REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

 

PAZ Y RECONCILIACIÓN

 

 

Gervasio Portilla | 17.09.2020


 

 

Ninguna ley salvo en China, Corea del Norte u otro país comunista, puede obligar a interpretar la historia de una única manera, máxime sobre acontecimientos ocurridos hace ochenta años y que los libros de historia recogen.

Los que hemos vivido un ochenta por ciento de nuestra vida en democracia, sabemos que la misma fue fruto del esfuerzo de todos y a pesar de lo que se diga, porque el propio régimen anterior lo quiso, basta recordar como los procuradores de las Cortes franquistas votaron su propia disolución, por cierto, podrían hacer lo mismo en Cuba o Venezuela.

A los jóvenes hay que decirles la verdad, una verdad, que no es absoluta y que esta cuajada de claros y oscuros por los dos bandos.

A pesar de lo que quieran algunos, ni unos eran muy buenos y otros muy malos, nada de esto en una cruel disputa entre hermanos, fue un fracaso colectivo, el fracaso de una república, que no supo mantener ni el orden ni las leyes, y que fue superada por los acontecimientos de los radicales en una acción-reacción.

No esta nadie libre de pecado y mucho menos algunos personajes que se dedicaron a fusilar a diestro y siniestro a todo aquel que no pensaba igual, evito las referencias pues no trato de abrir heridas.

Es verdad que el régimen de Franco, debiera de haber sido un paréntesis mucho menor en el tiempo y haber vuelto rápidamente al sistema democrático, pero de ninguna manera se puede homologar el régimen democrático de la república a una democracia avanzada y respetuosa con el estado de derecho, aquello fue más un caos absoluto, propiciado por los agentes comunistas y de la izquierda más radical.

No señora vicepresidenta, España, no necesita leyes de este tipo absurdas que sólo crearán crispación; en realidad es una ley para dividir más a la sociedad, en un momento crítico para los españoles, con cincuenta mil muertos por la pandemia y una crisis económica que pone a España como “líder” europeo en descenso del PIB y en número de muertes por cada millón de habitantes.

Sólo desde el rencor absurdo y desde la irresponsabilidad, se puede legislar de esta manera.

A falta de exhumar otra vez los restos de Franco, buscan otro espectáculo para distraernos de su falta de gestión y lógica.

Las leyes nunca podrán borrar los pensamientos, ni las mentiras la verdad.

La paz y la reconciliación, son dos tesoros que ningún gobierno serio se puede permitir, no dejemos que nos vuelvan a dividir.

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista