NUESTROS AUTORES

MADRE Y SEÑORA NUESTRA

 

Gervasio Portilla | 03.10.2013


El Altar Mayor de la Basílica del Pilar se cerro por casualidad poco antes de la explosión de la bombona de gas puesta como explosivo por un grupo terrorista y desalmado.

Nos olvidamos con frecuencia de la presencia de María Reina y Madre, recordamos también como nunca explotaron las bombas que cayeron en la guerra civil contra la Basílica.

No trato con este comentario de hablar de ningún milagro en concreto, pero aunque no lo queramos ver la Santísima Virgen intercede permanentemente por nosotros, pero creo firmemente en que nunca nos abandona y esta es una prueba más de ello.

La Basílica esta siempre llena de fieles y visitantes y sin embargo afortunadamente no hubo que lamentar desgracias personales. Muchas gracias Señora y Madre Nuestra.

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista