Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

 

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Nº 921

18 de mar. 2022

 

BOLETÍN MONOGRÁFICO: CULTOS AFROAMERICANOS

 

1. Santería en México: entre el crimen y la necesidad de creer.

2. Cuba: preocupación por la salud de un sacerdote yoruba que es preso político.

3. El grupo musical colombiano Combo Chimbita dedica un disco a la santería.

4. La santería, una creencia en auge en Bogotá.

5. Benín: la cuna del culto vudú, entre serpientes, ofrendas y sacrificios.

6. España: hallan restos de animales sacrificados en santería e identifican a culpables.

7. México: así son maltratados los animales que venden para sacrificar en ritos de santería.

8. México: preocupación por el hallazgo cotidiano de restos de rituales en cementerios.

9. España: juzgan a una red de prostitución de mujeres nigerianas, a las que amenazaban con vudú.

10. El vudú haitiano, entre la religión y la magia.

 

 

1. Santería en México: entre el crimen y la necesidad de creer.

FUENTE: La Silla Rota

 

 

La práctica de la santería en México ha crecido, de acuerdo con especialistas, en un afán de sus creyentes por tener “menos incertidumbre” por lo que pasa en su entorno. Pero su práctica ha traído graves acusaciones que ensombrecen el conjunto de creencias, según practicantes, no todas ciertas y no todas reales. Lo cuenta Marco Antonio Martínez en La Silla Rota. Uno de los escándalos más recientes que involucran esta práctica es el caso del bebé Tadeo, cuyo cuerpo fue extraído de su tumba, en un panteón de Iztapalapa, en la Ciudad de México, y luego encontrado en un penal de Puebla.

La santería tiene sus orígenes en la religión Yoruba, de origen africano, y busca conectarse con deidades de la naturaleza, por eso recurre al sacrificio de animales, añadió el especialista. Con la llegada de esclavos desde África, también desembarcaron dichas prácticas, que debieron ser ocultadas bajo el ropaje de la adoración a santos católicos, para evitar la censura y persecución de la Iglesia. Aunque es una religión que llegó a América en el siglo XVII, a partir de los años 50 del siglo pasado, con la llegada de cubanos a México, algunos como figuras del espectáculo y años después como exiliados de la Revolución Cubana, comenzaron a llegar maestros santeros desde la isla.

“Mucha gente se siente insegura y recurre a esto para resolver cosas prácticas, inmediatas o creer en un orden en el cual pueden moverse. Muchas personas se acercan para sentirse seguros en un mundo incierto y cuando encuentran respuesta se quedan y refrendan su confianza. Si no funciona, se van a otro lado”, dice en entrevista con La Silla Rota Felipe Gaytán Alcalá, especialista en sociología de la religión.

Luego comenzaron a cobrar notoriedad en México cuando algunos políticos, personajes de la farándula e integrantes de grupos delincuenciales comenzaron a recurrir a ellos, pero es una religión que lo mismo practican taxistas, amas de casa, estudiantes y personas comunes y corrientes, afirmó el también investigador de la Universidad Lasalle. El experto dijo que los santeros sacrifican animales para pedir mandas a algunas deidades de la naturaleza, lo que les ha valido la estigmatización y que se les relacione con brujería. Quien invoca las deidades debe ser un babalawo o santero. “Lo vemos como algo que no es normal para los que no somos creyentes”, puntualiza

También hay una corriente de fieles de la religión Yoruba, conocidos como “muerteros”, que usan huesos de personas fallecidas para buscar atraer entidades que protejan a personas de otras, o para hacer daño, agregó. De acuerdo con otro experto en el tema, que pidió no mencionar su nombre, se trata de adeptos al Palo Mayombe, que tienen similitudes con la santería, pero no es lo mismo. De los primeros su culto proviene de Nigeria, mientras que los segundos, del Congo. “Todo mundo tiene confusión, es como creer que los cristianos que le rezan a Jehová son judíos o que los católicos que le rezan a Cristo son ortodoxos”, comparó

¿Hay buenos y malos?

“Victoria” –nombre ficticio a petición de la entrevistada–, es santera desde hace 16 años. En entrevista con La Silla Rota, asegura que sí se trabaja con animales y sabe que eso es parte de las críticas que se les hacen, pero aclara que “solo es en algunos ritos y sólo pueden practicarlo algunas personas”. Ella recibió hace 5 años su Pinaldo, un cuchillo especial, que la hace santera mayor, con potestad para matar a animales de 4 patas.

“Trabajamos sacrificando animales, porque consideramos la sangre lo más puro que hay. Nos critican, pero te comes un pollo frito, se sacrifica a una deidad para bien tuyo, le doy evolución espiritual al animal y el animal se encarga de transmutar esa energía al universo”. Respecto a que se les liga con prácticas con restos de seres humanos, aclaró que sólo algunos adeptos la religión Yoruba lo hacen.

“Al final todos podemos hacer el bien, si tienes un don sabes para qué lo vas a ocupar. La mafia se ha recargado en la santería para hacer sus delincuencias, vienen y te dicen ´ayúdame a esto y aquello´, como toda religión, somos si lo quieres ver así, brujos, pero algunos buenos y otros malos”. En su caso le han pedido ayuda para hacer algún trabajo para que ayude a proteger a delincuentes y su respuesta ha sido rotunda: no. “‘Ayúdame’, me dice alguien del Cártel, le digo no, pasa a la otra ventanilla. Otros sí les ayudan y cobran los trabajos muy caros, pero no estamos para eso”.

Sin embargo, quienes los hacen se arriesgan a que en un momento fallen y a que tengan que pagar las consecuencias. Comparte que sabe de uno de ellos no cumplió y en represalia, perdió un ojo. “Hay gente que dice: ‘te cobro 80 mil pesos por matar’, haces un trabajo, pero al rato a dónde va a acabar cuando le maten un hermano”, advirtió.

El caso Tadeo

El 14 de enero la activista y directora de Reinserta Saskia Niño de Rivero denunció que un bebé fue encontrado en un contenedor de basura en el penal de San Miguel, en Puebla. Dio a conocer que el cuerpo había sido extraído del panteón San Nicolás Tolentino, llevado a Puebla, ingresado y después tirado. La activista, cuya organización trabaja en la reinserción de personas reclusas, dijo el 25 de enero a La Silla Rota que el cuerpo podía haber sido usado para santería. Especialmente de los paleros, más por la exhumación del cuerpo, ingresarlo en el penal y luego desecharlo de esa manera. Más porque es un estado alterno, es un cuerpo muy específico.

Agregó que personas privadas de la libertad le habían dicho que sabían de grupos organizados que se dedicaban a sacar cuerpos de panteones para llevarlos a penales para ritos. “Quién está detrás de esto, no lo sé. En Reinserta sabemos desde hace muchos años que hay bandas que se dedican al robo de cuerpos, especialmente para santeros que piden ciertos cuerpos con ciertas características”, continuó.

Pudo ser santería o brujería

Aunque este 4 de febrero el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, informó de que ya se había detenido a las personas que ingresaron el cuerpo de Tadeo en el penal, y que lo hicieron con el fin de desestabilizar a las autoridades del penal, tanto Gaytán Alcalá como Victoria indicaron que en la santería sí hay una manifestación que trabaja con cuerpos. Ambos fueron cuestionados sobre si creen que la extracción del niño Tadeo fue con fines de hacer un rito de santería. Coincidieron en que pudo ser el caso, pero no descartaron que fuera para otro rito, como brujería o de parte de alguien que estaría violando las reglas.

La santería no es brujería, pero nos vamos con la primera por el estigma que tiene entre la opinión pública, porque quienes la practican son muy visibles, usan el blanco, collares, símbolos visibles para protegerse, al igual que lo haría un católico usando una cruz o un escapulario. “En este caso cuando se habla de ritual, se hace de santería, pero pudo ser brujería u otro tipo de tradición religiosa”, explicó el también académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

Quienes usan cadáveres son los llamados muerteros, agrega el sociólogo. “Son los muerteros los que hacen este tipo de cosas, los santeros son una expresión mucho más amplia. El Palo Mayombe es una expresión de la religión yoruba muy particular”. Los muerteros usan objetos, como hace el vudú y la brujería, explicó.

La magia es un vínculo con aquella fuerza sobrenatural, sin mediación entras directamente en relación con ella y lo hace alguien específicamente habilitado, puede ser el santero, en brujería los brujos y necesitan un vehículo para hacerlo. Es donde aparecen estos objetos, los fetiches, animales e incluso restos humanos. En muchas religiones usan representaciones de cuerpos humanos

“El vudú usa un muñequito representando a una persona, en la brujería o Palo Mayombe el objeto de mediación ven que debe ser más poderoso, por eso usan huesos. Sienten que es el que los conduce con más énfasis a relacionarse con estas fuerzas naturales, que les permite conectarse con este mundo, eso forma parte de un tabú en las sociedades humanas generales que tiene que ver con el cadáver”.

“El cuerpo inerte no se puede tocar, se mantiene a la distancia y cuando sabemos que alguien hace uso de esto se rompe un tabú. Hay grupos que lo hacen y entran de manera clandestina a los panteones o consiguen estos huesos, hacen su ritual y es una representación, una convención de ellos. Claro que se vuelve un tema de rompimiento de tabú legal y moral, la regla de legalidad porque usan elementos que no les pertenecen y mancillan una memoria de alguien más”, precisó.

Descartan la práctica de santería

Por su parte Victoria refirió que, por lo visto en las notas periodísticas, no se hallaron restos de ritual de santería en el niño, por lo que cree que no se usó para tales fines. “Si ya lo tenía el santero, hubiera trabajado con él”, aunque aclaró que no es común trabajar con un bebé, pues para trabajos en que se quiere hacer daño a alguien, es mejor con el de un adulto. Es parte de los ritos de Palo Mayombe”, explicó.

“Lleva restos de humano, un muerto, pero no es que lo matemos. Con imágenes de prenda de Palo Mayombe. Como ollas con palos, específicos para trabajar brujería, y si lleva un dedito de muerto, pedacito de su pie, una parte específica del muerto, el espíritu de ese muerto se jala y trabaja para ti, ahí sí hay brujería, para terminar con tus enemigos, alguien que te arruina o te echa basura, se enferma y le va mal en su trabajo”, dijo sobre ese tipo de rituales.

En el caso de quienes trabajan con santos, la rama espiritual trabaja con deidades o espíritus que deciden no irse de la tierra y continuar su misión. En cambio, en el Palo Mayombe se trabaja con prendas de muerto, continuó. “Sí sacan a un muerto de un panteón, pero con ceremonia y con permiso del muerto. Le tienes que pagar al muertero”.

La santera firmó que hay muchos narcotraficantes que tienen prendas para protegerse, pero ella misma se pregunta cuánto tiempo les puede funcionar, cuánto tiempo el santo o el muerto se va a prestar para perjudicar a la gente. Recordó que un caso conocido de alguien que recurrió a la santería fue el dueño del Lobohombo, Alejandro Iglesias. Pero consideró que hacía las cosas mal, por eso cuando ocurrió el incendio del antro, en el año 2000, se quemó todo, menos donde tenía a su santo. “La religión sí tiene sus reglas, si quieres hacer algo, hazlo, pero te atendrás a las consecuencias”.

Otro experto en santería, que no quiso que su nombre apareciera, dijo que sí hay santeros sin ética, que llegan a trabajar con magia negra y cadáveres. Basado en sus conocimientos señaló que, si se hubieran encontrado restos de pólvora, ron o hierbas en el cuerpo del bebé, se podría pensar en que sí fue usado. Explicó que los trabajos con cuerpos son para hacer algún tipo de conjuro para amarrar el espíritu de alguien, para atormentarlo.

Más adeptos en México

El sociólogo por El Colegio de México Felipe Gaytán Álcala prevé que en este país aumentará el número de personas que recurren a los rituales santeros –que en realidad es un término acuñado de manera despectiva por la Iglesia católica–, debido a la búsqueda de las personas para resolver situaciones que por otros medios consideran que no se pueden. Parte de la atracción por la santería entre los mexicanos es porque están acostumbrados a recurrir cotidianamente a diferentes cuestiones mágicas.

“Los mexicanos somos más de cuestiones de prácticas mágicas; no sólo encuentras santería, también brujería, chamanismo y vínculo con fetiches u objetos, una variedad impresionante. La santería tiene esta impronta de venir de las tradiciones africanas. En el caso mexicano están los que hacen limpias, los chamanes y en el Centro vas a encontrar a estos personajes de tradición neoazteca. También eso es una cuestión mágica”. Un elemento que hace visible a la santería es que se sabe que políticos en desgracia, empresarios, famosos de la farándula y narcotraficantes que quieren que les vaya bien en la vida, en sus carreras o en sus negocios, se han acercado a quienes la practican, añadió el académico de El Colegio de México.

Por su parte, Victoria dijo que, aunque se sataniza a la santería, a su vez se ha incrementado mucho el número de personas que se acercan porque tienen necesidad de creer en algo o alguien. “Nuestro antiguo poder superior ya no es lo que pensábamos. No hay una parte satánica. Puedo conocer santeros malos, pero ninguno mata humanos, sí matamos animales”. Recordó que cuando empezó a introducirse en la santería, había pocos puestos de santeros en el mercado de Sonora, pero ahora pululan.

Famosos que han recurrido a la santería

Entre los políticos que han recurrido a la Santería, está la ex lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, quién de acuerdo con lo escrito por el reportero José Gil Olmos en su obra Los brujos del poder, desde que llegó a la dirigencia magisterial, se relacionó con santeros cubanos. Además, tenía predilección por el llamado “culto negro”, se añade en el libro.

De acuerdo con Gil Olmos, Gordillo dejó la práctica de la santería porque al avanzar en su conocimiento, debía usar de manera visible collares y vestimentas blancas, raparse y colocarse un turbante, y en caso de no hacerlo, comenzarían “a fallar los trabajos”. Pero no abandonó su fe en las creencias mágicas, y se pasó al vudú.

De acuerdo con el mencionado libro, otro personaje que practicaba la santería es el ex gobernador de Michoacán y ahora asesor del presidente Andrés Manuel López Obrador, Lázaro Cárdenas Batel. En el mundo de la farándula también hay personajes que se han acercado. Diversas notas informan de que la cantante cubana Celia Cruz fue una de ellas. En México otras notas mencionaban a la recientemente fallecida Carmen Salinas como también alguien que se acercó a la santería.

Pero también ha adquirido connotaciones negativas. Gaytán Alcalá mencionó que el primer caso de este tipo en México fue el de los narcosatánicos. En 1989, cerca de Matamoros, Tamaulipas, mataron al estadounidense Mark Kifiroy para un rito de tintes santeros y vudú, en el que incluso cráneos humanos de algunas de las 14 víctimas mortales eran usados como vasijas.

El grupo de 12 personas que practicaban el culto en el que también usaban animales, se dedicaba al tráfico de mariguana que introducían a Estados Unidos, y los ritos los hacían para evitar ser detenidos. Parte del grupo murió en un enfrentamiento, y ahí se estigmatizó a los santeros, pero también luego creció su presencia como parte de la diversidad religiosa en México.

En México apenas el pasado 27 de enero fue detenido Pablo Andrés Garduño Pérez, conocido como “El Santero” y padrino espiritual de Oscar Flores Ramírez, “El Lunares”, uno de los líderes de la banda Unión Tepito. El Santero tenía a su cargo la logística de la distribución y venta de droga. Pero además de él, fue detenida otra persona santera que trabajaban con El Lunares, Carlos Iván, conocido como “El huevo brujo”, detenido el 3 de febrero de 2020 y que tenía a su cargo rituales y limpias para el líder delictivo.

 

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2. Cuba: preocupación por la salud de un sacerdote yoruba que es preso político.

FUENTE: ADN Cuba

 

 

Familiares de Loreto Hernández García, sacerdote yoruba y preso político cubano por manifestarse el 11 de julio de 2021, expresaron su preocupación el pasado mes de febrero por el estado de salud en que se encuentra en la cárcel de Guamajal, provincia de Villa Clara, según informa ADN Cuba. “Recibí una llamada telefónica de mi papá, en la cual él me comunicó su situación de salud, ya que se ha desmayado en varias ocasiones, perdiendo el conocimiento”, dijo Rosabel Sánchez, hija de Loreto, en un video enviado a Radio Martí.

Sánchez añadió que su padre “tiene mucho descenso de presión, mucha falta de aire (…) es asmático, es hipertenso, y es diabético. Es un hombre que tiene 50 años y no reúne las condiciones para estar preso injustamente”. Según Radió Televisión Martí, Rosabel Sánchez agregó que el líder religioso, vicepresidente de la Asociación Yorubas Libres de Cuba, “hace unos meses sufrió de un pre infarto cuando se encontraba en la prisión de instrucción de cargos, en Caibarién”.

“Yo, como hija, estoy muy preocupada por la situación de salud de mi papá, y responsabilizo al carcelero de la prisión de Guamajal, en Santa Clara, en la región central, por lo que le pueda pasar”. La detención de Loreto Hernández García ocurrió el 14 de julio de 2021, tres días después de salir a las calles del municipio de Placetas (Villa Clara), para participar en el levantamiento ciudadano del 11J.

El ex prisionero político Jorge Luis García Pérez, conocido como “Antúnez”, ha denunciado golpizas contra Loreto en los penales donde lo han recluido, y que le niegan atención médica. En noviembre pasado, Antúnez contó a ADN Cuba que en la prisión conocida como “La Pendiente”, los carceleros “fueron hasta su celda y le dijeron que ellos no creían en opositores y menos en santeros, que su religión era la revolución y su Dios Fidel Castro”.

El sacerdote respondió: “si ustedes no creen en opositores yo no creo en comunistas y si tu única religión es la revolución y tu Dios es Fidel, pues mi religión es la libertad y la democracia y mi santo es Oggun”. Un gendarme respondió propinándole una “brutal golpiza” para luego lanzarlo desde una escalera esposado a la espalda produciéndole lesiones en sus rodillas, según denunció Antúnez.

La Fiscalía solicitó para Loreto Hernández García y su esposa Donaida Pérez Paseiros una condena de ocho años de prisión. “Se encuentran enfrentando la cruel tortura de no recibir atención médica por parte de los carceleros y asegura Loreto que como medio de provocación y presión se niegan a medirle sus parámetros de glucosa e hipertensión, a sabiendas de que tanto la diabetes como la hipertensión son padecimientos de muy alto riesgo”, dijo Antúnez en noviembre.

 

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3. El grupo musical colombiano Combo Chimbita dedica un disco a la santería.

FUENTE: Revista Marvin

 

 

Los miembros del grupo musical colombiano Combo Chimbita se conocieron cuando cada uno ya estaba radicando en Nueva York y andando a su aire; y fue precisamente la lejanía -y algo de nostalgia- lo que les llevó a involucrarse con las diversas formas del riquísimo folklore de su país -uno, que como México, tiene las dos costas, pacífica y atlántica-. Lo cuenta Juan Carlos Hidalgo en la Revista Martin.

Pero siendo habitantes de la Babel contemporánea le han agregado una carga de psicodelia y rock, más la influencia de otros muchos ritmos latinos que se escuchan por allá; se trata de músicos cultos que buscan abrevar de fuentes interesantes para nutrir sus composiciones… es por ello que “Ahomale” (2019) fue un disco inundado de afrofuturismo.

Ahora, Combo Chimbita, siendo parte de la disquera gourmet Anti (que tiene a Tom Waits y Antibalas, entre otros) se propusieron dar un paso adelante en su vinculación con el Caribe, su cultura y bagaje musical; es por ello que para realizar “IRÉ” -su tercer álbum-se trasladaron hasta Arecibo en Puerto Rico, donde también pudieron empaparse de la situación socio-política de la isla del encanto.

Pero a la postre, lo que buscaron y obtuvieron con “IRÉ” es un disco dedicado a la santería, esa mixtura entre las deidades yorubas y el culto católico, y que es un elemento místico esencial de la zona del Caribe; lo que se hace evidente desde “Oya”, que, según cuenta Carolina Oliveros -su cantante-, “es una deidad femenina muy poderosa, diosa de las tormentas y los vientos, guardiana de los cementerios y un enredado duelo entre la calma y la desesperación”.

A lo que hay que sumar “Babalawo”, dedicada a esa clase de guías espirituales de aquellos iniciados en los rituales de la santería; y musicalmente hacen un amasijo de ritmos tropicales a los que agregan esos delirantes sintetizadores que otorgan personalidad propia (más una fiesta percusiva). Combo Chimbita decidieron agregar una carga simbólica adicional al colocar artistas trans y queer protagonizando los videos de “Oya”, “Memoria” “Babalawo” y “Yo Me Lo Merezco”.

A lo que se aprecia en los trabajos audiovisuales, hay que combinarlo con las declaraciones cargadas de ideología y que les lleva a contar a los medios que “IRÉ” está “inspirado en los intentos por borrar las ansiedades del racismo sistémico, la existencia de personas queer y trans, la decadencia capitalista y los gobiernos totalitarios”.

De hecho, Combo Chimbita también cuentan que las primeras maquetas surgieron durante el verano de 2020, cuando sus integrantes hacían frente a la pandemia, al tiempo que se involucraban en el Black Lives Matter; ya luego vendría el viaje a Puerto Rico para terminar de componer y entrar al estudio. “IRÉ” son 12 canciones que exploran esa parte mística y espiritual de las personas, pero que también se pronuncian ante el estado de las cosas de un planeta convulso y polarizado.

 

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4. La santería, una creencia en auge en Bogotá.

FUENTE: El Tiempo

 

 

Hace unos meses, cuando el diario El Tiempo reveló el inconformismo de varios vecinos de Fontibón (distrito de Bogotá, Colombia) que se quejaban por la presencia de tres mujeres que practicaban la santería, quedó en evidencia un fenómeno que hoy se esparce por toda la ciudad. La historia daba cuenta de prácticas que tenían lugar en una casa del barrio Casandra, donde se leían el tabaco y las cartas. La Policía acudía al lugar con cada reclamo, pero no podía hacer mayor cosa. Hasta que las mujeres, a quienes algunas vecinas no dejaban de llamar ‘brujas’, tuvieron que irse de allí. Pero, ¿qué tanto ha crecido este fenómeno en la capital? Así comienza el reportaje firmado por Johnatan Alexander Toro Romero.

Son cerca de 9.125 kilómetros los que separan las raíces de la santería yoruba, en Nigeria, con los ritos y prácticas de esta religión que se ha asentado en la capital colombiana y otras regiones del Caribe central y latinoamericano. Fue esta la misma distancia que recorrieron los negros africanos esclavizados en la conquista, que a bordo de navíos trajeron consigo los cimientos de una nueva creencia basada en la conversación con los muertos y el culto a los antepasados, deidades u Orishás, como los santeros los llaman.

“¡Que viva Shangó!”, dicen los santeros, “¡que viva Changó!”, dicen quienes han bailado al ritmo de la mítica y tradicional canción cubana de Celina y Reutilio, que sin saber es un pregón de alabanza a una de las figuras más importantes del panteón Orisha de la religión yoruba, que mediante la música y cueros del tambor se ha colado en la culturas híbridas y mestizas de ciudades cosmopolitas, como Bogotá.

Pese a que la santería se ha tomado un terreno importante en la ciudad, los babalawos y sacerdotisas dicen que aún están en las sombras, que mantienen su credo encerrado y protegido en las paredes de las casas. Es una religión que se practica en silencio, entre quienes se inician y las deidades que son llamadas para brindar protección y, en algunos casos, para modificar los destinos.

En Bogotá es un secreto a voces, como lo dice con acento entonado y risa nerviosa Catalina Ortega, quien se ha dedicado a la santería desde que tenía 8 años por herencia de su madre. “Aquí, en Kennedy, no soy sólo yo, somos muchos”. Para ella, lo paradójico de la situación es que sus vecinos, algunos de los que condenan su práctica, son los mismos que a escondidas se “escurren hasta la casa para pagar una consulta”.

Sin embargo, el camino no ha sido fácil. Tanto en Cuba como en Brasil, Venezuela y Colombia, esta práctica se ha escondido entre las selvas, las regiones apartadas o, en el caso de Bogotá, entre las calles de barrios tradicionales y populares a donde han llegado la mayoría de migrantes provenientes de Centroamérica y Suramérica.

El olor a tabaco que se puede percibir desde la distancia, las velas quemadas, flores que se marchitan en el altar, frutas, alimentos, carnes y sangre de animales son algunos rasgos característicos de los consultorios o casas de culto que se ubican en Kennedy, Chapinero, La Candelaria, Santa Fe, Suba, Bosa y Ciudad Bolívar.

“Nosotros ayudamos a conectar con sus ancestros, a buscar protección, a abrir el camino que a veces sentimos cerrado. Como en todo, hay quienes usan lo que saben para hacer el mal, nosotros no, porque seguimos los lineamientos de un dios supremo que nos envió para hacer el bien en la Tierra”. Así describió su oficio Catalina. En su casa, en el suroccidente de la capital, recibe a sus amigos, clientes o a quienes desean emprender el camino religioso. En medio de un altar de velones de colores y encendidos con diferentes intenciones, la sacerdotisa, como se hace llamar, prende tres tabacos, que fuma al tiempo, y comienza la charla.

Los puchos se queman y empiezan a mostrar el ‘camino’, que a veces es feliz y otras, trágico. En esta creencia, esa visión puede marcar el destino de quien consulta. “Yo les explico lo que mis ancestros me dicen, lo que la adivinación les predice, les doy recomendaciones y algunos rituales dependiendo de su necesidad, pero ellos deciden qué hacer y qué no”. Aunque pareciera fácil, la mujer, de unos 40 años, dice que lleva un peso muy grande encima. Para ella, se trata de cargar una historia, un legado, pero, sobre todo, una fe que debe sobrepasar el prejuicio y el señalamiento. “Esto no es brujería, esto es una religión, una creencia”, insiste.

No fue sino hasta 1980 cuando la santería cubana se abrió paso en Colombia a raíz de los carteles del narcotráfico que buscaban amparo en esta creencia. De ahí que la historia de los santeros en el país ha estado marcada por narraciones macabras y ligadas a la brujería, como lo señaló Luis Carlos Castro, sociólogo y autor del libro Narrativas sobre el cuerpo en el trance y la posesión: una mirada desde la santería cubana y el espiritismo en Bogotá.

Ashanti Dinah Orozco, sacerdotisa y poetisa afrocolombiana, explicó que “la santería está basada en la creencia de un dios que se llama ‘Olodumare’ y que rige la cosmopoética vital del universo. A la vez existen unas deidades que se llaman Orishás, que componen el sistema de pensamiento y de cosmogonía que, a su vez, rige los pensamientos, la memoria, los códigos éticos, morales y religiosos de la vida”.

Hace mucho hacían ver esta palabra como algo malo, pero en realidad lo que significa es que a una deidad o a un dios específico se le ofrecen rituales. Dicen los expertos que la corriente santera que es practicada en Bogotá es el resultado de un proceso de decantación que se ha dado desde la base original africana, que pasó por Cuba y Brasil, y que en Colombia tomó matices del espiritismo, que ya había sido incrustado desde su paso por la región centroamericana y que tiene una fuerte influencia del espiritismo francés de 1857.

Para Castro, el espiritismo en Bogotá cumple un papel fundamental en la práctica de la regla de Osha (santería), por lo que algunos santeros de la ciudad aparecen ligados a esta corriente que también es ancestral. Según explica, “la existencia de espíritus y seres que residen en planos diferentes al nuestro hace parte de la base de creencias de múltiples culturas, en especial de las religiones africanas y de origen afro”.

Pero en el otro extremo de la ciudad también hay espacio para este culto. El babalawo, o sacerdote yoruba, Leonardo Landinez, ha hecho del sector de Puente Largo, en el norte de la capital, un lugar no solo para vivir, sino para encontrarse de frente con lo que representa la santería en Bogotá. Por su casa han desfilado famosos del mundo del entretenimiento y políticos, como él mismo lo cuenta, así como personas perdidas y en busca de una respuesta que les diga cómo seguir viviendo en este plano terrenal.

“La santería es una religión animista o pagana. Hace mucho hacían ver esta palabra como algo malo, pero en realidad lo que significa es que a una deidad o a un dios específico se le ofrecen rituales en pro de obtener un beneficio de esas espiritualidades”, dice. Leonardo llegó a la santería por necesidad de liberarse de una acción de maldad espiritual que habían puesto sobre él. “Cuando vi el efecto positivo que esto había traído para mi vida, quise ahondar y seguir con disciplina los mandatos que de parte de los Orishás llegaban para mí; por eso ya me doy por convencido de esta religión, la sigo y hago mis consagraciones”.

Sobre el sofá de su casa, Landinez explica que los Orishás son deidades vivas que conocen el sentir de las personas y saben el proceder de las intenciones con el que se les invoca. “Por esa razón, cuando una persona hace una invocación con maldad o interés, los dioses lo cobran, más adelante se voltean las cosas y hay que pagar por lo malo que se hizo”.

 

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5. Benín: la cuna del culto vudú, entre serpientes, ofrendas y sacrificios.

FUENTE: El Comercio

 

 

En el Templo de las Pitones de Ouidah, al sur de Benín, no dan de comer a las serpientes, pero las dejan salir al exterior una vez por semana para que cacen ratones e insectos. Las que no regresan por su cuenta son devueltas por los vecinos, preocupados por su divinidad y encantados de contribuir a restituir el orden natural de las cosas. Así comienza el artículo que ha escrito Sergio García en el diario español El Comercio.

Las pitones reales no atacan al hombre, pero en cualquier otro lugar del mundo lo último que uno desea ver por la mañana es metro y medio de ofidio enrollado en el cesto de la ropa sucia. Las pitones son una forma de vudú y en Ouidah su culto se remonta al siglo XVII, no importa que al otro lado de la plaza se levante la iglesia de la Inmaculada Concepción. Entre ambos, un baobab gigante se levanta como llamando a la paz.

En Benín, el 40 % de la población es cristiana -herencia de un pasado marcado por la colonización portuguesa y francesa-, un 26 % son mulsulmanes y un tercio practica el culto animista. Pero todos, sin excepción, se cuidan mucho de despreciar a Shango, el espíritu de los cielos, el padre de las tormentas, de los truenos y relámpagos, capaz de fulminar a quienes no le muestran respeto. Pocas cosas son tan serias como el vudú, que significa 'fuerza' en idioma fon. Según esta creencia, los muertos no van al cielo o al infierno según los méritos que hayan atesorado; deambulan entre los vivos, prisionero su espíritu en un árbol, un animal.

La región entera es un altar de sacrificios, donde los hechiceros invocan a los antepasados entre una orgía de cabras y gallinas degolladas, de pólvora humeante, donde el alcohol corre como si fuera agua y las mujeres bailan y se contorsionan hasta el paroxismo, al ritmo que les marcan los tambores. Imploran el favor de los muertos para hacer más llevadera su propia vida, tan frágil como esas casas de adobe, levantadas con una mezcla de barro y bosta del ganado.

En Abomey, la antigua capital del país, los fetiches -figuras con el rostro cubierto de conchas y rafia, que representan a fuerzas del más allá- llaman a Egungun, el espíritu de los antepasados, en ceremonias de purificación que congregan a barrios enteros. Es el reino de los gemelos Ale y Elepeke, de Hyedadjo, portador de las almas de los difuntos, deDjoubari... envueltos en capas de colores chillones y separados de la multitud por una vara, que el guardian descarga sin contemplaciones sobre los más atrevidos. Porque a los espíritus se les mira, pero tocarlos sólo puede ser fuente de desgracias.

En el mercado de Cotonou, la ciudad más poblada del país, la miseria y la superchería se mezclan hasta crear un escenario difícil de digerir. El cauce del río hace tiempo que fue invadido por toneladas de plásticos y la basura se amontona por doquier. En el corazón de este laberinto desquiciante, de chillidos animales y pasillos cenagosos, los niños observan hechizados los cuerpos putrefactos de aves, monos y lagartos, dispuestos con esmero. Son ofrendas destinadas a los espíritus, que parecen mirar al más allá desde sus cuencas vacías. Dice la escritora africana Agnes Agboton que la palabra más común en esta región de misterios insondables es una pregunta. Por qué las gallinas se pasan la vida escarbando, por qué el sol y la luna no coinciden nunca... Por qué hay vida más allá de las tinieblas.

 

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6. España: hallan restos de animales sacrificados en santería e identifican a culpables.

FUENTE: Varios medios

 

 

La Policía Local de Logroño (España) ha encontrado animales mutilados en un ritual de santería en la zona de Valdegastea. El hecho de sacrificar animales vivos para este tipo de rituales puede ser constitutivo de delito de maltrato animal, según informa Rioja 2. Los hechos ocurrieron la tarde del pasado 3 de febrero cuando una llamada al 092 informaba sobre cómo en la zona de Valdegastea varias personas estaban reunidas alrededor de unas velas encendidas y abandonaron el lugar de forma apresurada al percatarse de que habían sido vistos.

Detalles del hallazgo

Agentes del grupo Medio Ambiental de la Policía Local de Logroño se personaron en el lugar, una zona despoblada próxima a Valdegastea, y encontraron aves decapitadas a las que les habían cortado las alas y las patas para colocarlas sobre cuencos, además de dos cestas de mimbre con frutas, velas, botellas de cava y copas. Los agentes apreciaron también sangre esparcida sobre el conjunto que, presumiblemente, pertenecía a los animales muertos. La Policía Local ha abierto diligencias para tratar de identificar a los autores de estos hechos.

La Policía Local informa de que sacrificar animales vivos para este tipo de rituales puede ser constitutivo de delito de maltrato animal, sin tener en cuenta las sanciones que corresponderían por abandonar comida y generar suciedad, además del riesgo de incendio. De estas infracciones son responsables tanto el autor como quien en su caso hubiera requerido sus servicios.

Esta no es la primera vez que miembros de la Policía Local detectan restos de comida y otros efectos abandonados en Logroño muy probablemente relacionados con rituales de santería y espiritismo. También constan intervenciones relacionadas con pequeñas estafas cometidas por supuestos profesionales del esoterismo, quienes no han cumplido las expectativas de aquel que encargó su servicio y que en muchos casos no llegan a denunciar al sentir vergüenza tras haber sido engañados.

Identifican a dos autoras

Según informaba el 19 de febrero el medio digital Nueve Cuatro Uno, la Policía Local de Logroño ha identificado a dos personas por realizar rituales de santería en la ciudad. A principios de febrero, la Policía Local encontró en la zona de Valdegastea restos de un ritual de santería en el que se habían sacrificado animales vivos, tal como se acaba de decir.

En los días posteriores, se recibieron nuevos avisos en el número de emergencias 092 que daban cuenta del hallazgo de otros dos nuevos casos de restos de otros rituales parecidos en la misma zona, en concreto el domingo día 6 y el sábado día 12, en los que esta vez sin animales muertos, se hallaron abandonadas flores, comida y bebida, así como velas. Estos hallazgos también fueron localizados en las zonas despobladas de la zona Oeste de Logroño.

Realizadas las investigaciones pertinentes a partir de los objetos abandonados en estos lugares, agentes de la Policía Local han podido identificar a dos mujeres que llevaron a cabo al menos uno de los rituales. En este caso, una de ellas era la persona que contrató previo pago a otra para que llevara a cabo esta práctica. Ambas serán sancionadas por infracción a la ordenanza de limpieza al abandonar basura en el medio natural.

La Policía Local también ha detectado en muchos casos que detrás de estos rituales hay gente que se aprovecha de personas en situación vulnerable. En cualquier caso, en este tipo de ceremonias tanto el uso de animales, que puede ser constitutivo de delito, como el abandono de basura y restos orgánicos y otros objetos como velas encendidas son conductas que la Policía Local sanciona.

 

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7. México: así son maltratados los animales que venden para sacrificar en ritos de santería.

FUENTE: Televisa

 

 

En condiciones de hacinamiento, aplastados unos contra otros, peleando por el poco alimento que hay, solo para mantenerlos vivos, antes de ser degollados en un ritual de santería, viven cientos de animales en pequeñas jaulas de decenas de locales del Mercado de Sonora en la Ciudad de México. Lo cuenta Laura Nancy López de Rivera Hinojosa en Televisa.

“¿Qué anda buscando?, ¿un gallo, una gallina, una paloma, un pollón? ¿Qué buscaba?, ¿algo para limpia, para curación? Para limpias para un negocio. Tiene que ser algo negro. ¿Por qué? Para que recoja todo lo malo, lo quiere para un negocio, ¿no?”, dijo un comerciante del Mercado de Sonora. Los vendedores reconocen que la mayoría son comprados para sacrificios, para realizar trabajos; sólo en ocasiones para venderlos como alimento o mascotas.

“Dependiendo de lo que quieres es el santo que te puede ayudar, si es para la salud, sería Obatala. Ahí que hay que dar lo blanco, gallinas blancas, palomas blancas. ¿Y los pollitos? Los pío, pío, en 10 pesos, 21 de esos también los puede matar para que le abran los caminos, para su negocio”, dijo el comerciante del Mercado de Sonora. Por la parte de atrás del mercado llegan camiones cargados con jaulas provenientes, dicen, de granjas de diversos lugares de la República.

Para poderlos vender hay que mantenerlos vivos. Los muertos ya no sirven para el sacrificio. Aquí mismo venden todos los utensilios como hierbas, esencias, cacerolas y otros accesorios. “Ahora sí que lo piden así completo, ahora sí que es el juego de guerreros. Es el caldero, el oso y las herramientas. ¿Y en el caldero se ponen los animales? Ahora sí que le cortan el cuello y le echan la sangre”, señaló el comerciante del mercado de Sonora.

En el interior hay mucho movimiento, palomas blancas y de otros colores, borregos, cabras, gallinas, pollos y pollones, así como gallos blancos, amarillos, rojos y negros, que viven en hacinamiento, recluidos dentro de jaulas muy pequeñas, aplastados unos contra otros en los pequeños locales dentro del mercado. “Apenas llegaron. ¿Están sanos? Sí. Pero están bien flacos. Es que no comen”, apuntó el comerciante.

Recién llegados, los borregos, comprimidos en jaulas de plástico, parecen inertes, y para sacarlos por la pequeña puerta prácticamente los tienen que desdoblar. “¿Cuánto? 900. ¿De qué edad son? 3 meses, el otro de 6”, dijo el comerciante. Explican que dependiendo del trabajo y la fuerza del ritual será el tipo y tamaño de animal que será sacrificado. Puede ser hasta un toro. “Hay carnero y chivo, te sale en 900 el grande, es para un trabajo para un negocio, pero tiene una vibra fuerte. Hay que llevar algo bueno, si quieres uno chingón, con cuernos, te sale en 1.200. Cuando un animal tiene cuernos es mejor”, aseguró el comerciante.

Una de las santeras del mercado de Sonora señala que se pueden hacer limpias con y sin animales. “Matar el chivo es el babalao, el santero la potestad que nosotros tenemos es gallina, gallo, pero con la mano. ¿Por qué se hace un sacrificio? Porque el animal intercambia su vida, es un intercambio de energías. Llega a los pies del Ofi. ¿Quién es el Ofi? Dios. Le tienes que arrancar la cabeza, al menos que tengas una ceremonia para matar con cuchillo, ya se puede. De preferencia nos gusta trabajar más sin matar animales. No siempre se necesita matar un animal, puede ser limpiar con flores, limpiar con hierbas, con fruta también”, explicó una santera del Mercado de Sonora.

 

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8. México: preocupación por el hallazgo cotidiano de restos de rituales en cementerios.

FUENTE: Varios medios

 

 

De acuerdo con el testimonio de vigilantes del panteón municipal de la ciudad de Veracruz (México), el hallazgo de ocho gallinas negras y un chivo degollado, como ocurrió el pasado 8 de febrero, no es un tema nuevo, pues es una práctica común. Lo cuenta Andrés Salomón en Vanguardia de Veracruz. “Es común que personas desconocidas ingresen o traten de ingresar al cementerio en el día o en las noches, para realizar actos de brujería dentro de la zona donde se encuentran las tumbas”.

Trabajadores del camposanto afirman que no sólo se encuentran animales negros degollados en este tipo de rituales, sino que es común que se encuentren con frascos con fotografías y veladoras encendidas en rituales de santería o brujería. El hecho más reciente fue justamente el que se reporta por empleados el 8 de febrero, cuando encontraron los cuerpos de los animales degollados en una caja de cartón y alrededor algunas cabezas y cuerpos destazados de las gallinas.

El administrador y trabajadores del panteón municipal consideran que este acto fue un hecho de algún ritual de misa negra, al que son ajenos, pero que personas desconocidas realizan a escondidas dentro del cementerio. “Lo de ayer para mí es normal, hay veces que vienen a dejar la gallina y ésta no se muere y anda por todo el panteón. Para mí esto es una estupidez, y sin ofender, esto es de todos los días y desgraciadamente tenemos la barda baja del panteón Jardín en donde brincan rápidamente y el guardia por más que quiera no va a ser tan tonto para meterse”.

Sin embargo, señalan que como trabajadores del panteón tienen prohibido tocarlo y la encomienda de incinerar todo lo relacionado a magia negra o santería que encuentren. Éste no es el primer acto de un supuesto ritual de magia negra que se registra en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, en octubre pasado un grupo de animales apareció degollado en un terreno en la colonia Amapolas.

En aquel entonces se trataba de un gato, un hurón, un conejo y una gallina, todos tenían en común que eran animales de color negro. Aunado a que muchas personas con el argumento que van a visitar a un familiar, aprovechan para robarse tierra del cementerio, la cual es utilizada también para actos de brujería.

El Diario de Xalapa añade a esta noticia que el hallazgo causó el rechazo de la población y grupos protectores de animales, que hicieron que autoridades tomaran conocimiento de los hechos, debido a que se trataba de un acto de crueldad animal. Los trabajadores son conscientes de que conforme se acercaba el primer viernes de marzo, los trabajos de brujería y santería seguirían apareciendo, y mientras ellos puedan evitarán que las personas se introduzcan a realizar estos rituales.

Veracruz no sólo ha tenido sacrificios rituales en el cementerio, sino que recientemente en la avenida Ruiz Cortines de Boca del Río fueron halladas tres ofrendas con cabezas y órganos de pollos. Cabezas de pollos, plumas, sangre coagulada, órganos, caracoles y algunos otros elementos fueron colocados en tres platos de unicel sobre la glorieta en la que cruzan la avenida Ruiz Cortines, Paseo Ejército Mexicano y bulevar Miguel Alemán, tal como informa Carlos Navarrete en Más Noticias.

Piden aumentar la vigilancia

Unos días después, el presidente de la organización ambientalista Earth Mission Veracruz, Sergio Armando González, pidió a las autoridades realizar rondines de vigilancia en los cementerios para impedir el sacrificio de animales en ritos de santería y brujería ante la proximidad del primer viernes de marzo. Lo cuenta José Juan García en AVC.

En entrevista, el ambientalista recordó que la Ley de Protección Animal contempla castigos para quienes sacrifican animales con otros fines que no sean el consumo humano. En ese sentido, indicó que las personas que sacrifican animales en rituales de brujería o de santería cometen un delito que castiga la ley. “El tema de los sacrificios de animales, eso sí está regulado en el estado de Veracruz también por la Ley de Protección Animal, no importa el fin que tenga todo aquel maltrato o sacrificio de animales que no sea para consumo humano, es delito, está castigado en la Ley de Protección Animal, entonces sería una ilegalidad, hay que distinguir el maltrato animal del consumo humano”, precisó.

El presidente de la organización ambientalista Earth Mission Veracruz consideró que el sacrificio de animales se está convirtiendo en recurrente en la zona conurbada, ya que tiraron ejemplares degollados en el panteón municipal de esta ciudad y hubo otro hallazgo en la plaza Vela en semanas pasadas. Además, Sergio Armando González exhortó a los ciudadanos que se percaten del sacrificio de animales que denuncien los casos correspondientes a las autoridades y a éstas que les den seguimiento para ubicar a los responsables.

El entrevistado consideró que los ciudadanos no denuncian el sacrificio de animales porque luego las autoridades no dan seguimiento a los casos. “Si alguien deja una ofrenda por ahí, no hay ni forma de enterarse quién lo puso, más que por regular lo hacen muy temprano en la mañana o en la madrugada, entonces pues aquí más que nada se invita a la sociedad a denunciar este tipo de actos y también a la autoridad hacer caso y seguimiento de las denuncias que los ciudadanos interponen”, remató.

 

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9. España: juzgan a una red de prostitución de mujeres nigerianas, a las que amenazaban con vudú.

FUENTE: Canarias 7

 

 

La Audiencia Provincial de Las Palmas (España) juzgó a partir del pasado 31 de enero a una banda que llevaba a mujeres desde Nigeria a Gran Canaria para que ejercieran la prostitución, mientras las amenazaban con prácticas de vudú para que no cesaran esa actividad y les dieran todo el dinero que ganaban. Lo cuenta Francisco José Fajardo en Canarias 7.

Los acusados de esta trama son los procesados Mabel Mark –que sufriera heridas graves después de que alguien rociara su cara y cuerpo con ácido–, Dorcas Itama, Antonius Guilhelmus Joannes Van Zoogel, Kingsley Ojugberu, Blessing Edoghogho, Kelvin Ojugberu y Eddy Orisie, quienes se enfrentan a penas que van de los 10 a los 28 años de prisión por delitos de trata de seres humanos, prostitución coactiva y falsificación de documento público.

La investigación la llevó a cabo la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Jefatura Superior de Policía de Canarias y el Juzgado de Instrucción número 2 de San Bartolomé de Tirajana. Comprobaron que ciudadanos nigerianos, entre los años 2009 y 2015, se dedicaron a captar mujeres en su país «con la promesa de un trabajo digno en España», según la Fiscalía. Una vez en nuestro país, se aprovechaban de la «situación de necesidad en que se encontraban tales mujeres» y, mediante amenazas de causarles algún mal a las mismas o a sus familiares mediante vudú, les obligaron a ejercer la prostitución.

Para conseguir su propósito, primero debían facilitar la llegada de las mujeres nigerianas a España bajo la promesa de buscarles un trabajo, pero las sometían a juramentos o ritos de vudú para obligarles a abonar los gastos derivados del viaje a España, que pagaba el captador. Una vez que llegaban a Gran Canaria, se alojaban en casas de los acusados durante el tiempo que debían ejercer la prostitución.

Para garantizar su explotación sexual, los procesados «no dudaban en ejercer cualquier clase de amenazas, coacciones, violencia física, sexual o psicológica sobre aquellas, sin que estas denunciaran ninguna de estas agresiones, pues eran conscientes de que ello implicaría un riesgo para su vida o la de sus familiares».

Los investigadores descubrieron como, a una de las víctimas, la forzaron a practicar un juramento en el cual tuvo que tragarse el corazón de una gallina muerta, otra fue objeto de agresiones físicas y sexuales por parte de varias personas que se encargaban de vigilarla, también le propinaron a otra chica en diversas ocasiones golpes en la cabeza, mientras que a otra de las testigos protegidos la violaron en varias ocasiones a pesar de que se encontraba embarazada.

 

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10. El vudú haitiano, entre la religión y la magia.

FUENTE: Hoy

 

 

Con el título “Jean Price-Mars, el vudú y mirada eurocentrista a la cultura haitiana”, el diario Hoy, de la República Dominicana, ha publicado recientemente un artículo de Miguel Ángel Fornerín. Lo reproducimos a continuación.

Para explicar el vudú y las prácticas que derivan para los adeptos a esta religión, Jean Price-Mars realiza una comparación con los elementos morales del cristianismo, resumiendo que las comunidades primitivas están “constreñidas por un código muy estrecho de coacciones y de obligaciones, todas de origen religioso” (60) que dominan la vida pública y privada. Ellas muestran la forma en que las sociedades tienen una idea de la moral.

A seguidas pasa a enumerar una serie de prohibiciones que tienen los seguidores del vudú. Sostiene que el iniciado al rito se encuentra en la “estrecha malla” de prohibiciones como: dejar expirar el plazo determinado para poner al recién nacido en un agua lustral dispuesta por el hougan que consagra al niño a la divinidad, capaz de protegerlo de los maleficios de los malos espíritus (Ibid.). También la prohibición de pronunciar el nombre del bautizado en ciertas circunstancias, sobre todo en la noche; interdicción de hacer gestos irreverentes “en la cercanía de las fuentes donde viven los espíritus”. Además, apela la religión al respecto de los ancianos portadores de las tradiciones.

Tradiciones religiosas

Prohibición del incesto, de robar; obligación de llevar luto por la muerte de un familiar; prohibición de enterrar los muertos sin haberlos lavados con una composición especial… Concluyen que estas prohibiciones y deberes contribuyen al código de tabúes a los que “el individuo se somete con un miedo reverencial” (61).

Al describir esta lista de conductas impuestas por la religión, el lector aguzado podrá pensar en hasta dónde la mirada eurocentrista ha determinado que el otro es el salvaje que excluye mediante juicios matizados por la idea de una cultura central que debe reducir todo a una unidad-verdad. Sin entrar en la especificidad que tiene la cultura caribeña y su entroncamiento con la cultura africana, Price-Mars ve desde afuera este efecto eurocéntrico al señalar que “juzgamos la moral del vudú como una superstición injuriosa para nuestro ideal de civilización” (ibid.).

El autor de La República de Haití y la República Dominicana (1953) contextualiza la difícil relación entre el vudú, concebido como una religión, y su relación con la magia. Acepta esta relación, pero se cuestiona el asunto al señalar que es una religión muy primitiva ¿en parte creada por la omnipotencia de seres espirituales como dioses, demonios, y en parte en la brujería y en la magia?

Price-Mars se interna entonces en buscar el origen africano de la religión haitiana. Y un aspecto que me parece muy importante asoma: la religión como expresión de las masas campesinas contra las imposiciones del Estado haitiano. Este tema me parece capital en la medida en que podemos ver el péndulo África-Europa en la cultura haitiana. La idea de que no existe un consenso en las prácticas religiosas y de cómo el poder fue buscando domar al vudú que, en ciertas épocas, pudo representar el clamor popular. Como, por ejemplo, la resistencia al trabajo asalariado luego del trabajo forzado impuesto por la esclavitud y la idea de una comunidad campesina que tendía hacia el minifundio y la gestión más individual de la propiedad.

Inspiración

Creo que eso nos puede llevar a repensar ciertos pasajes de la novela El reino de este mundo (1949), del cubano Alejo Carpentier. En el que la fuerza del poder negro de Henri Christophe y la acción de los agrimensores parecen imponer un espíritu cartesiano que sólo es destruido por la magia y las apariciones y saltos espaciales de Ti Noel. Como la otra escena en la que aparece el mago Boukman en el juramento de sangre del 14 de agosto de 1791. Así, religiosidad y política no dejan de encontrarse. Y tal vez un capítulo más contemporáneo se encuentre en la acción social de la dictadura de Duvalier.

En los capítulos tres al cinco, Jean Price-Mars realiza una larga exposición sobre las religiones africanas y, usando el método comparatista, llega a postular el origen de las comunidades que llegaron a Haití, y sus manifestaciones religiosas. Sintetiza que existen representaciones religiosas como la del vudú en el centro de Dahomey.

Mientras que, bajo diversas denominaciones, otras partes de África nos ofrecen creencias más o menos parecidas que derivan del mismo fondo psicológico. Pues en Saint-Domingue hay “diversas creencias representadas por sus adeptos que han recibido el nombre de Voudou” (66). Las prácticas religiosas de Dahomey “han prestado su marco y su morfología al animismo haitiano” (132).

En el capítulo sexto, “El sentimiento religioso de las masas haitianas”, Price-Mars es un pionero en el análisis de la relación entre religión y clases sociales. Sintetiza el origen de la nación haitiana y agrega una nota que deconstruye el relato en manos de los políticos. La rebelión negra terminó con las viejas clases, pero las élites quedaron frente a las masas campesinas que están más cerca de las muchedumbres esclavas.

Mirada al vudú

De tal suerte que queda un catolicismo dominante, un cristianismo fragmentado, frente al vudú, que él dice no hay espacio en 1928 para el estudio profundo. Entonces pienso cómo Price Mars se instaura tal uno de los primeros estudiosos de las religiones. Y más que eso, en una suerte de sociólogo de las manifestaciones religiosas. Todo esto le da una gran dimensión al libro que nos ocupa. Y nos hace pensar en la importancia del autor y la primogenitura de un discurso que apenas se había tocado en el Caribe, en los años en que escribe el intelectual Price-Mars.

Otro aspecto que nos interesa es el tema de la antropofagia en el vudú, que las tradiciones dominicanas atribuyen a los haitianos. Las historias sobre el comegente aparecen y llaman la atención de connotadas figuras de la ensayística dominicana. Para Price-Mars el vudú no tiene nada que ver con ese tipo de prácticas… Su relación con esta religión y los estados de trance, llevan el autor a incursionar en el análisis psicológico…

En síntesis, en “Así habló el Tío”, Jean Price-Mars presenta las prácticas, los orígenes que conforman la cultura haitiana unida a su pasado africano. Esto en mayor medida que las interrelaciones de los amos con los esclavos. Con su discurso abre caminos al estudio de lo que somos, y crítica desde el pórtico el bovarismo colectivo. El libro pinta y recorta el panorama de nuestro presente y lo contacta con el pasado, en especial el pasado africano, tan presente en el Caribe.

Al referir las literaturas criollas, dicen Patrick Chamoiseau y Rafael Confiant que “Así habló el Tío” es obra anunciadora de una nueva cartografía de las letras. Exige Price-Mars a los escritores que se fijen en la cultura popular, en los cuentos creoles y en el vudú. Para él, dicen, la literatura de Haití no puede ser una variante exótica de la literatura francesa; la literatura haitiana debe estar en el pleno corazón de Haití (118). Con lo cual rompe el eurocentrismo dominante en las expresiones literarias del Caribe.

 

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