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El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 27 de junio de 2012

Santa Sede

'Adoremos la Eucaristía para hacer entrar nuestra vida en el amor de Dios'
Palabras de Benedicto XVI en la Audiencia General

Reuniones del banco vaticano IOR con vistas a elegir nuevo presidente
Informa la Sala de Prensa vaticana

Mundo

Madeleine Truel, peruana católica, recluida en un lager y asesinada por los nazis
Presentado el filme en Roma: salvó a cientos de judíos con nuevos documentos

Estados Unidos: Los obispos ven la sentencia de inmigración con esperanza y preocupación
Las encuestas muestran que la mayoría de los estadounidenses apoya el paso a la ciudadanía

Recemos para que las autoridades encuentren medidas idóneas contra la crisis
Meditación del prelado del Opus Dei en los 37 años de la muerte de san Josemaría Escrivá

Panamá: la Iglesia desea hacer de puente entre los políticos
Entrevista del arzobispo Ulloa con el presidente Martinelli

Las drogas matan a doscientas mil personas al año
Según el Informe de Naciones Unidas 2012

'Medios: Puertas de la fe'
Encuentro Ibérico de las Comisiones Episcopales de Comunicación Portugal-España

México: Es inmoral corromper a nuestras instituciones políticas
Afirmó el obispo de Saltillo ante la sospecha de compraventa de votos

México: Nombrado el obispo de Parral
Monseñor Eduardo Carmona Ortega

'Jospers Journey', la oración sigue su peregrinación
El 2 de agosto hará etapa en Asís

Derechos Humanos

Sudán: La victoria de Intisar contra la lapidación
Revocada una sentencia de muerte gracias a la movilización familiar e internacional

Entrevista

"Señor, aquí estoy, intentando cada día cumplir tu voluntad
Entrevista al padre Santos García en sus bodas de oro sacerdotales

El espíritu de la liturgia

¿Dónde celebrar? (CEC 1179-1186)
Columna de teología litúrgica por el padre Mauro Gagliardi

Documentación

Benedicto XVI: 'Imitar a Dios significa salir de sí mismo, darse en el amor'
Palabras del papa en la Audiencia General


Santa Sede


'Adoremos la Eucaristía para hacer entrar nuestra vida en el amor de Dios'
Palabras de Benedicto XVI en la Audiencia General
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 27 junio 2012 (ZENIT.org).- La Audiencia General de esta mañana tuvo lugar a las 10,30 en el Aula Pablo VI donde el santo padre Benedicto XVI se encontró con grupos de peregrinos y fieles llegados de Italia y otros países. En el discurso en lengua italiana, el papa siguió con sus catequesis sobre la oración en las Cartas de san Pablo.

Benedicto XI se ha centrado en la catequesis de hoy en unode los más antiguos cantos o himnos de la tradición cristiana, la Carta de san pablo a los Filipenses. recordó que es "una carta que dicta el Apóstol en la cárcel, tal vez en Roma. Se siente cercano a la muerte, porque dice que su vida la ofrece como una libación".

"A pesar de esta situación de grave peligro para su integridad física --dijo el papa--, san Pablo, en todo el escrito, expresa la alegría de ser discípulo de Cristo, de poder ir a su encuentro, hasta el punto de ver la muerte no como una pérdida sino como una ganancia".

En el último capítulo de su Carta hay una fuerte invitación a la alegría. Pero --se preguntó el papa- "¿cómo se puede regocijar ante una sentencia de muerte inminente? ¿De dónde o mejor dicho, de quién san Pablo obtiene la serenidad, la fuerza, el coraje de ir al encuentro de su martirio, y del derramamiento de su sangre?".

La respuesta está en que la "oración debe conducir a un conocimiento y a una unión en el amor cada vez más profundos con el Señor, para poder pensar, actuar y amar como Él, en Él y por Él. El ejercicio de esto, aprender los sentimientos de Jesús, es el camino de la vida cristiana".

"En la oración, en la relación con Dios --explicó el papa--, abrimos la mente, el corazón, la voluntad a la acción del Espíritu Santo para entrar en esa misma dinámica de vida".

"La lógica humana, sin embargo, busca a menudo la realización de sí mismo en el poder, en el dominio, en los medios poderosos. El hombre todavía quiere construir con sus propias fuerzas la torre de Babel para llegar a la altura de Dios mismo, para ser como Dios. La Encarnación y la Cruz nos recuerdan que la plena realización está en el conformar la propia voluntad humana a la del Padre, en el vaciarse del propio egoísmo, para llenarse del amor, de la caridad de Dios y así llegar a ser verdaderamente capaces de amar a los demás. El hombre no se encuentra a sí mismo permaneciendo encerrado en sí, afirmándose en sí mismo. El hombre se encuentra solo saliendo de sí mismo, solo si salimos de nosotros mismos nos encontramos".

El papa exhortó, a fijar en la oración la "mirada en el crucifijo", detenerse "en adoración ante la Eucaristía con frecuencia, para hacer entrar nuestra vida en el amor de Dios, que se humilló a sí mismo con humildad para elevarse hasta Él".

se puede leer el texto completo de la catequesis del papa en: http://www.zenit.org/article-42600?l=spanish.

Tras sus palabras en italiano, el papa se dirigió a los distintos grupos lingüísticos, haciendo un breve resumen de su catequesis.

A los fieles de lengua española, les dijo: "Deseo tratar hoy del himno cristológico que san Pablo ofrece en su carta a los Filipenses, centrado en los 'sentimientos' de Cristo y en su condición divina y humana: en la encarnación, en la muerte de cruz y en la exaltación en la gloria del Padre. Este cántico inicia con una exhortación: 'Tened entre vosotros los sentimientos propios de Cristo'. Se trata no sólo de seguir los ejemplos de Jesús, sino también de conformar toda nuestra existencia según su modo de pensar y obrar. Está composición ofrece además dos indicaciones importantes para nuestra oración. La primera es la invocación de Jesucristo como 'Señor'. Él es el tesoro por el cual vale la pena gastar la vida. La segunda indicación es la postración: Ante este Nombre, toda rodilla se ha de doblar en el cielo y en la tierra. De este modo, cuando nos arrodillamos ante Cristo, confesamos nuestra fe en Él y lo reconocemos como único Señor. La oración debe conducir, pues, a una más plena toma de conciencia para pensar, actuar y amar en Cristo y por Cristo. Así, la mente, el corazón y la voluntad se abren a la acción del Espíritu Santo y somos transformados por medio de la gracia".

Luego saludó a los grupos de lengua hispana con estas palabras: "Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos de la Archidiócesis de Los Altos, y de la Diócesis de Zacatecoluca, acompañados por sus pastores, así como a los provenientes de España, México, Colombia y otros países latinoamericanos. Invito a todos a que fijen en la oración su mirada en el Crucifijo, a detenerse frecuentemente para la adoración eucarística y así entrar en el amor de Dios, que se ha abajado con humildad para elevarnos hacia Él".

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Reuniones del banco vaticano IOR con vistas a elegir nuevo presidente
Informa la Sala de Prensa vaticana
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 27 junio 2012 (ZENIT.org).- La Sala de Prensa vaticana ha dado cuenta en un comunicado de reuniones celebradas en el banco vaticano, el Instituto para las Obras de Religión (IOR).

Esta mañana se reunió el Consejo de Superintendencia del Instituto para las Obras de Religión, actualmente compuesto --como se sabe- por el vicepresidente, Ronaldo Hermann Schmitz, Carl Albert Anderson, Antonio Maria Marocco y Manuel Soto Serrano.

Luego, el Consejo informó a la Comisión cardenalicia de vigilancia, presidida por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado.

