REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

MENTES ENFERMAS

 

Gervasio Portilla | 11.07.2016


La muerte en la plaza de toros de Teruel del matador Víctor Barrio, ha levantado en algunas personas, que se dicen defensoras de los animales, los peores sentimientos, los peores deseos.

Es verdad que son unos pocos pero ruidosos y por supuesto, que con sus sentimientos tan bajos y tan sucios, quedan calificados.

¿Qué puede pasar por la cabeza de algunas personas para alegrarse de la muerte de un torero?

Estamos creando una sociedad, sin sentimientos, sin compasión y que es capaz de alegrarse de la muerte de un semejante.

Defender a los animales me parece lógico y bueno; pero desear la muerte de un semejante me parece un acto de una mente enferma.

Algunos de estos personajes, ven bien el aborto de un ser humano y sin embargo dicen escandalizarse con la muerte de una animal, lo que deja claro que en el fondo les importa “un bledo” todo, son unos fariseos que sólo quieren la polémica.

Por supuesto que no se puede meter a todos los animalistas en el mismo saco; pero poco favor les hace a su causa, este tipo de personajes que son capaces de desear la muerte de un ser humano.

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista