Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

 

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Nº 909

2 de feb. 2022

 

BOLETÍN MONOGRÁFICO: PSEUDOTERAPIAS Y PSEUDOCIENCIAS

 

1. El grupo de Telegram que aconseja beber lejía a pacientes con cáncer.

2. Flores de Bach: la pseudoterapia que promete calmar los nervios y curar enfermedades.

3. Roberta, italiana de 40 años, murió por dejar que su gurú le “tratara” el cáncer.

4. Las pseudoterapias se extienden en España como falsos remedios para la covid-19.

5. España: cuestionan el apoyo de los médicos valencianos a las pseudociencias.

6. Coronavirus y conspiraciones: ¿qué rol juegan el esoterismo y la espiritualidad?

7. Los riesgos de la dieta macrobiótica, publicitada por personajes famosos.

8. Argentina: la policía allana un laboratorio clandestino que elaboraba MMS.

9. La Sociedad Hahnemanniana Matritense, una entidad homeopática en el siglo XIX en Madrid.

10. Una española cuenta que dio remedios alternativos a su madre para curar el cáncer.

 

 

1. El grupo de Telegram que aconseja beber lejía a pacientes con cáncer.

FUENTE: Hipertextual

 

 

La lejía es un gran desinfectante que no falta prácticamente en ningún hogar. Tal es su poder de desinfección que incluso algunos líderes políticos, como Donald Trump, han llegado a preguntarse si podríamos usarlo para combatir enfermedades. Al fin y al cabo, si desinfecta superficies, ¿por qué no iba a desinfectar nuestro organismo? Así comienza el reportaje que ha publicado Hipertextual, escrito por Azucena Martín.

En su momento todo esto nos pareció muy gracioso, pero no se aleja de la realidad de algunas personas. Y es que durante las últimas décadas el uso de sucedáneos de la lejía, como el MMS o el CDS, ha cobrado gran fama para el tratamiento de todo tipo de enfermedades. Incluso se han llegado a crear grupos en plataformas como Telegram, en los que enfermos de patologías tan graves como el cáncer intercambian consejos sobre estos remedios milagrosos.

La historia de uno de estos grupos de Telegram la destapó recientemente en Twitter Luis Santamaría, investigador de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES). A través de capturas de pantalla, mostró algunos mensajes que hielan la sangre de cualquiera. Personas con tumores en estadios muy avanzados preguntando cómo tomar lejía. Porque el MMS y el CDS no dejan de ser eso. Y es importante contarlo. Es importante darlo a conocer porque esas personas no tienen culpa de nada. Sólo tienen miedo al sufrimiento y a la muerte, uno de los miedos más viscerales y humanos que existen. Aprovecharse de ese miedo para hacer negocio es inhumano y es precisamente lo que hacen muchos naturistas y gurús de estas sustancias que todo lo curan.

¿Pero en qué consisten exactamente el MMS y el CDS? ¿Por qué decimos que es lejía si no es exactamente la misma sustancia que usamos para limpiar? Y, más importante aún, ¿qué pasa si una persona con cáncer o con cualquier otra enfermedad prueba a tomarlos? Esto y mucho más es lo que vamos a tratar en este artículo.

¿De dónde salieron el MMS y el CDS?

Tanto MMS como CDS son, en realidad, formas diferentes de llamar al dióxido de cloro (ClO2). El término “suplemento mineral milagroso” (MMS por sus siglas en inglés) lo acuñó en 2006 Jim Humble, en su libro The Miracle Mineral Solution of the 21st Century. Según cuentan tanto él como sus seguidores, Humble fue un ingeniero de la NASA, que llegó a trabajar en algunos proyectos secretos, relacionados también con bombas atómicas. Harto de su trabajo, decidió dar un giro de 180º a su vida para dedicarse a la minería. Y fue así como se supone que descubrió este gran remedio.

Ocurrió en 1996, cuando estaba trabajando en una prospección minera en busca de oro en Guyana. Varios de sus compañeros enfermaron gravemente de malaria. Él, sin saber qué hacer, optó por darles agua con dióxido de cloro. Llevaba este compuesto encima para desinfectar el agua que bebían y pensó, siguiendo la analogía del ex presidente estadounidense, que a lo mejor los desinfectaba a ellos. Y lo logró. Poco después estaban todos sanos y salvos.

Así, supuestamente, cuando volvió a casa comenzó a investigar diferentes dosis y formatos en los que se podía administrar el dióxido de cloro. Y nació el MMS. Pero no curaba sólo la malaria. De repente era tan todopoderoso que podía curar casi cualquier cosa, fuese o no una enfermedad infecciosa. Ahí la analogía de desinfectar el organismo dejaba de tener sentido, pero las incoherencias nunca vienen solas. Casi paralelamente nació también el CDS, pues vienen a ser básicamente lo mismo, aunque este último es un poco menos puro.

Sí, son lejía

La lejía que usamos comúnmente en nuestros hogares para limpiar es hipoclorito de sodio (NaClO) disuelto en agua. Por este motivo, los férreos defensores del MMS y el CDS aseguran que es un error decir que se trata de lejía. Sin embargo, sí que hay motivos para considerarlos como tal. “No se encuentra una definición oficial de lo que es una lejía (bleach) en la IUPAC, ya que se trata de un término que es muy amplio, y puede englobar a un elevado número de substancias”, explica a Hipertextual la catedrática de química inorgánica de la Universidad de Cádiz Ginesa Blanco. “Sin embargo, de una forma más genérica, una lejía sería una substancia química que actúa como blanqueante y que suele tener capacidad biocida y esterilizante. Por ejemplo, así se define en medios más generalistas, como la Encyclopaedia Britannica.

Cabe destacar que la IUPAC es la Unión Internacional de Química Aplicada, una sociedad encargada del desarrollo de los diferentes estándares para nombrar productos químicos. Por lo tanto, no hay una definición oficial para la lejía dentro de estos estándares. Ni una que afirme que el dióxido de cloro es lejía, ni una que descarte que lo sea. Sí que se corresponde con la definición de la Encyclopaedia Britannica, pues cumple todos los requisitos que menciona. No olvidemos que en su historia, fuese real o no, Humble lo llevaba para desinfectar el agua.

Por otro lado, Blanco hace referencia a la relación que tiene el término lejía con la presencia de cloro en su fórmula: “Habitualmente, las lejías han estado ligadas a la presencia de cloro. De hecho, la primera substancia que se utilizó como lejía fue el Cl2, aunque debido a su peligrosidad (es un gas muy corrosivo), se descartó su uso directo en cuanto se tuvo disponible una alternativa. Una clasificación que se suele usar para este tipo de substancias se basa en el hecho de producir (o ser) cloro libre, Cl2, no producirlo aunque contengan átomos de cloro, o estar totalmente libre de cloro en su composición”.

El dióxido de cloro y, con ello el CDS y el MMS, se incluiría en aquellas que contienen cloro, pero no lo producen en reacción. De hecho, según nos cuenta la catedrática de la Universidad de Cádiz, este es el motivo por el que se usa ampliamente. Que no genere cloro gaseoso es una ventaja, pero también cuenta con desventajas, como que es un gas muy explosivo que, por razones de seguridad, debe generarse in situ.

De todos modos, con tecnicismos o no, si se alerta tanto de que se trata de lejía no es por inconveniencias de la RAE. Es porque su consumo es tan peligroso como el de la lejía que tenemos en casa. Si nadie se toma un chupito de desinfectante del hogar, tampoco debería hacerlo con MMS o CDS. Y en esto, de nuevo, la clave está en la química. “Habitualmente la capacidad blanqueante y biocida viene ligada al hecho de que las lejías suelen ser compuestos fuertemente oxidantes, aunque no es necesario”, señala Blanco. “También existen substancias que pueden ser clasificadas como lejías y son agentes reductores”.

Una sustancia oxidante es aquella que oxida a otra al reaccionar con ella. Esto quiere decir que arranca electrones a sus átomos. La sustancia reductora, en cambio, hace lo contrario, cediéndole electrones. Sea como sea, esto supone un desequilibrio poco saludable para nuestras células. En el caso del dióxido de cloro, es mucho más oxidante que el hipoclorito sódico al que comúnmente llamamos lejía. Nos pasamos la vida hablando del peligro de los radicales libres, pues su capacidad oxidativa juega un papel clave en el envejecimiento celular. Y también en la aparición de enfermedades como el cáncer. Si vemos esto como algo perjudicial, ¿qué puede tener de beneficioso beber un compuesto químico famoso por su gran capacidad oxidante? Ese es el problema de que el MMS y el CDS sean lejía.

Telegram como altavoz de la desinformación

La ciencia en general y la medicina en particular tienen la gran ventaja de que pueden salvarnos la vida. Pero también el inconveniente de que a veces no pueden. Es triste, pero es cierto. Hay enfermedades para las que la medicina aún no ha encontrado una cura. O, si lo ha hecho, no logra el éxito en el 100 % de los casos. Por eso, a veces los seres humanos preferimos aferrarnos a las certezas. A algo que nos prometa la salvación por encima de todas las cosas. Eso nos hace alejarnos de la ciencia, incluso de la verdad y la coherencia. ¿Pero qué más da si con ello alargamos nuestra existencia? Es una reacción de lo más normal, fruto de la desesperación. Pero por desgracia también es un pretexto del que se han aprovechado muchas personas sin corazón a lo largo de la historia, lanzando remedios que prometen lo imposible. Y entre ellos, por supuesto, se encuentran el MMS y el CDS.

Hay quien lo ofrece por puro negocio. Pero también quien cree firmemente en su eficacia. Muchas veces ocurre como con la homeopatía o las flores de Bach. Es una cuestión de fe. Si durante años tomas unas gotas de MMS con el desayuno y rara vez enfermas, posiblemente lo achaques a eso. No a que haces ejercicio físico, no fumas, tomas una dieta adecuada y tienes una buena herencia genética. En ese caso, posiblemente comenzarás a darle difusión, primero entre tus personas más cercanas. Pero después también a través de altavoces como el grupo de Telegram del que habla Luis Santamaría en su cuenta de Twitter.

Según ha explicado a este medio el experto en sectas, se trata de un grupo con más de 5.500 miembros. En este se aconseja el consumo de CDS y MMS de forma específica para el cáncer. No obstante, recuerda que existen multitud de grupos de este tipo más generalizados, dirigidos a cualquier afección. Menciona concretamente uno con 40.700 personas, otro con 30.800, otro con 13.500 y otro con 13.300. Aun así, como bien recalca Santamaría, todos ellos “responden a una pequeña parte de esta realidad”.

Negocios que se alimentan del miedo

Como ya hemos visto, la búsqueda de certezas cuando nuestra salud peligra es muy humana. Nos hace vulnerables y es una situación de la que se aprovechan los vendehumos. Y esto, en el caso de los pacientes de cáncer, es algo muy común. “Muchos de ellos pasan por tratamientos complejos y en ocasiones largos, con efectos secundarios severos y todos, en mayor o menor medida, se enfrentan a la incertidumbre y las diversas amenazas que una enfermedad como el cáncer representa”, relata Miguel Mediavilla, psicólogo experto en psicooncología y cuidados paliativos de la Asociación contra el Cáncer de Cantabria. “No sólo en cuanto a la salud, sino, por ejemplo, en lo relacionado con el trabajo, la economía, la sexualidad, la vida social… Amenazas que se extienden de una u otra forma, con frecuencia, a la familia”.

Por eso, el experto añade que “no es difícil que la persona busque o pruebe presuntas alternativas que prometen certezas y soluciones milagrosas que además en muchas ocasiones están al alcance de un simple clic en internet”. Es una vulnerabilidad tangible. Se ve, está muy clara, y por eso las personas que promocionan pseudoterapias como el MMS o el CDS saben que pueden ser buenos clientes. “Se aprovechan de la vulnerabilidad y eso es mezquino”, sentencia Mediavilla. “Algunas de esas personas pueden creer que el producto, la técnica o la terapia que venden es adecuada, pero eso no les exime de culpa. No basta con creer, tiene que haber una evidencia, un control y una seguridad y nadie debería ofrecer un remedio que no cumpla esos criterios”.

Pero, por supuesto, también hay vendedores que saben que aquello que promocionan no es inocuo. “Son personas que conocen perfectamente el contexto de vulnerabilidad del enfermo y que utilizan de manera perversa y espuria su empatía para sus propios intereses, la mayor parte de las veces puramente económicos”. Y eso es algo que podemos ver en grupos como los que cuenta Santamaría. Muchas veces son los propios pacientes los que se aconsejan entre ellos, confiados de que realmente funcionará. Otras, en cambio, aparecen personas que se promocionan como naturistas o practicantes de otras pseudoterapias, pontificando sobre el tema. Y, por supuesto, dando una falsa sensación de fiabilidad. “He podido ver la autopromoción de gente que practica la naturopatía, homeopatía, magnetoterapia, acupuntura, ozonoterapia, flores de Bach, etc.”, ejemplifica el especialista en sectas.

Además, cuenta que en estos grupos es común encontrar a personas que defienden pseudoterapias o corrientes que niegan la propia existencia del cáncer, como la biodescodificación. En definitiva, estos grupos de Telegram son dañinos a muchos niveles. Y es algo que puede verse en mensajes textuales como “a mi madre le detectaron cáncer en los conductos biliares, ¿existe algún protocolo para esto?”. O “tengo cáncer, me han realizado dos cirugías, estoy a punto de terminar la radioterapia… ¿podría ser candidata para el uso de CDS?”.

La lejía es muy peligrosa para pacientes con cáncer

El CDS y el MMS se toman generalmente en dosis muy bajas. Básicamente, por eso los consumidores no mueren en el acto. Aun así, no deja de ser peligroso para cualquier persona. Especialmente afecta al estómago, pudiendo causar vómitos y diarreas que continuados en el tiempo pueden ser muy graves. No obstante, muchos defensores de su consumo los venden como una señal de que todo va bien. Aseguran que el cuerpo se está limpiando. Esta es una atrocidad, sobre todo teniendo en cuenta que en algunas webs sobre el tema se recomienda tomarlo cada 15-30 minutos en pacientes con enfermedades crónicas. Pero eso no es todo. En estudios con monos, se ha visto que el dióxido de cloro puede afectar a la función de la glándula tiroides. Y también reducir los niveles de los linfocitos T4, que son células clave en el funcionamiento del sistema inmunitario.

Todo esto demuestra lo grave que puede ser para pacientes con cáncer dejarse llevar por su consumo. Lo más grave sería que dejaran la quimioterapia, convencidos de que los remedios milagrosos serán más efectivos. Afortunadamente, al menos en los grupos de Telegram que ha visto Santamaría, no ha encontrado a nadie recomendando esto. No obstante, señalan que los tratamientos médicos oncológicos pueden ser algo complementario, colocando el MMS como el tratamiento principal. A veces, tratan la medicina de forma despectiva, con comentarios como “yo tomo CDS diariamente para disolver lo que los facultativos de la Seguridad Social llaman metástasis”.

Pero el dióxido de cloro es peligroso para pacientes con cáncer incluso si se mantiene la quimioterapia. “MMS y CDS pueden producir efectos adversos graves, como diarrea y vómitos, que pueden confundirse con efectos adversos de los tratamientos oncológicos y conllevar reducción de dosis, demoras de tratamientos e incluso suspensión de los mismos”, relata a Hipertextual el jefe de sección de oncología médica del Hospital Virgen Macarena de Sevilla, David Vicente Baz. “Además, desconocemos las interacciones que puedan tener con los medicamentos oncológicos, muchos de ellos con un rango muy concreto de seguridad”.

De hecho, el oncólogo recuerda que los pacientes de cáncer “deben consultar con su médico y farmacéutico todos los productos que toman, aunque para ellos puedan parecer inocuos”. Y es que, según cuenta, algunas interacciones pueden llegar a ser incluso mortales. También Miguel Mediavilla ha comentado en este aspecto: “Los pacientes deben huir de cualquier práctica o remedio que no figure en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud”, advierte. “En caso de duda, hay que consultar con el oncólogo o con nuestra asociación, por ejemplo, a través del teléfono de INFOCÁNCER, el 900 100 036”.

¿Qué hacemos si un familiar con cáncer cae en las pseudociencias?

A veces puede ser el propio entorno del enfermo de cáncer el que le aconseja acudir a pseudoterapias como el MMS. ¿Pero qué hacemos si ocurre al contrario? ¿Cómo podemos explicar a nuestro ser querido que eso a lo que se aferra no le va a ayudar? Para Mediavilla es muy importante ser asertivos con esta persona, “ponerle en alerta acerca de los peligros de la pseudoterapia en cuestión y pedirle que lo consulte con su oncólogo, el profesional de enfermería o psicooncólogo”. O también pueden pedir ayuda a asociaciones especializadas. En este punto, cita la asociación en la que él trabaja, así como la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas. En esos lugares pueden ayudarnos a manejar la situación con el tacto necesario.

“Tengamos en cuenta que muchas de estas pseudoterapias tienen comportamientos sectarios y tienden a provocar la separación de la persona de su entorno familiar. En este sentido, es fundamental no reforzar esos acercamientos ni mucho menos estimularlos. Pero, al mismo tiempo, mostrarnos cercanos a la persona, fomentar la confianza mutua desde la asertividad y mostrarnos dispuestos a acompañarle a buscar soluciones dentro de los márgenes de la medicina basada en la evidencia o las asociaciones reconocidas”, señala Mediavilla. Esa puede ser un arma infalible para vencer a las pseudociencias. Contra los negociadores del miedo, el apoyo de las personas más cercanas puede ser vital. Tan vital como la ciencia.

 

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2. Flores de Bach: la pseudoterapia que promete calmar los nervios y curar enfermedades.

FUENTE: Hipertextual

 

 

Las flores de Bach son una de esas terapias alternativas que, cobijadas bajo el paraguas del efecto placebo, gozan de una gran fama extendida a golpe de “amimefuncionismo”, según explica Azucena Martín en Hipertextual. Generalmente se venden para tratar el dolor o los problemas anímicos. Ambas son condiciones que se ven muy beneficiadas por el efecto placebo. Nuestra mente tiene mucho poder y si estamos realmente convencidos de que algo nos funcionará, es muy probable que lo haga en cierto modo. Sobre todo, cuando aquello que queremos tratar tiene precisamente una alta carga mental. Pero eso no hace una supuesta terapia más fiable. Ni da motivos para ser promocionada por medios públicos, como la Agencia Efe.

Eso es lo que ha denunciado estos días en redes sociales Luis Santamaría, investigador de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), a través de su cuenta de Twitter. Al ver que un artículo de Efe Salud comenzaba a difundirse por redes sociales, quiso alertar del problema de dar voz a pseudoterapias como las flores de Bach. ¿Pero por qué podemos hablar de ellas como pseudoterapias? ¿Ha estudiado la ciencia su eficacia? Lo cierto es que sí que lo ha hecho. Y los resultados, como era de esperar, no las dejan precisamente en un buen lugar.

¿Qué son las flores de Bach?

Antes de hablar de su eficacia no está de más recordar qué son las flores de Bach. Se trata de una terapia alternativa desarrollada entre 1928 y 1936 por el médico inglés Edward Bach. Aquí es importante hacer el inciso de que el hecho de que la desarrollara un médico no le da mayor credibilidad. También eran médicos los que en el pasado lo curaban todo a base de sangrías y ahora no se nos ocurriría engancharnos unas cuantas sanguijuelas del brazo para tratar una gripe. O, bueno, puede que a alguien sí. Pero no está bien. En serio.

Están compuestas, de base, por algo conocido como tintura madre. Esta consiste en una mezcla a partes iguales de agua y brandy. Pero después se diluye en otro líquido. Y es en ese resultado final en el que se hacen diluciones de diferentes esencias vegetales. En total hay 38 tipos, dirigidos a distintas patologías. Aunque todos se centran en componentes emocionales; ya que, según Bach, los desequilibrios emocionales son la base de muchos padecimientos, tanto físicos como mentales.

Esto se parece mucho a lo que promulga otra pseudoterapia, conocida como biodescodificación, que directamente culpa a los enfermos de sus afecciones. Al fin y al cabo, si han contraído una infección o incluso un cáncer, se supone que se debe a que no gestionaron bien alguna emoción. La pseudoterapia basada en flores de Bach se considera también un tipo de homeopatía, pues las esencias florales se encuentran muy diluidas. Tanto, que estadísticamente, según una revisión realizada en 2009, se puede encontrar una sola molécula del supuesto remedio por dosis.

Esto no parece ser un problema para los defensores de esta terapia alternativa. Sin embargo, ante el pretexto de que el alcohol puede ser peligroso para niños y embarazadas, algunos de ellos aseguran que no hay problema porque dicha cantidad es insignificante. Es decir, que no haya prácticamente flores, que se supone que son el principio activo, no es problema. Basta con su energía. Pero que haya alcohol no es un problema, porque hay poquito. Eso sí, cabe destacar que en este punto sí que hay cierta división de opiniones, pues algunos pseudoterapeutas aconsejan que las embarazadas usen preparaciones sin alcohol o que las diluyan antes.

¿Qué dice la ciencia sobre esta terapia alternativa?

Aunque está catalogada como terapia alternativa, el nombre más correcto, en base a la evidencia científica, es el de pseudoterapia, pues no se ha comprobado que puedan curar nada. De hecho, en España forman parte de la lista ConPrueba, del Ministerio de Ciencia, aunque en la parte de terapias por revisar para considerarse pseudoterapias. A espera de que se tome una decisión en esta lista, podemos apoyarnos en los estudios que se han llevado a cabo.

Por ejemplo, la revisión de 2009 mencionada anteriormente encontró que la mayoría de estudios realizados hay un alto riesgo de sesgo. Además, en los ensayos analizados, si bien se demuestra que las flores de Bach son seguras para quien las toma, no se encuentra que sean eficaces para tratar los trastornos analizados. Al menos no más que un placebo.

También Edzard Ernst, un médico alemán que ha dedicado su trabajo durante muchos años al estudio de las pseudoterapias, tiene una publicación al respecto. En ella, se analizan siete ensayos clínicos sobre la eficacia de las flores de Bach. Sólo uno de ellos no incluía control con placebo. Este control es importante, porque ayuda a comprobar si el remedio que se está analizando es eficaz por sí mismo o si no es más que efecto de la sugestión del paciente. Lo que comprobó en este caso el doctor Ernst es que precisamente el que no incluía placebo fue el único estudio que parecía encontrar algo de eficacia en las flores de Bach. En los otros, no hubo diferencias con quienes tomaron una sustancia aparentemente igual que las flores de Bach, pero sin sus mismos ingredientes.

De hecho, incluso en el artículo de Efe Salud en el que se cuentan las bondades de las flores de Bach y se da voz a varios pseudoterapeutas, al preguntar a un médico, el doctor Cosme Nevada, éste contesta que se trata de “técnicas que pueden producir sosiego y relajación en la persona, siempre que ésta se lo crea”. Y esa precisamente es una gran definición del efecto placebo. Si el paciente cree que lo que está tomando es eficaz, puede que sienta que los efectos son positivos.

Otras enfermedades

Aunque la mayoría de pseudoterapeutas que ofrecen las flores de Bach las ofertan para signos de origen emocional, como la ansiedad, los hay que van más allá. En algunas páginas sobre el tema sostienen también que pueden ser útiles para tratar alergias o gastritis. Cabe destacar que los problemas digestivos o incluso algunos síntomas dermatológicos, que podrían confundirse con una alergia, pueden ser originados por el estrés o la ansiedad. Por lo tanto, aquí el efecto placebo también puede ser realmente eficaz.

Sin embargo, hay algunos defensores de las flores de Bach que las ofrecen para afecciones mucho más serias. En la literatura científica resulta curioso el caso de un paciente al que trataron un herpes zóster de este modo. Cabe destacar que esta es una enfermedad viral y que, si bien se puede tratar con antivirales para evitar que avance demasiado y genere algunas complicaciones, también puede desaparecer por sí sola. Ocurre como con una gripe, que se cura en siete días con homeopatía y en una semana sin ella.

Por lo tanto, mostrar las flores de Bach como una supuesta terapia eficaz contra un amplio abanico de patologías puede ser peligroso. Sobre todo, si llega a pacientes que practican otras pseudoterapias, como la biodescodificación. Alguien podría acabar queriendo tratar un cáncer con flores de Bach y eso es muy peligroso, pues se pueden descuidar tratamientos realmente científicos. Y, claro, si se promulga en medios públicos sobre salud, como EFE Salud, se transforma con un grave tinte de credibilidad. Lo que debería quedar claro siempre con este tipo de terapias es que todos somos libres de tomarlas si queremos. Pero teniendo en cuenta que, si sentimos algún efecto, probablemente será cosa del placebo. Nos podría pasar lo mismo con un poquito de agua. Si aun así queremos gastarnos el dinero en ello, adelante.

Actualización: Tras la publicación de este artículo, Efe Salud retiró el artículo sobre las flores de Bach y escribió una aclaración al respecto.

 

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3. Roberta, italiana de 40 años, murió por dejar que su gurú le “tratara” el cáncer.

FUENTE: Varios medios

 

 

En el programa televisivo italiano “Quarto Grado” (Rete 4) se habló en los días pasados del caso de Roberta Repetto, la mujer que murió a los 40 años a causa de las metástasis de un melanoma “curado” con infusiones azucaradas y meditación o inmersiones depurativas en el río, tal como descubrieron los investigadores. Lo cuenta Il Sussidiario.

La transmisión realizada por Gianluigi Nuzzi relató toda la historia, citando también la “operación” de extirpación de un lunar sangrante, que se llevó a cabo en una mesa de cocina sin anestesia y en un ambiente no estéril, a la que Roberta fue sometida por el médico Paolo Oneda, por consejo del gurú del Centro Holístico Anidra, Vincenzo Paolo Bendinelli. La dependencia de Repetto del gurú era tal que, ante el inmenso sufrimiento que siguió a aquella “intervención”, la mujer aún decidió seguir confiando en él y subestimar los síntomas de la enfermedad que finalmente la mataría.

Su padre pide justicia

En “Quarto Grado” también habló Renzo Repetto, padre de Roberta: “Tenía una doble personalidad. Cuando estaba con nosotros era casi normal. Incluso en la actividad profesional que ejercía a mi lado nunca se ha filtrado nada del sufrimiento que vivía y estaba experimentando”.

Gianluigi Nuzzi preguntó al padre de Roberta si había tenido algún contacto con el gurú: “Tuve algunos contactos al principio de la experiencia de Roberta en este centro para darme cuenta de a quién frecuentaba y dónde pasaba la mayor parte de su tiempo. Debo decir que en ese momento no encontré nada particularmente extraño, se dedicaban a la agricultura, a la cocina, había esta especie de obra que luego habría sacado a la luz un antiguo molino. Todas las actividades normales, así que quedé tranquilo desde este punto de vista, ciertamente no pude adivinar qué había detrás de todo lo que vi”.

Y añadía, desde su dolor: “No quiero venganza, sino justicia en el tiempo previsto por el código penal. Sobre todo, espero que otras chicas no caigan en la trampa en la que cayó Roberta: éste es mi más sentido y sincero deseo”.

El líder, en la cárcel

El gurú Paolo Bendinelli, de 69 años, fue detenido en abril de 2021 junto con Paolo Oneda, de 47 años, cirujano del hospital de Manerbio. Según informaba Liguria Notizie el pasado mes de noviembre, volvió entonces a prisión acusado de homicidio voluntario tras la muerte de Roberta Repetto, la hija del ex alcalde de la ciudad de Chiavari. Según la acusación, a la mujer de 40 años le habían quitado un lunar en el Centro Holístico Anidra de Borzonasca en condiciones inadecuadas.

Los dos acabaron en prisión y después bajo arresto domiciliario, acusados ​​también de violencia sexual y abuso de personas incapaces. La psicóloga Paola Dora había sido denunciada y luego investigada por los delitos de abuso y violencia sexual. El gurú había sido puesto bajo arresto domiciliario en Florencia, en la casa de su hermano. Sin embargo, los carabineros de la unidad de investigación de Génova descubrieron, a través de los relatos del familiar, que seguía manteniendo relaciones con sus antiguos colaboradores del Centro Anidra. Por ello, los investigadores solicitaron y obtuvieron la agravación de la medida cautelar.

Los carabineros también allanaron su domicilio y se incautaron de dos ordenadores y tres teléfonos móviles. Los dispositivos serán analizados para averiguar si Bendinelli ha mantenido los contactos para desviar las pesquisas, aún en curso, que lo investigan por abuso de incapacidad contra unos huéspedes del Centro Anidra. Además, Paolo Oneda ha recibido la prohibición de ejercer la profesión médica. Según los investigadores, tras la extirpación del lunar en la espalda de la mujer, no se realizó ninguna biopsia y fue “tratada” con infusiones y meditación, hasta su muerte en octubre de 2020.

¿Qué es el centro Anidra?

Según informa Genova Today, lo descubierto por los carabineros tras el informe de los familiares de Repetto parece haber descubierto una caja de Pandora guardada en el interior de una estructura conocida en el interior de Tigullio por las diversas actividades en nombre del respeto de la naturaleza y la biodiversidad realizadas en ella. Un lugar codiciado para bodas y ceremonias (la misma Repetto celebró su enlace allí), también es un centro de bienestar donde se pueden practicar disciplinas orientales o recibir masajes, y también “eco-pueblo”, “parque rural” con huerta, casa de campo y zona de acampada.

Desde 2009, año en que se terminó, el centro acoge a grupos escolares y familias, organiza excursiones a los bosques del interior, reserva fines de semana para programas de bienestar y conferencias sobre biodiversidad y naturaleza. Roberta también trabajaba allí, enseñando yoga, y, según su familia, a lo largo de los años había sido absorbida por el mundo creado por el gurú, el milanés Vincenzo Paolo Bendinelli, alejándose inexorablemente de sus seres queridos.

¿Quién es el gurú?

Bendinelli se define como “presidente y socio fundador de la Universidad Popular Anidra”, nacida en 1997, además de profesor técnico de Bienestar en counseling holístico, profesor técnico de bienestar en Dai ji Quan y Qi Gong y “maestro jefe octavo Dan de artes marciales energéticas”. Su biografía lo sitúa en Milán como profesor de educación y formación de adultos. Licenciado en Letras y Filosofía y consejero holístico docente, se define como un “estudioso apasionado de las Filosofías Orientales, así como Maestro de Artes Marciales (chinas y japonesas), pasión que lo llevó a ser presidente de la Asociación Europea Shaolin Mon durante años”.

“Durante muchos años -continúa la biografía oficial en el sitio web de Anidra- ha venido realizando investigaciones en diversos campos, con estudios en profundidad que van desde estudios sobre las posibilidades de la mente (Programación Neurolinguistica o PNL) hasta Economía, Procesos de Comunicación, Counseling y Medicina Natural. De hecho, es autor de numerosos artículos y algunos tratados sobre todos estos temas. Además, desde hace varios años, lidera grupos de trabajo en Italia y en el extranjero sobre los procesos cognitivos y la evolución del hombre en el tercer milenio”.

 

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4. Las pseudoterapias se extienden en España como falsos remedios para la covid-19.

FUENTE: RTVE

 

 

La salud es una actividad que mueve mucho dinero. Quizá por eso no dejan de aparecer pseudoterapias que prometen curar todo tipo de enfermedades, más o menos graves. Lo cuenta Virginia Solà en RTVE. Algunas de estas prácticas semi-esotéricas están basadas en teorías ancestrales, otras en hipótesis novedosas, pero ninguna de ellas cuenta con datos científicos suficientes que avalen sus resultados. A pesar de todo, tienen seguidores fieles que prefieren pensar que sus males tienen remedio fuera de la medicina convencional.

“Viejas conocidas” también anti-covid

Con la aparición de la covid-19, muchas de estas pseudoterapias han ampliado sus aplicaciones. De este modo, los sanadores han salido al paso asegurando que prácticas como el reiki, la homeopatía, la ozonoterapia, o el MMS (Solución Mineral Milagrosa) también sirven ahora para evitar o curar este nuevo virus. Evidentemente, no existen informes científicos que avalen estas afirmaciones, pero la desesperación del enfermo, la angustia ante el crecimiento de la pandemia, y la esperanza inherente al ser humano han llevado a muchos a caer en esta telaraña.

La medicina convencional, también llamada alopática, apoyada en el método científico, no siempre consigue que curemos nuestras enfermedades. Eso genera dudas sobre su eficacia en parte de la población. Y los falsos terapeutas utilizan esa desconfianza para fomentar la inquina contra la medicina clásica. De este modo, elaboran teorías de la conspiración en torno a los procesos médicos y a los fármacos empleados. Hasta el punto de que han proliferado grupos como los antivacunas o los seguidores de otros métodos de sanación no homologados por la sanidad pública.

La inquietud de los profesionales de la medicina aumenta cuando ven cómo algunos de sus propios colegas se han sumado a estas filas. Por eso, desde los colegios médicos se ha procedido a denunciar y sancionar los comportamientos de algunos profesionales sanitarios que niegan a sus pacientes la posibilidad de tratarse con el mejor tratamiento conocido para su enfermedad, o que les recomiendan prácticas que pueden perjudicar su salud.

En el Hospital de la Plana, en Castellón, vivieron una tensa situación cuando la familia de un paciente ingresado en la UCI por covid, solicitó ante los tribunales que le facilitasen un tratamiento alternativo con ozono. Cabe decir que el ozono no es un método que haya sido probado mediante ningún estudio científico ni que esté aceptado oficialmente como tratamiento. Aun así, el Hospital tuvo que acatar la sentencia que permitió la entrada en el Hospital de un profesional que administró el ozono.

El Hospital recurrió y finalmente se dictaminó otra sentencia contraria a la primera, aunque ya se le había empezado a administrar ozono al paciente. Poco después, el enfermo sobrevivió. Según el abogado de la familia, lo hizo gracias al ozono, y según el director del hospital Miquel Rovira “el enfermo superó la enfermedad a pesar del tratamiento con ozono”. En los últimos meses, distintos juzgados han sentenciado en un sentido u otro sobre este mismo particular, y no existe por el momento unanimidad en una primera instancia judicial.

Peligro más allá del placebo

Algunas de estas terapias no científicas pueden llegar a obtener resultados positivos en pacientes con dolencias leves, puesto que muchas veces funcionan como placebo. Por eso pueden llegar a producir cierta sensación de bienestar. A veces, también ha ocurrido alguna mejoría en pacientes con dolencias graves a las que nadie puede dar explicación. Pero en otras ocasiones han llevado a los enfermos a desistir de tratamientos que podrían haberles salvado la vida. O incluso les han causado problemas de salud.

Ante enfermedades importantes, entretener a los pacientes con métodos no comprobados científicamente como la homeopatía, o cualquier pseudoterapia, en lugar de tratarlos con aquellos que sí han demostrado su eficacia, puede llegar a perjudicar gravemente la salud del paciente. Es el caso de una mujer, convencida por su “gurú” o pseudoterapeuta, de no tratar su dolencia cardíaca más que a base de pócimas que él mismo le proporcionaba. Abducida por las ideas de este pseudoterapeuta, la enferma, finalmente falleció. Ahora será la justicia quien deberá determinar la responsabilidad de haberle practicado estos métodos alternativos.

Otro caso es el de la madre de Christian. A ella le recomendaron tomar MMS, pero este producto, a base de lejía diluida en agua, no hizo otra cosa más que causarle dolores de estómago, irritación y vómitos. No experimentó ninguna mejora en sus dolencias, y abandonó el tratamiento. A pesar de que denunciaron a los vendedores de este producto, no consiguieron que la justicia reconociera su responsabilidad.

Información para el paciente

Ante la proliferación de ofertas engañosas, y las dificultades de combatirlas ante la justicia, las autoridades sanitarias apuestan por la información. Ya que los pacientes tienen libertad de albedrío a la hora de elegir en manos de quién ponen su salud, pretenden que al menos lo hagan de forma informada: el interesado debe de conocer qué fundamentos científicos tiene cada práctica, si es que los tienen.

Los ministerios de sanidad y de ciencia, han creado la plataforma CoNprueba, para fomentar la confianza en la ciencia y en el método científico. Y la Organización Médica Colegial, en el Observatorio OMC contra las pseudociencias, pseudoterapias, intrusismo y sectas sanitarias ofrece información sobre todas aquellas pseudociencias que han conseguido recopilar para poner en conocimiento de los usuarios los peligros que pueden esconder.

Por su parte, desde la Asociación para Proteger a los Enfermos de Terapias Pseudocientíficas, su presidenta, Elena Campos, asegura que “sin información veraz no se puede considerar que los pacientes elijan libremente”, y que, en gran parte de los casos, estas técnicas retrasan el tratamiento médico más eficaz para la recuperación del enfermo provocando consecuencias que en ocasiones son irreversibles.

Cuando todo es terapia, nada es terapia

Fernando Cervera tiene una lucha abierta contra todas las pseudoterapias. Él quiso demostrar lo fácil que resulta convencer a un público crédulo de que cualquier cosa, por retorcida o sorprendente que parezca, puede curar. Así pues, junto a un compañero inventaron de la nada un método curativo consistente en una mezcla a base de heces e imanes que, disuelto en agua, prometía curar cualquier enfermedad.

Estiraron la broma hasta demostrar que algo tan surrealista podía atraer público, generar expectativas e incluso atraer el interés de políticos que lo asumieron como algo factible. Demostrada esta situación, desmontaron el invento y publicaron el libro El arte de vender mierda, donde explicaron su experiencia inventando la “fecomagnetoterapia”.

 

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5. España: cuestionan el apoyo de los médicos valencianos a las pseudociencias.

FUENTE: Las Provincias

 

 

Ana Arbáizar optaba a presidir el Colegio de Médicos de Valencia (España) a partir del pasado 11 de enero, fecha fijada para los comicios de la institución, según explicaba Daniel Guindo en este artículo que recuperamos ahora, publicado el pasado 3 de enero en el diario Las Provincias. Reproducimos sus declaraciones después de saber que fue reelegida en las elecciones la otra candidata, Mercedes Hurtado, que afronta así su tercera presidencia de la entidad.

Arbáizar se muestra serena y huye de aspavientos; se nota que parte de su experiencia profesional nace en los centros de salud -no en vano es la presidenta de la Comisión Nacional de Medicina Familiar y Comunitaria y ha dirigido la Atención Primaria del departamento de salud Xàtiva-Ontinyent-. Ahora ejerce como jefa de estudios de Formación Especializada de la Conselleria de Sanidad en la Unidad de Atención Familiar y Comunitaria de Valencia, por lo que sabe muy bien lo que piensan los médicos residentes (MIR). A continuación, un extracto de la entrevista que le hace Guindo.

- En este marco ¿por qué se presenta a presidir el colegio?

- Voy acompañada por un grupo de profesionales de la medicina de Valencia. Somos especialistas de diferentes ámbitos asistenciales, público y privado, de diferentes edades, que trabajamos también en la docencia. Somos rebeldes en positivo y queremos proponer cambios en el colegio, modernizarlo y aportar juventud.

- ¿Qué mensaje les mandaría a los colegiados?

- Si quieren un cambio, que confíen en nosotros. Tenemos ilusión, experiencia, no hemos estado antes en ningún colegio profesional y somos una renovación real y un cambio, y nuestra intención no es quedarnos mucho tiempo -abogan por, como máximo, dos mandatos-. Somos personas muy implicadas con nuestra profesión y hemos apostado por dedicarle tiempo.

- El segundo punto de su programa es la erradicación de las pseudociencias del ámbito médico... ¿Y del colegio?

- Las pseudociencias no están basadas en el método científico y en la medicina basada en la evidencia, por lo que creemos que el colegio de médicos no debe ampararlas ni avalarlas. Nuestra misión como médicos es mejorar la salud de los ciudadanos y además incorporar las buenas prácticas, que pasan por cómo nos hemos formado los médicos desde el método científico. Aprendemos en la facultad a ser médicos, tenemos que sacar el MIR y hacernos especialistas, y hemos aprendido a diagnosticar, cuidar, y tratar. Queremos que todos los tratamientos se basen en la ciencia. Por ejemplo, en la facultad de medicina no nos enseñan homeopatía ni otro tipo de terapias que no sean, en la mayoría de los casos, los fármacos. No podemos amparar otra cosa que no sean buenas prácticas -la candidatura, de hecho, se llama Médic@s de Verdad-

 

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6. Coronavirus y conspiraciones: ¿qué rol juegan el esoterismo y la espiritualidad?

FUENTE: DW

 

 

Ver un significado en las coincidencias y sentir que todo está conectado es algo que tienen en común la espiritualidad y las ideas conspirativas. ¿Son los creyentes en el esoterismo propensos a creer en conspiraciones? Así arranca este artículo que publica DW, donde leemos que contra las medidas adoptadas para contener el coronavirus se manifiestan no sólo ultraderechistas, sino también personas de distintos grupos sociales. Entre ellos hay también esotéricos, personas para las cuales el autoconocimiento y la autorrealización juegan un papel central. Para alcanzar esos objetivos hay muchos caminos: astrología, meditación, reiki o yoga.

Aclaremos: la meditación y el yoga no tienen nada de malo, al contrario. Las prácticas espirituales pueden ayudar a las personas a ser más conscientes, felices y satisfechas. Quienes meditan intentan simplemente observar sus pensamientos y sentimientos. Así se puede mantener controlado el ego. Al menos en teoría.

El psicólogo social Jochen Gebauer, de la Universidad de Mannheim, y su equipo, han hallado pruebas en una serie de estudios de que las prácticas espirituales no necesariamente cumplen sus promesas de pacificar el ego. Según los investigadores, el mayor bienestar que dicen sentir los practicantes de yoga y meditadores se debe, en realidad, a un impulso del ego. Esto, a su vez, conduce a sentimientos de superioridad: “estoy iluminado y tú no”. El psicólogo Scott Barry Kaufman escribe: “Las prácticas espirituales pueden construir un yo narcisista, es decir, promover la aspiración y el sentimiento de sentirse especiales”. La idea de explorar la propia vida interior y sentirse iluminados es algo especialmente atractivo para las personas narcisistas.

Del narcisismo a la conspiración

“El narcisismo es una especie de bisagra entre el esoterismo y las conspiraciones”, dice la psicóloga social Clara Schliessler, quien estudia los movimientos antidemocráticos y sus estructuras en el Instituto Else Frenkel Brunswik, en Leipzig. Las personas que se sienten impotentes y abrumadas ante los desafíos políticos y sociales pueden protegerse de estos sentimientos con ayuda de prácticas espirituales, “desarrollando fantasías y viéndose a sí mismas como uno de los pocos que están despiertos” ante la realidad, dice Schliessler. Las teorías de la conspiración funcionan de manera muy similar.

La psicóloga social destaca que el esoterismo y las creencias conspirativas no son lo mismo. Sin embargo, hay puntos de contacto entre ambas visiones del mundo. Esto es más evidente en tres creencias compartidas: nada ocurre por casualidad, nada es lo que parece y todo está conectado. “Ambas formas de pensamiento se caracterizan por una mayor disposición a encontrar señales en el mundo”, escriben Clara Schliessler, Oliver Decker y Nele Hellweg en un artículo publicado en 2020. La idea de que todo está conectado cumple un propósito muy específico no sólo entre los esoteristas, sino también entre los conspiracionistas: la impotencia, la pérdida de control y el miedo se vuelven más llevaderos.

Si bien las narrativas conspirativas encuentran la causa de todo mal en ciertas personas o grupos de personas, el imaginario esotérico considera que las fuerzas de la naturaleza responden ante el maltrato. Es decir, el karma. “Si creo que elegí mi destino en una vida anterior, mantengo la ilusión del albedrío”, dice Schliessler. De esta forma, se evita analizar la responsabilidad real de cada cual en sus decisiones. Los otros, la naturaleza vengativa, el karma, son responsable, no yo.

Una mentalidad conspirativa puede ir de la mano de creencias esotéricas. Los investigadores describen esta forma de pensar con el término “conspiritualidad”. “El concepto combina las creencias básicas de que un pequeño grupo intenta controlar el orden social y la política, con 4la idea de que la humanidad se encuentra en este momento en una etapa de cambio hacia una forma superior de conciencia, una nueva era”, dice el estudio de Schliessler, Decker y Hellweg.

Vínculos con el nacionalsocialismo

“Tanto el esoterismo como las narrativas conspirativas tienen fuertes motivos antimodernos”, dice Schliessler. Se idealiza un pasado que sólo puede regresar a través de una catástrofe o un giro radical de los acontecimientos. Por un lado, el coronavirus es bienvenido en manifestaciones y plataformas en redes sociales como una señal de la nueva era, y se hacen llamados a combatirlo mediante la meditación, y por otro, se ve a la pandemia como una conspiración de una élite global. Muchas narrativas conspirativas funcionan con códigos antisemitas o están directamente relacionadas con el antisemitismo. “La élite financiera global”, “titiriteros” o “marionetas” son códigos que son usados frecuentemente en el contexto de narrativas antijudías.

La alianza entre esoterismo y grupos ultraderechistas no es algo nuevo, y de hecho ya existía en la época del nacionalsocialismo. También desde un comienzo en las protestas contra las restricciones de la pandemia se han unido ultras de derecha con esotéricos. La psicóloga social Clara Schliessler ve, por ello, un enorme potencial de radicalización en la escena esotérica, que radica en los puntos de contacto entre las ideas conspirativas, el esoterismo y los grupos derechistas. Pese a todo la meditación y el yoga no son algo negativo. Al menos no si, como dice Scott Barry, no se usan para satisfacer necesidades de seguridad, pertenencia o autoestima. Al contrario, pueden ser algo bueno “si practicamos la observación de nuestro propio comportamiento”.

 

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7. Los riesgos de la dieta macrobiótica, publicitada por personajes famosos.

FUENTE: Hipertextual

 

 

Madonna, Alejandro Sanz, Elsa Pataky, Vanessa Romero, Gwyneth Paltrow o Paul McCartney son algunos de los famosos que han reconocido seguir la dieta macrobiótica, según informa Azucena Martín en el portal Hipertextual. Además, esta mística forma de alimentación hizo arder las redes recientemente, cuando una antigua concursante de Masterchef (programa televisivo español) volvió al programa para mostrar el producto estrella de su nueva marca: un pack de cremas macrobióticas que sustituyen todas las comidas de un solo día.

Si las redes echaron fuego es porque se espera que un programa televisivo de tal calibre no exponga pseudociencias en prime time. Y lo cierto es que la dieta macrobiótica es confusa en este aspecto, porque puede parecer beneficiosa en algunos aspectos, pero simplemente porque se ha hecho muy buen márketing con ella.

Si la analizamos a fondo, veremos que en realidad es poco ventajosa por varios motivos, entre los que destaca uno: no hay una forma clara de definirla. De hecho, si preguntamos a todos los famosos del primer párrafo probablemente nos dirán que siguen pautas diferentes. Porque según dónde leamos, encontraremos consejos que van variando.

Pero sí que es verdad que se potencia el consumo de alimentos saludables, como las hortalizas o los cereales integrales. Además, desaconsejan el azúcar y el alcohol. Eso es bueno, sí, pero lo podemos encontrar en cualquier otra forma de alimentación saludable, como la dieta mediterránea. Entonces, si tan difícil es de definir, ¿qué es exactamente la dieta macrobiótica?

El Yin y el Yang traducido a la alimentación

Originalmente, la dieta macrobiótica es una forma de alimentación que busca el equilibrio entre el Yin y el Yang. Estas son dos fuerzas fundamentalmente opuestas y complementarias, que se encuentran en todas las cosas. Lógicamente, es un concepto más bien espiritual, procedente de la tradición filosófica del taoísmo. Por eso, no tiene ninguna conexión con la salud o la ciencia.

En el caso de la alimentación, se define el Yin como el conjunto de alimentos perjudiciales, entre los que se encuentran el azúcar, la miel (prácticamente sinónimo del azúcar), la sal, o el alcohol. Aquí debemos hacer un primer parón; ya que, salvo el alcohol, el resto de alimentos no deben demonizarse. El consumo de sal en exceso es perjudicial, pero tampoco es bueno eliminarlo de la dieta. Y lo mismo para el azúcar. Hablar de azúcar en general es un tanto exagerado. Podemos consumir azúcar de forma totalmente saludable a través de frutas enteras, por ejemplo. De hecho, debemos hacerlo.

Pero supongamos que, en realidad, al hablar de azúcar se refieren al azúcar de mesa o los azúcares libres que nos encontramos, por ejemplo, en la fruta exprimida. Podríamos estar entonces ante una pauta apropiada. El problema es que en ese cajón del Yin incluyen también los huevos y los lácteos. Y no, esos no son alimentos perjudiciales salvo que haya alergias o intolerancias que los desaconsejen.

En cuanto al Yang, la dieta macrobiótica incluye aquí alimentos beneficiosos. Por ejemplo, se da mucha importancia a las frutas, las hortalizas, las algas o los cereales integrales. Muy adecuado todo, pero de nuevo hay que tener en cuenta excepciones. Para empezar, se busca que todas esas hortalizas y frutas sean de producción ecológica.

Es un problema, porque se perpetúa ese falso concepto de que lo ecológico es más saludable. Por otro lado, ojo con las algas. En su justa medida pueden ser saludables, sí, pero en una cantidad mayor pueden suponer un exceso de sal. Además, contienen gran cantidad de yodo y esto puede ser perjudicial, por ejemplo, para personas con problemas de tiroides.

¿Puede ser saludable la dieta macrobiótica?

Al hablar de equilibrio entre el Yin y el Yang no se hace referencia a tomar alimentos de los dos grupos. Se supone que ya hay un exceso de Yin. Por eso, para equilibrar lo que se debe hacer es basar nuestra alimentación en el Yang. Vale, si quitamos el exceso de algas y nos olvidamos de la imposición de lo ecológico, podría estar bien. Y es por eso que hay estudios que señalan beneficios de la dieta macrobiótica. Los hay que concluyen que tiene efectos antiinflamatorios, que puede proteger frente al cáncer o que ayuda a equilibrar la microbiota.

Con esto último debemos tener cuidado, porque, aunque las palabras se parezcan el término “macrobiótica” no tiene nada que ver con la microbiota, como nos ha querido recordar el dietista-nutricionista especializado en nutrición para el deporte Esteban Picón. “La dieta macrobiótica y la dieta para proteger la macrobiota son conceptos diferentes, pero sí pueden ser complementarios. La dieta macrobiótica es un concepto más filosófico, mientras que la dieta para proteger la microbiota está bien definida por la comunidad científica.

“La microbiota es el conjunto de microorganismos que tiene el cuerpo humano en su interior y tienen una enorme influencia en nuestro estado de salud. Una dieta para proteger la microbiota y por tanto nuestro estado de salud se basa en el consumo regular de alimentos de origen vegetal y un consumo moderado de alimentos de origen animal. Son los mismos principios dietéticos que los de cualquier dieta saludable, incluido la dieta macrobiótica, y por eso podríamos decir que pueden complementarse”, explica Picón.

Pero volviendo al resto de supuestos beneficios, es cierto que los hay, pero básicamente por su parecido con otras formas de alimentación saludable. “Las pautas nutricionales que ofrece la dieta macrobiótica no son malas y son bastante similares a las recomendaciones dietéticas actuales que da la Organización Mundial de la Salud”, señala Picón. “Por esta razón, se pueden encontrar estudios que concluyan que se puede mejorar la salud digestiva. Sin embargo, seguramente encontrarían la misma conclusión si analizasen cualquier otra dieta equilibrada como la mediterránea”.

Y es que es innegable que tiene una parte positiva. Pero tampoco debemos olvidar que incluye generalizaciones que no son recomendables ni con esta ni con ninguna otra dieta. “En mi opinión, la dieta que ofrecerá siempre los mayores beneficios es la que se ha realizado de manera personalizada teniendo en cuenta las preferencias alimentarias y el estilo de vida de una persona en concreto. En pocas palabras, la idea es que la dieta realmente saludable incluya todos los grupos de alimentos a lo largo de una semana”.

Peligros detrás del misticismo

La dieta macrobiótica conlleva dos grandes desventajas. Para empezar, está su origen, totalmente místico, que le resta cualquier credibilidad. “La filosofía del Yin y el Yang habla del equilibrio energético aplicado a los alimentos, algunos aportan energía positiva y otros negativa a nuestro organismo”, relata el nutricionista consultado por Hipertextual. “Esto no tiene ninguna base científica y puede haber gente que desacredite esta forma saludable de comer simplemente por el misticismo que le rodea”. Y lo harían con razón, por mucho que tenga sus partes positivas.

Por otro lado, además de los matices que hemos visto anteriormente tanto a los alimentos del Yin como a los del Yang, elimina sin fundamento algunos perfectamente saludables. “En la mayoría de definiciones de dieta macrobiótica recomiendan consumir todo tipo de alimentos saludables. Sin embargo, en algunas podemos encontrar que se excluyen alimentos saludables vegetales sin ninguna justificación más allá de la filosofía del Yin y el Yang. Estos alimentos son apio, pepino, champiñones, espárragos, berenjena, tomate, pimientos, patatas y espinacas”, señala Picón. Por otro lado, volviendo al tema de los productos ecológicos, podría ser que las personas que siguen esta premisa a rajatabla dejen de consumir determinados grupos de alimentos porque no encuentren su versión eco. Y eso, según nos cuenta el experto, puede acabar derivando en carencias nutricionales.

La metedura de pata de Masterchef con la dieta macrobiótica

Sabiendo todo esto, ¿qué pasa con la antigua concursante de Masterchef? ¿Era en realidad la parte positiva de la dieta macrobiótica la que ella mostraba con sus cremas? La respuesta es que no. Básicamente, porque alimentarse a base de cremas, si no hay ningún problema de base que impida la masticación, supone muchos perjuicios. “Una dieta basada únicamente en cremas puede ser muy perjudicial para el estado de salud porque se excluyen una gran cantidad de grupos de alimentos que no pueden triturarse o que una vez que han sido triturados pierden una cantidad importante de sus nutrientes”, argumenta Picón.

“Por ejemplo, si trituramos un filete de pollo para hacer una crema junto a otras verduras lo estamos destrozando desde un punto de vista nutricional”. Además, el nutricionista apunta que las cremas, como no se mastican, “no generan sensación de saciedad y tendremos siempre una sensación constante de hambre”. Y todo eso sin olvidar el precio de las cremas, que no es precisamente barato.

En definitiva, la dieta macrobiótica tiene muchas variantes, algunas más aceptables nutricionalmente que otras. Pero las que realmente se aceptan simplemente son los consejos normales de una alimentación saludable. No incluye nada novedoso por lo que debamos basar en ella nuestras pautas dietéticas. De hecho, buena parte de las personas que la siguen lo hacen porque realmente siguen ese estilo de vida místico que la rodea. No porque científicamente hablando sea la mejor forma de alimentarse. Y es que, aunque la pseudociencia se vista de dieta, pseudociencia se queda.

 

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8. Argentina: la policía allana un laboratorio clandestino que elaboraba MMS.

FUENTE: Montevideo Portal

 

 

Un ingeniero electromecánico tenía un laboratorio clandestino en el garaje de una casa en el barrio porteño de Núñez (Buenos Aires). Según informa el periódico local La Nación, del que se hacía eco el pasado 14 de diciembre Montevideo Portal, allí elaboraba pócimas basadas en dióxido de cloro y otros elementos de consumo peligroso, con los que prometía el tratamiento eficaz de diversas patologías. Fue imputado y detenido.

La crónica detalla que las etiquetas de los frascos que contenían su producto “mágico” prometían un tratamiento eficaz de las patologías más diversas: cáncer, asma, hepatitis, HIV, lupus, diabetes, esclerosis y hasta Covid-19. Sin embargo, el contenido no era más que dióxido de cloro, plata coloidal y otros elementos con los que se produce el “Suplemento Mineral Milagroso” (MMS, por sus siglas en inglés) difundido por el alemán Andreas Ludwig Kalcker.

La policía de la ciudad de Buenos Aires allanó la casa en cuyo garaje funcionaba el laboratorio ilegal y detuvo al ingeniero. De acuerdo con el citado medio, la Justicia y la policía venían siguiendo los pasos del fabricante y eventuales cómplices al menos desde marzo último. “La ingesta de esta sustancia, también conocida como MMS -suplemento mineral milagroso-, habría provocado varias muertes, entre ellas la de un niño en la provincia de Neuquén, por lo que los investigadores iniciaron tareas que comprendieron seguimientos, informes y análisis de datos informáticos que permitieron establecer el lugar donde se elaboraba el producto, una casa ubicada en el barrio porteño de Núñez”, detalla un comunicado del Ministerio de Justicia y Seguridad de la capital argentina.

En conjunto con personal de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), los detectives policiales realizaron el operativo en ese domicilio, de donde secuestraron más de mil frascos de plata coloidal, dióxido de cloro (MMS), CDS, dimetilsulfóxido (DMSO) y vitamina C, equipos de filtrado de líquidos, destiladoras, máquinas etiquetadoras, tachos y casi un millar de etiquetas de los mencionados productos, además de documentación, folletería, teléfonos celulares y computadoras.

Se explicó que “los elementos secuestrados poseían indicaciones que prometían la cura de distintos tipos de enfermedades y afecciones, tales como cáncer, asma, hepatitis, HIV, lupus, diabetes, esclerosis y Covid-19, y todo era confeccionado en un laboratorio clandestino instalado en el garaje de la propiedad, sin ningún tipo de control sanitario ni supervisión de un profesional, para luego ser promocionado a través de distintas redes sociales y plataformas de la web, y distribuido por todo el país”.

En el lugar estaba el ingeniero electromecánico, que fue imputado y detenido por orden judicial. No se difundió la identidad del encargado del laboratorio casero, que, según voceros de la investigación, “resultó ser admirador y seguidor del autor alemán Andreas Ludwig Kalcker, creador de la “Solución Milagrosa”, quien habría realizado en nuestro país conferencias difundiendo el consumo de estas sustancias, las que se encuentran prohibidas por la Anmat debido a su peligrosidad para la salud”.

 

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9. La Sociedad Hahnemanniana Matritense, una entidad homeopática en el siglo XIX en Madrid.

FUENTE: La Razón

 

 

La edificación de un Hospital «para la curación de enfermos pobres por el sistema homeopático» comenzó el 26 de mayo de 1873. Pocos pusieron en duda entonces la buena intención de ayudar a los más necesitados de su impulsor... otra cosa es que, con el paso de los tiempos, aquello de la homeopatía hubiese quedado orillado ante el desarrollo científico. Lo cuenta Rafael Fernández en el diario español La Razón.

Lo cierto es que, en aquel Madrid casi finisecular, en el XIX, en lo que hoy en día es la calle de Eloy Gonzalo que alumbraba, con otras, el primer Ensanche de Madrid ideado por el arquitecto sevillano Carlos Mª de Castro, se levantó la sede de la Sociedad Hahnemanniana Matritense, fundada el 28 de octubre de 1845 por un grupo de homeópatas. Por aquello de propagar lo que ellos consideraban «su saber», decidieron impulsar una suscripción popular para la construcción de un «hospital» donde practicar y enseñar la homeopatía.

Se recaudaron 433.877 reales, cantidad insuficiente para el proyecto. El 26 de mayo de 1873 comienzan las obras, que debieron parase varias veces por la falta de fondos. Ante ello, José Núñez y Pernía, Marqués de Núñez y fundador de la sociedad, fue cubriendo los gastos adicionales hasta la total construcción del edificio. El coste total ascendió a unos 991.712 reales. Toda una fortuna para la época.

El hospital fue inaugurado el 2 de febrero de 1878, siendo el primer edificio moderno del barrio de Chamberí. El 4 de abril se creó la Fundación Instituto Homeopático y Hospital San José, a la que se incorporó el hospital, dotándose con una suscripción complementaria de 750.000 de pesetas de deuda perpetua, destinada a cubrir posibles descubiertos financieros. Esta decisión provocó fuertes discusiones en la Sociedad, que dieron lugar a pleitos hasta casi finales del siglo XX. Intereses económicos enfrentados, herencias discutidas durante decenios y dudas científicas sobre el destino que se quería dar a estas instalaciones han provocado el abandono de la institución hasta nuestros días.

El Hospital, que posee un importante fondo bibliográfico sobre homeopatía, además de contar con un Museo de la Homeopatía y de la Farmacia Homeopática, comparte manzana con el palacete del marqués de los Salados. Este edificio, de inspiración neomudéjar, fue diseñado por Emilio Rodríguez Ayuso, autor también de la desaparecida plaza de toros de la Avenida de Felipe II y de las Escuelas Aguirre, hoy sede de la Casa Árabe, y sin duda su obra más conocida.

El edificio y los terrenos podrían ser una buena metáfora del laberinto en que está la homeopatía, una práctica que tuvo cierto éxito antes de la Guerra Civil, pero que en nuestros días está seriamente cuestionada. La propiedad lleva decenas de años también en un laberinto, pero ha sido desde 2005, con más fuerza, objeto de litigio ante los tribunales por los herederos del Marqués de Núñez, por la Abogacía del Estado y la Fundación. El problema radica en que hay dos supuestos descendientes del marqués que se disputan la propiedad. Un hombre que tuvo unos cinco hijos «ilegítimos», como se les denominaba en aquella época, cuyos descendientes han decidido en nuestros días ejercer sus supuestos derechos sobre la propiedad.

Ese lío jurídico ha imposibilitado dar un futuro a esta edificación, que se ha convertido en un agujero de la historia en pleno barrio de Chamberí. Empresas inmobiliarias o el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) han mostrado interés en adquirirlo, desde el Gobierno madrileño han existido voces para incorporarlo al patrimonio público de la ciudad... pero ahí sigue. Sin ver solución, entre legajos jurídicos en los tribunales y a punto de necesitar otra «inyección» de dinero público. Él es «gran enfermo» inmobiliario de Chamberí.

 

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10. Una española cuenta que dio remedios alternativos a su madre para curar el cáncer.

FUENTE: La Voz de Galicia

 

 

«No existe ninguna terapia complementaria o alternativa que por sí misma haya demostrado ser capaz de curar el cáncer. No existe». Míriam Algueró insiste en el mensaje porque conoce de primera mano la angustia y la desesperación que llevan a muchos pacientes y familias a caer en las redes de embaucadores y falsos médicos que prometen curas milagrosas. Así comienza el artículo que ha escrito Raúl Romar García en el periódico español La Voz de Galicia.

«Cuando le han puesto fecha de caducidad a tu madre no tienes claridad mental para saber qué es bueno o malo. Te agarras a lo que sea y buscas donde sea», explica. Le ha pasado a ella y a muchos otros. Por eso, a partir de su experiencia, decidió crear la Asociación de Oncología Integrativa de España y ahora acaba de publicar el libro Acompañar el cáncer. Guía para cuidadores de pacientes con cáncer.

No ofrece soluciones mágicas, sólo opciones contrastadas científicamente para mejorar la calidad de vida de los pacientes —nunca curar— y sus familiares, para evitar el sufrimiento y el desconcierto por el que pasaron ella y sus tres hermanas. Su padre había muerto por un cáncer linfático y, tres años después, a su madre le diagnosticaron un glioblastoma multiforme, uno de los tumores cerebrales más agresivos y, encima, en fase 4, su etapa final.

No había muchas esperanzas. Si no recibía tratamiento, a su madre le quedaban tres meses de vida y, si lo hacía, con quimioterapia y radioterapia combinada, podría subsistir hasta año y medio más, pero con pérdida de movilidad, de visión y del control de esfínteres. «Es decir, terminaría en silla de ruedas, ciegas y con un pañal», aclara Algueró. Pero fue su madre la que tomó la decisión de no tratarse, porque, aparte de su marido, contaba con otros antecedentes familiares que le revelaron la dureza del cáncer. No quería prolongar la agonía.

Fue entonces cuando Míriam y sus hermanas empezaron a buscar alternativas de todo tipo. «Mamá no se puede morir», se dijeron. Y empezó el carrusel de visitas a especialistas y a cualquiera que les ofreciese una posible solución. Valía cualquiera. «A mi madre le llegamos a dar agua con limón y bicarbonato de calcio, lo que te recomienda el cuñado», señala. También se encontraron con otro supuesto experto que les dijo que el tumor cerebral de su madre se debía a los empastes negros que tenía en la dentadura. «Pero cómo le íbamos a quitar diez dientes y muelas con tres meses que le quedaban de vida». Fue uno de los momentos de sensatez que tuvieron durante ese período.

Tampoco faltaron ofertas de la denostada, pero aún creíble para algunos, MMS. O, lo que es lo mismo, el clorito sódico en agua destilada defendida por el polémico agricultor reconvertido en curandero Josep Pàmies. Ahora, como presidenta de la Asociación de Oncología Integrativa, también recibe consultas de pacientes y familiares, que le preguntan por el MMS. «¿Qué mal tiene?, me dicen. Pues, aparte de que es lejía, cae mal al estómago. Si un paciente tiene problemas digestivos y le metes esto encima, no te va a comer, entra en caquexia y le puede dar una parada respiratoria», aclara, por si aún existen dudas.

«De lo que me di cuenta con mi madre —añade— es de que mucha gente atiende a pacientes y les promete cosas que luego no curan y les cobran una pasta. ¿Cuál es el problema? Que si no son médicos no puedes denunciar ante el colegio oficial para que los inhabiliten. Tienes que coger un abogado y denunciarlo, pero ya ni lo haces, porque estás en un estado en el que no tienes ánimos». Por ello insta a regular el sector de la medicina integrativa y las terapias complementarias.

Reclama que todo lo que se diga esté contrastado científicamente. Es lo que ha hecho en su libro, en el que habla de ejercicio físico, dieta, yoga, meditación u otras terapias para mejorar la calidad de vida de los pacientes, que no curar, con sus ventajas e inconvenientes en cada caso en que pueden convertirse en una opción complementaria. «La alimentación, por ejemplo, tampoco te cura el cáncer, pero lo que sí te hace es mejorar tu calidad de vida y, según se ha visto en estudios científicos, facilita que los pacientes respondan mejor a los tratamientos médicos», argumenta. Su madre, al final, murió tranquila en su casa cinco meses después del diagnóstico. «Cuando ella falleció, sentí la necesidad de difundir todo lo que habíamos aprendido». Fue su inspiración.

 

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La RIES es una red de expertos y estudiosos católicos sobre el fenómeno sectario y la nueva religiosidad, presentes en España y Latinoamérica, y abarcando las zonas lusoparlantes. Pretende ofrecer, también con este boletín informativo, un servicio a la Iglesia y a toda la sociedad. La RIES no se responsabiliza de las noticias procedentes de otras fuentes, que se citan en el momento debido. La RIES autoriza la reproducción de este material, citando su procedencia.