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ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 08 de marzo de 2013

La frase del día

La felicidad la hace solamente uno mismo con la buena conducta.

Sócrates (Atenas, 470 a.C-id, 399 a.C)

 


Benedicto XVI

¿Qué estará haciendo el "papa-monje"?
Hace una semana que Benedicto XVI se retiró del papado

Cónclave

Fijada la fecha del cónclave para este martes 12
Lo decidió hoy por la tarde la Congregación General del Colegio Cardenalicio

La mujer tema recurrente en las intervenciones de los cardenales esta mañana
En la séptima congregación general las exposiciones de los purpurados superaron las cien

Cardenal John Olorunfemi Onaiyekan
Nacido el 29 de enero de 1944

Cardenal Jean-Pierre Ricard
Nacido el 25 de septiembre de 1944

Cardenal Gianfranco Ravasi
Nacido el 18 de octubre de 1942

Cardenal André Vingt-Trois
Nacido el 7 de noviembre de 1942

Cardenal Angelo Bagnasco
Nacido el 14 de enero de 1943

Cardenal Sean Patrick O'Malley
Nacido el 29 de junio de 1944

Cardenal Marc Ouellet
Nacido el 8 de junio de 1944

Cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga
Nacido el 29 de diciembre de 1942

Mirada al mundo

El cardenal Urosa celebró un funeral en Roma por el presidente Hugo Chávez
Pidió rezar por el pueblo de Venezuela ''para que vivamos unidos, podamos trabajar siempre y resolver nuestros conflictos en paz''

Educación

El sacerdote y la transmisión de la fe

Homilética

Las condiciones esenciales del predicador
Cómo mejorar nuestra predicación sagrada

SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA

San Juan de Dios
«Locura de amor divino»

Comentario al Evangelio

Misericordia sin límites
Comentario al evangelio del Domingo 4° de Cuaresma/C


Benedicto XVI


¿Qué estará haciendo el "papa-monje"?
Hace una semana que Benedicto XVI se retiró del papado

Por Jose Antonio Varela Vidal

ROMA, 08 de marzo de 2013 (Zenit.org) - Se ha cumplido una semana desde que el papa emérito Benedicto XVI vive aislado del mundo, dedicado como él mismo lo anunció, a “la oración y el retiro”. Estamos seguros que no esperará los dos meses previstos para su ingreso al monasterio vaticano, a fin de vivir ya ese recogimiento que siempre quiso, aún antes de ser elegido papa.

En medio de anuncios de fechas y nombres del Cónclave, ZENIT ha querido recordar este tiempo transcurrido ya sin él, a través de una entrevista exclusiva con el padre Gabriel María Ola, monje benedictino guatemalteco, quien cumple las funciones de superior Ad nutum abbatis generalis de la Abadía de Santa María del Pilastrello en Lendinara-Rovigo, ubicada en la región italiana del Véneto.

De este modo podremos imaginar cómo estará ya viviendo Benedicto XVI sus días, y a la vez conoceremos algo de la vida de los monjes guiados por el padre Ola, quienes según hemos sabido, leen ZENIT para tener presente al mundo en sus oraciones…

¿Cómo será un día en la vida del papa emérito al interior del monasterio vaticano?

--Padre Gabriel Ola: Siendo un monasterio, seguramente el hilo conductor será la intensa oración de cada día. La Liturgia de las Horas permite al monje el poder transcurrir la jornada santificando el tiempo, y otro momento importante es el encuentro personal con la Palabra, es decir la Lectio Divina, el método de oración netamente monástico, y siempre actual y vivificador de nuestra vida de cada día. Y por cierto, los monasterios nos ofrecen un tiempo de "recreación"; seguramente los paseos, el arte, la música se integrarán bellamente en la vida monástica.

Hay quienes lo empiezan a llamar "el papa-monje"...

--Padre Gabriel Ola: No sería nada errado, ya su amor por el Gran Padre de los monjes de Occidente, al elegir el nombre de "Benedicto", nos dice mucho, así como las constantes citas de la Regla de San Benito que hizo en su luminoso pontificado, dicen mucho de su gran amor por san Benito. Por cierto, el título de papa-monje, considero que sea muy atinado para el itinerario de vida que ahora tendrá, muy cercano a Cristo, muy cercano a las necesidades de todos, ya que le hablará a Dios de todos nosotros en su oración de cada día.

¿Su Orden viene rezando por el papa?

--Padre Gabriel Ola: La Comunidad que actualmente presido, desde el día de la noticia de su renuncia el pasado 11 de febrero, lo recuerda cada día en la Santa Misa Conventual, y lo hacemos con gratitud, reconocimiento y mucho amor a quien siempre recordaremos como el papa humilde. Lo seguiremos recordando en la oración, y considero que mis hermanos de las otras comunidades lo hacen también.

…A propósito de los benedictinos, usted ha sido ratificado como superior Ad nutum abbatis generalis de la Abadía de Santa María del Pilastrello. Nos alegramos que este alto cargo haya recaído sobre un latinoamericano...

--Padre Gabriel Ola: Es una gran experiencia para mi, el ser superior de una comunidad italiana; me dice mucho de la dimensión universal de la Iglesia, aunque si mi cultura es diversa de aquella italiana, hemos podido crear armonía, amistad y fraternidad en el camino de nuestra vida monástica. Hay también un monje polaco, y los italianos son de diversas regiones, lo que enriquece aún más nuestra comunidad.

¿Cómo vienen desarrollando sus actividades al interior y hacia el exterior de la Abadía?

--Padre Gabriel Ola: Nuestra Abadía, se rige sobre todo por el ritmo monástico, que señalaba antes, aunque de casa en casa pueden haber variaciones funcionales. En nuestro caso, además tenemos una Basílica-Santuario, lo que le da un rostro muy particular; allí las confesiones son frecuentes, tanto de fieles como del clero diocesano, pero también de jóvenes que buscan la dirección espiritual. Hay muchos peregrinajes, con visitas de diversas regiones del Véneto, en general de todo el norte de Italia.

¿Cuántas ramas de lo benedictinos hay en el mundo y en su caso, cómo están distribuidos?

--Padre Gabriel Ola: En realidad san Benito no funda una Orden, funda monasterios; será más tarde, en la era Carolingia, cuando san Benito de Aniane agrupará todos los monasterios, unificando el uso de la Regla Benedictina. Históricamente han surgido muchas familias monásticas inspiradas en el ideal benedictino, poco mas de veinte congregaciones en el mundo, de las cuales la nuestra es una de ellas, con el nombre de Congregación Benedictina de Santa María de Monte Oliveto, fundada en 1319 por san Bernardo Tolomei.

Supimos que hace poco se integró un presbítero diocesano italiano a su comunidad... ¿Cómo así?

--Padre Gabriel Ola: Fue un gran momento de gracia para nuestra comunidad, el ingreso como postulante de un presbítero diocesano de Cerdeña. Es una gracia que comporta a la vez una gran responsabilidad, al formar en la vida monástica, a un hombre que ya está formado como presbítero. Es un caso previsto en la Regla de San Benito; personalmente te toca aquel deseo profundo de Dios, de alguien que ya vive la experiencia de Dios y él mismo ha querido definirla "La llamada en la Llamada".

Si alguien se sintiera atraído por la vida benedictina y quisiera hacerse monje, ¿cuál sería el proceso?

--Padre Gabriel Ola: Primero que todo, el contactarnos periódicamente, quizás compartir un momento de oración, una jornada en Abadía, y luego transcurrir un periodo más prolongado. Esto con la ayuda de un guía al interno de la Abadía, pero igualmente con el confrontarse de su propio padre espiritual o de su confesor. Luego dejarse iluminar del Espíritu, para poder ver en la fe, si es este el camino al cual el Señor lo está llamando, porque es un proceso de discernimiento vocacional para el que viene llamado.

Finalmente, una curiosidad... ¿dentro de la Abadía pueden leer ZENIT?

--Padre Gabriel Ola: Claro que si. Para nosotros los monjes hoy es importante estar bien informados sobre el camino de la Iglesia, y del mundo, justo para motivar nuestra oración de cada día. Y ZENIT nos ayuda a tener esta visión desde el mismo corazón de la cristiandad. Por ello animo a todos a difundir ZENIT, y a hacerse también solidarios en su sostenimiento.

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Cónclave


Fijada la fecha del cónclave para este martes 12
Lo decidió hoy por la tarde la Congregación General del Colegio Cardenalicio

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 08 de marzo de 2013 (Zenit.org) - El cónclave inicia el próximo martes 12 de marzo. La fecha fue propuesta, fijada y aprobada por la Congregación General vespertina de hoy viernes.

Lo indicó la Sala de Prensa de la Santa Sede en un comunicado: “La octava Congregación General del Colegio de Cardenales ha decidido que el conclave para elegir al papa iniciará el martes 12 de marzo de 2013”.

El comunicado precisa que ese día “por la mañana, en la basílica de San Pedro será celebrada la misa pro eligendo Pontifice" y por la tarde será el ingreso de los cardenales en el cónclave.

La Congregación General de los cardenales para aprobar una propuesta tiene que hacerlo por mayoría de los votos, como indica la constitución Universi Dominici Gregis.

Desmintiendo hipótesis fantásticas propuestas por algunos medios sobre el atraso del cónclave, ha quedado claro que con la llegada ayer, del cardenal vietnamita Jean-Baptiste Phạm Minh Mẫn y la presencia de los 115 electores, con gran normalidad y serenidad las cardenales han aprobado la fecha del cónclave.

"La decisión sobre la fecha fue votada por mayoría simple --indicó a ZENIT el portavoz español José María Gil Tamayo, o sea que era suficiente la mitad más uno de los votos", aunque no ha indicado la cantidad de los mismos, pues rige la reserva sobre cuanto sucede en la asamblea de los purpurados, cuyas deliberaciones se realizan en el Aula Nueva del Sínodo, situada dentro del Vaticano y que tenía previsto concluir a las 19 horas de hoy.

En cuanto a otras preguntas de los periodistas, la Sala de Prensa ha precisado que "no existe todavía información precisa sobre cuándo los cardenales se trasladarán a la residencia de Santa Marta. Se puede presumir que deberían trasladarse en algún momento de la tarde del lunes" 11 de marzo.

Así mismo ha dicho: "No sabemos el momento exacto en que entrarán en la Capilla Sixtina el martes por la tarde. Tan pronto como sepamos esta información, la daremos a conocer".

En cuanto a las visitas de los cardenales a sus iglesias titulares este domingo, ha remitido a las biografías de los mismos hechas públicas.

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La mujer tema recurrente en las intervenciones de los cardenales esta mañana
En la séptima congregación general las exposiciones de los purpurados superaron las cien

Por H. Sergio Mora

CIUDAD DEL VATICANO, 08 de marzo de 2013 (Zenit.org) - Es inminente la fecha del cónclave, la Congregación General de los cardenales la vota hoy viernes por la tarde. La esperada noticia la dio el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, acompañado por el portavoz en español José María Gil Tamayo.

“Visto que están presentes todos los cardenales electores, la asamblea ya puede fijar la fecha, sin necesidad de interpretaciones", concluyó el portavoz. Y estimó que "será la semana que viene, quizás en los primeros días”.

“Si bien hay muchos cardenales --precisó más adelante- que se han inscrito para hablar a la asamblea y por lo tanto la Congregación General puede ver y decidir que necesitan algunos días más”.

En total los cardenales presentes en la asamblea de esta mañana fueron 151 presentes, de los cuales 115 electores. Y las intervenciones fueron 16.

“El primer acto de esta mañana realizado por el Colegio de Cardenales reunidos en congregación general --en concordancia con el número 38 de la constitución apostólica Universi Dominici Gregis- fue analizar el motivo de ausencia de los purpurados electores,” indicó el padre Lombardi. Es bueno recordar que los purpurados electores tienen que asistir al cónclave por obediencia.

Los dos ausentes son el cardenal de Jakarta, Julius Riyadi por motivo de enfermedad y el cardenal irlandés Keith O'Brien de la Archidiócesis de Saint Andrews y Edimburgo, que presentó su renuncia a Benedicto XVI, la que se hizo efectiva el 25 de febrero pasado. El purpurado fue acusado de "conducta inapropiada", hace 33 años.

“El Colegio de Cardenales aceptó dichas ausencias” indicó el portavoz. El artículo 38 de la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, la ley de la Iglesia sobre sede vacante y cónclave, exime de acudir al Cónclave en caso «de enfermedad o algún otro impedimento grave».

Sobre el programa en este fin de semana el director de la Sala de Prensa precisó que “el sábado habrá Congregación General por la mañana, no por la tarde y es previsible que el domingo los cardenales celebren en la Iglesia titular que les fue asignada en Roma”.

Sobre las intervenciones de los cardenales, “hasta hoy las exposiciones superaron las cien, desde el inicio de las Congregación Generales, y si bien pudo haber alguna repetición, fueron mayoritariamente de diversos cardenales”.

Otros temas de los que se habló según una “lista resumen” fueron el diálogo interreligioso, la cultura de hoy, la bioética, la justicia en el mundo, el anuncio positivo y gozoso del amor de Dios y de su misericordia. Otro tema que se ha reiterado, dijo, fue el de la colegialidad y la mujer en la Iglesia.

En la Sala de Prensa y en el centro anexo para los periodistas no habituales, fueron pasadas durante la rueda de prensa, las imágenes de la residencia Domus Santa Marta en la que se alojarán los cardenales y en la que el futuro papa estará los primeros días. Una suite amplia, con escritorio, sala de recepción, todo de buena categoría, si bien con aspecto relativamente austero.

Reiteró que el número de electores necesario para elegir al futuro pontífice es de dos tercios de los 115 cardenales electores, o sea redondeando deben ser 77 votos. Respondiendo a periodistas indicó que la ubicación de los purpurados en los cuartos de Santa Marta se sortea, para que quede claro que no existen preferencias. En cambio en la Capilla Sixtina tienen un orden establecido según el órden al que pertenecen.

También indicó que en el ámbito del cónclave está previsto que haya confesores, sacerdotes, quienes realizarán también el juramento de privacidad como los que hacen técnicos o personas que realicen tareas durante el mismo.

Y sobre las medidas de seguridad desmintió categoricamente la versión de un periódico italiano según la cual los cardenales serían controlados, 'cacheados', al entrar y salir del cónclave. 

Hacia la conclusión indicó también que el próximo predicador al inicio del cónclave es el cardenal no elector, Prospero Grech, de Malta y conocido teólogo patrístico.

Por ser hoy 8 de marzo, fiesta de la mujer, el portavoz al inicio de la conferencia de prensa saludó a las mujeres periodistas que siguen el desarrollarse de los actuales eventos.

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Cardenal John Olorunfemi Onaiyekan
Nacido el 29 de enero de 1944

Por Redacción

ROMA, 08 de marzo de 2013 (Zenit.org) - Arzobispo Metropolitano de Abuja en Nigeria, fue creado cardenal por el papa Benedicto XVI en el consistorio del 24 de noviembre de 2012, con el título de San Saturnino.

Nació en Kabba, Diócesis de Lokoja, en el estado Kogi de Nigeria, el 29 de enero de 1944. Entró en el Seminario Mayor San Pedro y San Pablo en Bodija, en la Archidiócesis de Ibadan en 1963. Dos años más tarde se trasladó a Roma, donde en 1969 completó su formación en el Pontificio Colegio Urbano de Propaganda Fide.

El 3 de agosto de 1969 fue ordenado sacerdote para su diócesis natal. Después de enseñar en el Colegio de san Kizito en Isanlu, fue rector del Seminario de San Clemente en Lokoja. Obtuvo la licenciatura en Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto Bíblico (1973) y un doctorado en teología bíblica en la Pontificia Universidad Urbaniana (1976), del cual fue vicerrector en 1977. Dos años más tarde, fue rector del Saints Peter and Paul Major Seminary.

