Los jóvenes han transmitido con sus palabras cómo es “la familia que
queremos”, “la paz que añoramos”, “el compromiso que asumimos y “la
esperanza que necesitamos”. De este modo han subrayado que a los
jóvenes mexicanos les duelen “profundamente tantas realidades que
hoy afectan a nuestras familias”. Y así, han señalado que viven
realidades que son verdaderamente encrucijadas: mala educación
sexual, influencia negativa de los medios de comunicación, profunda
carencia afectiva, miedo al compromiso con la otra persona. A
propósito de la paz añorada, han asegurado que intentan que la
sociedad “aproveche el potencial que tenemos en la mente, en el
corazón y en nuestras manos para crear una cultura de igualdad y de
respeto”. Pero también, han advertido que algunos jóvenes son
atrapados “por la desesperación y nos dejamos llevar por la
avaricia, la corrupción y las promesas de una vida intensa y fácil,
pero al margen de la legalidad”. Y así, aumentan entre ellos las
víctimas “del narcotráfico, de la violencia, de las adicciones y la
explotación de personas”. Muchas familias –han asegurado– sólo han
podido llorar la pérdida de sus hijos, porque la impunidad ha dado
alas a quienes secuestran, estafan y matan.
Cada día –han
explicado los jóvenes– crece más la sensación de inconformidad por
el momento que estamos viviendo en México, pero también es urgente
que entendamos que gran parte de la solución está en nuestras manos.
Y por eso se comprometieron: a vencer la tibieza y los conformismos.
A vencer los miedos que acobardan e impiden enfrentar la vida. Y a
pensar más allá de las circunstancias individuales.
Finalmente, estos jóvenes han asegurado que saben que “son
esperanza para un futuro mejor” y saben que la esperanza la pueden
encontrar en Cristo Jesús.
El Papa ha subrayado, como ya hizo en su primer discurso a
México, que uno de los mayores tesoros de esta tierra mexicana son
sus jóvenes. Y no habló solo de esperanza sino de “riqueza”.
Entretanto preciso que no se puede vivir la esperanza, sentir el
mañana, “si primero uno no logra valorarse, si no logra sentir que
su vida, sus manos, su historia valen la pena”. La principal amenaza
a la esperanza –ha advertido– son los discursos que desvalorizan,
que hacen sentir de segunda. Y ha proseguido el Papa: “la principal
amenaza a la esperanza es cuando uno siente que no le importa a
nadie o que está dejado de lado. La principal amenaza a la esperanza
es cuando uno siente que da lo mismo que esté o que no esté. Eso
mata, eso nos aniquila y es puerta de ingreso a tanto dolor”.
Pontífice añadió: “La principal amenaza a la esperanza es
hacerte creer que uno empieza a ser valioso cuando se disfrazas de
ropas, marcas, del último grito de la moda, o cuando uno
tiene prestigio, o que uno es importante por tener dinero pero, en
el fondo, el corazón no cree que uno seas digno de cariño, digno de
amor. La principal amenaza es cuando uno siente que necesita tener
plata para comprar todo, incluso el cariño de los demás. La
principal amenaza es creer que por tener un gran auto uno es feliz”.
El Papa ha asegurado que entiende que es difícil sentir la
riqueza “cuando nos vemos expuestos continuamente a la pérdida de
amigos o de familiares en manos del narcotráfico, de las drogas, de
organizaciones criminales que siembran el terror”. Cuando “no se
tienen oportunidades de trabajo digno, posibilidades de estudio y
capacitación”, cuando “no se sienten reconocidos en los derechos
y terminan impulsándolos a situaciones límites”, cuando “se los
utiliza para fines mezquinos seduciéndolos con promesas que al final
no son tales”.
El Papa está convencido de que ellos son la riqueza porque, como
ellos, él cree en Jesucristo. Y “es Él quien renueva continuamente
en mí la esperanza, es Él quien renueve continuamente mi mirada”
dijo.
Francisco ha exclamado a los jóvenes: “Es mentira que la única
forma de vivir, de poder ser joven es dejando la vida en manos del
narcotráfico o de todos aquellos que lo único que están haciendo es
sembrar destrucción y muerte”. Porque es Jesucristo –ha asegurado–
quien desmiente todos los intentos de hacerlos inútiles, o meros
mercenarios de ambiciones ajenas.
Por eso, el Pontífice les ha dado un consejo: “Cuando todo
parezca pesado, cuando parezca que se nos viene el mundo arriba,
abracen su cruz, abrácenlo a Él y, por favor, nunca se suelten de su
mano, por favor, nunca se aparten de Él”. Y les ha pedido que “no
se dejen desvalorizar, no se dejen tratar como mercancía”.
Con amor y con claridad les ha recordado: “Jesús nunca nos
invitaría a ser sicarios, sino que nos llama discípulos”. Y
concluyó: “Él nunca nos mandaría al muerte, sino que todo en Él es
invitación a la vida”.
A continuación, los jóvenes le han regalado al Santo Padre una
canción que “sabemos que le gusta”. Y así, el papa Francisco y un
vibrante Estadio ha entonado “Vive Jesús el Señor”.
Publicamos a continuación el texto completo del discurso del papa
Francisco a los jóvenes de México en el Estadio Morelos y Pavón en
Morelia.
“Buenas tardes. Ustedes jóvenes de México, están aquí, a los que
están mirando por televisión, están escuchando. Y quiero enviar un
saludo y una bendición a los miles de jóvenes que en la
arquidiócesis de Guadalajara están reunidos en la plaza San Juan
Pablo II siguiendo lo que está pasando aquí. Y como ellos tantos
otros, pero me mandaron avisar que eran miles y miles allí reunidos
escuchando. Así que somos dos Estadios. La plaza San Juan Pablo II
de Guadalajara y nosotros aquí. Y después tantos otros.
Yo conocía
las inquietudes de ustedes porque me habían hecho llegar el borrador
de lo que más o menos iban a decir. Es verdad, para qué les voy a
mentir. Pero a medida que hablaban también iba tomando notas de
cosas que me parecían importantes, para que no quedaran en el aire,
si no aparecían en lo que yo resumí de lo que ustedes me habían
dicho, y como respuesta.
Les cuento que cuando llegué a esta tierra fui recibido con una
calurosa bienvenida, constaté ahí mismo algo que intuía desde hace
tiempo: la vitalidad, la alegría, el espíritu festivo del Pueblo
mexicano. «Ahorita»…, después de escucharlos, pero especialmente
después de verlos, constato nuevamente otra certeza, algo que le
dije al Presidente de la Nación en mi primer saludo. Uno de los
mayores tesoros de esta tierra mexicana tiene rostro joven, son sus
jóvenes. Sí, son ustedes la riqueza de esta tierra. Cuidado, no dije
la esperanza de esta tierra, dije: «Su riqueza». La montaña puede
tener minerales ricos, que van a servir para el progreso de la
humanidad, es su riqueza. Pero esa riqueza hay transformarla en
esperanza con el trabajo como hacen los mineros cuando van sacando
esos minerales. Ustedes son la riqueza. Hay que transformarla en
esperanza.
Y Daniela al final, echó un desafío y además también nos dio la
pista sobre la esperanza. Pero todos los que hablaron cuando
marcaban las dificultades, las cosas que pasaban decían una verdad
muy grande, que todos podemos vivir. Pero no podemos vivir sin
esperanza.
Sentir el mañana, no podemos sentir el mañana si primero uno no
logra valorarse, no logra sentir que su vida, sus manos, su historia
vale la pena. Sentir eso que Alberto decía que ‘con mis manos, con
mi corazón y con mi mente puedo construir esperanza’. Si yo no
siento eso, la esperanza no podrá entrar en mi corazón. La esperanza
nace cuando se puede experimentar que no todo está perdido, y para
eso es necesario el ejercicio de empezar «por casa», empezar por sí
mismo. No todo está perdido. No estoy perdido, yo valgo, yo valgo
mucho. Les pido silencio ahora. Cada uno se contesta en su corazón.
¿Es verdad que no todo está perdido? ¿Yo estoy perdido, estoy
perdida? ¿Yo valgo? ¿Valgo poco? ¿Mucho? La principal amenaza a la
esperanza son los discursos que te desvalorizan, te van como
chupando el valor y terminas como caído, ¿no es cierto? Como
arrugado con el corazón triste. Discurso que te hacen sentir de
segunda, sino de cuarta. La principal amenaza a la esperanza es
cuando sentís que no le importas a nadie o que estás dejado de lado.
Esa es la gran dificultad para la esperanza. Cuando en una
familia o en una sociedad, o en una escuela, o en un grupo de amigos
te hacen sentir que no les importas. Y eso es duro, es doloroso.
Pero sucede, ¿o no sucede? ¿Sí o no? Sí, sucede. Eso mata, eso nos
aniquila y esa es la puerta de ingreso para tanto dolor. Pero
también hay otra principal amenaza a la esperanza, la esperanza de
que esa riqueza que son ustedes crezca y dé su fruto. Y hacerte
creer que empiezas a ser valioso cuando te disfrazas de ropas,
marcas del último grito de la moda, o cuando te ponés prestigio,
importante por tener dinero pero, en el fondo, tu corazón no cree
que seas digno de cariño, digno de amor. Y eso tu corazón lo intuye.
La esperanza está amordazada por lo que te hacen creer, no te la
dejan surgir. La principal amenaza es cuando uno siente que tiene
que tener plata para comprar todo, incluso el cariño de los demás.
La principal amenaza es creer que por tener un gran «carro» sos
feliz. ¿Es verdad esto, que por tener un gran carro sos feliz?
Ustedes son la riqueza de México, ustedes son la riqueza de la
Iglesia. Y no les estoy, permítanme que les diga una frase de mi
tierra, no les estoy sobando el lomo, no los estoy adulando. Y
entiendo que muchas veces se vuelve difícil sentirse la riqueza
cuando nos vemos expuestos continuamente a la pérdida de amigos o de
familiares en manos del narcotráfico, de las drogas, de
organizaciones criminales que siembran el terror. Es difícil
sentirse la riqueza de una nación cuando no se tienen oportunidades
de trabajo digno, Alberto lo expresaste claramente. Posibilidades de
estudio y capacitación, cuando no se sienten reconocidos los
derechos que terminan impulsándolos a situaciones límites. Es
difícil sentirse la riqueza de un lugar cuando, por ser jóvenes, se
los utiliza para fines mezquinos seduciéndolos con promesas que al
final no son reales, son pompas de jabón. Es difícil sentirse rico
así. La riqueza la llevan adentro y la esperanza la llevan adentro.
Pero no es fácil por todo esto que les estoy diciendo y dijeron
ustedes.
Faltan oportunidades de trabajo, dijeron Alberto y Roberto. Pero,
pese a todo, esto no me voy a cansar de decirlo: ustedes son la
riqueza de México. Roberto vos dijiste una frase que se me escapó
cuando leí tu apunte. Quiero detenerme. Vos dijiste que perdiste
algo. Y no dijiste que perdí el celular, perdí la billetera con
plata, perdí el tren porque llegué tarde. Perdiste, perdimos el
encanto de disfrutar del encuentro, perdimos el encanto de caminar
juntos, perdimos el encanto de soñar juntos. Y para que esta riqueza
movida por la esperanza vaya adelante hay que caminar juntos, hay
que encontrarse, hay que soñar, no pierdan el encanto de soñar.
Atrévanse a soñar. Soñar, que no es lo mismo que estar dormilones,
eso no ¿eh?
No crean que les digo esto, de que ustedes son la riqueza de
México y esa riqueza con la esperanza va adelante, porque soy bueno,
o porque la tengo clara, no queridos amigos, no es así. Les digo
esto y estoy convencido, ¿saben por qué? Porque como ustedes creo en
Jesucristo. Y creo que Daniela fue muy fuerte cuando nos habló de
esto. Yo creo en Jesucristo y por eso les digo esto. Él es quien
renueva continuamente en mí la esperanza, es Él el que renueve
continuamente mi mirada. Es Él quien despierta en mí, o sea en cada
uno de nosotros, el encanto de disfrutar, el encanto de soñar, el
encanto de trabajar juntos. Es él quien continuamente me invita a
convertir el corazón. Sí, amigos míos, les digo esto porque en Jesús
yo encontré a Aquel que es capaz de encender lo mejor de mí mismo.
Y es de su mano que podemos hacer camino, es de su mano que una y
otra vez podemos volver a empezar, es de su mano que podemos
animarnos a decir: Es mentira que la única forma de vivir, de poder
ser joven es dejando la vida en manos del narcotráfico o de todos
aquellos que lo único que están haciendo es sembrar destrucción y
muerte. Eso es mentira y lo decimos de la mano de Jesús. Es también
de la mano de Jesús, de Jesucristo el Señor que podemos decir que es
mentira que la única forma que tienen de vivir los jóvenes aquí es
en la pobreza y en la marginación; en la marginación de
oportunidades, en la marginación de espacios, en la marginación de
la capacitación y educación, en la marginación de la esperanza. Es
Jesucristo el que desmiente todos los intentos de hacerlos inútiles,
o meros mercenarios de ambiciones ajenas. Son las ambiciones ajenas
las que a ustedes los marginan para usarlos en todas estas cosas que
yo dije y que saben y que terminan en la destrucción. Y el único que
me puede tener bien fuerte de la mano es Jesucristo. Él hace que
esta riqueza se transforme en esperanza.
Me han pedido una palabra de esperanza, la que tengo para darles,
la que está en la base de todo, se llama Jesucristo. Cuando todo
parezca pesado, cuando parezca que se nos viene el mundo encima,
abracen su cruz, abrácenlo a Él y, por favor, nunca se suelten de su
mano aunque les esté llevando adelante arrastrando. Y si se caen una
vez, déjense levantar por Él. Los alpinistas tienen una canción muy
linda que a mí me gusta repetirla a los jóvenes. Mientras suben van
cantando: ‘En el arte de ascender, el triunfo no está en no caer
sino en no permanecer caído’. Ese es el arte. ¿Y quién es el único
que te puede agarrar de la mano para que no permanezcas caído?
Jesucristo. El único. Jesucristo que a veces te manda un hermano
para que te hable y te ayude. No escondas tu mano cuando estás
caído. No le digas no me mires que estoy embarrado o embarrada. No
me mires que ya no tengo remedio. Solamente déjate agarrar la mano y
agárrate a esa mano. Y la riqueza que tienes adentro, sucia,
embarrada, dada por perdida, va a empezar otra vez de la esperanza a
dar su fruto pero siempre pero siempre agarrado de la mano de
Jesucristo. No se olviden. En el arte de ascender, el triunfo no
está en no caer sino en no permanecer caído. No se permitan
permanecer caídos. Nunca ¿De acuerdo? Y si ven un amigo o una amiga
que se pegó un resbalón en la vida y se cayó, anda y ofrécele la
mano. Ofrécesela con dignidad. Ponte al lado de él, al lado de ella,
escúchalo. No le digas ‘te traigo la receta’ No, como amigo,
despacito, dale fuerza con tu palabra, dale fuerza con la escucha.
Esa medicina que se va olvidando la “escucho-terapia”. Déjalo
hablar, déjalo que te cuente y entonces poquito a poco te va a ir
extendido la mano y vos lo vas a ayudar en nombre de Jesucristo.
Pero si vas de golpe y empiezas a predicarle y a darle, darle, pues
pobrecito lo vas a dejar peor que como estaba. ¿Está claro?
Nunca se suelten de la mano de Jesucristo. Nunca se aparten de
Él. Y si se apartan, se levantan y sigan adelante. Él comprende lo
que son estas cosas. Porque de la mano de Jesucristo es posible
vivir a fondo, de su mano es posible creer que la vida vale la pena,
vale la pena dar lo mejor de sí, ser fermento, ser sal, ser luz en
medio de sus amigos, de sus barrios, de su comunidad, en medio de la
familia. Después Rosario voy a hablar un poquito de esto que vos
dijiste de la familia. Por eso, queridos amigos, de la mano de Jesús
les pido que no se dejen excluir, no se dejen desvalorizar, no se
dejen tratar como mercancía. Jesús nos dio un consejo para esto,
para no dejarnos excluir, para no dejarnos desvalorizar. Sean
astutos como serpientes y humildes como palomas. Las dos virtudes
juntas. A los jóvenes viveza no les falta, a veces les falta la
astucia para que no sean ingenuos. Las dos cosas, astutos pero
sencillos, bondadosos. Es cierto, que por este camino capaz que no
tendrán el último carro en la puerta, no tendrán los bolsillos
llenos de plata, pero tendrán algo que nadie nunca podrá sacarles
que es la experiencia de sentirse amados, abrazados y acompañados.
Es el encanto de disfrutar del encuentro, el encanto de soñar en el
encuentro de todos. Es la experiencia de sentirse familia, de
sentirse comunidad. Y es la experiencia de mirar al mundo, a la
cara, con la frente alta. Sin el carro, la plata, pero la frente
alta, la dignidad. Tres palabras que las vamos a repetir: riqueza,
que se la dieron; esperanza porque quieren abrirse a la esperanza;
dignidad. ¿Lo repetimos? Riqueza, esperanza, dignidad. La riqueza
que Dios le dio a ustedes, ustedes son la riqueza de México. La
esperanza que les da Jesucristo. Y la dignidad que les da el no
dejarse sobar el lomo y ser mercadería para los bolsillo de otros.
Hoy el Señor los sigue llamando, los sigue convocando, al igual
que lo hizo con el indio Juan Diego. Los invita a construir un
santuario. Un santuario que no es un lugar físico, sino una
comunidad, un santuario llamado parroquia, un santuario llamado
Nación. La comunidad, la familia, el sentirnos ciudadanos, es uno de
los principales antídotos contra todo lo que nos amenaza, porque nos
hace sentir parte de esta gran familia de Dios. No para refugiarnos,
no para encerrarnos, para escaparnos de las amenazas de la vida o
los desafíos, al contrario, para salir a invitar a otros; para salir
a anunciar a otros que ser joven en México es la mayor riqueza y por
lo tanto, no puede ser sacrificada. Y porque es riqueza es capaz de
tener esperanza y nos da dignidad. Otra vez las tres palabras.
Riqueza, esperanza y dignidad. Riqueza, esa que Dios nos dio y
tenemos que hacer crecer.
Jesús, el que nos da la esperanza, nunca nos invitaría a ser
sicarios, sino que nos llama discípulos, nos llama amigos. Jesús
nunca nos mandaría al muere, sino que todo en Él es invitación a la
vida. Una vida en familia, una vida en comunidad; una familia y una
comunidad a favor de la sociedad. Y aquí Rosario retomo lo que vos
dijiste, una cosa tan linda. En la familia se aprende cercanía, se
aprende solidaridad, se aprende a compartir, a discernir, a llevar
adelante los problemas unos de otros, a pelearse y arreglarse, a
discutir y abrazarse y besarse. La familia es la primera escuela de
la nación. Y en la familia está esa riqueza que tienen ustedes. La
familia es como quien custodia esa riqueza. Y en la familia van a
encontrar esperanza porque está Jesús. Y en la familia van a tener
dignidad. Nunca, nunca dejen de lado la familia. La familia es la
piedra de base de la construcción de una gran nación. Ustedes son
riqueza, tienen esperanza y sueñan, también Rosario habló de soñar.
¿Ustedes sueñan con tener una familia? Casi no escuché la respuesta
¿eh?
Queridos hermanos ustedes son la riqueza de este país y, cuando
duden de eso, miren a Jesucristo, que es la esperanza, el que
desmiente todos los intentos de hacerlos inútiles, o meros
mercenarios de ambiciones ajenas.
Les agradezco este encuentro y les pido que recen por mí.
Gracias”.
Leer también:
El Papa al clero Mexicano, no somos ni queremos ser funcionarios de
lo divino
8.35 Salida en avión hacia Ciudad Juárez. (16:30 hora central
europea). 16,30
10.00 – Llegada al aeropuerto internacional “Abraham González” de
Ciudad Juárez (17:00 hora central europea).
10.30 – Visita al Centro de Readaptación Social (Cereso) número 3
(Discurso). (18:30 hora central europea).
12.00 – Encuentro con el mundo del trabajo en el Colegio de
Bachilleres del Estado de Chihuahua (Discurso). (20:00 hora
central europea)
16.00 – Santa Misa en el área de la feria de Ciudad Juárez
(Homilía). (media noche, hora central europea).
19.00 – Ceremonia de despedida en el aeropuerto internacional de
Ciudad Juárez. (3:00 de la madrugada, hora central europea)
19.15 – Salida en avión hacia el aeropuerto de Ciampino en Roma.
(3:15 de la madrugada, hora central europea).
La visita del Papa Francisco revoluciona a México y su presencia
atrae multitudes. Es una visita apostólica destinada a reforzar la
fe del pueblo, pero que no deja de poner el dedo en distintas
llagas.
En Estados Unidos, donde los hispanos constituyen casi
un 50 por ciento de los católicos, la visita del Papa a México
está teniendo un impacto importante. Hemos podido entrevistar a
cuatro líderes de la Iglesia en Estados Unidos solicitándoles que
nos compartan sus opiniones al respecto de la visita del Papa
Francisco a México y la relación de la Iglesia de EEUU con
Latinoamérica.
El Arzobispo Joseph Kurtz, presidente de la Conferencia
Episcopal de EEUU expresó que se siente muy solidario con sus
hermanos en Latinoamérica, y que los obispos de Estados Unidos
están encantados con la relación con sus pares hispanos, en
particular “somos fans del Papa Francisco y nos deleitamos en que
nuestro Santo Padre venga de Latinoamérica”, y añadió: “Quiero
tener un corazón latino”.
Sobre la relación de la Iglesia de EEUU con América Latina, el
arzobispo Kurtz expresó que es muy particular, “dado que muchos de
los católicos de mi país son latinos, al punto que cuando
construimos puentes, lo hacemos con los abuelos, con las familias
y con sus niños, cuyos miembros pueden estar viviendo algunos en
un país y otros en otro”.
Y expresó además su gratitud “a los hermanas, hermanos
comprometidos, a los sacerdotes y catequistas que vienen a nuestro
país con la misión de servir a muchos, especialmente a los
latinos”. Consideró además que hay muchos dones que las familias
latinas han brindado a EEUU”.
Sobre la migración, el arzobispo Kurtz recordó que “los obispos
de EEUU por muchas décadas hemos estado al frente de la lucha por
una reforma migratoria integral”. Y si bien aseguró que es
necesaria la seguridad en las fronteras, “nosotros queremos se
instituyan formas legales para que la gente pueda venir a EEUU, de
manera que las familias separadas logren reencontrarse”.
El arzobispo estadounidense informó además que este miércoles,
cuando el papa Francisco esté celebrando su última misa en suelo
mexicano, en Ciudad Juárez, él se encontrará en la lindante ciudad
de El Paso, con cientos de fieles que seguirán la misa por TV,
dando así una muestra de unidad de los pueblos, y de la
solidaridad de destinos entre ambos lados, a la que nos llama
Jesús, a través del Santo Padre.
La Dra. Patricia Jiménez, líder hispana en EEUU y Co-Cordinadora
del Equipo de Comunicaciones para el V Encuentro Nacional de
Pastoral Hispana por su parte profundizó el impacto de la
visita del Papa a México desde una perspectiva comunicacional,
especialmente gracias a las nuevas tecnologías.
“El pueblo hispano en Estados Unidos sigue la visita del Santo
Padre en México por medio de la programación de televisión” indicó
si bien “las generaciones más jóvenes y los que llevamos a cabo
una pastoral digital aprovechamos las nuevas tecnologías para ver
video en vivo y difundir por los medios sociales nuestras
emociones, captar y compartir lo que el pueblo mexicano esta
viviendo durante su visita”.
Y concluyó señalando que “tanto os méxico-estadounidenses, que
los mexicanos, sentimos un gran orgullo al poder ver al primer
papa latinoamericano oficiar en la Basílica de Guadalupe y al ver
nuestra bandera mexicana bajo la imagen de Nuestra Señora de
Guadalupe”.
Leer la segunda parte de la entrevista
Lo indicó la directora ejecutiva de Diversidad Cultural, de la
Conferencia Episcopal de EEUU, Mar Muñoz-Visoso, al ser
entrevistada por ZENIT.
Y señaló como “el interés de las
principales televisoras hispanas en Estados Unidos por dar amplia
cobertura a la visita indica el gran entusiasmo de la gente por
seguirla desde aquí”. Además de que “muchos cientos de miles más
de personas la están siguiendo por las redes sociales”.
Sobre la relación entre la Iglesia de México y la de EEUU,
Muñoz-Visoso explicó: “El Santo Padre animó a los obispos de
México a estrechar los lazos con los obispos estadounidenses y a
hacerse presente entre su gente que emigra al norte. Los obispos
de ambos países llevan años colaborando en materia de inmigración,
de atención pastoral y social a los migrantes, en ambos lados de
la frontera”.
“Los obispos estadounidenses, en un gesto solidario –añadió Mar
Muñoz– han querido estar presentes de manera oficial en diferentes
actos del Papa en México, como en otros actos solidarios
organizados por la diócesis tejana de El Paso, al otro lado de la
frontera con Ciudad Juárez.”
Así “miles de personas en El Paso estarán siguiendo con
atención la misa en ciudad Juárez retransmitida en directo a un
estadio situado en este lado de la frontera”. En cambio, añadió,
“otro grupo más reducido participará a un evento solidario en una
presa junto al río, por el que cruzan cada día muchos migrantes,
poniendo en riesgo sus vidas, y demasiado a menudo perdiéndola”.
“También estarán allá en el Paso –precisó la
activista– diversos obispos, representantes de la Conferencia
Episcopal estadounidense y de Catholic Relief Services, quienes
realizan muchas tareas de ayuda en México y toda América Latina.
Así podrán saludar al Santo Padre y a nuestros hermanos mexicanos
del otro lado de la frontera”.
Además, “en nombre del pueblo hispano en Estados Unidos, el
Secretariado de Diversidad Cultural, se hará presente
trayendo la Cruz de Los Encuentros que el Papa bendijo en
Filadelfia, para estar con el Papa, con nuestros hermanos
migrantes y con el pueblo mexicano. Porque para compartir la fe y
para hacer el bien, no hay fronteras”.
Por su parte desde la Conferencia Episcopal de EEUU, su
director para la Iglesia en América Latina, el padre Juan Molina,
respondiendo sobre el impacto en EEUU de la visita del Papa a
México, aseguró que “la visita del Papa a EEUU animó a los
hispanos en la fe católica y también en la conciencia de ser
latinos en los EEUU, para que vivan su fe, se sientan incluidos
en este país” y al mismo tiempo “a proyectarse desde sus propias
raíces, así como en la integración entre la Iglesia en Roma, en
los EEUU y en toda América Latina”.
Añadió que los obispos de Estados Unidos están muy contentos
por este viaje y por ello varios “han viajado para acompañarlo y
estar junto al pueblo latino que lo recibe allí”.
Sobre consecuencias previsibles de esta visita del Papa
Francisco a México, el padre Juan Molina expresó: “Entiendo que
este viaje es muy especial para Centroamérica y México. El Papa ha
recorrido el sur, el centro y el norte, donde concluye con la
visita a Ciudad Juárez, en la frontera norte. Creo que todo eso
tiene mucho significado, especialmente en lo referente a
inmigración, la problemática relativa a la industria extractiva y
lo referente a los indígenas, motivo por el cual fue al sur de
México”.
“Esto está vinculado –añadió el sacerdote– a la justicia
social, pero como siempre también es esencial la animación de la
fe de los católicos, que es el trabajo del Santo Padre como
sucesor de Pedro”.
El encargado de relaciones con la Iglesia de América Latina,
recordó que aproximadamente el 83 por ciento de los mexicanos se
consideran católicos. “Ahí tenemos también el testimonio de la
Virgen de Guadalupe. Ayudará a profundizar bastante la fe. Y al
hablar de los temas sociales, podemos también ser conscientes de
la atracción que sigue ejerciendo el catolicismo, especialmente
los constantes llamados del Papa sobre nuestra responsabilidad
social”. Y remató: “Que además de tener una profunda devoción a
Jesús y a María, también tengamos preocupación y nos sintamos
responsables por lo que sucede a nuestro alrededor, eso atrae
mucho”.
Leer la primera parte de la entrevista
En su último día en México, el papa Francisco viaja este miércoles a
Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua, para visitar una cárcel,
mantener un encuentro con empresarios y trabajadores y presidir una
celebración eucarística multitudinaria en la frontera con Estados
Unidos.
Según el programa previsto, el Santo Padre ha salido
desde la Nunciatura Apostólica, donde ha pernoctado, rumbo al
aeropuerto de Ciudad de México alrededor de las 7:45 hora local,
despidiéndose de la capital azteca y su gente desde el papamóvil.
Tras un largo recorrido por las calles abarrotadas de fieles, el
Pontífice ha llegado al aeropuerto internacional Benito Juárez. Una
vez allí, ha tomado el avión de Aeroméxico que le llevará a la
ciudad fronteriza de Ciudad Juárez. El vuelo ha despegado a las 9 de
la mañana y está prevista su llegada al aeropuerto internacional
Abraham González a las 10:00 horas.
Desde la terminal aérea, el papa Francisco se trasladará en un
vehículo descubierto al centro penitenciario Cereso 3, para su
visita y posterior encuentro con los internos.
Este miércoles, última jornada de su viaje a México, el papa
Francisco la va a dedicar a Ciudad Juárez. El Santo Padre ha llegado
al aeropuerto internacional Abraham González alrededor de las 10:00
horas locales, donde ha sido recibido por el obispo José Guadalupe
Torres Campos, varios monaguillos y el canto de algunos coros. Tras
el caluroso recibimiento, el papamóvil ha iniciado su recorrido por
las calles abarrotadas de gente. Entre los diferentes puntos de
reunión programados hay 42 kilómetros, por lo que la comitiva papal
va a tener que cruzar una ciudad fuertemente custodiada por las
fuerzas de seguridad.
En las vallas, el Pontífice ha sido acogido
con jubileo por grupos de campesinos, familiares de víctimas de la
violencia, de desaparecidos, empleados de la industria maquiladora,
amas de casa y estudiantes, además de alrededor de 80 mil
voluntarios de la diócesis de Ciudad Juárez.
A su paso, el Papa se ha encontrado con calles recién pintadas,
árboles recién plantados y unos carteles publicitarios de color rosa
que proclaman que “Juárez es amor” y que están “orgullosos de
Juárez”. Nada más llegar a la ciudad fronteriza con Estados Unidos,
Francisco se ha dirigido al Centro de Readaptación Social Número 3,
un centro penitenciario denominado Cereso 3.
Las autoridades locales han asegurado a los medios locales que la
violencia en Ciudad Juárez ha disminuido en los últimos años, pero
muchos habitantes aún están afectados por el efecto devastador de
las guerras del narcotráfico. En esta tristemente conocida
localidad, considerada uno de los lugares más violentes del mundo y
con un alto índice de feminicidios, se prevé otra intensa jornada
del Santo Padre.
Durante su visita al penal, el Pontífice será recibido por unos
250 familiares de los internos. Posteriormente, pasará a una capilla
donde le esperan unas cien personas del servicio de pastoral
penitenciaria y empleados de la fiscalía. Y poco después, se reunirá
con unos 700 presos.
Luego, mantendrá un encuentro con el mundo del trabajo en el
gimnasio del Colegio de Bachilleres del Estado de Chihuahua. Al
término de este acto, almorzará en el Seminario Diocesano.
Por la tarde, el Papa oficiará la misa en el borde del Río Bravo,
frontera con El Paso (Texas). Al anochecer del día 17, Francisco
regresará a Roma, dando por finalizada su vista apostólica al país
azteca.
Ambos fueron recibidos por un colaborador del gran imán, Abbas
Shuman, a quien monseñor Ayuso le entregó una carta con la que el
cardenal Jean Louis Tauran, presidente del citado dicasterio,
invita al gran imán Ahmed al-Tayeb a mantener una audiencia
oficial con el papa Francisco en la Ciudad del Vaticano, aunque
todavía no hay fecha para el encuentro.
La reunión entre los
representantes de la Santa Sede y el colaborador del líder suní se
desarrolló en un “clima de gran cordialidad” y se acordó “la
importancia de proseguir e intensificar el diálogo por el bien de
la humanidad”.
El tema del seminario fue “Cincuenta años después de la Apostolica
Sollicitudo. El Sínodo de los Obispos al servicio de una Iglesia
sinodal” y la finalidad ha sido la de profundizar el discurso
hecho el 17 de octubre de 2015 por el Santo Padre, en ocasión de
la institución por el beato Pablo VI del Sínodo de los Obispos. Al
encuentro participaron diversos docentes de eclesiología y derecho
canónico provenientes de varias facultades eclesiásticas de
diversos países.
Lo indicó un comunicado de la secretaría
general del Sínodo de los Obispos, difundido hoy por la Oficina de
Prensa de la Santa Sede.
“Durante los trabajos emergió la exigencia de encuadrar el
Sínodo de los Obispos en un marco más amplio de una eclesiología
sinodal”, indica el comunicado difundido hoy por la secretaría del
Sínodo. “Una perspectiva que lleva a concebir la autoridad
episcopal ‘en Synodo’, como servicio al Pueblo de Dios”,
concibiendo a los obispos como quienes “representan singularmente
a la propia Iglesia y colegialmente a la Iglesia entera, volviendo
al Colegio episcopal la epifanía de la ‘communio Ecclesiarum’”.
“En el caso específico del Sínodo de los Obispos, descubrir
nuevamente la subjetividad del Pueblo de Dios y de la relación
constitutiva que cada Obispo tiene con la propia Iglesia y
simultáneamente con la Iglesia Universal, necesita tomar en
consideración en los procesos sinodales no solamente al Obispo de
Roma y del episcopado, sino también a los fieles”, indica el
comunicado.
Así se indica que, la preparación, la celebración y la
actuación son etapas consecutivas de un proceso sinodal en el que
la asamblea sinodal es la fase culminante. Y tomando experiencia
de los dos últimos sínodos, indican que la consulta al Pueblo de
Dios debería ser estable, porque “de acuerdo a la indicación de la
exhortación apostólica Evangelii Gaudium, se afirma que el Pueblo
de Dios es «infallibile “in credendo”» (n.119)”.
Algunas intervenciones, señala el comunicado, han deseado
escuchar más e involucrar más a los fieles que participan en la
Asamblea sinodal, “valorizando la intervención de los expertos y
auditores, porque si bien sin derecho de voto”, ellos “pueden
desarrollar un rol relevante en el proceso de discernimiento y
decisión, según la más antigua tradición sinodal”.
Para valorizar las tres fases de la Asamblea sinodal se
reflexionó “sobre las tareas del Consejo de la Secretaría general
del Sínodo de los Obispos, en el cual se pueda prospectar en
cierto modo el carácter permanente del organismo sinodal”, tomando
en consideración los sínodos de las Iglesias de Oriente, para un
desarrollo sinodal que pase de ‘evento’ a ‘proceso’.
En vista de una revisión de la normativa sobre el Sínodo de los
Obispos se expresó el deseo de que el Sínodo radique
estructuralmente “en el contexto de una eclesiología sinodal”.
Los trabajos del simposio “concluyeron siendo conscientes que
el discurso del Santo Padre por el cincuenta aniversario del
Sínodo de los Obispos, es uno de los textos programáticos y
teológicamente más exigentes para la Iglesia”.
El papa Francisco expresó sus
condolencias por el fallecimiento el pasado 16 de febrero del
secretario emérito de las Naciones Unidas (ONU), el egipcio
Boutros Ghali, en un telegrama enviado por el secretario de
Estado, el cardenal Pietro Parolín, al actual número uno de la
ONU, Ban Ki-moon.
Lo indicó este miércoles por mañana la Oficina de Prensa de la
Santa Sede, dando a conocer el texto del telegrama y precisando
que el Santo Padre hace extensivo su pésame a la familia del
fallecido, así como a todo el personal de las Naciones Unidas y
pide a Dios que otorgue consuelo y fortaleza a cuantos lloran su
pérdida.
Boutros Ghali, académico y ex vice ministro de
Relaciones Exteriores de Egipto, fue el sexto secretario general y
guió a la ONU desde 1992 a 1997.
Telegrama
Su excelencia Ban Ki-moon, secretario general de las Naciones
Unidas, Nueva York
Su Santidad el papa Francisco se entristeció al enterarse de la
muerte del ex-secretario general Boutros Boutros-Ghali, y extiende
su más sentido pésame a usted y a sus colegas de la Organización
de las Naciones Unidas. Recordando el servicio generoso del Sr.
Boutros-Ghali, a su país y a la comunidad internacional, Su
Santidad le asegura su oración por el eterno descanso del
ex-secretario general, e invoca las bendiciones divinas de paz y
fortaleza para los miembros de su familia y todos los que lloran
su pérdida.
Cardenal Pietro Parolin – Secretario de Estado
Tres acontecimientos nos muestran que la misericordia rompe
fronteras y nos hace buscar siempre al otro, sea quien sea. Estos
son: 1. La reunión del Consejo de Pastoral Diocesano; 2. El abrazo
del Papa Francisco y el patriarca Kiril en La Habana; y 3. El
viaje apostólico del Papa Francisco a México. El grito de tantas
personas hambrientas de amor, de paz, de alegría, de soledad, de
miseria, de violencia, de hambre, de fraternidad, de perdón, llega
hasta nosotros. Y no puedo dejar de deciros aquellas palabras que
el Papa san Juan Pablo II formuló: «Hay un límite impuesto al mal
por el bien divino y es la misericordia» (Mensaje de Cuaresma de
2005). ¡Qué fuerza tienen estos tres acontecimientos, pues la
misericordia elimina las indiferencias y los descartes en los que,
con bastante frecuencia, nos encontramos viviendo los hombres!
Creedme, somos destinatarios de la misericordia de Dios, pues nos
ama con un amor obstinado y envuelve nuestra vida con su
inagotable ternura.
¿Cómo acompañar a los hombres para que
todos, eliminado indiferencias, descartes y enemistades, demos la
vida para mostrar esta realidad que hace posible que seamos una
gran familia, donde todos nos pongamos al servicio de los otros y,
con más fuerza aún, demos la mano a quienes más lo necesitan? Esto
no es un sueño, es posible no con nuestras fuerzas, sino con la
fuerza de Dios: su misericordia, su amor desmedido. Solamente la
misericordia divina ilumina el misterio del hombre; sí, la
misericordia como fuerza de Dios, como límite divino contra el mal
del mundo. Hay dos misterios con los que nos enfrentamos: el del
sufrimiento humano y el de la misericordia divina. Los dos están
en recíproca armonía gracias al misterio de la Cruz de Cristo.
Como nos recordaba el Papa san Juan Pablo II y nos lo sigue
diciendo el Papa Francisco: «La Cruz es la inclinación más
profunda de la divinidad hacia el hombre, es el toque de amor
eterno sobre las heridas más dolorosas de la existencia terrena
del ser humano» (Discurso a los enfermos en Polonia 2006). La
misericordia es el vestido de luz que el Señor nos regaló en el
Bautismo. Atrevámonos a llevar este vestido como nos dicen estos
acontecimientos.
1. La reunión del Consejo de Pastoral Diocesano:
El encuentro tenía una formulación precisa: retos que el Papa
Francisco está proponiendo a la Iglesia. Después de una breve
reflexión que dirigí, comenzaron a trabajar los grupos. La
síntesis de su trabajo es esta: «estemos con los ojos muy atentos
a lo que sucede»; «muy disponibles para escuchar y acoger en todos
los lugares donde estamos: familia, trabajo, otras situaciones»;
«demos siempre respuestas como cristianos, con comunidades
empapadas de misericordia»; «que la Iglesia sea portadora siempre
de esperanza». Hay que «hacer ver con nuestra vida que en este
mundo está Dios y se acerca a la realidad en la que vivimos para
darnos su luz», y lograr «que nuestros encuentros tengan y generen
vínculos afectivos con misericordia». «El ser humano no quiere ser
tolerado, quiere y desea ser amado y este deseo es todo menos
mediocre, no es una filantropía llena de palabras, es lo que da
sentido a los humanos y por supuesto a los que están heridos»;
«tiene una importancia fundamental descubrir que uno se hace
cristiano al encontrarse con Jesucristo»; «buscar espacios de
acogida que favorezcan el encuentro eliminando las etiquetas que
nos separan y dividen». «Busquemos los encuentros a través de los
espacios y oportunidades que nos da el poner en práctica las obras
de misericordia, tanto espirituales como corporales»; debemos
«luchar contra la indiferencia y el descarte con el arma de la
misericordia»; «apostar por la evangelización primera, cuando se
han roto los vínculos de transmisión de la fe», y «vivir con dos
ejes: I. La identidad: lograda en el encuentro personal con Cristo
en la Iglesia y asumiendo tener conciencia de que no es malo ser
diferente por vivir con todas las consecuencias ser cristiano, al
contrario, somos dadores de salud, y II. La misión: realizada en
la mística de salida, desde donde cada uno estamos, desde el
testimonio de comunidades vivas que descubren cómo debe estar la
Iglesia en medio del mundo». En esta Cuaresma, el Consejo hizo dos
propuestas que asumo totalmente: que todas las comunidades tengan
una hucha donde meter el dinero del que prescindimos y que este
vaya a los niños de nuestra Iglesia Diocesana que no pueden comer;
así como llevar a cabo un proyecto para los jóvenes, una Casa de
la Esperanza y de la Misericordia llevada por ellos para hacer
viable y visibles las obras de misericordia.
2. El encuentro y abrazo del Papa Francisco con el
patriarca Kiril en La Habana: ¿Por qué Jesús pide un amor
que excede la capacidad humana? La propuesta de Cristo es muy
realista, pues lo que tiene en cuenta es este mundo donde hay
demasiada violencia e injusticia, mucha indiferencia y descarte.
Todo ello solamente se puede superar contraponiendo un plus de
amor, un amor que viene de Dios que es su misericordia. Este amor
es lo único que puede desequilibrar el mundo del mal hacia el
bien. El abrazo que se dieron el Papa Francisco y el patriarca
Kiril ha querido ser una muestra de ese amor, que es el único que
nos puede llevar a esa unidad de la Iglesia tan pedida y deseada
por Jesucristo. Un abrazo y dos palabras que nos envuelven a
todos: «Somos hermanos». Este abrazo nos hizo entrar en sintonía
con el Corazón de Cristo «rico en misericordia» que nos pide amar
a todos y que nos hace entrar y vivir las cuatro estaciones de la
misericordia: no juzgar, no condenar, perdonar y dar. ¡Qué abrazo
más elocuente! Allí se armonizaban las dos miradas con la de
Cristo, los dos corazones con el de Cristo; se veía que el camino
para llegar a ser testigos creíbles de este amor es mostrar con
palabras y obras que «somos hermanos». Somos hermanos y defendemos
a la familia, la vida, a los más pobres; trabajamos por eliminar
la persecución de los cristianos, el éxodo masivo de tantos por el
terror u otras causas. El milenio de discordias ha terminado, con
ese abrazo comienza un camino de unidad logrado en la misericordia
que nos ha regalado como gracia Jesucristo.
3. El viaje apostólico del Papa Francisco a México:
Aunque tendré más ocasiones de hablar explícitamente del viaje, me
gustaría resaltar que hasta ahora todas sus intervenciones y
encuentros han sido para eliminar fronteras, indiferencias,
descartes e ignorancias con el arma de la misericordia. Para poner
en el centro a la persona, a quienes hemos descentrado:
emigrantes, indígenas, pobres en todas las dimensiones de la vida.
Y animar a quienes tenemos la misión de ser pastores entre los
hombres a vivir al estilo y manera del Buen Pastor, buscar salidas
diferentes a la guerra y a la muerte, clamar por la paz, condenar
la indiferencia ante las diversas crisis que afectan a la
humanidad, abrir espacios de diálogo que se formulen en salidas
concretas de misericordia entrañable. Los discursos que el Sucesor
de Pedro nos está entregando están marcados por la cercanía y la
claridad en su mensaje evangélico, por tocar los verdaderos
problemas que solamente tienen solución eliminando fronteras con
la misericordia. Nosotros, en los lugares donde vivimos y estamos,
si queremos resolver los problemas que tenemos, necesitamos mirar
más a los pobres para que nuestro trabajo esté el servicio de
todos y no para buscar el poder. Solamente el camino de la
misericordia da salidas para todos. Vayamos con el Papa Francisco
para acoger el regalo de la misericordia, cuidarla y anunciarla.
Con gran afecto, os bendice,
+ Carlos, arzobispo de Madrid