REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

 

CLARO QUE EL MAL EXISTE

 

 

Gervasio Portilla | 29.10.2019


 

 

Claro que el mal existe, lo sabemos porque lo padecemos muchas veces y lo provocamos cuando hacemos uso de nuestra libertad, no para hacer el bien, sino para buscar un fin egoísta que implica daños a otros.

El mal, es fuente de sufrimientos y angustias para la humanidad.

El Cristianismo y otras religiones monoteístas, recogen claramente la existencia del bien y del mal.

El escritor Alexander Solzhenitsin en su libro “Archipiélago Gulag”, en referencia a los asesinatos e injusticias que presenció y padeció en su vida a cargo del régimen de Stalin, que los malvados, tienen perfecta conciencia de su maldad y de que su alma es negra. Y razonan así, según recoge, porque si no hacen mal, no viven.

Sus objetivos e impulsos son negros nacidos del odio.

El Premio Nobel , recoge que al siglo XX, gracias a la ideología, le ha tocado conocer la maldad cometida contra millones de seres. Es algo que no se puede refutar, orillar o silenciar como hemos visto con el comunismo y con el nazismo.

Se pregunta también el escritor ruso: ¿cómo nos atrevemos entonces a insistir en que no hay malvados? ¿Quién aniquiló entonces a esos millones?. Sin malvados no hubiera existido el Archipiélago Gulag.

Claro que el mal existe digo yo, existe en la mentira, en el odio, en la envidia, en definitiva en el pecado tanto personal, como estructural.

Esta sociedad, debiera de ser consciente de que cuando callamos el mal, lo metemos en el cuerpo para que no asome: lo estamos sembrando y como dice el escritor ruso volverá a brotar en el futuro.

Si no censuramos ni castigamos a los malvados, recoge en su obra “Archipiélago Gulag”, estamos haciendo algo más qué cuidar su miserable vejez: estamos socavando por debajo de las generaciones futuras todas las bases de la justicia.

¡Que incómodo y qué terrible será vivir en un país así¡

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista