EL EVANGELIO DEL DOMINGO

por Gervasio Portilla García

17.05.2015


VII Domingo de Pascua. La Ascensión del Señor (B)

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS (16, 15-20)

En aquel tiempo se apareció Jesús a los Once y les dijo:

- Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará; el que se resista a creer, será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos y quedarán sanos.

Después de hablarles, el Señor Jesús, ascendió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos fueron y proclamaron el Evangelio por todas partes, y el Señor actuaba con ellos y confirmaba la Palabra con los signos que los acompañaban.

Palabra del Señor


COMENTARIO.

La solemnidad de la Ascensión, que celebramos este Séptimo Domingo de Pascua, nos abre a la esperanza y a la alegría.

Cristo ha resucitado, ha terminado su ciclo terrestre y vive junto a Dios.

Los discípulos emprenden diferentes caminos en su predicación y en su labor misionera, llevando la buen noticia del Evangelio.

Cristo ha resucitado, pero sigue iluminando si cabe con más fuerza nuestras vidas y nos deja claro que la muerte no es el fin del camino, la esperanza no se oculta, más al contrario se refuerza.

En definitiva, para los creyentes la Ascensión de Cristo, es todo una garantía de que la verdad está presente y que nos envuelve con su resplandor.

Hasta el próximo Domingo si Dios quiere. Paz y bien.