Fe y Obras

 

Ábalos: necios como éste hay en el mundo

 

 

 

28.08.2019 | por Eleuterio Fernández Guzmán


 

Ya sabemos que la vida política hace, como se dice, extraños compañeros de cama. Sin embargo, a veces, los intereses particulares hacen que la cama no sea suficientemente confortable y eso posibilita que no se lleguen a los acuerdos necesarios para que haya encamamiento, si ustedes me entienden.

El caso es que ya sabemos cómo está eso de la mamandurria del poder en España: tras las últimas elecciones al Gobierno de España no se ha llegado, aún, al acuerdo necesario como para que un tal Sánchez se siente definitivamente en la silla de La Moncloa o deje de ocuparla, eso, como la ocupa.

Pues bien, en el rifirrafe de las declaraciones ha salido un individuo a retratarse, a decir cómo es y, por desgracia, cómo son muchas personas.

El caso es que, más o menos, en tal Ábalos que, al parecer es capitoste del PSOE, ha venido a decir algo así como que espera que Pablo Iglesias (más conocido como “El coletas” y mandamás del comunismo de Podemos) no “niegue a Pedro Sánchez tres veces”.

A lo mejor hay quien no se ha dado cuenta de lo que eso quiere decir. Pero es de una gravedad tan grande que supone algo así como decir que este individuo, Ábalos, se ha metido en un jardín sin ser jardinero y, eso sí, con unas grandes tijeras de podar. A hacer daño, como elefante en cacharrería, se podría decir.

A quien sea católico, al escuchar esto, es probable que lo lleven los mismos demonios. Y es que no es poco poner a tales personajes en la situación que supone lo de la delación de San Pedro.

¿Desde cuándo a un individuo comunista como Pablo Iglesias se le puede poner en lugar del primero de los Apóstoles? ¿Qué méritos ha alcanzado tal tipo? ¿Con quién ha empatado Pablo Iglesias para ponerlo a jugar en un partido para el que no tiene, siquiera, la suela de los zapatos para no llegar a San Pedro? Un individuo sacado políticamente de las tiendas de campaña del 11M y del abuso de un alcalde vergonzoso como fue Gallardón que tanto permitió ¿a quién puede interesar que no esté interesado en su escaso poder?

Pero es que, si atendemos a lo que supone lo dicho por el tal Ábalos a su jefe, Pedro Sánchez, lo pone en lugar de Jesucristo a quien, sabemos, negó tres veces Pablo, luego San Pablo.

¿?

Ciertamente, es difícil encontrar una estulticia tan grande en una persona que se dedique a la política que ser tan necio como para hacer eso: poner en el lugar de San Pablo a un individuo (supuestamente) malcarado como es Pablo Iglesias y en el de Jesucristo a un (supuesto) don nadie (echado de su propio partido, por ejemplo) como es el candidato a ocupar la silla de La Moncloa a precio de lo que sea.

Es verdad, que a quien no tiene nada en la sesera no se le puede pedir mucho. Bueno, en realidad, lo mejor sería que siguiere el consejo que dice que “es mejor estar callado y parecer tonto, que hablar y demostrar que lo eres”.

Y, ciertamente, tonto (presunto, claro) ha demostrado ser el tal Ábalos que ha abalado, con su actitud, el pensamiento de quien crea que de donde no hay, nada se puede sacar. Bueno (presunto) tonto y, a lo mejor, blasfemo, mal hablado, lenguaraz, algo impresentable y ridículo (por lo que supone todo esto) sí se le puede decir.

Y así estamos, con esta fauna política debemos convivir. Y es que de todo hay en la viña del Señor. Y aquí lo que hay es sarmientos podridos y echados a perder.

 

Eleuterio Fernández Guzmán
eleu@telefonica.net