En octubre de 1980 fue nombrado miembro durante cinco años, de la Comisión Teológica Internacional y al mes siguiente se incorporó a la Comisión Internacional para católicos y metodistas, donde permaneció hasta 1991.

El 10 de septiembre 1982 el papa Juan Pablo II lo nombró obispo titular de Tunusuda, confiándole la tarea de auxiliar de la diócesis de Ilorin; aún sin cumplir los 39 años, se convirtió en el obispo más joven de Nigeria. El 20 de octubre de 1984 fue nombrado obispo de Ilorin.

El 28 de septiembre de 1992 el papa Juan Pablo II le encargó la Diócesis de Abuja. El 26 de marzo de 1994, a raíz de la elevación de Abuja al rango de sede metropolitana, se convirtió en el primer arzobispo. En el mismo año fue elegido vicepresidente de la Conferencia Episcopal, para después ser elegido presidente de 1999 hasta 2006.

Mientras tanto, entre 1991 y 2006 fue incorporado al Organismo del diálogo teológico interreligioso Fe y Orden, patrocinado por el Consejo Mundial de Iglesias.

De 2001 a 2007 dirigió la Conferencia Episcopal de la región occidental del África anglófona (AECAWA) y en el periodo 2004-2007 fue presidente del Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM) Desde septiembre de 1999 es también miembro de Consejo nigeriano Inter-Religioso (NIREC), del cual fue copresidente de 2007 a 2010. Desde junio de 2003, es copresidente del Consejo Africano de Líderes Religiosos (ACRL), y fue presidente de la Asociación Cristiana de Nigeria (CAN) de 2007 a 2010, después de haber servido como vicepresidente de 1996 a 2003.

Fue también participante en varias asambleas sinodales: en la Primera Asamblea Especial para África de 1994 fue relator general; en la Asamblea de 2008, sobre la Palabra de Dios, tuvo a cargo la intervención continental. Fue nombrado por el papa Benedicto XVI, entre los padres del Sínodo dedicado a la Nueva Evangelización de octubre de 2012.

Conocido por sus incansables esfuerzos por la paz en Nigeria, ante los repetidos conflictos internos y el empeoramiento de la reciente violencia, siempre ha apelado a la comprensión entre los miembros de las diferentes religiones, especialmente invocando el diálogo con los musulmanes.

Ha recibido varios premios en el país y en el extranjero. El 31 de octubre de 2012 fue galardonado en Bruselas con el premio Pax Christi Internacional, asignado a personas comprometidas contra la violencia y la injusticia. También fue nominado para el Premio Nobel junto con un alto exponente del Islam nigeriano, con el que ha impulsado una serie de iniciativas para combatir el fundamentalismo.

Es miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe y del Pontificio Consejo para la Familia, siendo parte del Comité de la Presidencia en este último dicasterio.

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Cardenal Jean-Pierre Ricard
Nacido el 25 de septiembre de 1944

Por Redacción

ROMA, 08 de marzo de 2013 (Zenit.org) - Nacido en Marsella el 25 de septiembre de 1944, el cardenal Jean-Pierre Ricard, 68 años, es uno de los cuatros cardenales franceses electores en el cónclave.

Es arzobispo de Burdeos desde 2001. Creado cardenal por Benedicto XVI el 24 de marzo de 2006, participa por primera vez en un cónclave.

Difunde sus reflexiones en un mensaje audio situado en el sitio de su diócesis, titulado "Lo que yo espero del próximo papa": (http://bordeaux.catholique.fr/vie-du-diocese/mgr-ricard/prises-de-parole/ce-que-jattends-du-prochain-pape).

En su opinión, el papa deberá ser, como Juan Pablo II y Benedicto XVI, un "hombre de fe" que "va hacia adelante", que "enseña", que ha tenido "una experiencia pastoral" y que tienen también una "dimensión internacional", con "facilidad para los idiomas". "La personalidad del papa será más importante que su origen geográfico", explicó.

Ha sido miembro de numerosos dicasterios: la Congregación para la Educación Católica, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Consejo Pontificio para la Cultura.

En Francia, ha sido presidente de la Conferencia Episcopal (2001-2007), director de Enseñanza Católica Superior Nacional y obispo de Montpellier (1996-2001).

La biografía del cardenal Ricard, publicada por su diócesis indica la lista impresionante de us diferentes responsabilidades.

En un video en línea en el mismo sitio, declara con motivo de la última audiencia de Benedicto XVI: "El papa nos ha dirigido un mensaje de confianza". (Ver: http://bordeaux.catholique.fr/vie-du-diocese/mgr-ricard/voyages-et-visites/conclave-2013/201c-le-pape-nous-a-adresse-un-message-de-confiance-201d).

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Cardenal Gianfranco Ravasi
Nacido el 18 de octubre de 1942

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 08 de marzo de 2013 (Zenit.org) - El cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo de la Cultura y de la Pontificia Comisión de Arqueología sagrada, nació en Merate (provincia de Lecco y archidiócesis de Milán, Italia), el 18 de octubre de 1942 y es original de Osnago (Lecco).

Fue ordenado sacerdote de la archidiócesis de Milán por el cardenal Giovanni Colombo el 28 de junio de 1966. Después de perfeccionar los estudios bíblicos en Roma, en la Universidad Pontificia Gregoriana y en el Pontificio Instituto Bíblico, enseñó exégesis del Antiguo Testamento en la Facultad de Teología de la Italia Septentrional y en los seminarios de su diócesis. En 1989 fue nombrado prefecto de la venerada Biblioteca-Pinacoteca Ambrosiana, la prestigiosa institución cultural milanesa fundada en 1607 por el cardenal Federico Borromeo

El 3 de septiembre de 2007 Benedicto XVI lo nombró arzobispo titular de Villamagna de Proconsular y contemporáneamente presidente del dicasterio de la Cultura y de las Comisiones para los Bienes Culturales de la Iglesia y de Arqueología Sacra, invitándole a aportar su experiencia y sus competencias específicas y reconocidas al servicio del sucesor de Pedro y de la Iglesia universal. El 29 de septiembre del mismo año, en la basílica Vaticana, fue ordenado obispo por el papa.

Su amplia producción literaria recoge casi 150 volúmenes, relacionados sobre todo argumentos bíblicos y científicos, obras particularmente apreciadas por los lectores por la capacidad de interpretación de los textos sagrados, por la claridad y la finura literaria y poética. Entre estos, los temas tratados y comentados de los Salmos, del Libro de Job, del Cantar de los Cantares. y del Eclesiastés. Recientemente ha editado la nueva edición de la Biblia de "Famiglia Cristiana". Aún más conocidos para el gran público son los libros Breve historia del alma (2003), Retorno a las virtudes (2005), Las puertas del pecado (2007), Las palabras y los días. Nuevo breviario laico (2008), 500 curiosidades de la fe (2009), Cuestiones de fe (2010). Colabora regularmente con periódicos y radios y televisiones: desde hace muchos años conduce, en una red nacional, la columna dominical Fronteras del Espíritu, escribe en el diario vaticano L'Osservatore Romano y en otros periódicos, y durante quince años ha escrito en el diario de los obispos italianos Avvenire la columna Il Mattutino.

En el 2007 la universidad de Urbino le concedió el doctorado honoris causa, especialidad en antropología y epistemología de las religiones. En 2010 fue incluido entre los miembros de honor de la Academia de Bellas Artes de Brera y le concedieron el diploma honoris causa de segundo nivel en comunicación y didáctica del arte.

Asumiendo la presidencia de tres organismo curiales dio un importante punto de inflexión al dicasterio creado por Juan Pablo II para el diálogo con las culturas y el mundo de la increencia y a las dos comisiones que se ocupan de los bienes culturales eclesiásticos y de la arqueología sacra. En el Pontificio Consejo de la cultura, en particular, ha dado prioridad a algunos sectores temáticos, organizando estratégicamente el trabajo en "departamentos" que se ocupan de la relación entre ciencia y fe (el llamado proyecto Stoq), de la unión entre arte y fe, del diálogo con el mundo del ateismo y de la increencia (el "Atrio de los Gentiles") de la comunicación y del lenguaje, del diálogo con las culturas emergentes.

Junto a sus colaboradores ha realizado ya significativos momentos de diálogo cultural, obteniendo respuestas positivas por parte de científicos y artistas, hombres de cultura y filósofos no creyentes, deseosos de crear nuevas relaciones con la Santa Sede y de encontrarse sin prejuicios con los temas de actualidad y motivados por la fe católica, en los diversos campos de la cultura. Se recuerda, por ejemplo, el congreso internacional sobre Darwin, en el que participaron científicos de fama mundial, entre los cuales algunos premios Nobel, y el encuentro del papa con los artistas, en la Capilla Sixtina el 21 de noviembre del 2009.

Desde marzo de 2012 también es presidente de la Casa de Dante en Roma, asociación cultural que tiene el objetivo de difundir el conocimiento de la obra y de la figura de Dante tanto en Italia como en el exterior.

Creado cardenal por Benedicto XVI en el consistorio del 20 de noviembre de 2010, es miembro de la Congregación para la Educación Católica y de los Pontificios Consejos: para el Diálogo Interreligioso y para la Promoción de la Nueva Evangelización. 

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Cardenal André Vingt-Trois
Nacido el 7 de noviembre de 1942

Por Redacción

ROMA, 08 de marzo de 2013 (Zenit.org) - Nacido el 7 de noviembre de 1942 en París, el cardenal André Vingt-Trois, de 70 años, es uno de los cuatro cardenales electores franceses presentes en el cónclave.

Creado cardenal el 24 de noviembre de 2007 por Benedicto XVI, es arzobispo de París desde 2005 y actual presidente de la Conferencia Episcopal de Francia.

También es copresidente del Consejo de las Iglesias Cristianas en Francia (CECEF) y ordinario de los católicos de rito oriental residentes en Francia al no tener estos su propio ordinario.

En los dicasterios vaticanos, el cardenal es miembro del Consejo Ponitifcio para la Familia, de la Congregación para los obispos, de la Congregación para el Clero, así como del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Migrantes y los Itinerantes.

Antes de ser nombrado arzobispo de París, el cardenal Vingt-Trois ha sido director en el seminario de San Sulpicio en Issy-les-Moulineaux, vicario general y luego obispo auxiliar de París y arzobispo de Tours (1999-2005).

En tanto que presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal se ha posicionado claramente contra el proyecto de «matrimonio para todos», en debate en el país desde hace varios meses: ha sido oído en la Asamblea Nacional y en el Senado. Ha reclamado con fuerza un verdadero "debate de la sociedad" en torno a estas cuestiones.

El día del anuncio de la renuncia de Benedicto XVI, 11 de febrero pasado -- que coincidía con el aniversario de su nombramiento como arzobispo de París, en 2005--, se encontró con la prensa en París.

Respondiendo a las preguntas de los periodistas sobre el nuevo papa, decía: el próximo papa debe ser humilde, capaz de dialogar con las culturas y no sólo ser inteligente sino avispado.

Tras una misa celebrada en Notre-Dame de París en acción de gracias por el pontificado de Benedicto XVI, el cardenal ha rendido homenaje a «la dinámica de conversión" que Benedicto XVI ha insuflado en la Iglesia pues «la vitalidad de la Iglesia depende de su determinación en ponerse al unísono con Cristo y volver a El sin cesar».

En el reciente Sínodo de los Obispos para la Nueva Evangelización, el cardenal se declaró en favor de "unir en un mismo esfuerzo el testimonio de la fe y una pedagogía de la cultura», el 9 de octubre de 2012.

Concretamente, explicó, la nueva evangelización debe tener en cuenta "una cultura formateada por el lenguaje mediático y su recurso a la instantaneidad y la afectividad".

En este sentido, invitó a los cristianos a "la implicación en todos los sistemas educativos" y a "la contribución a una verdadera educación de la inteligencia, que es la condición necesaria para el ejercicio de una verdadera libertad".

Se trata en definitiva de "mostrar mejor que la adhesión a la fe cristiana no está en contradicción con la razón humana", y a dar "visibilidad" a la participación de los bautizados en la vida de la Iglesia".

El cardenal Vingt-Trois concluyó invitando a los bautizados a "ser mas conscientes" de que son "depositarios de un tesoro para el futuro de la humanidad y portadores de una esperanza".

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Cardenal Angelo Bagnasco
Nacido el 14 de enero de 1943

Por Redacción

ROMA, 08 de marzo de 2013 (Zenit.org) - Es el actual presidente de la Conferencia Episcopal Italiana desde marzo de 2007. Fue creado cardenal por el papa Benedicto XVI en noviembre del mismo año con el título de la Gran Madre de Dios. Desde septiembre de  2011, es vicepresidente del Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas.

Angelo Bagnasco nació en Pontevico (Brescia), el 14 de enero de 1943, una familia genovesa. Fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1966, por el cardenal arzobispo de Génova, Giuseppe Siri. En sus primeros veinte años, su camino sacerdotal y pastoral tuvo varios encargos parroquiales y, de 1970 a 1985, fue asistente eclesiástico del grupo scout italiano.

Se graduó en Filosofía en la Universidad de Génova en 1979, y tiene una larga experiencia en la enseñanza en los distintos niveles: de 1975 a 1984 fue profesor de italiano en la escuela primaria del seminario diocesano de Génova. De 1980 a 1998 fue profesor de metafísica y ateísmo contemporáneo en la Facultad de Teología del Norte de Italia. De 1980 a 1993 fue asistente diocesano de la Federación Universitaria Católica Italiana.

Fue ordenado obispo el 7 de febrero de 1998, convirtiéndose en el obispo titular de la Diócesis de Pesaro, y dos años más tarde fue elevado al rango de arzobispo. En junio de 2003, en plena guerra de Irak, fue nombrado ordinario militar para Italia.

El 29 de agosto de 2006, fue nombrado arzobispo de Génova, en lugar del cardenal Tarcisio Bertone, quien fue designado Secretario de Estado Vaticano. El 31 de enero 2013 fue elegido presidente del Comité para el Proyecto Cultural de la Iglesia italiana.

Bagnasco ha asumido la guía del episcopado italiano en un momento muy delicado de la historia. Ha debido enfrentar muchos retos, desde la reconstrucción del tejido eclesial del país, que se ha convertido a lo largo de los años en un ente muy heterogéneo y frágil.

También ha debido lidiar con la crisis de la sociedad civil y con la dificultad de involucrar más a los laicos en la Iglesia italiana. Entre sus batallas, se enfrenta con el relanzamiento de la ética y del compromiso político de los católicos, apoyándose en los llamados del papa Benedicto XVI, para una "nueva generación de católicos en la política".

Fue uno de los animadores de la “Convención de Todi” (2011-2013), cuyo objetivo es la restauración de la unidad y el compromiso de los católicos en la política. En este cargo, se ha distinguido por su línea dura en los principios no negociables, pilar esencial de la orientación ética de cada católico políticamente activo.

Durante su discurso inaugural del pasado Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Italiana en enero de 2013, el cardenal Bagnasco hizo hincapié en los conceptos de "biopolítica" y "bio-economía", reiterando, sobre la huella del magisterio social de Benedicto XVI, que la crisis económica actual es inseparable de la crisis antropológica, y que el desarrollo humano no entra en conflicto con el desarrollo económico; es más, este último es altamente dependiente del primero.

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Cardenal Sean Patrick O'Malley
Nacido el 29 de junio de 1944

Por Redacción

ROMA, 08 de marzo de 2013 (Zenit.org) - Si no fuera por el birrete color púrpura se le podría confundir tranquilamente por un humilde franciscano de visita en Roma. Sin embargo es un cardenal, el arzobispo de Boston, una de las diócesis más importantes de Estados unidos, además de uno de los purpurados que entrará en el inminente cónclave y un nombre que se repite en la prensa sensacionalista como los 'papables'.

Estamos hablando del cardenal estadounidense Sean Patrick O'Malley, el capuchino que está despertando la curiosidad de medio mundo sobre todo por su look atípico para un príncipe de la Iglesia: barba blanca, solideo rojo y hábito marrón.

O'Malley es un cardenal "humilde", "valiente", "popular" no solo en el sentido de famoso sino porque siempre está dispuesto a 'bajar a la calle' y hablar con la gente, creyente o no. Tanto como para ser el primer purpurado en abrir un blog personal (www.cardinalseansblog.org), utilizado constantemente como instrumento de comunicación y de encuentro.

Sean Patrick O'Malley nació el 29 de junio de 1944 en Lakewood, que se trasladó pronto a Pensilvania. Con solo 12 años entra en el seminario menor franciscano. Con 21 emite la primera profesión con los votos temporales y entra a formar parte de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, asumiendo el nombre de Sean, en honor de san Juan.

Después de un breve periodo de diaconado en la Isla de Pascua, recibe la ordenación sacerdotal el 29 de agosto de 1970, para después ser enviado a Washington. Allí enseña literatura española y portuguesa y funda el Centro Católico Hispánico, una organización para la asistencia humanitaria a prófugos e inmigrantes de América Latina.

En 1978, el cardenal William Wakefield Baum lo nombra vicario episcopal por Washington y en 1984 es nombrado obispo coadjutor de la diócesis de san Thomas, en las Islas Vírgenes, donde poco tiempo después se convierte en obispo diocesano.

El 16 de junio de 1992 recibe el nombramiento episcopal por la diócesis de Fall River, en Massachusetts. Transcurren 10 años y, en 2002 es trasferido a la diócesis de Palm Beach en Florida. Después de menos de un año Juan Pablo II lo nombra arzobispo de Boston. Y después el Benedicto XVI lo crea cardenal en el consistorio del 26 de marzo de 2006, con el título presbiteral de Santa María de la Victoria.

El cardenal salta rápidamente al centro de la opinión pública por su lucha decidida contra la pedofilia del clero. En junio de 2010, después de la publicación de los informes de Ryan y Murphy sobre los abuses a menores dentro de la Iglesia católica en Irlanda, es elegido por el papa entre los prelados encargados de visitar algunos seminarios y diócesis irlandesas afectadas por los abusos. En particular, al purpurado visitó la Archidiócesis de Dublín y las sedes sufragáneas: Ferns, Ossory, Kildare y Leighlin

Lo que el cardenal encuentra es una Iglesia que ha sufrido, herida y vacía por la fuga masiva de fieles escandalizados. La situación es tan dramática que el capuchino vacía las cajas de la Archidiócesis para compensar a las víctimas de la pedofilia del clero e invierte en anuncios televisivos con el fin de que los fieles vuelvan a la Iglesia.

La campaña publicitaria, con el título emblemático "Catholics come home" (Católicos volved a casa) funciona, y solo en Phoenix, lleva a un aumento de la frecuencia de los fieles de cerca de un 12%. Se trata de breves y sencillas cuñas en las que algunos católicos experimentan el descubrimiento, más bien el redescubrimiento, en la propia vida de una fe antes abandonada y después abrazada de nuevo.

La honestidad y la sensibilidad del cardenal O'Malley hacia esta herida grave de la Iglesia católica hace que el purpurado asuma más veces posturas incómodas que, si en un primer momento son vistas como imprudencias, después son seguidas por muchos "colegas" del colegio cardenalicio, conscientes de la profundidad política y espiritual de las palabras del capuchino.

La suya es una fe a veces "contracorriente". Ha sido un signo la decisión de celebrar, hace un año, el funeral del senador Edward Kennedy. A las críticas del prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura apostólica, Burke, que lo acusó de "inmoralidad" por formar parte de los funerales de una persona alejada de las enseñanzas de la Iglesia, O'Malley respondió en su blog diciendo que "conceder los funerales a Kennedy ha sido un gesto de misericordia", desde el momento que "somos hombres de fe y creemos en un Dios que ama y perdona".

En relación con la elección del próximo papa, el arzobispo de Boston ha declarada que la cuestión esencial para el sucesor de Ratzinger será "el gobierno central de la Iglesia", en particular una mayor coordinación y eficacia de los diferentes dicasterios, además de una "visión global ", que permita al nuevo papa responder a los desafíos del mundo contemporáneo.

"Todavía no he decidido a quién votar en el cónclave y creo que sea así para la mayor parte de los cardenales", ha declarado en los días pasados a la prensa. Y a quien le ha preguntado qué piensa de su hipotético nombramiento como nuevo pontífice, el capuchino ha respondido: "Es surrealista y, pensándolo en serio, asusta".

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Cardenal Marc Ouellet
Nacido el 8 de junio de 1944

Por Redacción

ROMA, 08 de marzo de 2013 (Zenit.org) - El actual prefecto de la Congregación para los Obispos y presidente de la Comisión Pontificia para América Latina, de 68 años, es uno de los tres cardenales canadienses que asistirán al cónclave para elegir al sucesor del papa emérito Benedicto XVI.

Arzobispo emérito de Québec (de 2003 a 2010), fue consagrado por el beato Juan Pablo II en marzo de 2001 en la Basílica de San Pedro y recibió de manos de él mismo la púrpura cardenalicia, en el Consistorio del 21 de octubre de 2003.

Es miembro de las Congregaciones para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Educación Católica, Clero, Cultura y del Comité para los Congresos Eucarísticos Internacionales.

También es miembro del Consejo de Cardenales para el Estudio de los Problemas Organizativos y Económicos de la Santa Sede y de la Academia Pontificia de Teología.

En 2008, fue el anfitrión del Congreso Eucarístico Internacional celebrado en Quebec.

Como presbítero, fue profesor de filosofía en el Seminario Mayor de Bogotá, Colombia, dirigida por los sacerdotes de san Sulpicio, una experiencia que le llevó a unirse a los sulpicianos.

El cardenal Ouellet estudió filosofía en Roma, en la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino y tiene un doctorado en teología dogmática por la Pontificia Universidad Gregoriana en 1983. De 1996 a 2002 fue profesor de teología dogmática en el Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia de la Pontificia Universidad Lateranense.

También fue secretario del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, y consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe y la Congregación para el Clero.

Su lema episcopal es Ut unum sint (Para que sean uno), tomado de la oración sacerdotal de Jesús (Jn. 17, 21), que evoca el compromiso con el ecumenismo, y el primer ministerio episcopal del cardenal Ouellet como secretario del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos (2001-2002).

En el ámbito del Año de la Fe, inauguró el pasado mes de diciembre en Roma, la Conferencia Internacional sobre la Exhortación postsinodal Ecclesia in America, bajo la dirección de Nuestra Señora de Guadalupe, Madre de toda la América, Estrella de la Nueva Evangelización.

Durante la homilía, Ouellet dijo que "nunca ha habido una Iglesia viva sin una conversión permanente de sus miembros hacia el evangelio de Jesucristo; no se puede ser Iglesia viva sin una profunda y frecuente comunión del Cuerpo de Cristo, fuente efusiva y clara de su unidad".

Durante el reciente Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización, Ouellet fue nombrado relator general, un trabajo que implica mucho trabajo de análisis de la situación de la Iglesia en el mundo y de la síntesis de diversas intervenciones. El cardenal habló dos veces en el Sínodo; en una de ellas enfatizó el papel del Espíritu Santo, "gran protagonista" de toda evangelización: "La evangelización del mundo ha tenido mucho éxito con el kairós de Pentecostés, y no puede reanudarse si no es de allí", dijo el cardenal, quien describió a los santos como "cánones vivientes de interpretación" de la Escritura.

En su segundo discurso, del 17 de octubre de 2012, se centró en la comunión en la Iglesia, considerándola "la parte más sugestiva del testimonio que los fieles pueden ofrecer a sus contemporáneos".

Si "la nueva evangelización es inseparable de una renovación de la comunión eclesial", esta "puede encontrar su fuerza en la renovación de las relaciones entre obispos y consagrados", dijo.

De la nueva evangelización, Ouellet habló antes del sínodo, en una entrevista concedida a ZENIT, al margen de la Asamblea General del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), que finalizó en septiembre pasado en St. Gallen, Suiza.

"Cuando se habla de nueva evangelización, se habla sobretodo de un encuentro, del encuentro con Cristo, de la experiencia personal de Cristo", dijo. "Si esta experiencia ya no se vive, entonces todos los demás se vuelve complicado".

En la misma entrevista, Ouellet también había expresado su preocupación por la crisis en Europa. Según el cardenal, bajo la crisis económica y financiera hay una crisis de la visión del hombre. "Si la imagen del propio hombre, creado a imagen de Dios, que es la base de la educación cristiana, se pierde, entonces no tenemos más modelos, y esto implica o supone graves consecuencias para los jóvenes: la falta de ideales, de referencias, de modelos de personas", dijo.

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Cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga
Nacido el 29 de diciembre de 1942

Por Redacción

ROMA, 08 de marzo de 2013 (Zenit.org) - El cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, salesiano, arzobispo de Tegucigalpa, nació en Honduras el 29 de diciembre de 1942. Recibió la ordenación sacerdotal en 1970 y Juan Pablo II lo creó cardenal en el 2001.

Muy marcado por el carisma salesiano, siempre ha estado cerca de la gente, demostrando sensibilidad a los problemas de la pobreza y caridad. Atento a la tradición de la Iglesia y al mismo tiempo es considerado abierto a la innovación. Se mueve muy bien en la Curia Romana y tiene experiencia sobre las necesidades reales de las poblaciones de los países pobres o en vías de desarrollo.

Se desenvuelve bien los periodistas, domina seis idiomas y posee el título de piloto aeronáutico. Estudió psicología clínica y psicoterapia en Innsbruck, cuando dichos temas eran tratados con sospecha por los eclesiásticos

Se volvieron famosas sus palabras en 2003, antes de la guerra en Irak, cuando denunció que las armas de destrucción de masa más que las químicas son la pobreza y la injusticia.

Sus denuncias al narcotráfico y la corrupción le valieron muchos enemigos, al punto de tener que viajar con guardaespaldas. Describió la justicia como una serpiente que muerde solamente al que está descalzo, al que tiene botas no le pasa nada.

Su voz se ha oído en campañas por la defensa de los derechos humanos así como el pedido de condonación de la deuda externa de los países pobres o en vías de desarrollo. Fue mediador en negociaciones de paz con grupos armados.

Consideró que se pueden aceptar no cosas equivocadas sino aceptar a las personas para iniciar un diálogo sobre estas.

Subrayó la necesidad de apoyar la opción preferencial por los pobres y enfocar los cambios necesarios en el sistema económico, y abrir superar el proteccionismo agrícola. Indicó como causa de pobreza la falta de familia y la gran cantidad de madres solteras, y en la raíz la falta de educación.

El Protocolo de Kyoto no es suficiente, aserveró el purpurado, la cumbre es solamente una circunstancia política, el efecto invernadero es verdadero pero el problema va más allá del mismo, porque se está usando la creación de manera equivocada.

Precisó que en la nueva evangelización la fe se testimonia con la caridad.

Se licenció en filosofía en el instituto Don Rua, de El Salvador, y en teología en el Ateneo Salesiano de Roma en 1970. Tiene un doctorado en Teología moral en la Universidad Lateranense. Estudio piano y composición, en Guatemala y Estados Unidos, profesor de química, fisica y música, de eclesiología.

Es arzobispo de Tegucigalpa desde 1993 y presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras, y desde 2007 es presidente de Caritas Internacional.

Es miembro de las congregaciones para el Clero; la Educación Católica. Y de los Pontificios consejos de Justicia y Paz; Comunicaciones Sociales; Cor Unum. También de la Pontificia Comisión de América Latina; y del Consejo para América Latina del Sínodo de los Obispos.  

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Mirada al mundo


El cardenal Urosa celebró un funeral en Roma por el presidente Hugo Chávez
Pidió rezar por el pueblo de Venezuela ''para que vivamos unidos, podamos trabajar siempre y resolver nuestros conflictos en paz''

Por H. Sergio Mora

ROMA, 08 de marzo de 2013 (Zenit.org) - En una tarde fría y lluviosa de Roma, el cardenal venezolano Jorge Urosa Savino, arzobispo de Caracas, celebró una misa solemne en honor del fallecido presidente Hugo Chávez, en la iglesia romana de Santa Maria dei Monti.

Poco más de cien personas se reunieron en esta iglesia de Roma, ciudad en que la comunidad venezolana no es tan numerosa. De los presentes un tercio aproximadamente eran periodistas y otro tanto miembros del clero.

“Queridos hermanos --dijo el cardenal Urosa al inicio de la celebración- unidos en la fe, vamos a celebrar esta eucaristía por el eterno descanso del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, el ciudadano, teniente coronel, Hugo Rafael Chávez Frías, para que el Señor le conceda el eterno descanso y le lleve a gozar de su eterna gloria”.

Y añadió: “Vamos a rezar con todo el pueblo de Venezuela para que vivamos unidos, y para que podamos trabajar siempre y resolver nuestros conflictos en paz”. Con estos sentimientos, concluyó el cardenal, realizamos esta ceremonia.

En su homilía el cardenal partió de la promesa de Cristo: “Yo soy la resurrección y la vida”, profundizando "lo temporal de la vida y la esperanza de la promesa de Jesús y de la resurrección".

El cardenal venezolano se encuentra en Roma para asistir al Cónclave que deberá elegir al nuevo papa.

Por su parte el Arzobispado de Venezuela, apenas conocida la noticia de la muerte del presidente expresó sus condolencias a los familiares del fallecido mandatario, e instó a que, ante su ausencia, se "apliquen los mecanismos previstos en la Constitución", y todos los sectores promuevan "la calma y la armonía de la población".

Recordó también como en algunos momentos difíciles de la vida del presidente, como cuando estuvo preso en el Cuartel de San Carlos, varios obispos venezolanos estuvieron cerca de él y el reciente comunicado de la Conferencia Episcopal de Venezuela en la que se da el pésame a su familia,

Al concluir la misa los presentes entonaron el himno de Venezuela: "Gloria al bravo pueblo..."

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Educación


El sacerdote y la transmisión de la fe

Por Miguel Romano Gómez

GUADALAJARA, 08 de marzo de 2013 (Zenit.org) - Ofrecemos la colaboración habitual del obispo auxiliar de Guadalajara, México, monseñor Miguel Romano, para la formación continuada de los sacerdotes.

*****

Si alguien nos pregunta a los obispos y sacerdotes: ¿cómo es que hablamos de Dios a los hombres? La primera respuesta es que podemos hablar de Dios porque Él ha hablado con nosotros. La condición de hablar con Dios es la escucha de cuanto Él nos ha manifestado.

El amor de Cristo es tan grande que tiene tiempo para nosotros, se ocupa de nosotros.

Hablar de Dios requiere familiaridad con Jesús y con su Evangelio. Esto supone nuestro conocimiento real y personal de Dios, y una fuerte pasión por su proyecto de salvación, sin ceder a la tentación del éxito; no olvidemos que es necesario el recuperar la sencillez, un retorno a lo inicial del anuncio: Dios, su amor y su deseo de salvarnos. Al hablar de Dios quiere decir expropiar el propio yo ofreciéndolo a Cristo.

Las comunidades católicas están llamadas a mostrar la acción transformadora de la gracia de Dios, superando individualismos, egoísmos e indiferencias, viviendo el amor de Dios en lar relaciones cotidianas. Debemos ponernos en marcha para llegar a ser siempre anunciadores de Cristo y no de nosotros mismos.

En nuestro tiempo, un lugar privilegiado para hablar de Dios es la familia, la primera escuela para comunicar la fe a las nuevas generaciones. Y en esta grave y delicada tarea es muy importante el papel del sacerdote. Para cumplir esta responsabilidad de educar, de abrir las conciencias de los niños y adolescentes como un servicio fundamental, los primeros maestros de la fe son los padres de familia, animados frecuente y oportunamente por el sacerdote. En esta labor, es importante la vigilancia, que significa saber aprovechar las ocasiones favorables para introducir en familia el tema de la fe.

Además, la alegría. La alegría pascual que no calla o esconde la realidad del dolor, del sufrimiento, de la fatiga, de la dificultad, de la incomprensión, de la indiferencia. Es importante ayudar, por parte del sacerdote, a todos los miembros de la familia a comprender que la fe no es un peso, sino una fuente de alegría profunda; es percibir la acción de Dios, reconocer la presencia del bien que no hace ruido, ofreciendo orientaciones precisas para vivir bien, según Dios. Finalmente, el sacerdote debe colaborar en crear una ambiente de escucha y de diálogo.

Hablar de Dios, es escucharlo y compartir lo que Él nos ofrece. Dios no es rival de nuestra existencia y nuestra alegría, sino el verdadero garante de la grandeza de la persona humana. Hablar de Dios, en familia, es comunicar con fuerza y sencillez, con la palabra y la vida, lo que es esencial: la fe en Jesucristo, Hijo de Dios, Redentor universal.

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Homilética


Las condiciones esenciales del predicador
Cómo mejorar nuestra predicación sagrada

Por Antonio Rivero

BRASILIA, 08 de marzo de 2013 (Zenit.org) - Seguimos ofreciendos los artículos del padre Antonio Rivero LC, dirigidos a la formación continuada de los sacerdotes, con una serie de sugerencias sobre las homilías.

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Hablemos ahora de las condiciones esenciales del predicador.

El ser del predicador se compone de dos elementos, uno objetivo y otro subjetivo. Expliquemos ambos.

Primero, el elemento objetivo se basa en la misión. El ministerio de la predicación no se basa en último término ni en la ciencia teológica ni en la comunidad y su aprobación, ni tampoco en la fe personal del predicador ni en su capacidad de predicar. La predicación está fundada primariamente en la misión y vocación por parte de la Iglesia. Pero se basa secundariamente en el carisma del predicador.

Y segundo, el elemento subjetivo: la competencia del predicador. El predicador es un mediador. Entendemos por competencia el conjunto de capacidades que son de desear en aquel que a va a desempeñar hoy el menester de la predicación1.

¿Cuáles son esas capacidades o competencias?

Primero, la competencia jurídica: el uso más antiguo procede del terreno jurídico. En el trasfondo de este concepto está la organización social, el sistema social de reparto del trabajo en el que hay diferentes roles y correspondientes incumbencias a respetar. El predicador sagrado tiene la competencia jurídica, un encargo pastoral, una misión canónica, un nombramiento como representante de la Iglesia.

Segundo, la competencia profesional: competencia significa aquí el conocedor de cierta ciencia o materia o experto o apto en la cosa que se expresa o a la que se refiere el nombre afectado por competente. El predicador sagrado debe tener esta competencia profesional, debe conocer la tradición cristiana y desde una interpretación de la Sagrada Escritura sabe iluminar las situaciones humanas.

Y tercero, la competencia comunicativa: presupone una competencia personal. Significa que el predicador tiene que estar bastante lleno de Dios para darlo al pueblo cristiano. Quien más lleno está de Dios más lo comunicará.

Después de haber visto las condiciones del predicador veamos ahora las dimensiones de la formación homilética en el predicador

Primera, la dimensión intelectual. “El fundamento de la elocuencia –afirma Cicerón- como de cualquier otra cosa, es la sabiduría”. Lo que el orador latino llama sabiduría es lo que en castellano expresamos como sentido común. El estudio proporciona al predicador los conocimientos necesarios y le familiariza con el estado actual de la investigación teológica. Es lo que llamamos competencia profesional: conocimiento de la tradición de la Iglesia, de la Sagrada Escritura, de la teología, del mundo de hoy, etc.

Segunda, la dimensión pastoral. Se trata de adquirir seguridad en los objetivos con las personas que me fueron encomendadas.

Tercera, la dimensión humana. La predicación es predicación a personas. Por tanto, el predicador tiene que prepararse para esta comunicación con las personas. Le ayudará mucho el estar cercano con la gente con sencillez y humildad, y dialogar con ellos con franqueza y respeto.

Y cuarta, la dimensión espiritual. Esta dimensión es la que da hondura a las otras. La dimensión espiritual es tratar de ver todo con los ojos de Dios y dar respuesta desde Dios a todos las situaciones y problemas personales y comunitarios.

1 Santo Tomás recoge en un texto las diferentes imágenes con que la Escritura designa al predicador: “El apóstol denomina con diversos nombres el oficio del predicador, puesto que lo llama, en primer lugar, soldado, pues defiende a la Iglesia contra los enemigos; en segundo lugar, viñador, ya que poda los sarmientos superfluos o dañados; también pastor, pues apacienta a los súbditos con el buen ejemplo; buey, porque en todo debe proceder con gravedad; arador, puesto que tiene que abrir los corazones a la fe y a la penitencia; en sexto lugar, trillador, pues tiene que predicar frecuentemente y con fruto; arquitecto del templo, dado que ha de construir y reparar el edificio de la Iglesia; y, finalmente, ministro del altar, pues ha de enfrascarse en un oficio grato a Dios” (In I ad Cor., c. 9, lect. 1).

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SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA


San Juan de Dios
«Locura de amor divino»

Por Isabel Orellana Vilches

MADRID, 08 de marzo de 2013 (Zenit.org) - Juan Ciudad Duarte nació en 1495 en Montemor-o-Novo, Évora, Portugal. Pero Granada fue la cruz de este imponente hombre de Dios, tal como le advirtió el Niño Jesús que ocurriría, mostrándole una granada entreabierta con una cruz en el centro. Allí es amado y venerado desde hace siglos por su admirable caridad y misericordia con los pobres y los enfermos. Es conocido como «el santo». Como otros fundadores, no se le hubiera ocurrido imaginar que sería el artífice de una orden religiosa. El arduo camino hacia ese momento estuvo sembrado de episodios diversos, a veces casi rocambolescos ya que fue precoz aventurero. Se fue de casa a los 8 años y se hizo pastor en Oropesa, Toledo. Luchó en la compañía del conde de esta villa al servicio del emperador Carlos V, defendiendo la plaza de Fuenterrabía atacada por el rey Francisco I de Francia. Y ganada la batalla, al no poder custodiar un depósito militar no fue ahorcado de milagro. Vuelto a Oropesa se libró de un matrimonio deseado por su amo para su hija, pero no por él. Partió a proteger la ciudad de Viena amenazada por los turcos, y luego comenzó un periplo como viajero incansable. Pasó por Flandes y regresó a España por mar. Penetró por La Coruña, visitó Santiago de Compostela y después se dirigió a la casa paterna. Al llegar supo que sus padres habían muerto. Viajó a Sevilla, viviendo un tiempo en Ceuta y Gibraltar. En estos lugares trabajó como leñador, peón de albañil y librero. En 1538 yendo a Gaucín, Málaga, se le apareció el Niño Jesús. Entonces le vaticinó: «Granada será tu cruz». De inmediato se afincó en la ciudad de la Alhambra y mantuvo el oficio de librero. Distribuía textos y estampas religiosas en la tienda que regentaba al lado de la conocida Puerta Elvira. En medio de tantos vaivenes, se sentía movido por la piedad y la caridad con intensidad creciente.

El 20 de enero de 1539 vivió su conversión. En la ermita de los mártires san Juan de Ávila pronunciaba un sermón. Hizo tal retrato de la virtud frente a la fealdad del pecado, que dejó a Juan Ciudad conmocionado. Con gran aflicción y ansias de penitencia, suplicaba postrado en el suelo: «Misericordia, Señor, misericordia». Dio sus libros a las llamas, se desprendió de sus escasos bienes, y se lanzó a las calles, descalzo, para confesar públicamente sus pecados, sin prestar atención a las voces de la gente que le insultaba clamando: «¡Al loco, al loco…!». El Maestro Ávila le ayudó a contener esa divina locura conduciéndole a una efectiva labor de caridad. Pero antes, pasó por un infierno. Dos personas de buena fe, creyendo hacerle un bien, le condujeron al manicomio, sito en un espacio del Hospital Real de Granada. Este hecho, que por fuerza debía haber sido traumático, a él le abrió las puertas a la misión para la que fue elegido. Por experiencia supo del casi inhumano tratamiento que se aplicaba en la época a esta clase de enfermos, y salió de allí dispuesto a remediar tanto sufrimiento. «Jesucristo me traiga a tiempo y me dé gracia para que yo tenga un hospital, donde pueda recoger a los pobres desamparados y faltos de juicio, y servirles como yo deseo».

Peregrinó a Guadalupe para pedir la ayuda de la Virgen, de acuerdo con Juan de Ávila, con el que previamente se entrevistó en Montilla y luego en Baeza. En Guadalupe se le apareció la Virgen y puso en sus brazos al Niño Jesús. Entregándole unos pañales, le encomendó: «Juan, vísteme al Niño para que aprendas a vestir a los pobres». Conmovido por la visión, se formó en lo preciso para afrontar su obra y comenzó su acción en Granada, por indicación del P. Ávila que le alentó en su quehacer. A finales de 1539 un pequeño hospital abierto en la calle de Lucena pronto se llenó con pobres desamparados, cuyo único patrimonio era el sufrimiento que llevaban tatuado en sus frentes: huérfanos, vagabundos, prostitutas, ancianos, viudas, locos, enfermos diversos, etc. Los curaba, consolaba, aseaba y proporcionaba comida. Sin arredrarse, pedía para ellos por las calles con una espuerta y dos marmitas pendidas de su cuello: «Hermanos, haced bien para vosotros mismos». Las noches eran testigos de su mendicidad: «¿quién se hace bien a sí mismo dando a los pobres de Cristo?», decía. Le abrieron las puertas y le proporcionaron la ayuda requerida, porque las gentes se conmovían ante la potente presencia de aquel hombre menudo del que brotaba la aureola del amor divino. A orillas del río Darro, en el cautivador entorno de la Alhambra, iba cargado con sus fatigas y también con sus añoranzas por lo divino. El arzobispo Ramírez de Fuenleal le impuso el hábito y le dio el nombre de Juan de Dios. Espiritualmente sufrió las asechanzas del maligno.

En 1549 se declaró un pavoroso incendio en el hospital. Y no dudó en salvar a sus enfermos penetrando en el centro, aunque le aconsejaron que no expusiera su vida. Sus hombros fueron la tabla de salvación de todos ellos. Milagrosamente, porque lo vieron moverse envuelto en llamas, no sufrió daño alguno. Numerosas mujeres descarriadas a quienes leía la Pasión de Cristo se convirtieron y cambiaron de vida. Uno de sus éxitos apostólicos fue haber logrado reconciliar a Antón Martín con Pedro de Velasco, asesino de su hermano. Y es que la caridad de Juan era desbordante. A primeros de febrero de 1550 supo que el río Genil arrastraba madera en gran cantidad y la precisaba para sus enfermos. Estando en la rivera, vio a una persona que se ahogaba. Se hallaba muy débil, pero se lanzó al río y la rescató. No obstante, tamaño esfuerzo le costó la vida debido a un agotamiento del que no pudo reponerse. Este excelso samaritano, penitente y caritativo, murió con fama de santidad el 8 de marzo de 1550 en la casa de los Pisa donde, a petición del arzobispo, le habían acogido esperando que se recuperase. Se había hincado de rodillas abrazado a su crucifijo. Urbano VIII lo beatificó el 21 de septiembre de 1630. Inocencio XII lo canonizó el 15 de agosto de 1691. Y León XIII lo declaró patrono de los hospitales y de los enfermos.

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Comentario al Evangelio


Misericordia sin límites
Comentario al evangelio del Domingo 4° de Cuaresma/C

Por Jesús Álvarez SSP

ROMA, 08 de marzo de 2013 (Zenit.org) - “Jesús les dijo esta parábola: «Había un hombre que tenía dos hijos. El menor dijo a su padre: ‘Dame la parte de la hacienda que me corresponde.’ Y el padre repartió sus bienes entre los dos. El hijo menor juntó todos sus haberes, y unos días después se fue a un país lejano. Allí malgastó su dinero llevando una vida desordenada. Cuando ya había gastado todo, sobrevino en aquella región una escasez grande y comenzó a pasar necesidad. Fue a buscar trabajo y se puso al servicio de un habitante del lugar, que lo envió a su campo a cuidar cerdos. Hubiera deseado llenarse el estómago con la comida que daban a los cerdos, pero nadie le daba algo. Finalmente recapacitó y se dijo: ‘¡Cuántos asalariados de mi padre tienen pan de sobra, mientras yo aquí me muero de hambre! Tengo que hacer algo: volveré donde mi padre y le diré: Padre, he pecado contra Dios y contra ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo. Trátame como a uno de tus empleados’. Se levantó, pues, y se fue donde su padre. Estaba aún lejos, cuando su padre lo vio y sintió compasión; corrió a echarse a su cuello y lo besó. Entonces el hijo le habló: ‘Padre, he pecado contra Dios y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo’. Pero el padre ordenó a sus servidores: ‘¡Rápido! Traigan el mejor vestido y pónganselo. Colóquenle un anillo en el dedo y traigan calzado para sus pies. Traigan el ternero gordo y mátenlo; comamos y hagamos fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y lo hemos encontrado’. Y comenzaron la fiesta»”. (Lc 15, 1-3. 11-32)

Esta página, la más bella de toda la literatura universal, sólo podía salir de la boca de la misma Sabiduría de Dios, Jesús, pues sólo Él conoce bien el corazón de su Padre y el corazón del hombre. Ningún otro podría hablar de esa forma sobre el inmenso amor misericordioso de Dios. En ninguna otra religión se habla así de la infinita misericordia divina.

La misericordia de Dios es su capacidad irresistible de enternecerse, compadecerse, conmoverse, perdonar, estar cercano a nosotros, al mirarnos envueltos en nuestros pecados, debilidades, limitaciones, resistencias…

El padre no perdonó al hijo pródigo solo por lo que este le dijo, sino porque era hijo suyo muy querido, y porque manifestaba su conversión regresando a casa. Dios goza perdonándonos porque somos sus hijos queridos, a quienes el pecado pone en manos de su enemigo y enemigo nuestro, pero nos recupera con nuestra conversión y con su perdón.

Por eso no podemos esperar a poder confesarnos para dar a Dios la gran alegría de perdonarnos y darnos a nosotros el gozo de sentirnos perdonados.

Dios concede infaliblemente el perdón a quien se lo pide y se convierte de verdad, sin más condiciones. Como perdona cuando nosotros perdonamos de corazón: Si ustedes perdonan, también el Padre celestial les perdonará (Mt 16. 14-15).

E igual perdona a quienes hace obras de misericordia: Tuve hambre y sed; estaba desnudo, en la cárcel, enfermo..., y ustedes me socorrieron: vengan, benditos de mi Padre, a poseer el reino preparado para ustedes desde el principio del mundo (Mt 25, 31-46).

Solo puede impedir el perdón de Dios quien lo rechaza; quien no reconoce ni detesta las ofensas hechas directamente a Dios, o indirectamente en el prójimo o en la propia persona. También se cierra al perdón de Dios quien no echa mano de los medios para salir del pecado y evitarlo.

Si Jesús nos pide que perdonemos setenta veces siete por día, quiere decir que el Padre nos perdona siempre que pedimos perdón con sinceridad. Jesús dijo a santa Josefina Kowalska: “Cuanto más grande sea el pecador, tanto más derecho tiene a mi misericordia”. Paradójico, incomprensible, pero es la pura verdad.

La absolución sacramental es necesaria antes de comulgar, si se han cometido pecados mortales. Pero sí podemos hacer la comunión espiritual, tan venida a menos, y que consiste en ponernos, arrepentidos, en brazos de Cristo como el hijo pródigo, suplicando: “Señor, yo no soy digno de llamarme cristiano, mas ven a mi corazón y a mi vida, a mis penas y alegrías, a mi trabajo y a mi familia. No te merezco, pero te necesito”.

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