farmacias, el costo de una consulta especializada y las condiciones en las que se encuen­tran los hospitales han impulsado a las personas a buscar otras alternativas para curarse.

Cambio de quimioterapia por “baños”

Consultorios que parecían olvidados han resurgido. Desde la calle 31, hasta la 34 hay unos 20 establecimientos que prestan su servicio a cambio de 10.000 bolívares (cerca de un euro) y ofrendas que van desde una caja de tabaco hasta una botella de alcohol. “Con 20.000 bolívares uno paga la consulta y se compra los remedios”, comenta una señora de 75 años que asegura haber superado el cáncer gracias a un espiritista. “Me invocaron a la corte médica y me dieron 15 baños, esa fue mi quimioterapia”, relata la señora, quien es fiel a los consultorios espiritistas y ha transmitido esa fe a sus hijos y nietos. “Traje al niño (su nieto) porque tiene hepatitis. Ayer mandamos el orine para que el brujo descartara el mal de ojo y hoy vengo por el récipe”, dice mientras sonríe con dejo de orgullo.

Los brujos no sólo curan enfermedades, sino también males como el de amor o el de San Vito. La única condición de los espiritistas es tener fe y cumplir con los tratamientos al pie de la letra. “Los brujos curan todo menos el sida”, sentencia la señora Cecilia, yerbatera en el centro de Barquisimeto. La mujer dice que ha visto enfermedades de todo tipo y asegura que para todas hay remedios.

Oraciones, rituales y hierbas

Con la condición de respetar el salón, La Prensa pudo ingresar en una consulta. El chequeo empieza con una serie de preguntas mientras un tabaco se consume. El espiritista hace esto para descartar que el enfermo tenga un “trabajo” montado. Luego la persona es sentada en medio del salón. Un altar de santos está a la espalda del enfermo y el espiritista pide permiso para invocar la sanación.

Una plegaria es elevada y el enfermo es levantado por el brujo. Esto tarda unos siete minutos. Después del ritual, el curandero manda al paciente a comprar hierbas para hervir y tomarlas como agua durante una semana. Antes de salir el brujo ofrece al paciente dos frascos con baños naturales y lo cita en siete días para ver su evolución.

El callejón de los brujos

Una calle sin salida de la favela de Petare, en Caracas, Venezuela, acoge cada día a decenas de enfermos que buscan en consultorios espirituales curar los males que no pudieron atender en el sistema de salud del país, afectado por la escasez de medicamentos y una crisis económica generalizada. Lo cuenta la agencia Efe. Con el nombre popular de “el callejón de los brujos” esta suerte de vereda espiritual lleva cerca de medio siglo operando en el híper poblado municipio Sucre, en las entrañas de la favela más grande de Latinoamérica, y atendiendo mensualmente a miles de personas provenientes de toda la geografía de la nación petrolera.

Lugareños aseguraron a Efe que el flujo de personas se mantiene aunque en ocasiones –como cada sábado– se dispara debido, principalmente, a la creciente demanda de consultas y operaciones espirituales para resolver problemas de salud que fueron imposibles solventar con la medicina occidental. Éste es el caso de la señora Idolina, una pensionista de 69 años que reside en el noroeste de la capital venezolana y que acude por estos días al centro espiritual Madre Érika –el más grande de todos estos consultorios– para recibir tratamiento en su brazo derecho, que debía operarse según indicación médica.

La caraqueña –que lleva 31 años visitando ocasionalmente el sitio– dijo a Efe que no tiene los 2.500.000 bolívares (unos 750 dólares de acuerdo con la tasa referencial oficial) que requiere para cubrir los gastos quirúrgicos y, en cambio, celebra que por el equivalente a un dólar hoy en día está “curándose” y se siente “alentada”.

Prescriben tratamientos y realizan operaciones

Así, un centenar de pacientes espera cada día a las afueras del centro Madre Érika para que los “hermanos” revisen sus dolencias, elaboren un diagnóstico, les indiquen una dieta y los rituales a seguir para la curación o procedan a una “operación” si la consideran necesaria. El “hermano guayanés”, el único de los espiritistas del callejón que accedió a conversar con Efe, explicó que estas intervenciones espirituales “se basan en equilibrar la energía” del paciente pues, afirmó, “son alteraciones energéticas las que producen las enfermedades”.

“El espíritu de ustedes (pacientes) da permiso para curar”, indicó tras agradecer a “la divina providencia” por todas las “sanaciones” que ha logrado a lo largo de 41 años de “trabajo espiritual”, los últimos al frente del centro “Yaguarin” en Petare. Hasta su consultorio llegó una sexagenaria con la esperanza de que su hijo de 35 años, diagnosticado con miopía desde la niñez, pueda recuperar la visión que perdió por completo hace un mes tras “una subida de tensión”, o eso recuerda ella que le explicaron los médicos en un hospital caraqueño.

La mujer, que prefirió no identificarse, contó a Efe que espera un “cupo” en el Hospital Clínico Universitario para operar a su hijo sin costo alguno. Sin embargo, al recordar que hay “mucha gente esperando” en ese hospital y que “no hay insumos (material médico)” duda sobre esta posibilidad, mientras su fe en el “hermano guayanés”, que proyectó para diciembre la recuperación de su hijo, se mantiene intacta.

“Medicina natural”

Otros pacientes del callejón insistieron –sin acceder a ser fotografiados– en el poder curativo de las intervenciones espirituales que por lo general son acompañadas por pastillas de la “medicina natural”, los habituales reposos postoperatorios y, eventualmente, de algunos analgésicos regulares. Por ejemplo, una docente del estado Vargas –ubicado a casi 50 kilómetros de los consultorios– llegó hasta esta vereda caraqueña para dar continuidad al tratamiento que viene siguiendo desde hace varias semanas después de que la “operaran” del estómago, lo que, celebra, la ha mantenido “alentada”.

Ella y una octogenaria a su lado, que dijo llevar “muchos años” tratándose en ese sitio y que ahora va por una dolencia en las rodillas, festejan haber encontrado “cura” después de haber sufrido “calvarios” en búsqueda de fármacos que no encontraron en ninguna parte. La Federación Farmacéutica de Venezuela ubicó esta semana en 85 % la escasez de medicamentos en el país, mientras que la Federación Médica mantiene su alerta sobre las condiciones “precarias” de los centros de salud que, según sus cálculos, cuenta con menos del 10 % de las dosis regulares.

Entretanto, un ambulatorio de la red gubernamental Barrio Adentro subyace casi desértico en el callejón de los brujos donde el misticismo y la fe siguen marcando la hora de miles de enfermos que incluso cuidan no cruzarse de brazos pues, mientras están abiertos, hay más posibilidades de que la anhelada cura llegue.

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9. Perú: la autoridad limeña interviene un centro esotérico y halla corazones humanos.

FUENTE: Municipalidad de Lima

 

 

La Municipalidad de Lima decomisó diversos productos farmacológicos de dudosa procedencia, no aptos para el consumo humano, los cuales, en muchos casos, eran empleados por brujos y parapsicólogos que buscaban sorprender a sus potenciales clientes con la promesa de devolverles la potencia sexual. Informa de ello la propia administración local de la capital peruana.

El operativo se realizó el pasado mes de agosto en dos locales ubicados en los numerales 255 y 311 de la Av. Tacna. En el primero que funcionaba bajo el cartel de “Betzabet, expertos en amarres”, se encontraron cápsulas contra la impotencia sexual, una de ellas en paquetes rotulados con el nombre de Megas’x que contendría un compuesto derivado del Viagra pero de venta prohibida desde 2014.

También se hallaron cápsulas de yumbina, un compuesto utilizado por los veterinarios para provocar el cruce del ganado, pero que suministrado a mujeres sin su autorización podría ser aprovechado por atacantes sexuales que quieran violar a una persona y quedar impunes, tal como lo denunció Martí Reyes, representante de la comuna limeña en el operativo.

Sin embargo, lo que más sorprendió a los fiscalizadores que intervinieron ese local, donde funcionaban dos estrechos ambientes que lucían todo tipo de parafernalia alusiva a “la magia negra”, entre cráneos, espadas y cirios, donde se realizarían los amarres y demás “hechizos”, fue la presencia de dos corazones en el interior de un frigobar.

“No se descarta que sean de procedencia humana pues se encontraron en bolsas ziploc rotuladas con la frase ‘Morgue Central’ y números que no pueden ser otra cosa sino códigos”, expresó Reyes, informando que la investigación del particular quedó en manos de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) de la Policía. Reyes Villavicencio subrayó que aunque durante la intervención la persona encargada del local se negó a identificarse huyendo del local, su despacho, conjuntamente con la Policía del sector, están tras sus pasos pues gracias a una labor previa de inteligencia se le tiene plenamente identificado.

Por su parte, en el local ubicado en el numeral 311 de la Av. Tacna, el cuadro era muy parecido. Allí se hallaron diversas sustancias de florecimiento para supuestamente atraer al ser amado, pero adicionalmente se encontraron productos para “el atraso menstrual”, es decir, preparados que serían utilizados para prácticas abortivas. Los locales permanecerán clausurados mientras que todas las sustancias de dudosa procedencia fueron decomisadas y se impuso a sus encargados una multa de 3.700 soles (960 euros).

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10. Las pseudoterapias multiplican el riesgo de muerte en pacientes con cáncer.

FUENTE: El País

 

 

“Plantas, vitaminas, minerales, probióticos, medicina ayurvédica, medicina tradicional china, homeopatía, naturopatía, respiración profunda, yoga, taichí, chi kung, acupuntura, quiropráctica, osteopatía, meditación, masajes, oraciones, dietas especiales, relajación progresiva, imagen guiada”. El joven oncólogo estadounidense Skyler Johnson enumera algunos de los pseudotratamientos —sin ninguna prueba científica de su eficacia— a los que se encomiendan muchos pacientes de cáncer. Es la mal llamada medicina alternativa. Lo cuenta Manuel Ansede en El País.

Johnson, de la Universidad de Yale (EE.UU.), acaba de poner cifras al daño que hacen estas pseudoterapias. Su equipo ha comparado los casos de 281 personas con cáncer que optaron por pseudotratamientos y las historias de 560 pacientes que sí confiaron en las armas de la medicina real: quimioterapia, radioterapia, cirugía y terapia hormonal. Los resultados ponen los pelos de punta. Las mujeres con cáncer de mama que se abrazaron a la medicina alternativa aumentaron su riesgo de muerte un 470 %. Los pacientes de cáncer colorrectal compraron un 360 % más de papeletas para morir al creer a ciegas en las prácticas pseudomédicas. Y los de cáncer de pulmón, con peor pronóstico en general, un 150 %.

“Un diagnóstico de cáncer te cambia la vida. Por desgracia, hay muchísima desinformación sobre el cáncer y sobre sus tratamientos demostrados. Es importante que los oncólogos inviertan tiempo en hablar con sus pacientes, sobre sus creencias particulares”, opina Johnson. “Los pacientes interesados en las medicinas alternativas deberían ser advertidos del riesgo de muerte asociado a esta decisión”, explica el oncólogo.

El estudio de Johnson y sus colegas es inusual, debido a la dificultad de acceder a datos fiables y a las reticencias de los pacientes a reconocer su adhesión a pseudomedicinas. Los científicos de Yale han sorteado estos obstáculos exprimiendo la Base de Datos Nacional del Cáncer de EE.UU., identificando 281 casos de pseudoterapias entre 2004 y 2013. Para comparar, los investigadores buscaron dos pacientes de medicina auténtica por cada uno de medicinas alternativas. Los pacientes debían ser similares en cuanto a edad, tipo de cáncer, fase, estado de salud previo y seguro médico.

Las diferencias en los resultados de unos y otros podrían ser incluso mayores, según subraya Johnson. Su estudio, publicado en la revista especializada Journal of the National Cancer Institute, hace un seguimiento corto de los casos, de solo unos 5,5 años en promedio. “La mayor parte de los cánceres de nuestro estudio eran de mama y de próstata, que pueden tener historias muy largas de manera natural, antes de que una persona sufra un empeoramiento de la enfermedad, su diseminación y, consiguientemente, la muerte”, señala Johnson.

Además, el oncólogo destaca otros posibles factores de confusión. Las personas que optan por las pseudomedicinas suelen tener más dinero y, paradójicamente, mayor nivel educativo, dos rasgos asociados de manera general con una mayor supervivencia. Asimismo, la base de datos utilizada clasifica a los pacientes en la primera fase del tratamiento, pero la experiencia clínica de Johnson le dice que muchas personas acaban acudiendo a la medicina real tras constatar el fracaso de las pseudoterapias.

Teniendo en cuenta estos factores, las diferencias entre el tratamiento y el pseudotratamiento serían todavía mayores. “El mensaje que hay que llevarse a casa es que es muy importante elegir cuanto antes la terapia convencional en cánceres que son curables”, sentencia.

El equipo de Yale ha estudiado los cuatro tipos de cáncer más habituales en EE UU: de mama, de próstata, de pulmón y colorrectal. En el caso del tumor de próstata, las diferencias no son muy significativas. “En los tumores que sí son muy curables con terapias convencionales, como el cáncer colorrectal y el de mama, el riesgo de muerte se multiplica por casi cinco y por casi seis con terapia alternativa. Y, probablemente, subiría más si hubiera habido mayor seguimiento de los pacientes”, resalta Miguel Martín, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica.

“En el caso del cáncer de próstata, tampoco sorprende mucho el dato porque ya sabemos que muchos cánceres de próstata se diagnostican en periodo asintomático, y muchos son poco agresivos y a lo mejor no precisan ningún tratamiento”, continúa Martín, jefe del servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Gregorio Marañón, en Madrid. El epidemiólogo Esteve Fernández, presidente saliente de la Sociedad Española de Epidemiología, también aplaude el nuevo trabajo: “Es un buen estudio, publicado en una revista científica de primera línea, que muestra con claridad que las medicinas alternativas no sirven”.

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