Biblia

 

La fe de Abraham

 

Los dos grandes acontecimientos en el camino de la fe del "Padre de los creyentes" son dos llamadas de Dios: dejar su país, sacrificar a su hijo... ¿Cómo podemos entender que lo que Dios pide a Abraham es la demostración de una futura bendición?

 

 

 

14 mar 2022, 23:00 | P. Sébastien Antoni, aa, La Croix


 

 

 

 

 

El hijo de Taré fue llamado primero Abram, el "Padre exaltado". El nombre de Abraham, dado por Dios (Gn 17,5), significa "Padre de una multitud". Este nombre es la promesa que inaugura y corona su fe. Una fe total y absoluta. El ciclo de Abraham comienza con una llamada (Gn 12,1-2): "Sal de tu tierra, de tu patria, y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré" y con una promesa: "Haré de ti una gran nación, te bendeciré, haré famoso tu nombre y serás una bendición".

En Génesis 15,5, cuando Abram se queja de que no tiene descendencia, Dios le exige un acto de fe que desafía la razón: "Mira al cielo, y cuenta las estrellas, si puedes contarlas". Abram y su mujer son viejos, la promesa de un hijo hace reír a la anciana; ¡Abram cree! Un año después, nace Isaac. El episodio de la atadura de este hijo en Gn 22 describe la gran prueba de fe de Abraham. El anciano comprende que debe sacrificar a su único hijo al Señor, el hijo de la promesa.

En la cima de la montaña, Abraham levanta su cuchillo y es detenido por el ángel del Señor. Porque Abraham está dispuesto a perderlo todo, Dios le devuelve a su hijo y con ello el comienzo de la posteridad prometida. La atadura de Isaac no es una prueba sádica enviada por Dios, sino una llamada a creer, a pesar de todas las fuerzas contrarias que pueden golpear una vida, incluso en el absurdo. Porque Dios nunca quiere que el hombre sufra. ¡El que entrega su fe al Señor recibe en superabundancia!