Según la Sala de Prensa, "se ha tratado de dos encuentros muy útiles para compartir informaciones y propuestas tanto para la gestión ordinaria, como para la señalación de criterios de profesionalidad y experiencia universalmente reconocidos, con vistas a la elección del nuevo presidente del Consejo de Superintendencia".

"El santo padre Benedicto XVI --concluye el comunicado- sigue de cerca la actual situación del Instituto para las Obras de Religión y es constantemente informado por el cardenal secretario de Estado".

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Mundo


Madeleine Truel, peruana católica, recluida en un lager y asesinada por los nazis
Presentado el filme en Roma: salvó a cientos de judíos con nuevos documentos
Por H. Sergio Mora

ROMA, miércoles 27 junio 2012 (ZENIT.org).- Los peruanos que se sabe murieron en campos de concentración nazis fueron 22. Entre ellos destacó la peruana Madeleine Truel, nacida en Lima en 1904, que estando en Francia, movida por los valores cristianos inculcados por su familia y colegio en Lima, se unió a la resistencia contra los nazis ayudando a salvar a muchas familias judías.

El documental que recupera la memoria de un caso que recuerda el más conocido de "La lista de Schindler", es narrado en 29 minutos. Se basa en el libro de Hugo Coya “Estación final”, producido por Infobrax, que será presentado en el Congreso de Perú el 13 de julio; el día después, fecha de la Revolución Francesa, se podrá ver en Youtube y el 27 de julio será transmitido en la televisión peruana RTV.

“Es un documental que rescata un personaje que estaba olvidado, una ciudadana peruana que nos da una gran enseñanza”, indicó el embajador de Perú ante la Santa Sede, Cesar Castillo, presente en el evento. Y recordó que Truel “llegó a Francia con profundos valores éticos y cristianos que obtiene en Lima en el colegio religioso de San José de Cluny, que la motivaron a sumarse a la resistencia cuando las fuerzas alemanas invadieron Francia”.

La película con guión y dirección de Luis Cam, joven profesor de la Universidad San Martín de Porres, fue presentada a la prensa italiana el miércoles 27 de junio en el Hotel NH Giustiniani, a dos pasos de Castel Sant'Angelo, con subtítulos en italiano.

De padres franceses y familia numerosa, Madeleine recibió desde su infancia grandes valores cristianos. Estudió en el colegio de San José de Cluny en Lima y se caracterizó por ser muy limeña. Huérfana de ambos padres, a los 24 años va con sus hermanos en Francia.

Allí estudia en la Sorbona, en la facultad de Filosofia y en París frecuenta la iglesia de San Francisco de Sales, situada entre el Arco de Triunfo y Montmartre.

Cuando empieza la guerra y tras la invasión alemana en Francia nace la resistencia. Inician las deportaciones de judíos en los campos de concentración alemanes. Para ello Madeleine ayudó a preparar documentos falsos para que familias judías pudieran escaparse. No se sabe exactamente a cuántos judíos haya salvado, sí que produjo documentos durante dos años.

En un cierto momento ella cayó en manos de la Gestapo, que la maltrató y torturó pues no reveló los nombres que conocía, después de que fue llevada al campo de concetración de Sachsenhausen en Alemania. Su fuerza, indicaron varios testimonios, era la lectura de una biblia que le habían llevado sus parientes cuando cayó prisionera.

En en lager de Sachsenhausen, a 35 kilómetros de Berlín,vivió la caridad de manera heroica: nunca perdió su alegría, compartía su ración con quienes más la necesitaban y animaba a los prisioneros a no desanimarse, contando entre otras cosas historias que conocía de Perú, lo que le valió el apodo de “Pajarillo de las Islas”.

Murió el 3 de mayo de 1945 golpeada a muerte por los nazis, en uno de los llamados "caminos de la muerte", pocas horas antes que llegaran las tropas rusas.

Antes de ser enterrada, una de sus compañeras le dio su pulsera de judía, para que fuera identificada como víctima de la furia nazi. Fueron puestos sobre su pecho geranios rojos y blancos en honor de su ciudadanía peruana. Su nombre aparece en el memorial sobre los deportados de Francia durante la Segunda Guerra Mundial, delante de la catedral de Notre Dame de París.

El cortometraje contiene breves entrevistas a profesionales como Gustavo Gorrit, Hugo Coya y León Trahtemberg, así como a Gonzalo Rosselló Truel, primo de Madeleine.

La presentación fue organizada por la Fundación Promoción Social de la Cultura (www.fundacionfpsc.org), el observatorio sobre Latinoamérica Prestomedia y Mediatrends.

Ver la anticipación del video en: http://www.youtube.com/watch?v=bmQHtCHXDxs.

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Estados Unidos: Los obispos ven la sentencia de inmigración con esperanza y preocupación
Las encuestas muestran que la mayoría de los estadounidenses apoya el paso a la ciudadanía
WASHINGTON, miércoles 27 junio 2012 (ZENIT.org).- Los obispos estadounidenses reaccionaron este lunes con “esperanza y precaución” a una sentencia del Tribunal Supremo sobre una controvertida ley de inmigración puesta en marcha en el estado de Arizona.

El Tribunal Supremo revocó la mayor parte de la ley, apoyando sólo la medida que permite a la policía verificar el estatus de inmigración, durante controles rutinarios, si tienen “razonable” causa de sospecha de que están ante un inmigrante ilegal.

El arzobispo José Gómez, de Los Ángeles, presidente de la Comisión Episcopal de Migración, expresó preocupación respecto a una parte de la decisión de 5-3.

La justicia dejó abierta la posibilidad de la medida que había sido considerada inconstitucional posteriormente, afirma la declaración del obispo.

“Mientras estamos preocupados por la decisión del tribunal de levantar el mandato de la sección 2 (B) de la ley, nos anima que el tribunal no lo declaró constitucional –dijo el arzobispo Gómez--.

Como se articula en nuestro escrito de intervención de terceros, la implementación de esta medida podría llevar a la separación de familias y minar la capacidad de la Iglesia de servir a la población inmigrante”.

“Permanecemos en solidaridad con nuestros hermanos obispos de Arizona, mientras preparan responder a la implementación de esta medida y sus potenciales consecuencias humanas”, dijo el arzobispo Gómez. Opositores a la ley de Arizona la criticaron basados en la preocupación de que condujera a un perfil racial y a la violación de las leyes de derechos civiles.

“La decisión del tribunal de echar abajo las otras medidas de la ley de Arizona reafirma el fuerte papel del gobierno federal en la regulación de la inmigración”, afirmó el arzobispo Gómez.

El prelado urgió a los gobiernos estatales a no apresurarse a aprobar leyes similares a la SB 1070 y llamó al Congreso a asumir sus responsabilidad y emprender una reforma global sobre inmigración. Expresó el deseo de que la Iglesia católica de Estados Unidos siga luchando por una reforma humana y justa del sistema de inmigración de la nación.

“Los obispos de Estados Unidos urgirán a sus gobiernos estatales a no ir detrás de leyes como la de Arizona, sino más bien perseguir una reforma humana a nivel federal --dijo el arzobispo Gómez--. El refuerzo humano de las leyes de nuestra nación es parte de cualquier solución, pero el refuerzo por sí mismo, injustamente administrado, sólo lleva a abusos y ruptura familiar”.

“La Iglesia seguirá al lado de los inmigrantes y sus familias y buscará justicia para ellos”, afirmó el arzobispo Gómez.

La decisión y la respuesta de la Conferencia Episcopal se produce tras los resultados de una reciente encuesta marista, llevada a cabo conjuntamente con los Caballeros de Colón, que revela que una mayoría de estadounidenses apoyaría que se proporcionara a los inmigrantes ilegales un paso a la ciudadanía.

