El Consejo de los Patriarcas Católicos de Oriente se reunió, el pasado jueves, en la sede del Patriarcado Maronita de Bkerké (Líbano) para una reflexión compartida ante las convulsiones que están afectando a la región de Oriente Medio, poniendo en riesgo la propia existencia de las comunidades cristianas de tradición apostólica arraigadas en la zona. La reunión, organizada por el patriarca maronita Bechara Boutros Rai, conto con la participación entre otros, del patriarca caldeo Louis Raphael I Sako, el Patriarca greco-melquita Grégoire III Laham, el Patriarca sirio católico Ignacius Yusuf III Yunan y el Patriarca armeno católico Nerses Bedros XIX.
En su discurso de apertura, el
Patriarca Rai se ha referido al Sínodo Ordinario sobre Oriente
Medio, celebrado en el Vaticano en octubre de 2010, señalando que
precisamente el final de ese Sínodo “coincidió con el inicio de la
primavera árabe. Por desgracia”, ha dicho el Patriarca maronita
“aquella primavera se ha convertido en un invierno, de sangre y
fuego, en masacres y destrucción, precisamente cuando el pueblo
aspiraba a una nueva vida y a reformas, en un universo de
globalización”. Hoy más que nunca – continua el Cardenal libanés –
“esta región necesita el Evangelio de Jesús, el de la paz, la
verdad, la fraternidad y la justicia, porque si el mundo pierde el
Evangelio, conocerá una situación de destrucción, tal como la que
vivimos hoy en día”.
El Patriarca Rai también ha informado de que los Patriarcas
Católicos de Oriente se reunirán en Roma para un encuentro con el
Papa Francisco, “que tendrá lugar en noviembre y al que se unirán
representantes de las Iglesias ortodoxas”. El encuentro entre el
Papa y los Patriarcas Católicos está programado para el 22 de
noviembre, después de la asamblea plenaria de la Congregación para
las Iglesias Orientales.
En las reuniones con el Papa y sus colaboradores, los Patriarcas Católicos de Oriente Medio, junto con los Arzobispos Mayores que dirigen los demás grupos eclesiales católicos de rito oriental, atraerán la atención en cuestiones pastorales y canónicas, como la elección de obispos en las Iglesias orientales católicas. La cumbre también será una oportunidad para reflexionar sobre el futuro de los cristianos en Oriente Medio, en un esfuerzo por delinear criterios de discernimiento pastoral compartidos ante los conflictos que afectan a la región, desde la tragedia siria.
(Agencia Fides)