EL EVANGELIO DEL DOMINGO

 

 

por Gervasio Portilla García

07.11.2021


 

XXXII Domingo del Tiempo Ordinario (B)

 

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS (12, 38-44)

 

En aquel tiempo, Jesús instruyendo a una muchedumbre numerosa, les decía:

― «¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en las plazas, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas, y aparentan hacer largas oraciones. Éstos recibirán una condenación más rigurosa».

Estando Jesús sentado enfrente del tesoro del templo, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban mucho; se acercó una viuda pobre y echó dos monedillas, es decir, un cuadrante.

Llamando a sus discípulos, les dijo:

― «En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir».

 

Palabra del Señor

 


 

COMENTARIO:

 

El Evangelio de este Trigésimo Segundo Domingo del Tiempo Ordinario, nos exhorta a la sinceridad y la autenticidad. Los escribas que se creen superiores al resto de los mortales, porque son muy escrupulosos a la hora de observar los preceptos, son fustigados por su hipocresía, por su doble vida y orgullo.

En realidad como sucede a algunos en la propia Iglesia de hoy, pretenden la fama y el poder bajo falsas apariencias.

La fe autentica, no sólo consiste en una mera práctica rutinaria, se trata de algo mucho más profundo que debe impregnar en los sentimientos y en las buenas obras.

La fe queda reducida a la nada si actuamos como los fariseos y nos limitamos a un mero cumplimiento de normas, sin profundidad ni compromiso alguno.

 

Hasta el próximo Domingo si Dios quiere. Paz y bien.