Preguntados si era posible tener leyes con fronteras seguras mientras que se respeta a los inmigrantes, el 80% dijo que estaba de acuerdo.

Cerca de tres cuartos (74%) de los encuestados eran favorables a un paso a la ciudadanía, con requerimientos específicos para quienes viven ilegalmente en Estados Unidos.

Mientras que el informe muestra un amplio apoyo a la reforma de inmigración, hay temas de preocupación: 76% de los encuestados están preocupados de que los inmigrantes pudieran presionar sobre el sistema de salud, mientras que el 66% esta de acuerdo en que serían una carga para las escuelas públicas.

La encuesta fue llevada a cabo a finales de 2011 por el Marist College Institute for Public Opinion.

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Recemos para que las autoridades encuentren medidas idóneas contra la crisis
Meditación del prelado del Opus Dei en los 37 años de la muerte de san Josemaría Escrivá
Por H. Sergio Mora

ROMA, miércoles 27 junio 2012 (ZENIT.org).- Monseñor Javier Echevarría presidió ayer la celebración que se realizó en Roma en la basílica de San Eugenio, en la memoria litúrgica de San Josemaría en el 37 de su muerte.

El punto central de la meditación del prelado del Opus Dei fue: “Hoy muchos países sufren la desocupación que tantas preocupaciones y problemas trae a innumerables familias. Recemos por las autoridades civiles y por los responsables de la vida pública, en todos los niveles para que iluminados por la divina sabiduría sepan encontrar y poner en práctica medidas idóneas para sacar a sus naciones de la actual crisis, el el pleno respeto de la dignidad de la persona y del hombre”.

El trabajo, un tema central para el Opus Dei, movimiento que predica la santificación de las personas en la vida ordinaria.

“El Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el jardín del Eden, para que lo cultivara y cuidara”, recordó Echevarría, indicando que “la invitación a trabajar en cuanto completamiento de la obra creadora es la vocación originaria de cada hombre y mujer. Razón por la cual san Josemaría podía afirmar que todo trabajo honesto es 'un medio necesario que Dios nos confía en la tierra, dando amplitud a nuestros días y haciéndonos participar de su poder creador para que podamos ganarnos el sustento y al mismo tiempo recoger frutos para la vida eterna'”.

“San Josemaría --prosiguió el prelado- repetía con frecuencia que lo sobrenatural cuando se refiere a los hombres resulta plenamente humano. Por lo tanto --indicó- si correspondemos a la gracia estamos en condición de entretenernos en diálogo con Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo en todas las circunstancias y actividades”.

Y esto, concluyó, tiene que animarnos “a enfrentar con confianza en Dios y con serenidad todo tipo de dificultad que se van presentando en nuestra existencia; mismo las que derivan de la actual crisis económica y de la falta de trabajo”.

Y recordando la confianza de Pedro en Jesús cuando vuelve a tirar las redes, subrayó: También nosotros la necesitamos “para enfrentar todas las vicisitudes de la nuestra existencia, especialmente las que exigen de nosotros una respuesta generosa a los designios de Dios”.

En particular teniendo presente que en octubre iniciará el Año de la Fe convocado por el papa se preguntó: “¿Cómo nos estamos preparando? Hacemos actos explícitos de esta virtud antes de recibir el sacramento de la confesión o de la comunión?”. E invitó "a tener confianza cuando se reza, en las tareas profesionales, familiares y en el acercar a Dios a las personas queridas, a los amigos, a los compañeros de estudio o del trabajo”.

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Panamá: la Iglesia desea hacer de puente entre los políticos
Entrevista del arzobispo Ulloa con el presidente Martinelli
CIUDAD DE PANAMÁ, miércoles 27 junio 2012 (ZENIT.org).- El arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, expresó tras una reunión con el presidente de la República, Ricardo Martinelli, que la Iglesia católica desea ser un puente de unidad entre los actores políticos del país, para que prevalezca el interés del pueblo panameño.

Después de que el arzobispo se reuniera con los dirigentes del Frente por la Democracia, ayer le transmitió al mandatario los detalles de estas conversaciones, encaminadas a conservar el clima de paz y tranquilidad que el país requiere.

“La vida nos va enseñando que hay que ser cada vez más realistas; yo creo que en estos diálogos tampoco se puede pretender, no son concertaciones”, dijo monseñor Ulloa y advirtió que la Iglesia solo juega un papel de catalizador para que se den estas conversaciones. “Si eso resulta, bendito sea Dios, pero si no resulta, hacemos el esfuerzo en función del pueblo y del bienestar común”, indicó.

El presidente reiteró al arzobispo su compromiso de revocar la resolución, por la que se designó a los tres magistrados de la Sala Quinta de la Corte Suprema de Justicia.

“Esta es una muestra más de nuestro compromiso de mantener un clima de paz en el país. Reitero mi llamado a la oposición política para que haga lo propio y cesen todas las acciones y declaraciones que puedan crear intranquilidad, desasosiego y que busquen justificar injustificables actos de violencia”, manifestó Martinelli.

Por su parte, monseñor Ulloa informó que todavía no se ha planificado una agenda de temas para el diálogo, agregando que el proceso tiene que ser bien elaborado para que no se den falsas expectativas.

“No es sentarnos por sentarnos, pero creo que en estos momentos hay que ir despacio; lo importante es, sin equivocarme, que hay disponibilidad de ambas partes, pero que hay que crear el ambiente, precisamente para que no se frustre la expectativa de diálogo”, sostuvo.

El Frente por la Democracia, integrado por los partidos de oposición y otras organizaciones, condicionó el diálogo a que el presidente cumpla con su promesa de derogar la Sala Quinta y respetar lo acordado en la Concertación Nacional, de retirar los proyectos de ley que tienen que ver con la venta de las acciones estatales en las empresas privatizadas.

“Son elementos que ambas partes tienen que tomar en cuenta; lo que nos preocupa es que no podemos seguir enfrentándonos los unos con los otros”, comentó monseñor Ulloa.

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Las drogas matan a doscientas mil personas al año
Según el Informe de Naciones Unidas 2012
NUEVA YORK, miércoles 27 junio 2012 (ZENIT.org).- Un informe de Naciones Unidas pone en evidencia las dimensiones del flagelo de la droga.

"Heroína, cocaína y otras drogas siguen matando a cerca de doscientas mil personas al año, deshaciendo familias, causando la miseria de miles de otros individuos y favoreciendo la difusión del vih". Esta es la alarma lanzada por Yuri Fedotov, director ejecutivo de la agencia de Naciones Unidas contra la droga y el crimen (ONUDC), que presentó en el Palacio de Cristal el Informe sobre Drogas 2012.

Según el documento, cerca de 230 millones de personas, el 5% de la población adulta del mundo de entre 15 y 64 años, han usado una droga ilegal al menos una vez en 2010.

Proporcionar un adecuado tratamiento sanitario a todas las personas dependientes de la droga costaría globalmente hasta 250 millardos de dólares.

Los consumidores "problemáticos" --sobre todo de heroína y cocaína- son cerca de 27 millones, equivalentes al 0,6% de la población adulta mundial.

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'Medios: Puertas de la fe'
Encuentro Ibérico de las Comisiones Episcopales de Comunicación Portugal-España
FÁTIMA, miércoles 27 junio 2012 (ZENIT.org).- Los obispos de las Comisiones de Comunicación de las Conferencias Episcopales de Portugal y España, siguiendo la llamada del papa Benedicto XVI que invita a la Iglesia a la Nueva Evangelización, se reunieron en sesión de trabajo en Fátima, del 25 al 27 de junio de 2012, reflexionando sobre el tema “Medios: Puertas de la fe”.

