Cáritas Santander | Noticia • 07/03/2022

 

“Siento que son ellas las que me enseñan a mí”

 

Andrea tiene 24 años y prepara oposiciones. Llegó al proyecto Anjana Mujer para hacer unas prácticas y se ha quedado como voluntaria.

 

 

 

 


 

 

 

 

 

Después de estudiar magisterio, Andrea optó por un máster en ‘Innovación e Investigación en Contextos Educativos’ de la Universidad de Cantabria. Cuando llegó el momento de realizar el trabajo de fin de máster, había dos ramas que le interesaban: género y tecnologías de la información. Lo que no sabía era como unirlas. Entonces fue cuando un profesor que conocía Cáritas le propuso llevarlo al ámbito social. “Desde el principio me pareció una idea genial, porque soy una persona muy empática y siempre trato de avanzar hacia un mundo más  justo con mis pequeñas acciones”, explica.

Antes de llegar a Cáritas, Andrea, también dentro del máster, había realizado un trabajo de investigación biográfico-narrativo en torno a la prostitución. Entonces conoció la Red Cántabra contra la trata, y la explotación sexual, integrada por diversos colectivos. “Eso me permitió tener mucha más sensibilidad y conocer mejor cómo eran los entornos socio económicos de muchas de esas mujeres”, añade.

Así es como se integró con los profesionales que trabajan en el proyecto Anjana de Cáritas Diocesana de Santander. Acompañaba a la psicóloga y a la trabajadora social y participaba en los talleres con unas mujeres que, como explica, le abrieron su mente hacia otras realidades.

Mientras hacía las prácticas pudo, con las participantes del proyecto Anjana Mujer, realizar su Trabajo de Fin de Máster sobre competencia mediática y género: “partimos de la forma en que se describían a ellas mismas, lo que les gustaba y de qué modo esas temáticas se presentaban en los medios de comunicación, especialmente en publicidad. Luego hicieron bloques de temáticas concretos y decidieron trabajar sobre cómo se presentaba la pobreza en los medios de comunicación, contraponiéndolo con la forma en que ellas lo habían vivido personalmente. Hicieron un video en el que cada una contaba sus experiencias y añadieron un audio narrando cómo habían afrontado ellas personalmente situaciones de extrema necesidad. Cada una venía de un lugar del mundo, cada una tenía distintas experiencias, recursos y valores espirituales. Fue muy interesante”, concluye Andrea.

 

VOLUNTARIA EN ANJANA MUJER

Cuando terminaron sus prácticas y presentó en la universidad su trabajo, Andrea sintió que quería seguir colaborando con Cáritas y con esas mujeres. Desde entonces es voluntaria en Anjana Mujer. “Hemos seguido avanzando en lo que comenzó como parte de un proyecto académico. En cierto modo, ellas vieron que sus experiencias personales podían servir para reivindicar algo y eso me parece muy importante, así que continuamos trabajando en esa línea”.

Guiadas por Andrea trabajan ahora en conceptos básicos de estereotipos y roles de género en publicidad y han elegido comenzar a analizar estos temas analizando la película Blancanieves, propuesta por ellas mismas.

Esta voluntaria de Cáritas centra su tiempo en preparar las oposiciones de maestra de primaria. Está convencida de que todo lo que está aprendiendo en Anjana le va a servir para ser mejor docente y tener más habilidades a la hora de trabajar con niños que pueden venir de ámbitos muy dispares. “La verdad es que cuando estoy con las mujeres del proyecto siento que son ellas las que me enseñan cosas a mí. Son capaces de dar vuelta a todos los argumentos que presento porque han vivido en primera persona la desigualdad y te dan una visión mucho más real, más completa. Me ayudan a ampliar mi perspectiva tanto a nivel laboral como humano”, concluye.