27.08.12

Medjugorje, más problemas de lo que parece

A las 4:56 PM, por Milenko
Categorías : Sin categorías

Dichosos los que ven, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

 

Los que escuchan a los videntes, a mí me escuchan.

 

“Esto se repitió tres veces… Todavía estaba Pedro  perplejo sobre lo que significaría la visión que había tenido,…” (Hch 10, 16-17)

 

 

            Después de escribir el año pasado los artículos “La cara oculta de Medjugorje” I, II, III, IV, V, VI y VII, pensaba dejar de lado este tema. Pero veo que algunos no paran. Noto cierta intencionalidad de convertir este fenómeno en algo oficial, un modelo a seguir. Si este fenómeno no tuviera elementos problemáticos, y hasta peligrosos, ni me inmutaría; todo lo contrario. Pero los tiene, y muchos. La verdad no es lo mismo que la mentira, ni se puede construir nada bueno sobre una falsedad. Un fin bueno, no puede ser justificado por medios malos.

            Expondré primero, en un único artículo, los motivos y hechos (algunos recordaré de los escritos anteriores procurando explicarlos un poco más, otros añadiré) por los que no creo en la sobrenaturalidad (divina) de las apariciones en Medjugorje, ni tampoco creyó el primer obispo Zanic, ni las dos comisiones constituidas por él, ni la comisión de la Conferencia Episcopal de Yugoslavia de entonces, ni el obispo actual Ratko Peric, ni otras tantas personas realmente competentes para juzgar el fenómeno. Luego abordaré los peligros que pueden resultar de la falta de criterio en la atención a las personas con cierta afición a este fenómeno. Finalmente abordaré la única solución posible que cabe a este fenómeno embarazoso, de acuerdo con las indicaciones actuales competentes.

            La mentira es peligrosa, el mismo padre de la mentira se sirve de ella para todo lo que se proponga. Debemos huir de ella como de la peste, sabiendo que “Más admitida una contradicción, ¿qué habrá que no pueda legitimarse?” (San Pío X, Pascendi).

            Escribo con especial atención a los sacerdotes, encargados de pastorear su grey en la verdad y la seguridad de la doctrina enseñada de la Iglesia, especialmente ciñéndose a lo manifestado por el “fundamento y pilar de la verdad” (1 Tim 3, 15) en cuanto a este fenómeno y criterio general para juzgar estos hechos. No somos una Iglesia de “aparicionistas” donde la verdad se recibe y justifica, se recibe como de una cátedra autorizada por medio de los videntes. El Señor puede intervenir en nuestra historia, las revelaciones privadas tienen su lugar en la Iglesia, pero siempre después de un examen serio y crítico hecho por aquellos a los que Jesús dijo: “Quien a vosotros escucha, a mí me escucha”.

            Paso a los argumentos en contra:

 

  1. 1.      En más de una docena de ocasiones (en concreto trece, aunque a veces estaban implicados dos videntes diferentes, Vicka e Ivan) la Aparición dice a los videntes que dos frailes rebeldes, Vego y Prusina, deben quedarse en Mostar en contra de la voluntad del obispo que pedía que abandonen la diócesis. La Aparición decía que la culpa de los desórdenes en la diócesis es del obispo. Todo eso a los seis meses de inicio de las apariciones.

 

            Comentario: ¡Algo totalmente nuevo en la mística católica! O mejor dicho, nada nuevo. Cuando ocurrían tales cosas siempre se sabía que eso no es de buen espíritu, que procede o de fantasía o del maligno.

            Podemos decir que la obediencia es una característica fundamental del cristiano. Por la desobediencia de los primeros padres entró el pecado en el mundo. Por la desobediencia a Saúl le fue quitado el reino. Y no había infringido ninguna disposición de un “derecho canónico”, sino la orden concreta de un profeta de Dios. Por la obediencia Cristo abrazó la santa cruz. En los primeros siglos de la Iglesia, cuando empezó la práctica de una extraña forma de hacer la penitencia, permaneciendo en lo más alto de un pilar, los confusos fieles consultaron a los competentes en la comunidad, “¿Esto lo que hacen es bueno o malo? ¿Se les debe prohibir esta práctica o no? Los pastores les dijeron, “decidles en nuestro nombre que bajen de allí; si no os hacen caso, no obran bien, pero si hacen además de obedecer vuestra indicación, es porque tienen buen espíritu y les podéis decir que permanezcan allí lo que puedan.”

            En los artículos del año pasado indiqué ejemplos de la buena mística; aquella en la que la persona en cuestión obedece antes a su confesor, que a su visión, incluso en los casos de que esta sea auténtica; es más, de esta manera el confesor o el director espiritual comprobaban la correcta disposición del alma que les tocaba dirigir. Pondré otro más, por no seguir. A la autora de la Mística Ciudad de Dios, un libro escrito bajo la inspiración, se le ordenó quemarlo; lo cual fue aceptado. Luego le fue dictado otra vez. Da igual que se trate de las personas consagradas, aquí se toca un punto esencial: en la Iglesia mandan los que han recibido el encargo del Señor para ello y no por medio de las apariciones, salvo que eso se discierne como aceptable por los competentes.

            El fenómeno Medjugorje, lamentablemente, se caracteriza justamente por lo contrario: el que manda es la aparición, los demás deben obedecer.

Ah, y una cosa. En los últimos años salió un libro pro fenómeno diciendo que muchos mensajes conflictivos procedían de las trampas comunistas. ¡No me lo diga! A lo mejor no me he explicado bien el año pasado. Es que resulta que yo estuve allí también. Era uno de los amigos de fra Vego, un miembro más de una veintena de jóvenes que formaban un grupo de oración que dirigía él, junto con otro franciscano, ahora lamentablemente también ex franciscano, fra Stanko Pavlovic, que decía que rezaría a Dios por medio de fra Vego. Fra Vego no se fue de Mostar porque lo veíamos nosotros, porque comíamos y salíamos de excursión con él; y él no se fue porque como dijo a otro amigo mío, fra Drago Skrobo, no se fue porque Vicka dijo que Gospa le dice que no se vaya. A eso fra Drago le dijo, con una lógica eclesial impecable: “Tú a quién haces caso, ¿a Vicka o a obispo?” No hizo caso, se quedó y luego encima estuvo con una monja que quedó embarazada; luego se casaron y se fueron a Italia.

            ¿Y por qué el obispo Zanic quería que se fuera junto con fra Ivan Prusina? Porque en el 1980, justo antes de que me fuese a la mili, y un año antes de las apariciones, escuche una homilía de fra Vego, acusando al obispo de mal gobierno, de ser como un fariseo, recuerdo cosas como estas: “en la silla de Moisés se sentaron los escribas y los fariseos…” El obispo quería llevar a la práctica la intención expresada todavía por Leon XIII y formalizada por Pablo VI. ¿Contra eso va a decir la Virgen que se quede en Mostar? ¿Y encima sabiendo lo que va a pasar después? Cuando el obispo a principios de 82 se enteró de esto, sabía ya que esto no puede tener origen divino; sin embargo prosiguió con todo rigor encargando la investigación a una comisión de cuatro teólogos, que luego amplió con los teólogos y médicos de toda Yugoslavia, pudiendo estos consultar a quien consideren oportuno. Desde los primeros meses ya había comunicado a la Santa Sede los hechos, las circunstancias y sus pareceres concernientes al fenómeno. Entre los pro Medjugorje se comentaba que la rígida jerarquía no tiene tacto para las cosas “espirituales”.

 

  1. 2.      La cuestión del gran signo que supuestamente va a dejar la Virgen al terminar las apariciones como prueba de los mismos.

            Comentario: Al principio se anunciaba este signo a bombo y platillo; no lo decían los comunistas, se anunciaba desde el altar de la iglesia parroquial de Medjugorje (“Será pronto”, 27/08/1981; “Un poco más de paciencia”, 29/08/1981; “Solamente un poco más de paciencia”, 31/08/1981). Luego, poco a poco, se decía que eso no tiene importancia (“El signo llegará, ¡pero no lo esperéis! La única palabra que ha querido decir a todos ha sido: ¡Convertíos! Decid eso de una manera más urgente a todos mis hijos e hijas. A mi no me cuesta trabajo sufrir por vosotros. Rogaré a mi Hijo que no castigue al mundo. Pero vosotros lo que tenéis que hacer es convertirse. Vosotros no podéis saber nunca lo que pasará, ni lo que el Padre mandará al mundo. ¡Renunciad a todo!

                        Agradeced a todos mis hijos en todos los ayunos y oraciones. Yo los llevo a mi Hijo, para que calme su ira hacia el mundo pecador.”, 24/06/1983). Naturalmente, la curiosidad salía a flor de piel. Cuando en aquellos años venía alguien de Medjugorje se le preguntaba: “¿Hay algo nuevo?” Nada nuevo bajo el sol. Ni lo va a haber. Solamente que algunos morirán esperando a Godot.

            La cuestión del signo es importante en cuanto a la verificación de la autenticidad de las apariciones. No puede ser que algo se diga una y otra vez, que va a haber, que va a haber, en tal y cual lugar, y luego… desaparezca el tema. Naturalmente es mejor que desaparezca, porque el tema es cachondo, no tiene otro nombre. Pero no me vengas diciendo una cosa, y luego como que no. Y si es que no, las apariciones no se pueden tomar en serio.

            Este tema es muy importante porque las respuestas contradictorias y significativas están registradas delante de los mismos miembros de la comisión de investigación, nada de conspiración comunista. Como dijo el padre Zovkic, el presidente de la segunda comisión ampliada, profesor de teología en el seminario de Sarajevo, especialista en la eclesiología del Concilio Vaticano II, este tema de por sí era suficiente para cerrar el trabajo de la comisión dando un veredicto negativo y definitivo. No obstante, se quiso proceder con todo el rigor en esta materia y por ello se convocó la siguiente comisión de toda la CE de Yugoslavia, que también dictaminó non constat  en 1991.

            En resumen, solamente un vidente, Ivan Dragicevic, dejó constancia escrita referente a este gran signo. Escrita y contradictoria. Los demás no quisieron escribir ni entregar a la comisión nada, porque decían que la Virgen se lo prohibía. En esos momentos Ivan estaba estudiando en el seminario menor franciscano, en Visoko, cerca de Sarajevo. Todos los videntes tenían que recibir los miembros de la comisión, según la petición del obispo Zanic, dejando constancia en dos sobres cerrados toda la información relevante respecto al signo: cuándo ocurrirá y en qué lugar será visible el signo. Un sobre se guardaría en el episcopado, otro lo tendrían los videntes. Todo esto en el mes de mayo del 1982.

            Sin embargo, cinco videntes declararon que la Virgen les prohíbe escribir nada en los sobres. No fue así con Ivan Dragicevic. Comenta padre Zovkic que ese día (09/05/1982) de la visita al seminario, el teléfono no funcionó por casualidad, de forma que Ivan no podía ser avisado por nadie sobre la visita. Él dijo que la Virgen no le había prohibido (ni a él ni a ninguno de los demás videntes) escribir sobre el signo, con lo cual escribió las respuestas pedidas y las dejó en el sobre. Lo que había escrito en su sobre, se le había perdido con el tiempo, según Ivan.

            Tres años más tarde, delante de los miembros de la comisión ampliada, declaró que en ese sobre no hay nada escrito, “papel como papel”, dijo. Pero una vez abierto el sobre, se encontró su declaración de 1982: que la Virgen va a dejar un gran santuario en su honor en ese lugar y que eso ocurrirá en el mes de junio.

            Del contexto parece que se trataría del mes de junio del 1982, pero vete tú a saber. René Laurentin decía que estas incongruencias se deben a “la mentalidad mediterránea que en momentos difíciles recurre a las palabras que cubren muchas funciones…”. Entonces, ¿se les puede tomar en serio respecto a lo que dicen? ¿Respecto a lo que dicen que supuestamente dijo la Virgen? No, padre Laurentin, nosotros no la liamos así hablando. Nosotros somos mucho más directos, a romper, al grano. Aquí decís, por ejemplo, que hay que reducir costes laborales para ser más efectivos. El ministro de comercio de Bosnia-Herzegovina, nada menos, dice que para ahorrar hay que comer menos. Creo que nuestra mentalidad es bastante directa. Y si no, pregunte al obispo de Mostar por el sentido de sus palabras.

            Según los demás cinco videntes, la Virgen les había prohibido escribir y hablar sobre el tema. Sin duda, se trata de una nueva mística en la que los que tienen la autoridad para juzgar y discernir en la Iglesia no deben enterarse de la película. ¿Y no será que todo eso es un simple cuento, cachondeo, engaño, burla?

            Decía el Padre Pío, con su conocida radicalidad de otro mediterráneo, que si su obispo le ordenara saltar por la ventana, lo haría sin pensar. A Santa Gema le dice su director espiritual, para comprobar su obediencia y entereza: “la próxima vez que se te aparezca tu ángel de la guarda, lo debes escupir”. Y esta lo hace, pero su saliva se convierte en una rosa blanca en cuyos pétalos escribía “todo me agrada si es con amor”. En las cosas espirituales, manda la Iglesia, no la aparición, ¿cuántas veces hay que decirlo? Da igual aunque seas un laico (como si los laicos estuvieran exentos de obedecer). Solamente el pecado no se puede obedecer, pero comprobar, ejercido parte de los que reciben la autoridad para ello, si algo es de Dios por, no tiene excusa para desobedecer.

            Por último, esta cuestión del signo ha contribuido grandemente a la morbosidad de este asunto y a la malsana curiosidad. Manteniendo la tensión en la espera del desenlace final.

            Sin duda, todo eso es un gran signo.

  1. 3.      Los secretos.

Comentario: al parecer, faltan tres. No se sabe si se trata de los mismos secretos, si algunos se repiten o si todos son distintos. Tal vez de momento hay 57 secretos distintos. ¿Y cuáles son? Nadie sabe nada, solamente que tres videntes ya han recibido los diez secretos. Aquí se repite una característica clave de estas apariciones: la autoridad suprema pertenece a la Aparición. A ella no se le puede objetar nada, no existe discernimiento posible; hay que obedecer y punto.

            Aquí se manipula con una convicción religiosa significativa: ¿cómo enfrentarse a la Virgen, cómo desobedecer a la Madre de Dios?, es la pregunta que surge a un alma piadosa. Nada más que pensar en eso, una persona piadosa se estremece. Pero, ¿quién te ha dicho a ti que se trata de la Virgen? El que unas personas dicen que la ven, ¿eso es la prueba y razón suprema? Vemos que aquí llegamos enseguida a la necesidad de discernimiento de la autenticidad del fenómeno.

            Un católico sabe, debe saber, que ese discernimiento pertenece a la Iglesia que ella misma ejerce mediante personas que dispongan de debida autoridad, no a las personas particulares. ¿Cómo no sospechar de una aparición que mantiene sus contenidos principales, que afectan tanto a los fieles, bajo un secreto absoluto? Amén que un católico cualquiera no tiene obligación alguna a prestar la más mínima confianza en un fenómeno así; los secretos no comunicados ni al obispo, ni a la comisión por él encargada, ni a nadie – ni siquiera a un confesor. Con esto mismo nos encontramos ante un motivo sobrado para dar un carpetazo a todo el asunto. Porque entonces, según me parece, los videntes forman un grupo de fieles con unos secretos (que al parecer le importan a la Iglesia y al mundo) que no quieren comunicar a la Iglesia, cuando la Iglesia lo pida. ¿Son una especie de masones acaso?

            Por último, veamos lo estrambótico de la comunicación de los secretos. Cuenta Draga Vidovic, prima de una de las videntes, en su libro “La salvación de la humanidad”: Cuando Gospa confió el décimo secreto a Mirjana, le ha dado un pergamino en el cual están escritos todos los secretos. Se trata de un objeto de tamaño A4. Es una materia blanquecina que recuerda a papel, pero Mirjana dice que se trata de algo más parecido a un pergamino. Es interesante que ese “pergamino” se pueda doblar, arrugar, pero no romper. Es indestructible – testimonia Mirjana con toda tranquilidad. Dice que hace mucho tiempo lo enseñó a una amiga y a una prima. Eso era mientras vivía en Sarajevo. Una ha visto el texto de una oración – alguien pide algo a alguien, y la otra ha visto una oración dirigida a Dios. Al mismo tiempo pues, han visto dos cosas diferentes. Cuando Mirjana recibió este pergamino, tuvo que elegir a un sacerdote que revelará los secretos. Ha elegido a fra Petar Ljubičić, que era durante mucho tiempo capellán en Međugorje. Al oír que Mirjana lo había elegido para esa misión especial, pensaba que alguien le está gastando bromas. Al cabo de unos días encontró a Mirjana y ella se lo confirmó. Fra Petar ha aceptado a esa misión. Hasta el día de hoy Mirjana es la única que puede leer el texto y el contenido de los secretos escritos sobre el pergamino, y no tiene ninguna necesidad de esconderlo porque el texto escrito no puede ser leído por nadie aparte de ella. Dice que para cada secreto sabe de memoria dónde, cuándo y qué es lo que va a ocurrir. Mirjana  testimonia: “Antes de que aparezca el signo tendrán lugar las advertencias, llamadas de atención a la humanidad. Las advertencias serán los acontecimientos que tendrán lugar en la tierra. Diez días antes del suceso determinado fra Petar y debemos reunirnos y entonces le comunicaré lo que ha de ocurrir. Siete días pasaremos en la oración y ayuno a pan y agua. Tres días antes fra Petar tiene el deber de revelar al mundo lo que ve en el pergamino, lo que debe ocurrir. Fra Petar ya no tiene elección, ha aceptado la misión y la debe cumplir tal y como es la voluntad de Dios. (Las negritas son mías).

            Esto es ya el remate. La vidente elige al sacerdote. Este, ministro de Dios, la obedece fielmente. Aparece en la escena un misterioso pergamino, ni que fuéramos los mormones. Por cierto, este pergamino Mirjana no quiso entregarlo cuando se lo solicitaron para su análisis. Todo está envuelto en un clima de la presencia de una amenaza misteriosa que pende sobre la humanidad, la que confiere un tono de especial gravedad a esta aparición como un fenómeno único y muy especial en el mundo. Todo un trajín a base de mezcla de sentimientos (pseudo)religiosos y de miedo.

            Por supuesto, lo rechazo.

4. Todo lo ocurrido con fra Tomislav Vlasic.

Comentario: Los defensores “oficialistas” de las apariciones de Medjugorje quisieran seguramente que ex fra Tomislav Vlasic

 

 

nunca hubiese estado allí; o al menos que ahora mismo estuviera totalmente callado y alejado. Sin embargo, él está allí. En Medjugorje tienen una casa de oración llevada por una comunidad dirigida por él principalmente.

 

 

Es una especie de convento moderno con cien camas, nada menos. ¿De dónde recibe ese dinero que necesita para ello? (Amén que esa comunidad no tiene ni tuvo permiso del obispo para actuar.) Eso indica que hay bastante gente, suficiente, de los que lo apoyan, a él y a su “espiritualidad”, que es una mezcla de lo espiritual y espiritista, como podemos ver en su página donde encontrarás citas bíblicas junto con los “mensajes del Espíritu Santo” y otras cosas. Por supuesto, Gospa živi u Međugorju (La Virgen vive en Medjugorje):

 

            Y no solamente que su comunidad sigue allí, sino que él era uno de los personajes claves de todo el fenómeno en sus primeros y decisivos años. En unos párrafos no se puede colocar todo en lo que este sacerdote estaba implicado. Pero si con algo lo puedo caracterizar es su fe absoluta en la autenticidad de las apariciones. La Aparición es el Magisterio supremo. A la Aparición se han hecho preguntas que es vergonzoso que un sacerdote católico lo haga: 2¿son iguales todas las religiones?” Y la respuesta era que si, que la división la hacen las personas. A la Aparición se le preguntaba si colocar el aire acondicionado en la iglesia, a la Aparición se le hacía caso en sus deseos y peticiones. En definitiva, es una espiritualidad imbuida en recibir de Dios de forma directa las indicaciones necesarias para la vida espiritual.

            Su fe inquebrantable en la autenticidad de las apariciones vino posiblemente de un encuentro con el padre Emiliano Tardiff (muy poco tiempo antes de las apariciones), en el que este le dijo que no se preocupara por la situación de la Iglesia en su región, porque el Señor le enviará su Madre. Al poco de surgir el fenómeno, estaba presente en Medjugorje, con mucha cercanía con los videntes. Se puede decir que ejercía de su director espiritual, aunque el verdadero director era la Aparición. (Su papel de director espiritual de los videntes se negó después, pero es obvio que en la Iglesia, sobre todo para los laicos, no existe una figura oficial de director espiritual, nombrada por escrito y publicada en boletín oficial de la Iglesia.)

            Según él, la Virgen quiso que formaran la comunidad en cuestión, fue vista como “un plan de Dios”. No es incoherente con tal afirmación el hecho de (por cierto, una comunidad mixta) que la vidente Marija Pavlovic formó parte de esa comunidad, durante un año y cuatro meses al cabo de los cuales se retractó de toda posible implicación de la Virgen en la gestación de la comunidad y su pertenencia  a la misma. Esto provocó no pequeño revuelo en Italia donde las apariciones en Medjugorje gozan de una gran fama.

            Era el que elaboraba el diario de las apariciones en los primeros años y en muchas ocasiones el intermediario entre los videntes y el obispo, así como con los miembros de las dos primeras comisiones.

            Hay frutos buenos de Medjugorje, pero también los hay de distintos colores, exóticos y esotéricos. Todo lo relacionado con ex fra Tomislav Vlasic es también un fruto.

 

 

5. Circunstancias en la Iglesia en Herzegovina.

Comentario: Suba usted al monte Krizevac que domina el valle de Medjugorje. Desde allí vislumbrará varias parroquias llevadas ilegítimamente por sacerdotes suspendidos a divinis y ex franciscanos. Son nueve ex franciscanos en total, ciertamente no es un número significativo para una provincia franciscana de las más numerosas (unos doscientos religiosos), pero no son pocos.

            Si fra Vego no debe abandonar Mostar por decisión de la Virgen, ¿por qué no tomará cargo de una parroquia que el obispo reclama, según su derecho, para el clero diocesano, su amigo íntimo fra Stanko Pavlovic? Y si el obispo se opone a la gracia de Dios manifestada mediante las apariciones de Medjugorje, ¿por qué no recurrir a un supuesto obispo de los Viejos Católicos (de los que no reconocen el Concilio Vaticano I) para confirmar unos ochocientos adolescentes de tres parroquias? (Encima el supuesto obispo era un diácono que se presentó por obispo.) Si el obispo no se somete a la gracia de Dios manifestada en las apariciones, ¿por qué no dedicarle un panfleto llamado “El inmundo en Herzegovina”, acusándolo de hereje, etc. etc. etc. escrito por uno de esos nueve? Y, al final y al cabo, si se trata de un obispo herético, ¿por qué no acudirían dos de esos nueves a solicitar la ordenación episcopal del obispo Hans Gerny de los Viejos Católicos, tal y como informa el obispo de Mostar el 1 de julio de 2007? Menos mal que este no lo aceptó, si no tendríamos un cisma formal en Herzegovina.

            Hay mensajes de todo tipo, de construcción de hoteles, hasta de colocación de aire acondicionado, pero ni uno solo refiriéndose a estas situaciones anómalas ordenando explícitamente su arreglo. Realmente, algo muy extraño.

            O no, según consideremos la autoría de las apariciones.

6. La biografía de la Virgen escrita por la vidente Vicka.

Comentario: Para empezar, copio aquí un extracto del libro de Draga Vidovic: Vicka escribió hasta ahora tres cuadernos de la biografía de Gospa y afirma que un día, cuando Gospa lo permita, publicará el correspondiente libro. Eso hará un sacerdote. Gospa enseñó a Ivanka, según su testimonio, una escritura especial mediante la cual escribió todo lo que le hablaba Gospa. Le explicaba el futuro del mundo y el futuro y los problemas de la

Iglesia, así como su biografía.

Fra Janko pidió a Ivanka que se lo enseñe por lo menos desde lejos, lo cual ella rechazó ya que no tenía el permiso de Gospa. A algunos otros videntes Gospa también hablaba sobre los sucesos del futuro del mundo.

He reflexionado mucho si escribir esto lo que sigue o me lo reservo para mí. Finalmente decidí dar el testimonio sobre lo ocurrido.

Era la Navidad del 1984. Fuimos a la misa del pueblo, y por la noche estuve presente en la aparición en la casa de Vicka en su “habitación de aparición”. Éramos unas diez personas. Recuerdo muy bien, Gospa estaba alegre y en los brazos tenía al pequeño Jesús. La verdad que no recuerdo el mensaje. En ese tiempo Gospa explicaba a Vicka su biografía. Al terminar la aparición, Vicka nos dijo el mensaje. Pensaba que Vicka se irá a otra habitación, encerrarse, escribir lo que Gospa le dijo y luego volver a donde nosotros. En cambio, ella volvió inmediatamente con un gran cuaderno y lápiz en la mano. Se sentó a mi lado en el sofá y empezó a escribir. Recuerdo perfectamente la situación del sofá en esa habitación y las pastas del cuaderno. Estaba muy sorprendida porque veo eso. “¡Es que no lo esconde en absoluto!”, pensé en mis adentros.

En ese momento empecé a pensar si debo mirar lo que estaba escribiendo. ¿Es pecado mirarlo? Estaba tan cerca de ella que puede leerlo. Naturalmente, prevaleció en mi aquello humano, la curiosidad. Entonces pensé en mi: “Si ella no lo esconde, si no se ha encerrado en la habitación, ¿por qué no podría mirar?” Giré hacia mi lado derecho, hacia ella y miré. Sé que escribía en el lado derecho del cuaderno. He visto las letras, palabras, frases. Pero no pude comprender nada de eso, ni una palabra. Cuanto terminó, apesadumbrada le reconocí lo que hice y le pregunté de por qué no pude comprender nada. Vicka sonrió y me dijo: “Cuando Gospa quiera que lo veamos y comprendamos, lo comprenderemos.”

Después de eso reflexioné mucho: “Si esto hubiese ocurrido a mi madre, o a alguien que no comprende algún idioma extranjero, quizá esto no sería interesante. Ocurrió precisamente a mí, que en esos momentos terminaba el instituto en el que estudiaba el alemán y el inglés. Hablaba ya un poco también el italiano, porque en esos momentos empezaron a llegar los primero peregrinos italianos. Si se hubiese tratado de algún idioma eslavo, por lo menos me podía haber dado cuenta de ello.” Entonces me pregunté: “¿Dónde pudo aprender ese idioma desconocido para mí, si en la escuela primaria estudiaba solamente el alemán?”

En una ocasión confié eso a fra Slavko, preguntándole si pequé por eso, a lo que él me contestó: “Pero si yo haría lo mismo que tú si estuviera en tu lugar.”

Sin embargo decidí dar el testimonio sobre lo ocurrido, porque entendí que todo aquello que Dios quiere que sepamos en un momento dado, nos lo hace saber. Para lo que no quiere que sepamos, encuentra modos de esconderlo a nuestra vista.

            Pues eso, más de lo mismo. ¿Y qué tenemos en la mística católica hasta ahora? Pues tenemos que más de una persona, entre los que hay por supuesto santos, beatos, o de los que se ha iniciado la causa de beatificación, escribía la biografía de Jesús y María según sus dictados, según ellos relatan. Todos escritos en su idioma, comunicados y entregados a sus respectivos directores espirituales. Allí están esos escritos con todas sus letras, todos a la luz del día, sin secreto alguno, sometidos al juicio de la Iglesia.

            Pero aquí, al parecer, tenemos ciencia suprema. En códigos. ¡Y que nadie se asome ni juzgue este conocimiento privilegiado!

            Bochorno y vergüenza ajena.

 7. Los mensajes, más de uno, no concuerdan con la Virgen bíblica.

Comentario: Por ejemplo, la “Virgen” primero hace referencia a sí misma, luego a Dios o a su Hijo:

“En mis ojos y los ojos de Dios, todo es lo mismo” (18/08/1982)

Si el obispo Zanic no acepta ni difunde mis mensajes, es decir, “si no se convierte y sea bueno, le espera  mi juicio y el juicio de mi hijo Jesús” (19/06/1983)

“Deseo que estéis en un número cada vez mayor conmigo y con mi Hijo.” (1/03/1984)

“Porque yo y mi Hijo tenemos un plan especial para esta parroquia.” (12/04/1984)

“Porque yo os amo incluso cuando estáis lejos de mi y de mi Hijo.” (24/05/1985)

“Seguid a mí y a mi Hijo Jesús.” (4/10/1984), etc.

¡Qué lejos está esto de la Virgen del Evangelio!: “Tu padre y yo te hemos buscado angustiados.” (Lc 2, 48) La Virgen primero se refiere a su esposo, luego a ella misma.

            Imposible poner aquí todos los errores teológicos detectados, supongo que tendremos que fiarnos de la opinión de las comisiones de investigación, ¿o tal vez nosotros sabemos más?

8. Propuesta de la celebración del cumpleaños de la Virgen, el 5 de agosto.

Comentario: La Iglesia tiene establecida la festividad del Nacimiento de la Virgen para el comienzo de septiembre. Sin embargo, aquí la Aparición propuso, a mediados de los ochenta (verano del 84), que se celebre su cumpleaños el 5 de agosto. Corrió la voz como la pólvora. Vinimos muchísimos aquel día. Recuerdo la homilía de fra Tomislav Vlasic, “te doy gracias Señor porque tantos han respondido a la llamada de tu Madre”. Es el origen de Festimed, el encuentro de jóvenes que se celebra a comienzos de agosto en Medjugorje.

            La Aparición propone algo diferente de lo que la Iglesia tiene establecido en la liturgia. Hay algo “más” de lo que la Iglesia nos puede decir u ofrecer.

            El Padre Zovkic afirma “paraliturgia para la gente a la que le gusta parareligión”.

9. La situación material de los videntes.

Comentario: Están forrados. Si tenemos en cuenta que el beneficio material de los videntes es uno de los criterios a tener en cuenta para la aprobación de una aparición, estamos listos. Realmente, uno se puede preguntar con razón si la Virgen seguiría apareciéndose (en el caso de que sea así al principio) a unas personas que se benefician materialmente del fenómeno.

            Pero nosotros sabemos solamente que es de poca vergüenza tener por trabajo ser “aparicionista” y vivir de ello, además a todo tren. ¿Tiene alguna lógica ser vidente y tener apartamentos para alquilar a los que van a Medjugorje, los supuestos “peregrinos”? El obispo y exorcista Andrea Gemma va por la senda de en medio:

 

De esta manera, abusando de la buena fe de las personas pobres. que van allí con la idea de conocer a la Virgen, los falsos videntes se han establecido económicamente, que se han casado y vivir una vida rica, por decir lo menos Basta pensar:. uno de ellos, directamente desde los Estados Unidos, con un beneficio económico directo , organiza decenas de peregrinaciones cada año. Estas personas no parecen ser personas muy desinteresados ​​para mí.
O:
Monseñor Gemma, no hay apelación contra el veredicto?
“¿Podría ser de otra manera? Estas personas dicen estar en contacto con la Virgen, pero en realidad están inspirados única y exclusivamente por Satanás, están creando el caos y la confusión entre los fieles por el bien de los intereses absolutamente deplorables y las ventajas. Piensa, entonces, de la desobediencia que se han alimentado en el seno de la Iglesia: su guía espiritual, un fraile franciscano expulsado de la Orden y suspendido a divinis , continúa administrando inválidamente los sacramentos [La entrevista tuvo lugar en 2008, antes de la laicización de la Tomislav Vlasic.] y numerosos sacerdotes de todo el mundo, a pesar de la prohibición expresa de la Santa Sede, siguen a organizar y participar en las peregrinaciones a Medjugorje como su destino. ¡Es una vergüenza! Por eso hablo de una mezcla entre lo personal y los intereses diabólicos: los falsos videntes y sus ayudantes se están embolsando el dinero, y el diablo crea discordia entre los fieles y la Iglesia, y los fieles más fanáticos, de hecho, no está escuchando a la Iglesia, que - repito - desde el principio, advirtió acerca de la mendacidad de las apariciones de Medjugorje.

 

Bueno, dejemos por un momento lo material y vayamos a lo mental. En una entrevista reciente para una revista croata, la vidente Vicka afirma respecto a su hija en una visita que hicieron a Roma: “¡He allí Gospa, por encima del Papa, detrás de la ventana! ¡Papi, he allí arriba Gospa, donde el Papa!” Y en su pueblo: “¡Yo también la veo, mira, Gospa!” A lo que el obispo (mediterráneo) comenta con su habitual estilo de la senda de en medio: “Como si se tratara de algo hereditario.”

            Llegados a este punto, tenemos que ocuparnos con caridad de los videntes. No puede ser que ellos sirvan para que algunos se sientan a gusto por tener una cierta referencia a algo “divino”. Hay que pensar en su salud mental y espiritual. Siguiendo así, pueden terminar muy mal. Es cierto que sus “seguidores” lo necesitan para su particular carrera de la vida, pero la carrera está bien que termine por el bien del mismo corredor que la inició.

 

 

Forrest Guuuump está cansado. “¿Y nosotros a dónde vamos a ir? No lo sé.”

 

Un análisis de los efectos negativos del fenómeno:

 

Hay un gran peligro de provocar el enfrentamiento ficticio entre el carisma y la jerarquía. Frutos buenos y conversiones, que los hay, pueden incluso servir de mirar la jerarquía de la Iglesia como poco espiritual e insensible para las cosas de Dios. La jerarquía es oficialista, la que no comprende el diálogo y la relación íntima de las personas con Dios.

Un fiel puede fácilmente creer más a su propio parecer que al juicio de los competentes que disponen de más datos y además de encargo especial para averiguar la autenticidad.

La verdad se decide en función de las opiniones masivas y no de criterios objetivos.

Lo subjetivo y sentimental prevalece sobre los datos objetivos de la fe y razón.

La fe se puede ver como fruto de un fenómeno, de una experiencia vital. Con lo cual se produce una interiorización netamente psicológica del cierto concepto de la religiosidad, en la cual el criterio del yo prevalece sobre cualquier criterio exterior.

Esto me recuerda a la descripción del fenómeno religioso que San Pío X hace respecto a su construcción por parte de los modernistas:

 

Pero el agnosticismo no es sino el aspecto negativo de la doctrina de los modernistas: el positivo está constituido por la llamada inmanencia vital. El tránsito de la primera a la segunda fase del sistema es como sigue: natural o sobrenatural, la religión, como todo hecho, exige una explicación. Pues bien: una vez repudiada la teología natural y cerrado, en consecuencia, todo acceso a la revelación por quedar desechados los motivos de credibilidad; más aún, abolida por completo toda revelación externa, resulta claro que no puede buscarse fuera del hombre la explicación apetecida, y debe hallarse en el interior del hombre; mas como la religión es un forma de vida, la explicación ha de hallarse en la vida misma del hombre. Por tal procedimiento se llega a establecer el principio de la inmanencia religiosa. En efecto, todo fenómeno vital, y ya queda dicho que tal es la religión, reconoce por primer impulso o indigencia, y por primera manifestación ese movimiento del corazón que llamamos sentimiento. Por esta razón, siendo Dios el objeto de la religión, síguese de lo expuesto que la fe, principio y fundamento de toda religión, reside en un sentimiento íntimo engendrado por la necesidad o indigencia de lo divino. Por otra parte, como esa indigencia no se hace sentir sino bajo ciertas coyunturas determinadas y favorables, no puede pertenecer de suyo a la esfera de la conciencia; al principio yace sepultada bajo la conciencia, o, para emplear un vocablo tomado de la filosofía moderna, en la subconciencia, donde es preciso añadir que su raíz permanece escondida, y de ningún modo comprendida. ¿Quiere ahora saberse en qué forma esa indigencia de lo divino, cuando el hombre llegue a sentirla, se convierte en religión? Los modernistas dan la respuesta: la ciencia y la historia están encerradas entre dos límites: uno exterior, el mundo visible; otro interior, la conciencia. Llegadas a este límite, imposible que pasen adelante la ciencia y la historia; más allá está lo incognoscible. Enfrente de este incognoscible, lo mismo del que está fuera del hombre más allá de la naturaleza visible, como del que está en el hombre mismo, en las profanidades de la subconciencia, la indigencia de lo divino, sin juicio alguno previo, según los principios del fideísmo, suscita en el alma, naturalmente inclinada a la religión, un sentimiento de carácter especial. Este sentimiento tiene por distintivo el llevar envuelta la misma realidad de Dios bajo el doble concepto de objeto y de causa íntima, y además, el de unir en cierta manera al hombre con Dios. Tal sentimiento es para los modernistas la fe, y la fe así entendida es para ellos el principio de toda religión.