Al final de este Encuentro Ibérico 2012, los participantes aprobaron una serie de conclusiones, informa a ZENIT la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social de España

Los obispos de las Comisiones de Comunicación de las Conferencias Episcopales de Portugal y España, afirman que, con estas conclusiones, desean “contribuir a una renovada conversión al Señor Jesús y al redescubrimiento de la fe, de modo que todos los miembros de la Iglesia sean para el mundo actual testigos gozosos y convincentes del Señor resucitado, capaces de señalar la ‘puerta de la fe’ a tantos que están en búsqueda de la verdad”.

En primer lugar, afirman: "Los medios de comunicación son el escenario cultural en el que se mueven los hombres y las mujeres de nuestro tiempo".

Constatan que "la comunicación en nuestros ámbitos está caracterizada, entre otras, por las siguientes circunstancias: la actividad comunicativa sigue estando notablemente condicionada por la situación económica, ideológica y política; la crisis económica está ocasionando, además, la precariedad y con frecuencia la pérdida de trabajo de los profesionales, con perjuicio para todo el proceso comunicativo y la consiguiente limitación del derecho del público a conocer la verdad; en la actividad informativa se aprecia, con frecuencia, una supremacía de la imagen que puede desviar la atención sobre la realidad objetiva. En ocasiones, el uso inadecuado de las tecnologías dificulta la reflexión, la formación de opinión y las relaciones personales y familiares; con frecuencia, las demandas inducidas de las audiencias constituyen un factor determinante en la configuración de los contenidos que los medios ofrecen. No obstante, consideramos que, desde una adecuada visión ética, este no puede ser el criterio último, ya que se ha de atender a las necesidades de las personas, sin sacrificar en ningún caso la verdad y el bien común".

En segundo lugar, señalan: "También para la Iglesia, los medios de comunicación son el escenario cultural en el que debe estar presente y desarrollar su misión. No son meros instrumentos para la transmisión de un mensaje. La Iglesia debe estar en ellos con sencillez y claridad, en actitud dialogante".

En tercer lugar: "La comunicación es un elemento transversal de las diversas estructuras eclesiales. Por eso, toda la acción pastoral de la Iglesia ha de ser más comunicativa. Al servicio de esa misión están los departamentos o gabinetes de comunicación en una diócesis o en una Conferencia Episcopal".

Así mismo afirman que "la consideración eclesial de la comunicación social tiene por tanto una doble misión. Por un lado, la ya tradicionalmente asentada que está orientada primordialmente a la evangelización. Pero por otro lado, y al mismo tiempo, la Iglesia también ha de proyectar y trabajar su propia imagen institucional o pública (entre la que se incluyen las acciones de gobierno de su pastores) para que ella misma sea percibida de manera adecuada. Por esto mismo se impone una consideración nueva de los procesos comunicativos de la Iglesia, que vayan asociados no sólo a la misión evangelizadora, sino también a la tarea de gobierno pastoral".

"Dada la importancia de la comunicación social en la configuración de la persona y de sus comportamientos --añaden--, animamos a los padres y educadores a seguir formando a los más jóvenes en el uso adecuado y responsable de los medios de comunicación".

Por último, los obispos ibéricos alientan "a cuantos trabajan en los mass media a proseguir en su empeño de servir a la dignidad de la persona y a la construcción de una sociedad más libre, justa y solidaria".

Respondiendo a la llamada de Benedicto XVI a renovar y actualizar las enseñanzas del Concilio Vaticano II como instrumento valioso en el ámbito del Año de la Fe, concluyen "invitando a una lectura actualizada y una conveniente puesta en práctica del Decreto Conciliar Inter Mirifica, sobre las comunicaciones sociales, y de los documentos que lo desarrollan".

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México: Es inmoral corromper a nuestras instituciones políticas
Afirmó el obispo de Saltillo ante la sospecha de compraventa de votos
SALTILLO, miércoles 27 junio 2012 (ZENIT.org).- Es inmoral corromper a nuestras instituciones políticas mediante la venta y la compra del voto, afirmó el obispo de Saltillo monseñor Raúl Vera López OP, en su mensaje ante las próximas elecciones presidenciales en México. "La persona que busca obtener un puesto de elección mediante la compra de credenciales o distribución de servicios y productos, es un persona corrupta...", dijo el prelado mexicano.

En la jornada electoral de este 1 de julio, además de elegir al nuevo presidente, México renovará 500 diputados y 128 senadores. Por lo tanto, además de las ofertas electorales que prometen resolver todos los problemas de los mexicanos, muchos candidatos recorren los pueblos más olvidados promoviendo la práctica corrupta de compra y venta de voto ciudadano.

Frente a estas circunstancias y a los problemas de violencia que vive el país, afirma monseñor Vera López, "a la luz del mandato de Jesús, de la obligación que tenemos de escudriñar los signos de los tiempos que nos rodean, y para discernir lo que es justo, experimento la grave responsabilidad de presentar a las y los fieles de esta Diócesis, y a todas las personas de buena voluntad, las siguientes consideraciones y reflexiones".

"...Quiero afirmar enfáticamente que es inmoral corromper nuestras instituciones políticas mediante la venta y la compra del voto. La persona que busca obtener un puesto de elección mediante la compra de credenciales o distribución de servicios y productos, es un persona corrupta que, de manera ilegal intenta inmiscuirse en el ejercicio de la función pública y, en caso de lograr su propósito mediante estos mecanismos, ingresa en nuestras instituciones para agregar en ellas más corrupción de la que ya padecemos en estos momentos de la vida del país en los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial”, afirmó monseñor Vera.

Así mismo señaló que los mismos nocivos efectos tiene la acción “de quien acepta emitir su voto por una persona determinada, a cambio de dinero o cualquier dádiva, es decir, que acepte vender su voto”.

El obispo recordó que “se trata de una acción incorrecta e inmoral; que es indebida e ilícita”. “Un elector irresponsable, que vende su voto --añadió--, además de cometer un delito electoral, es causante de que la corrupción se difunda por muchos ámbitos de la vida de México. Poner en manos de otras u otros, la decisión que cada una y uno de nosotros tenemos, es silenciar nuestros derechos civiles y políticos. Vender el voto es vender la dignidad personal y el futuro nacional, que tienen mucho más valor”.

El obispo de Saltillo explicó que “hablar hoy de corrupción de la función pública en México no es cosa menor”. Recordó que en otros momentos de la historia de este país, “la compra-venta electoral tenía como consecuencia la introducción de ladrones, traficantes de influencias y defraudadores en el Gobierno”. “Hoy estamos hablando –dijo- de introducir en nuestras estructuras políticas, a cómplices del crimen organizado. Las consecuencias de hoy incluyen el aumento al derramamiento de sangre en el país, la contribución en las desapariciones forzadas, el secuestro, la extorsión, el robo, la inseguridad, y la muerte. Hoy nos hacemos reos de sangre humana”.

El obispo concluyó invocando la intercesión de Santa María de Guadalupe “para que este proceso político desde su legalidad, contribuya al proceso de democratización nacional, y a la obtención de la paz en México, así como a la reconciliación entre todos y cada una de las y los mexicanos”.

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México: Nombrado el obispo de Parral
Monseñor Eduardo Carmona Ortega
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 27 junio 2012 (ZENIT.org).- El papa Benedicto XVI ha nombrado obispo de Parral, México, a monseñor Eduardo Carmona Ortega CORC, hasta ahora obispo de Puerto Escondido.

Monseñor Eduardo Carmona Ortega nació en 1959. Realizó los estudios eclesiásticos en el seminario de los Operarios del Reino de Cristo en Querétaro, México, y en el Seminario Mayor de Toledo, España. Obtuvo la licenciatura en Teología dogmática en Roma, en la Universidad Pontificia Gregoriana.

Fue ordenado sacerdote en 1983 para la diócesis de Tacámbaro; incardinándose en 1991 en la Fraternidad Sacerdotal de los Operarios del Reino de Cristo.

Ha sido prefecto de disciplina y luego vicerrector del Seminario de los Operarios en Querétaro. Fue nombrado secretario regional y vicerrector del Seminario de la Fraternidad en Olías del Rey, Toledo, España. De 1991 a 1994, desempeñó el cargo de rector del mismo Seminario. De 1994 a 1997, fue párroco en la archidiócesis de Los Ángeles, Estados Unidos. En 1997 fue elegido director regional para México de la Fraternidad y en 2002 fue reelegido.

El 8 de noviembre de 2003 fue nombrado primer obispo de Puerto Escondido, recibiendo la ordenación episcopal el 7 de enero de 2004.

En la Conferencia Episcopal de México es responsable de la Dimensión pastoral para los ministerios laicales.

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'Jospers Journey', la oración sigue su peregrinación
El 2 de agosto hará etapa en Asís
ROMA, miércoles 27 junio 2012 (ZENIT.org).- Jospers Journey continúa y llega a Asís. Esta “peregrinación de oración” permite a todos, desde cualquier parte del mundo, confiar las propias intenciones a la Obra Romana de Peregrinaciones (ORP), cierto de que las mismas oraciones serán depositadas físicamente en estas metas de peregrinación.

Las primeras dos etapas de Jospers Journey vieron llegar a la Obra Romana de Peregrinaciones más de dos mil intenciones de oración que fueron depositadas el 11 de febrero en el aniversario de la I aparición de la Virgen a Bernardette Soubiros, y el 13 de mayo a los pies de la imagen peregrina de Nuestra Señora de Fátima en la Jornada del Peregrino en Roma.

La próxima etapa de Jospers Journey será Asís. Un pequeño grupo de peregrinos, guiados por el padre Caesar Atuire, administrador delegado de la ORP, partirá desde Foligno, en el centro del Valle Umbrío, y llegará a Asís el 2 de agosto, Fiesta del Perdón de Asís, día en el se puede pedir el don de la indulgencia plenaria, justo como pidió y obtuvo san Francisco en 1216 en la Porciúncula.

El pequeño grupo de peregrinos en “misión especial” se detendrá en oración en la Porciúncula para luego llegar a la basílica de Santa Clara, donde las intenciones de oración serán confiadas a las clarisas.

Para enviar las propias intenciones a la Obra Romana de Peregrinaciones es necesario rellenar el módulo que se encuentra en el siguiente enlace: http://www.orpnet.org/preghiera.

Para más información: www.operaromanapellegrinaggi.org.

Se puede seguir a los “Jospers” en Facebook, Twitter, Youtube y Flickr.

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Derechos Humanos


Sudán: La victoria de Intisar contra la lapidación
Revocada una sentencia de muerte gracias a la movilización familiar e internacional
Por Valentina Colombo

ROMA, miércoles 27 junio 2012 (ZENIT.org).- Nomen omen, decían los latinos. El nombre árabe Intisar significa “Victoria” y en efecto la sudanesa Intisar Sharif Abdallah venció contra una condena a muerte por lapidación.

El 13 de mayo pasado, el juez Sami Ibrahim Shabo del tribunal penal de Omdurman, Sudán, la había condenado según el artículo 146 del código penal, según el cual: “quienquiera que sea reo de adulterio será castigado como sigue: a. lapidación, si la persona ofendida está casada; b. cien latigazos, si la persona ofendida no está casada”.

La acusación contra Intisar era de haber tenido una relación extraconyugal y de haber quedado embarazada. Inicialmente la mujer fue declarada no culpable, pero el tribunal logró la admisión de la culpa por la veinteañera sudanesa tras intimidaciones verbales y físicas por parte del hermano.

Obviamente la acusación estaba dirigida solo contra Intisar y no contra el hombre que habría cometido adulterio con ella, inmediatamente absuelto. La muchacha fue arrestada con su recién nacido. Como si todo esto no bastara, la mujer no gozó de asistencia legal durante todo el procedimiento judicial.

Afortunadamente, algunos miembros de su familia presentaron un recurso ante el tribunal de apelación de Ombada y, gracias también a la movilización internacional, el 21 de junio pasado se llegó a la revocación de la sentencia que violaba evidentemente los estándares internacionales.

Intisar no ha sido la primera mujer condenada a la lapidación en un país islámico y no será desgraciadamente la última.

¿Cuáles son los orígenes de esta prescripción islámica? El adulterio es castigado en el Corán con cien latigazos tanto para el hombre como para la mujer (XXIV, 2) y solo luego tendrá como sanción legal la lapidación.

Si el Corán exige cuatro testigos del acto de adulterio, más todavía del acto de penetración, antes de autorizar el castigo, la práctica posterior será más descuidada y consentirá la condena a muerte incluso si la mujer es solo sospechosa para el marido o el hermano.

Es suficiente leer algunos artículos del código penal en vigor en la República islámica de Irán para darse cuenta de la atrocidad de este dictamen. El artículo 63 define el adulterio como “la relación –incluida la anal- entre un hombre y una mujer que están prohibidos el uno a la otra, a menos que no se trate de un acto involuntario”.

Según el artículo 64, “el adulterio es punible cuando el adúltero/a es adulto/a es plenamente consciente y conocedor de la ilicitud de la propia acción”. Las reglas concernientes a la prueba de adulterio en el tribunal demuestran que la mujer, justo como en el caso de Intisar, es más fácilmente perseguible que el hombre.

Para colmo, en el artículo 74 se afirma que “el adulterio puede ser probado solo con el testimonio de cuatro hombres honestos o de tres hombres y dos mujeres”, según la regla del derecho islámico que quiere que el testimonio de un hombre corresponda al de dos mujeres.

Lamentablemente, la lapidación todavía hoy es una forma punitiva legal en Afganistán, Irán, Nigeria (en cerca de un tercio de los 36 estados), Pakistán, Arabia Saudita, Sudán, y en los Emiratos Árabes Unidos. In Irán la lapidación está incluso prevista por el código penal y ejecutada por la justicia estatal, mientras que en Pakistán e Irak, e castigo es ejecutado preferentemente en el ámbito familiar.

En Nigeria, es célebre el caso de Amina Lawal, y en los Emiratos Árabes Unidos, tras las protestas y campañas internacionales, algunas lapidaciones fueron afortunadamente suspendidas. Siempre en Nigeria, en 2005 fue condenado a la lapidación un hombre por haber tenido relaciones homosexuales.

Hace unos años el sitio Women living under Muslim laws (www.wluml.org) lanzó una campaña global para detener la muerte y la lapidación de las mujeres. En el documento oficial se lee: “la muerte de mujeres –con cualquier pretexto- es inaceptable. Y se trata entre otras cosas de una grave violación de la ley internacional sobre los derechos humanos” (www.stop-stoning.com).

A estas voces se suman las de muchos intelectuales liberales, como por ejemplo el tunecino Lafif Lakhdar, que luchan para obtener la abolición de las penas corporales islámicas. Hay que prestar mucha atención a quien en cambio en el mundo islámico invoca simplemente una moratoria de estas penas porque de hecho su abolición significaría contravenir los dictámenes de los doctores de la ley islámica.

Las mujeres como Intisar y Amina serán salvadas sólo por una movilización interna y externa que mire a la abolición sin paliativos de las penas corporales previstas por la sharia.

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Entrevista


"Señor, aquí estoy, intentando cada día cumplir tu voluntad
Entrevista al padre Santos García en sus bodas de oro sacerdotales
VALENCIA, miércoles 27 junio 2012 (ZENIT.org).- El padre Santos García Pérez, superior de la comunidad de los religiosos camilos en Valencia y capellán del Hospital de la Fe, celebrará mañana jueves 28 de junio, las bodas de oro sacerdotales. La celebración será muy sencilla con una Eucaristía a las 11 de la mañana en la capilla del Hospital de La Fe y una comida fraterna en comunidad.

La Orden de los Ministros de los Enfermos fue fundada por Camilo de Lellis en 1582. Los Religiosos Camilos están presentes en los cinco continentes y trabajan en los campos de los cuidados asistenciales, de la intervención sociosanitaria y de la pastoral de la salud, así como en la formación en estos ámbitos. "Nuestro deseo --afirma la Orden- es que los enfermos de todo el mundo sean atendidos en la globalidad de su ser y nos empeñamos en la humanización de los servicios asistenciales y sanitarios para que los cuidadores pongamos, como repetía San Camilo, 'más corazón en las manos'. En España tenemos comunidades en Barcelona, Sant Pere de Ribes, Valencia, Sevilla y Tres Cantos (Madrid). Nuestro carisma se sintetiza en “Cuidar y enseñar a cuidar”.

En esta entrevista, el padre Santos García explica cómo ve a la altura de esta celebración su vocación y su trayectoria sacerdotal.

¿Qué se siente después de cincuenta años de Sacerdote?

--P. Santos García: Una inmensa alegría y un profundo agradecimiento al Señor, porque, gracias a su infinita misericordia y a pesar de mis debilidades, puedo decirle hoy: “Señor, aquí estoy, intentando cada día cumplir tu voluntad”.

¿Qué recuerdos mantiene del día de su Ordenación?

--P. Santos García: Es un acontecimiento tan emocionante y de tanta trascendencia espiritual, que vas viviendo a lo largo de toda la ceremonia de la Ordenación, que no se puede explicar con palabras. Es para vivirlo. De la nada pasas a ser "alter christus". ¡Qué don y qué responsabilidad!

La alegría, a la llegada al convento, de toda la Comunidad, el abrazo fraterno de todos los profesos y la Misa Solemne al día siguiente es un inolvidable recuerdo para toda la vida.

Bilbao, Sevilla, Sant Pere de Ribes y en Valencia casi treinta años… ¿qué significa Valencia para usted?

--P. Santos García: He intentado siempre cumplir la voluntad de mis superiores en los distintos traslados que he tenido a lo largo de estos cincuenta años. Me queda el disgusto de no haber tenido la total disponibilidad para cumplir la voluntad del superior con la generosidad con que siempre respondí. Tan sólo en un caso me costó aceptar el traslado. Aún lo sigo sintiendo.

Valencia no es que tenga ningún significado esreligioso camilo. Estuve muy unido al delegado diocesano de Pastoral de la Salud, ya fallecido.

Formamos un equipo que dio un gran impulso a la Pastoral de la Salud, con trabajadores sanitarios en el Hospital “La Fe”. Un equipo de sesenta personas, entre enfermeras y algunos médicos, con reuniones mensuales. Eran otros tiempos. Me sentí muy feliz y muy realizado como capellán y como religioso camilo. También me sentí muy querido por todos, en el Hospital y en el Obispado.

Con 78 años y “a pie de cama” con los enfermos, “nuestros amos y señores”, como repetía San Camilo.

Pues sí. Algo que nunca agradeceré al Señor como Él se merece. Intento cada día ser testigo del amor misericordioso del Señor para con los enfermos y sus familiares. Y, como nos dice San Camilo, poniendo “todo el corazón en las manos” con afecto, con cariño, con una sonrisa, un apretón de manos y, a veces, también con algunas lágrimas.

Toda una vida al servicio de los enfermos. ¿Cuánto han cambiado las cosas en la atención espiritual a los enfermos?

--P. Santos García: Mucho ha cambiado el desarrollo de la atención espiritual a los enfermos. Actualmente vivimos en un mundo materialista, poco o nada practicantes de los valores espirituales, y con estas personas es con las que nos encontramos en los hospitales. Todo esto es motivo para estar alerta y dejarse ver por las plantas de hospitalización. Es importante saludar a los enfermos y a sus familiares. Siempre hay alguna enfermera que colabora con el capellán en esta labor. Actualmente estamos comprometidos en la formación de un Voluntariado que dependa de la Capellanía y que, sin duda, será de una gran ayuda para el Servicio Religioso.

Después de tantos años, ¿qué retos tiene la Iglesia en la Pastoral de la Salud?

--P. Santos García: Dadas las características negativas de nuestro tiempo, como la secularización, deshumanización y agnosticismo, la Iglesia tiene un gran reto, o mejor, un gran compromiso en el mundo de la salud: hacer presente el amor misericordioso del Señor para con los enfermos. Habrá que implicar a toda la Iglesia, comenzando por los seminaristas. Habrá que ir sensibilizándoles con una Teología Pastoral sobre el mundo del enfermo, que les ayudará posteriormente en su futura labor parroquial. Es importante la formación de Agentes de Pastoral de la Salud con el fin de animar y coordinar la presencia y acción de la Iglesia en los Hospitales y en las Parroquias. Otra tarea a tener en cuenta es la sensibilización a los médicos para que vean la necesidad de una ayuda integral al enfermo, tanto médica como espiritual.

Creo que en todo esto ya se está trabajando bien en las distintas diócesis. Los Religiosos Camilos hemos sido pioneros en este empeño. Concretamente en Valencia estamos comprometidos en la preparación y formación de Agentes de Pastoral de la Salud con la Delegación Diocesana de la que formamos parte.

Más información en: www.camilos.es.

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El espíritu de la liturgia


¿Dónde celebrar? (CEC 1179-1186)
Columna de teología litúrgica por el padre Mauro Gagliardi
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 27 junio 2012 (ZENIT.org).- Ofrecemos nuestra habitual columna de teología litúrgica a cargo del padre Mauro Gagliardi, con un artículo dedicado al lugar de la celebración por el padre Uwe Michael Lang, especialista en la materia.

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Por Uwe Michael Lang*

En su existencia, el hombre se identifica con dos coordenadas fundamentales: el espacio y el tiempo, dos realidades que no se construyen, sino que se dan. El hombre está ligado al espacio y al tiempo, y también lo es su oración a Dios. Mientras que la oración como simple acto religioso se puede hacer en todas partes, la liturgia, sin embargo, como un acto de culto público y ordenado, requiere de un lugar, por lo general de un edificio donde se pueda realizar el rito sagrado.

El edificio de culto cristiano no es el equivalente al templo pagano, donde la celda con la efigie de la deidad era considerada en cierto sentido también la casa de esta última. Como dice san Pablo a los atenienses: "Dios no habita en templos hechos por manos de hombre" (Hch. 17,24).

