REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

 

NO BASTA SER HONESTO SINO PARECERLO

 

 

Gervasio Portilla | 07.04.2021


 

 

 

Dice el refrán, que no basta ser honesto sino también parecerlo.

La Agencia Europea del Medicamento, un organismo que debiera ser transparente como el cristal, no lo parece tanto y voy a explicarlo.

La actual Directora de este organismo, el que tiene que convalidar medicamentos y vacunas en el viejo continente, esta dirigido actualmente por la señora Emer Cooke.

La señora Emer Cook, tiene vinculaciones muy importantes en su anterior etapa profesional que evidentemente, no la debieran haber permitido nunca ocupar un cargo de tanta responsabilidad.

Una parte muy importante de su vida profesional, ha estado ligada a las empresas farmacéuticas, las mismas a las que ahora tiene que supervisar.

Así de 1.985 a l.988 tras sus estudios de farmacia ocupó varios puestos en la industria farmacéutica de Irlanda.

Pero la vinculación más grande y que debiera haber impedido su compatibilidad fue el haber sido, nada menos que Gerente de la EFPIA (Asociación Europea de la Industria Farmacéutica con sede en Bruselas), es decir, las empresas que hay que controlar han sido anteriormente sus jefes. Posteriormente ocupo cargos en la UE y en la OMS.

Esta señora, no debiera ser bajo ningún concepto ser Directora de la Agencia Europea del Medicamento, por una incompatibilidad clara.

No se trata de acusarla de nada, ni mucho menos, sino decir algo que parece obvio: su trayectoria profesional esta muy vinculada al sector empresarial farmacéutico, sobre todo como Gerente del EFPIA.

Por lo tanto, sin acusar de nada, no basta ser honesto, sino también parecerlo.

Juzguen ustedes y que cada uno piense lo que quiera.

La Agencia Europea del Medicamento, debe tomar decisiones muy serias en su cometido y por ello es importante, que ninguna persona que deba tomar tales decisiones, tenga vinculación o la haya tenido con las empresas farmacéuticas.

Lo contrario es estéticamente impresentable y sólo contribuye a crear dudas o falta de credibilidad, en un organismo fundamental.

 

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista