Fe y Obras

¿De verdad que se puede bendecir esto?

 

 

01.09.2016 | por Eleuterio Fernández Guzmán


 

En esto parece que hay cierta actitud y pose esquizofrénica. Y nos explicamos.

Se ha dado un caso (no nos extrañaría que hubiesen más) en el que un sacerdote ha “bendecido” la unión civil de dos mujeres. Esto quiere decir que ha dado el visto bueno eclesial pues, que se sepa, un sacerdote no deja de serlo para según qué cosas haga.

Pues bien, hay quien sostiene, a la vez y al mismo tiempo, que eso no es posible según el Código de Derecho Canónico y que un sacerdote no puede casar a dos homosexuales pero que sí puede bendecir una unión civil.

Y esto es algo raro y extraño.

Lo más curioso es que para decir eso se apoya, más de uno, en lo escrito por el Santo Padre Francisco en Amoris laetitia donde se trata este tema y otros muchos.

Sin embargo, esto no es posible porque una cosa es la misericordia y otra, muy distinta, las “tragaderas” que supone eso.

El caso es que la palabra “bendecir” tiene las siguientes acepciones:

“1. tr. Alabar, engrandecer, ensalzar a alguien.
2. tr. Dicho de la Providencia: Colmar de bienes a alguien o hacer que prospere.
3. tr. Invocar en favor de alguien o de algo la bendición divina.
4. tr. Consagrar al culto divino algo, mediante determinada ceremonia.
5. tr. Dicho de un obispo o de un presbítero: Hacer la señal de la cruz sobre alguien o sobre algo.”

Partimos, para empezar, de la doctrina según la cual no puede haber contradicción entre lo que se debe, por obligación de pertenencia a la Iglesia católica, creer y lo que se dice. Y es que si no está permitido, canónicamente, el matrimonio entre personas del mismo sexo ¿es posible alabar, ensalzar o engrandecer a las uniones entre homosexuales? Parece que no es posible a no ser que se quiera estar en misa y repicando, como dice el refrán popular.

Es más, ¿se puede colmar de bienes espirituales a quien actúa contra la doctrina católica?; ¿se puede invocar la bendición divina sobre alguien que actúa contra lo que Dios tiene por bueno y mejor y que bendijo con el matrimonio de Adán y Eva?

Y, por último, ¿es posible que un sacerdote, no digamos un obispo, pueda señalar con la señal de la cruz una actitud como la que muestran las personas que quieren vivir un matrimonio (entre personas del mismo sexo) que nunca podrá serlo canónicamente hablando?

Seguramente, más de uno debería revisar sus concepciones sobre lo políticamente correcto y debería, también, revisar lo que entiende por misericordia que no puede ser, ni podrá serlo nunca, ir contra lo prescrito por Dios a no ser que, claro está, haya dejado de ser católico y sea, simplemente, mundano o pagano.

Eleuterio Fernández Guzmán
eleu@telefonica.net