            Pero no se detiene aquí la filosofía, o, por mejor decir, los delirios modernistas. Pues en ese sentimiento los modernistas, no sólo encuentran la fe, sino con la fe y en la misma fe, según ellos la entienden, afirman la existencia de la revelación. Y, en efecto, ¿qué más se pide para la revelación? ¿No tenemos ya una revelación, o al menos un principio de ella en ese sentimiento que aparece en la conciencia, y aun a Dios, que en ese sentimiento se manifiesta al alma, aunque todavía de un modo confuso? Pero añaden aún: si bien se observa, desde el momento en que Dios es a un tiempo causa y objeto de la fe, muéstrase por lo mismo la revelación procediendo de Dios y recayendo sobre Dios; es decir, que en el sentimiento dicho, Dios es al mismo tiempo revelador y revelado. De aquí, venerables hermanos, aquella afirmación absurda de los modernistas de que toda religión es a la vez natural y sobrenatural, según los diversos puntos de vista. De aquí la equivalencia entre la conciencia y la revelación. De aquí, por fin, la ley que erige a la conciencia religiosa en regla universal, totalmente a la par con la revelación, y a la que todo debe someterse, hasta la autoridad suprema de la Iglesia, en la triple manifestación de autoridad doctrinal, cultural y disciplinar. (San Pío X, Pascendi dominici gregis, 5, 6)

 

            Se queja el obispo Peric en 2006, “Incluso algunos obispos de mundo vienen y pasan varios días en Medjugorje, a poco más de 20 km de Mostar, sin tener ni gentileza ni solidaridad para saludar al hermano en el episcopado, ni durante la guerra ni posguerra, no mostrando así  esos servidores de la Iglesia la debida colegialidad ni solicitud por todas las Iglesias (1 Cor 11, 28), sino tal vez una extraña curiosidad por lo que se “aparece” en el pedregal de Herzegovina. Y (eso que) los obispos y los sacerdotes ruegan a Dios en canon de la misa todos los días para que “confirme su Iglesia en la fe y en el amor” en su peregrinación terrena.

            Añade: “La verdad es más fuerte que la opinión de las masas. La sola multitud de hombres, incluso en el caso de que se trate de los fieles, no crea la verdad, sino en este caso tal vez la perjudique. El Señor estaba él solo, acompañado de su Madre y de  algún discípulo  en los momentos más difíciles y en Gólgota. Como la única verdad frente a una masa anónima, frente a la casta sacerdotal grande y pequeña, frente al establishment nacional e internacional en Jerusalén. Cuando Jesús dio el testimonio de que él es la verdad, todos le respondieron por la boca de Pilatos, ‘¿Qué es la verdad?’ (Jm 18, 38), es decir, ¡mostraron que prefieren el provecho propio, la posición política y una victoria momentánea que cualquier verdad humana o divina! Pero aunque la Verdad murió aquel Viernes, dentro de tres días resucitó. La multitud, ergo, no es prueba de la verdad.”

            Y aquí continuamente se presenta la multitud como prueba de la veracidad. Si hay conversiones, las hay gracias a Dios, no se debe manipular con las mismas. Las personas llegan, por el motivo que sea, muchos movidos por la curiosidad, no se le presenta nada conflictivo, se le dice que allí se apareció la Virgen, están un tiempo en un espacio en el que se reza, confiesa y asiste devotamente a la eucaristía, por lo que no es raro que algunas personas se vean movidas hacia Dios. En estos términos Medjugorje es una especie de placebo espiritual.

            Pero tampoco hay que prohibir que la gente vaya allá, si lo hacen de forma totalmente desvinculada del fenómeno de las apariciones, si utilizan esos días como una especie de retiro espiritual, sin ir a más.

 

Conclusión: En el último párrafo está propuesta la solución a este fenómeno; una solución ya propuesta por la Iglesia; en su momento cardenal Bertone dijo a los obispos italianos que los fieles pueden ir a Medjugorje, con tal de que no se trate de “peregrinaciones” oficiales que den valor sobrenatural a las apariciones.

            Sin embargo, ¿se procede así? Se dice que en Medjugorje confiesan, rezan el rosario, van a misa, hacen la adoración al Santísimo,… ¿Solamente eso? Si fuera así, no habría problemas. Pero allí está la vidente Vicka que a las siete de la mañana atiende a los “peregrinos” en su casa paterna, al pie del monte de las apariciones. Y por la tarde los videntes hablan en las proximidades del templo, a los “peregrinos”. Y de vez en cuando, hay alguna aparición presenciada. ¿No es así? Mientras tengáis todo eso en danza por allí, ¿alimentáis determinadas expectativas de un fenómeno que ni el primer obispo, ni el segundo aprobó, partiendo de sus observaciones como pastores y de las tres comisiones establecidas legítimamente, que derivó finalmente en el parecer no favorable de veintena de obispos de la ex Yugoslavia?

            Los que podrían reconducir el rumbo, tranquilizar los ánimos, enderezar el asunto, son los pastores que deben guiar las almas por las sendas seguras, apartando las ovejas de los alimentos malsanos y cuentos fantasiosos, siendo como son, ministros sagrados de Dios y de la Iglesia, y no vicarios de los videntes.

 

Hijo mío, realiza tus obras con modestia y serás amado por los que agradan a Dios.  Cuanto más grande seas, más humilde debes ser, y así obtendrás el favor del Señor,  porque el poder del Señor es grande y él es glorificado por los humildes. No pretendas lo que es demasiado difícil para ti, ni trates de indagar lo que supera tus fuerzas: reflexiona sobre lo que te ha sido mandado, porque a ti no te conciernen las cosas secretas. No te ocupes de cosas que están por encima de ti: lo que te ha sido revelado ya es demasiado para la inteligencia. Porque muchos se extraviaron por sus especulaciones y su imaginación perversa falseó sus pensamientos. Si no tienes pupilas, te faltará la luz; si careces de ciencia, no afirmes nada. (Ecl. 3, 17-25)