En cambio, hay una relación más estrecha con la Tienda del Encuentro, erigida en el desierto de acuerdo a las instrucciones de Dios mismo, donde la gloria del Señor (shekinah) se manifestaba (Ex. 25,22; 40,34). Sin embargo, Salomón, después de construir el Templo de Jerusalén, edificio que reemplazó a la Tienda del Encuentro, exclama: "Pero ¿es posible que Dios habite realmente en la tierra? Si el cielo y lo más alto del cielo no pueden contenerte, ¡cuánto menos esta Casa que yo he construido!"(1 Re. 8,27). En la historia del pueblo de Israel se da una espiritualización, que lleva al famoso pasaje de Isaías: "Toda la tierra está llena de su gloria" (Is. 6,3; cf. Jr. 23,24, Sal. 139,1 -. 18; Sab. 1,7), texto aprobado después en el Sanctus de la Liturgia Eucarística. "Toda la tierra es santa y confiada a los hijos de los hombres" (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1179).

Una etapa posterior aparece en el evangelio según san Juan, cuando Cristo dice, en su encuentro con la samaritana, que "la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad" (Jn. 4, 23). Esto no quiere decir que, a la luz del Evangelio, no debería haber ningún culto público o edificio religioso. El Señor no dice que no debe haber lugares de culto para el culto de la Nueva Alianza; del mismo modo, en la profecía de la destrucción del Templo, no indica que no debe haber ningún edificio erigido en honor de Dios, sino que no ha de ser un solo lugar exclusivo.

Cristo mismo, su cuerpo vivo, resucitado y glorificado, es el nuevo templo donde habita Dios y donde se realiza su culto universal "en espíritu y en verdad" (J. Ratzinger, Introduzione allo spirito della liturgia, San Pablo, Cinisello Balsamo 2001, p. 39-40). Como escribe san Pablo: "Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad y ustedes participan de esa plenitud" (Col. 2,9-10). Por participación, en virtud del bautismo, el cuerpo del cristiano se convierte también en templo de Dios (1 Cor. 3,16-17; 6.19, Ef. 2,22). Usando una frase muy querida por san Agustín, Christus Totus, el Cristo entero es el verdadero lugar del culto cristiano, es decir, Cristo como Cabeza y los cristianos como miembros de su Cuerpo Místico. Los fieles que se reúnen en un solo lugar para el culto divino son las "piedras vivas", preparadas "para la construcción de un edificio espiritual" (1 Pe. 2,4-5). De hecho, es significativo que la primera palabra que indicaba la acción del reunirse de los cristianos, es decir ekklesia --Iglesia--, haya pasado a indicar el lugar mismo donde se realiza la reunión. El Catecismo de la Iglesia Católica insiste en que las iglesias (como edificios) "no son simples lugares de reunión, sino que significan y manifiestan a la Iglesia que vive en ese lugar, morada de Dios con los hombres reconciliados y unidos en Cristo" (n. 1180).

En los primeros tiempos del cristianismo, la forma típica de la construcción de la iglesia se convirtió en la basílica con una gran nave central rectangular, que termina en un ábside semicircular. Este tipo de construcción respondía a las exigencias de la liturgia cristiana y, al mismo tiempo, dejaba una gran libertad a los constructores, para la elección de cada uno de los elementos arquitectónicos y artísticos. La basílica también proporciona una orientación axial, que abre a la asamblea a las dimensiones trascendentes y escatológicas de la acción litúrgica. En la tradición latina, la disposición del espacio litúrgico con la orientación axial se ha mantenido como una norma y se cree que aún hoy en día es lo más adecuado, porque expresa el dinamismo de una comunidad en camino hacia el Señor.

Como dijo Benedicto XVI, "la naturaleza del templo cristiano se define por la liturgia misma" (Sacramentum caritatis, n. 41). Por esta razón, incluso el diseño del mobiliario sagrado (el altar, el tabernáculo, la sede, el ambón, el baptisterio, el lugar de la penitencia) no pueden seguir solamente criterios funcionales. La arquitectura y el arte no son factores extrínsecos a la liturgia, ni tampoco tienen una función puramente decorativa. Por lo tanto, el compromiso de construir o adecuar las iglesias existentes debe estar impregnado por el espíritu y las normas de la liturgia de la Iglesia, es decir, de aquella lex orandi que expresa la lex credendi, y en esto está la gran responsabilidad, sea de los diseñadores como de los clientes.

Traducido del italiano por José Antonio Varela V.

* El padre Uwe Michael Lang, CO, es oficial de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y consultor de la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice.

Con este artículo, concluye el cuarto año de la columna "El Espíritu de la Liturgia", que este año hemos dedicado a la enseñanza litúrgica del Catecismo de la Iglesia Católica, como preparación al Año de la Fe. Al despedirnos de nuestros lectores, los convocamos para el próximo mes de octubre (Don Mauro Gagliardi).

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Documentación


Benedicto XVI: 'Imitar a Dios significa salir de sí mismo, darse en el amor'
Palabras del papa en la Audiencia General
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 27 junio 2012 (ZENIT.org).- La Audiencia General de esta mañana tuvo lugar a las 10,30 en el Aula Pablo VI donde el santo padre Benedicto XVI se encontró con grupos de peregrinos y fieles llegados de Italia y otros países. En el discurso en lengua italiana, el papa siguió con sus catequesis sobre la oración en las Cartas de san Pablo. Ofrecemos el texto de su catequesis.

*****

Queridos hermanos y hermanas:

Nuestra oración está formada, como hemos visto el miércoles pasado, de silencio y de palabra, de canto y de gestos que implican a toda la persona: desde la boca hasta la mente, del corazón a todo el cuerpo. Es una característica que encontramos en la oración judía, especialmente en los Salmos. Hoy me gustaría hablar de una de los más antiguos cantos o himnos de la tradición cristiana, que san Pablo nos presenta en lo que es, en cierto sentido, su testamento espiritual: la Carta a los Filipenses. Es, por cierto, una carta que dicta el Apóstol en la cárcel, tal vez en Roma. Él se siente cercano a la muerte, porque dice que su vida la ofrece como una libación (cf. Fil. 2,17).

A pesar de esta situación de grave peligro para su integridad física, san Pablo, en todo el escrito, expresa la alegría de ser discípulo de Cristo, de poder ir a su encuentro, hasta el punto de ver la muerte no como una pérdida sino como una ganancia. En el último capítulo de su Carta hay una fuerte invitación a la alegría, característica fundamental de nuestro ser cristianos y de nuestro orar. San Pablo escribe: "Estén siempre alegres en el Señor, se lo repito, estén alegres" (Fil. 4,4). Pero ¿cómo se puede regocijar ante una sentencia de muerte inminente? ¿De dónde o mejor dicho, de quién san Pablo obtiene la serenidad, la fuerza, el coraje de ir al encuentro de su martirio, y del derramamiento de su sangre?

La respuesta la encontramos en el centro de la Carta a los Filipenses, en lo que la tradición cristiana llama carmen Christo, el canto para Cristo, o más comúnmente llamado "himno cristológico"; un canto en el cual se centra toda la atención en los "sentimientos" de Cristo, es decir, en su modo de pensar, y en su actitud concreta y vivida. Esta oración comienza con una exhortación: "Tengan entre ustedes los mismos sentimientos que Cristo" (Fil. 2,5). Estos sentimientos se presentan en los versículos sucesivos: el amor, la generosidad, la humildad, la obediencia a Dios, el don de uno mismo. No se trata solo y únicamente de seguir el ejemplo de Jesús, como algo moral, sino de involucrar toda la existencia en su propia manera de pensar y de actuar. La oración debe conducir a un conocimiento y a una unión en el amor cada vez más profundos con el Señor, para poder pensar, actuar y amar como Él, en Él y por Él. El ejercicio de esto, aprender los sentimientos de Jesús, es el camino de la vida cristiana.

Ahora quisiera referirme brevemente a algunos elementos de este canto, que resume todo el itinerario divino y humano del Hijo de Dios, y abarca toda la historia humana: del estar en la condición de Dios, a la encarnación, a la muerte de cruz y a la exaltación en la gloria del Padre está implícito también el comportamiento de Adán, del hombre desde el inicio. Este himno a Cristo parte de su ser en morphe tou Theou, dice el texto griego, es decir, del estar "en la forma de Dios", o mejor dicho en la condición de Dios. Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, no vive su "ser como Dios" para triunfar o para imponer su supremacía, no lo considera como una posesión, un privilegio, un tesoro que celar. Más bien, "se despojó", se anonadó a sí mismo, asumiendo, dice el texto griego, la morphe doulos, la "forma de esclavo", la realidad humana marcada por el sufrimiento, la pobreza, la muerte; se ha asemejado plenamente a los hombres, excepto en el pecado, de modo que se comporta como un servidor dedicado al servicio de los demás. En este sentido, Eusebio de Cesarea --siglo IV--, dice: "Él tomó sobre sí la fatiga de los miembros que están sufriendo. Ha hecho suyas nuestras simples enfermedades. Él sufrió y trabajó por amor a nosotros: esto en conformidad con su gran amor por la humanidad" (La dimostrazione evangelica, 10, 1, 22). San Pablo continúa definiendo el marco "histórico" en el que se hizo este abajamiento de Jesús "se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte" (Fil. 2,8). El Hijo de Dios se hizo verdaderamente hombre, y ha realizado un camino en completa obediencia y fidelidad a la voluntad del Padre, hasta el sacrificio supremo de su vida. Aún más, el Apóstol especifica "hasta la muerte, y muerte de cruz". En la cruz, Cristo Jesús alcanzó el mayor grado de humillación, ya que la crucifixión era el castigo reservado a los esclavos y no a las personas libres: mors turpissima crucis, escribe Cicerón (cf. In Verrem, V, 64, 165).

En la cruz de Cristo, el hombre ha sido redimido y la experiencia de Adán se ha invertido: Adán, creado a imagen y semejanza de Dios, pretende ser como Dios con sus propias fuerzas, ponerse en el lugar de Dios, y así pierde la dignidad original que se le había dado. Jesús, al contrario, estaba "en la condición de Dios", pero se ha abajado, se ha sumergido en la condición humana, en la plena fidelidad al Padre, para redimir al Adán que está en nosotros, y para restituir al hombre la dignidad que había perdido. Los Padres destacan que Él se hizo obediente, restituyendo a la naturaleza humana, a través de su humanidad y obediencia, aquello que se había perdido por la desobediencia de Adán.

En la oración, en la relación con Dios, abrimos la mente, el corazón, la voluntad a la acción del Espíritu Santo para entrar en esa misma dinámica de vida, como afirma san Cirilo de Alejandría, cuya fiesta celebramos hoy: "La acción del Espíritu nos quiere transformar por la gracia, en una copia perfecta de su humillación" (Lettera Festale 10, 4). La lógica humana, sin embargo, busca a menudo la realización de sí mismo en el poder, en el dominio, en los medios poderosos. El hombre todavía quiere construir con sus propias fuerzas la torre de Babel para llegar a la altura de Dios mismo, para ser como Dios. La Encarnación y la Cruz nos recuerdan que la plena realización está en el conformar la propia voluntad humana a la del Padre, en el vaciarse del propio egoísmo, para llenarse del amor, de la caridad de Dios y así llegar a ser verdaderamente capaces de amar a los demás. El hombre no se encuentra a sí mismo permaneciendo encerrado en sí, afirmándose en sí mismo. El hombre se encuentra solo saliendo de sí mismo, solo si salimos de nosotros mismos nos encontramos. Y si Adán quería imitar a Dios, esto en sí mismo no es malo, pero se equivocó en la idea de Dios. Dios no es uno que solo quiere la grandeza. Dios es amor que se entrega desde ya en la Trinidad, y luego en la creación. E imitar a Dios significa salir de sí mismo, darse en el amor.

En la segunda parte de este "himno cristológico" de la Carta a los Filipenses, el sujeto cambia; ya no es Cristo, sino es Dios Padre. San Pablo insiste en que precisamente, por la obediencia a la voluntad del Padre, "Dios le exaltó y le otorgó el Nombre que está sobre todo nombre" (Fil. 2,9). Aquel que se ha abajado profundamente, tomando la condición de esclavo, ha sido exaltado, elevado por encima de todas las cosas por el Padre, que le dio el nombre de Kyrios, "Señor," la suprema dignidad y el señorío. Frente a este nuevo nombre, por cierto, que es el mismo nombre de Dios en el Antiguo Testamento, "toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua confiese: que ‘Cristo Jesús es Señor’, para gloria de Dios Padre" (vv. 10-11). El Jesús que se exalta es el de la Última Cena, que se quita las vestiduras, se ciñe la cintura con una toalla, se inclina a lavar los pies a los apóstoles y les pregunta: "¿Comprenden lo que he hecho por ustedes? Ustedes me llaman ‘el Maestro’ y ‘el Señor’, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros" (Jn. 13,12-14). Es importante recordar esto siempre en nuestra oración y en nuestra vida: "el ascenso hasta Dios está en el descenso del servicio humilde, en el descenso del amor, que es la esencia de Dios y por lo tanto la fuerza verdaderamente purificadora, que hace al hombre capaz de percibir y de ver a Dios"(Gesù di Nazaret, Milano 2007, p. 120).

El himno de la Carta a los Filipenses nos ofrece dos claves importantes para nuestra oración. La primera es la invocación: "Señor", dirigida a Jesucristo, sentado a la diestra del Padre: Él es el único Señor de nuestra vida, en medio de tantos "dominadores" que la quieren dirigir y orientar. Por ello, se debe tener una escala de valores en los que la primacía le pertenece a Dios, para decir con san Pablo: "Juzgo que todo es pérdida ante la sublimidad del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor" (Fil. 3,8). El encuentro con el Señor resucitado nos ha hecho comprender que él es el único tesoro por el que vale la pena consumir la propia existencia.

La segunda indicación es la postración, el "ponerse de rodillas" en la tierra y en el cielo, recordando las palabras del profeta Isaías, con la que indica la adoración que todas las criaturas deben a Dios (cf. 45,23). La genuflexión ante el Santísimo Sacramento o el arrodillarse en la oración, expresan una actitud de adoración ante Dios, aún con el cuerpo. De ahí la importancia de hacer este gesto no por la costumbre y con prisa, sino con una conciencia profunda. Cuando nos arrodillamos ante el Señor, confesamos nuestra fe en Él, conscientes de que Él es el único Señor de nuestra vida.

Queridos hermanos y hermanas, en nuestra oración fijamos nuestra mirada en el crucifijo, nos detenemos en adoración ante la Eucaristía con frecuencia, para hacer entrar nuestra vida en el amor de Dios, que se humilló a sí mismo con humildad para elevarse hasta Él. Al inicio de la catequesis nos preguntábamos cómo san Pablo podría alegrarse ante el riesgo inminente de su martirio y de su derramamiento de sangre. Esto sólo es posible debido a que el apóstol nunca ha quitado la mirada de Cristo, hasta imitarlo conforme a la muerte "tratando de llegar a la resurrección de entre los muertos" (Fil. 3,11). Al igual que san Francisco ante el crucifijo, decimos también nosotros: Altísimo, glorioso Dios, ilumina las tinieblas de mi corazón. Dame una fe recta, esperanza cierta y caridad perfecta, sentido y discernimiento para hacer tu verdadera y santa voluntad. Amén (cf. Oración ante el Crucifijo: FF [276]).

Traducido del original italiano por José Antonio Varela V.

©Librería Editorial Vaticana

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