La jornada de catequistas nativos se celebra en la Iglesia con motivo de la Solemnidad de la Epifanía del Señor. Con ella, se nos recuerda la vital importancia de los catequistas nativos o también llamados líderes de comunidades, delegados o delegadas de la Palabra.
Catequistas nativos: En cada lugar ha de ser
anunciado el Evangelio, de modo que allí quede constituida la
comunidad de seguidores de Jesucristo, con organización eclesial
propia y líderes propios, capaces de caminar ellos solos tras las
huellas de su Maestro.
Testigos de la fe y la caridad: Esos líderes nativos
han de convertirse en anunciadores del Evangelio por la firmeza de
su fe y por la bondad de su corazón. Palabra y testimonio.
Con fuerza y empuje las nuevas comunidades se van multiplicando y
consolidando. Los catequistas y delegados de la palabra congregan
a esas comunidades, les ayudan a conocer más y más la palabra de
Dios, les animan a orar y a vivir ese Evangelio. Y “la semilla
crece sin saber cómo”.
Este año, con el lema de «Catequistas nativos, testigos de
la fe y de la caridad» quiere subrayar la dimensión
creyente y fiel de estos y estas catequistas, que muchas veces y
en medio de situaciones duras y difíciles, han mantenido una fe
responsable y alentadora de sus comunidades. Puestos al servicio
de la comunidad velan por ella y sus necesidades y están siempre
con una disponibilidad enorme. Aman a la Iglesia, la defienden y
la realizan en el espacio en el que viven. Son una verdadera
estrella de la fe y la caridad. Recordarlos en este día para orar,
para rezar y para ayudarles, nos es debido si es que somos
agradecidos.
El papel de los catequistas nativos en los países de Misión
En muchos rincones se hace inaccesible para el misionero
extranjero llegar a lugares o ambientes específicos si no hay
alguien de la tierra, conocedor de la cultura, la lengua y el
territorio, la realidad concreta.
En muchos lugares son traductores de la Palabra que se predica,
amigos o compañeros de fatigas y alegrías de los misioneros, pero
también son la familia primera que se tiene. Los catequistas
nativos son una necesidad para que la Palabra de Dios cuaje en el
terreno en el que se ha sembrado.
(OMP)