Cáritas Santander | Nuestro día a día • 03/01/2022

 

‘Caminante, no hay camino’

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

El viernes 31 de diciembre fue el último día de Francisco Sierra, ‘Fran’ en la casa, como secretario general de Cáritas Diocesana de Santander.

Muchos fueron los que se acercaron para agradecerle su labor al frente de la entidad durante todos estos años, que no han sido pocos: casi 14.

No es que se vaya lejos, porque en realidad seguirá trabajando dentro de Cáritas, en un nuevo departamento destinado a la inserción laboral cuyas dependencias están en el mismo edificio de Rualasal, pero si es cierto que se cierra una etapa y es justo reconocer el trabajo de quien ha dedicado tanto tiempo, tanto esfuerzo y tanta ilusión desde la Secretaría General.

Sonsoles López, nuestra directora, se despedía en el grupo de whatsapp con estas palabras: “un beso enorme, Fran. Catorce años secretario general de Cáritas Diocesana de Santander….GRACIAS de tantos y tantos corazones. Seguimos ‘trabajando por la justicia’. Juntos y juntas es más fácilˮ.

Y como regalo, le enviaba el poema ‘Caminante, no hay camino’, de Antonio Machado, que suena así en la voz de Serrat.

 

Todo pasa y todo queda

Pero lo nuestro es pasar

Pasar haciendo caminos

Caminos sobre la mar

Nunca perseguí la gloria

Ni dejar en la memoria

De los hombres mi canción

Yo amo los mundos sutiles

Ingrávidos y gentiles

Como pompas de jabón

Me gusta verlos pintarse de sol y grana

Volar bajo el cielo azul

Temblar súbitamente y quebrarse

Nunca perseguí la gloria

Caminante son tus huellas el camino y nada más

Caminante, no hay camino se hace camino al andar

Al andar se hace camino

Y al volver la vista atrás

Se ve la senda que nunca

Se ha de volver a pisar

Caminante no hay camino sino estelas en la mar

Hace algún tiempo en ese lugar

Donde hoy los bosques se visten de espinos

Se oyó la voz de un poeta gritar

Caminante no hay camino, se hace camino al andar

Golpe a golpe, verso a verso

Murió el poeta lejos del hogar

Le cubre el polvo de un país vecino

Al alejarse, le vieron llorar

«Caminante, no hay camino, se hace camino al andar»

Golpe a golpe, verso a verso

Cuando el jilguero no puede cantar

Cuando el poeta es un peregrino

Cuando de nada nos sirve rezar

Caminante no hay camino, se hace camino al andar

Golpe a golpe, verso a verso