REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

 

POLÍTICOS EUROPEOS EN MODO MILITARISTA Y BÉLICO

 

 

 

Gervasio Portilla | 18.03.2024


 

 

 

Lo que se está viviendo en Europa, por parte de dirigentes políticos de diferentes países, respecto a la guerra de Ucrania, es de suma gravedad.

A las continuas declaraciones de un Presidente como Macrón, desesperado por su bajísimo índice de aceptación por parte de la sociedad francesa, con continuas declaraciones belicistas incomprensibles, hay que unir ahora las declaraciones de la Ministra de Defensa, Margarita Robles, que nos dice que España esta en el radio de acción de los misiles rusos, es decir, esta señora acaba de descubrir el Mediterráneo, porque es algo que cualquier persona informada conoce desde hace más de tres décadas.

¿A qué viene insuflar tanto miedo?

Sólo hay una explicación: la gran preocupación existente en el poder de la UE y en el globalismo ante la cada vez mayor contestación a la clase política de Europa, que puede hacer naufragar sus proyectos de control social.

Es curioso, como no se quiere hablar de negociación con Rusia y sin embargo, lo que se quiere es aumentar el gasto en armamento, cuando los países están fuertemente endeudados.

Rusia, puede suponer el mismo peligro que viene suponiendo desde el fin de la guerra fría y algunos países occidentales, en vez de buscar acuerdos y salidas negociadas, buscan aumentar la tensión con ejercicios militares y provocaciones lamentables para cualquier persona de bien.

Ya sabemos que Putin es muy malo, lo es ahora y lo ha sido siempre, cuando durante años y años era recibido con todo tipo de elogios en las Cancillerías europeas, creando empresas mixtas por doquier.

No nos dejemos engañar, se pretende por parte de los grandes poderes, algo inconfesable y por lo tanto debemos estar atentos para rechazar tanta mentira y exageración. Mientras jóvenes, casi niños, de un lado y otro mueren en Ucrania, al mismo tiempo, dirigentes inmorales y sin vergüenza nos amenazan con más guerra y muerte, con razonamientos absurdos y gran publicidad, toda una aberración moral y ética.

 

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista